~ 𝑪𝒂𝒕𝒐𝒓𝒄𝒆 ~
~ Flashback ~
~ Invierno de 2009 ~
Shinichiro ya no estaba para aguantar nuestros berrinches. Y, tras ese mismo verano, la abuelita falleció. Me quedé completamente sola en casa. Tenía a mis amigos de la ToMan, que de vez en cuando me hacían compañía por las tardes, pero al llegar a casa me sentía bastante sola. Nadie me recibía al llegar ni se despedía cuando me iba. Sin embargo, podía sentir que tanto mis padres, la abuelita y Shinichiro siempre estaban conmigo, al final resultaba que ellos se habían convertido en mis ángeles de la guarda.
Empecé a trabajar en una tiendecita de mi calle y cuando cobré mi primer sueldo no pensé mucho en que lo gastaría aparte de en los gastos de la casa. Me sobró bastante como para poder darme un capricho.
Un día, hojeando unas revistas, vi un dibujo que parecía llamarme, como si estuviera ahí para mí. Arranqué la hoja de la revista y fui corriendo a un local de tatuajes.
El único que había abierto era uno que compartía lugar con una especie de bar. No tenía muy buena pinta, pero bueno, en caso de que algo saliera mal siempre podría emplear los puños. Era una enclenque, pero al menos sabía cómo pegar puñetazos, Pah se encargó de enseñarme cómo hacerlo para romper una nariz.
Abrí la puerta de aquel local y pasé adentro. Para mi sorpresa, fueron bastante amables conmigo y me dijeron que esperase en unos sillones que allí había. Al parecer el hombre que hacía los tatuajes estaba terminando con otro cliente.
Pasó poco tiempo, cuando vi a un chico más alto que yo salir de la parte trasera del local donde estaba el tatuador. Llevaba las manos con los plásticos de recién haberse hecho tatuajes. Sentí curiosidad e intenté mirar a ver qué se había hecho, pero no me dio tiempo, pues el tatuador se colocó enfrente mía.
—¡Hola! ¿Es tu primer tatuaje? —me preguntó aquel hombre.
—¡Sí! —contesté.
—De acuerdo, ¿y qué tienes pensado? —le mostré el dibujo de la revista y le señalé mi espalda, él se quedó sorprendido—. Pero...¿no es muy grande para ser tu primer tatuaje? ¿estás segura?
Asentí, decidida.
—Segurísima — por mi mente pasaban las imágenes de aquellas personas que me cuidaban desde donde fuera que estuvieran: mamá, papá, la abuelita y Shinichiro.
Quemaba. No niego que solté alguna lágrima cuando aquella aguja pasaba por la zona de mis costillas.
Al cabo de unas cuantas horas habíamos terminado, me miré al espejo de cuerpo entero que había en una esquina de la sala.
Me quedé fascinada con el resultado.
—Me encanta...muchísimas gracias —felicité al tatuador, que me sonrió agradablemente.
Pagué el tatuaje y corrí hacia donde había quedado con los chicos, les había dicho que tenía una sorpresa.
Todos me estaban esperando en el césped de al lado del río donde solíamos reunirnos. Pah, Draken, Mitsuya, Mikey, Emma y Baji charlaban hasta que llegué y me empezaron a mirar fijamente. Yo tenía una gran sonrisa en la cara.
—¿Cuál es esa sorpresa que tienes? —preguntó Mikey.
— Eso, eso —dijo Emma, que se estaba emocionando. Los demás simplemente miraban callados.
—Draken —miré al chico de la trenza—, ¿te acuerdas que siempre había querido hacer una cosa?
—Venga ya, ¿en serio? A ver, a ver, seguro que no está tan guapo como el mío —me decía mientras los demás se miraban entre ellos extrañados.
—Vale, os enseño —me di la vuelta y empecé a subirme la camiseta. Me quemaba el roce de la tela con el tatuaje, aún fresco.
—¡Loca! ¿¡Qué haces!? No te desnudes aquí —gritaron Baji y Pah.
—Oye, oye, que solo voy a enseñaros la espalda —me estaban bajando la camiseta, avergonzados—. Como si no me la hubierais visto nunca, hemos ido a la playa juntos, joder. Literalmente es como si me hubieseis visto en ropa interior— les dije mientras les hacía gestos para que me quitasen las manos de la tela.
Pah la quitó rápidamente y Baji lo hizo más lentamente. Este último tenía la cara colorada y noté cómo rozó su mano suavemente con mi piel mientras la apartaba.
¿Qué hace?
—Venga, va, si me dejáis os enseño. Ahora quietecitos con las manos, que aún me duele.
Levanté la parte de atrás de la camiseta, dejando toda mi espalda al aire, mostrándoles el tatuaje que iba desde la parte alta hasta la parte baja de ella.
Ellos se revolucionaron de diferentes maneras.
—¡Hostia! ¡Qué pasada! ¡Ryo! ¡Está guapísimo! —gritaba Draken mientras se acercaba a verlo mejor.
—¡Tía! Es precioso, pero, ¿no es muy grande? —preguntó Emma.
Mitsuya parecía analizarlo pero al final sonrió.
—Es muy bonito, Ryoko. Aunque con lo canalla que eres no te pega nada.
Pah me riñó, parecía un padre. Decía que me iba a arrepentir, que si quería hacerme un tatuaje que me hubiese hecho algo más pequeño. Aunque, al final, reconoció que me quedaba bien.
Baji no decía nada, solo lo miraba y vi que apartaba la mirada.
— Baji —le llamé para picarlo—, ¿te da vergüenza ver la espalda de una chica o qué?
Últimamente Baji se había comportado raro conmigo y a mí me gustaba molestarlo para que reaccionara de alguna manera.
—Idiota...—fue lo único que me dijo.
—¿Y porqué te lo has hecho? —preguntó Mikey.
Lo miré.
—Ya sabes —empecé a hablarle y señalé al cielo—. Hay gente cuidando de nosotros ahí arriba, quería que de alguna manera estuvieran siempre presentes también aquí abajo.
A Mikey pareció gustarle esa respuesta, al igual que a Emma, sabían que también lo decía por su hermano.
Estuvimos hablando un poco más sobre tatuajes, y de cómo Draken le había copiado el tatuaje a Mitsuya, o si fue al revés, siempre se peleaban por eso y nosotros nos reíamos.
—¡Ah! ¡Ah! ¡Ya sé! —saltó Mikey de repente— ¡Ahora sí que sí!
Todos le miramos extrañados
—¿Qué dices, Mikey? —preguntó Draken.
—Riri, a partir de ahora...—me miraba con una sonrisa—. ¡A partir de ahora eres "El Ángel de la ToMan!"
Por algún motivo no rechisté.
—Me gusta —recordaba los apodos de la abuelita. No podía decir que aquel mote, y más ahora, me viniera que ni pintado.
Nos despedimos tras un par de horas más de no hacer nada en aquel lugar y Baji me acompañó a casa. Estaba raro, y yo durante el camino lo estuve mirando de reojo, lo veía tenso, como si quisiera hacer algo pero no se atreviera.
Al llegar a la puerta de mi casa y, cuando nos íbamos a despedir, Baji me acercó a él tirando de mi muñeca y me besó. No me dio tiempo a reaccionar por un momento, pero me dejé llevar.
Él me atraía de alguna forma, si no no lo hubiera estado picando durante años.
—¿Esto es lo que te pasaba? —le pregunté cuando nuestros labios se separaron.
—Ya no podía más —me dijo y volvimos a besarnos.
Mientras lo hacíamos, entramos a mi casa.
Aquella noche, fue la primera en la que él y yo...
~ Fin flashback~
~ 31 de octubre, 19:00 p.m.~
Ya no más. No habrá más llamadas a mitad de la noche. No habrá más risas de complicidad. Ni miradas indiscretas en público. Ni llamadas de atención por muestras de cariño en público.
Me quedé inmóvil, mirando mis manos y la cara de Baji, pálida. Estaba en shock. Todas las voces de mi alrededor se escuchaban lejanas y ninguna me hacía volver a la realidad.
—¿Baji llevó esto consigo todo el tiempo? —la voz de Mikey, y al ver que Takemichi le enseñaba un pequeño amuleto me hizo regresar al presente. Takemichi preguntó qué era eso.
—Eso es...el amuleto...de los miembros fundadores de la ToMan...él lo guardaba —le contesté casi en un susurro desde mi posición.
—También había una fotografía...—Takemichi se rebuscó en el bolsillo.
—Sí, la foto de nosotros, el día que fundamos la banda...nosotros siete...—le contestó Mikey, viendo que yo no tenía muchas fuerzas para seguir la conversación, pues tenía la respiración entrecortada.
—¿Siete? —Takemichi volvió a mirar la fotografía y se extrañó—. Uno, dos,...cinco y seis...pero...¿aquí solo hay seis personas? —miraba a Mikey.
Éste, sin pensarlo mucho, alzó su mano y me señaló.
—Y siete.
Takemichi me miró con los ojos como platos.
—¿Ryoko? ¿Eres un miembro fundador? Pero... ¿por qué no sales en la foto? —preguntó aún más extrañado si cabía.
—Porque...yo fui quien la hizo...no quería salir...siempre... siempre he pensado que salgo fatal en las fotos.
—Ella es...— prosiguió Mikey—. Ella es la más cuerda de todos nosotros...dentro de su locura...ella siempre ha sabido qué hacer...por eso...Riri, sabes que no tienes que estar aquí, es peligroso para ti.
No le contesté. Mi mirada estaba fija de nuevo en Chifuyu, que abrazaba a Baji. Yo no hacía más que llorar, aún en estado de shock con la mirada perdida.
Todos los que quedaban allí empezaron a correr de repente. Escuché sonidos de sirenas de la policía. Kazutora se acercó y se sentó a mi lado.
—Ryo, vete, yo me hago responsable de todo...Baji...es lo menos que puedo hacer por él...
—¡Ryoko! ¡Vámonos! —gritaban los demás, que habían empezado a correr.
Cuando me quise dar cuenta solo quedábamos Kazutora y yo al lado del cuerpo sin vida de Baji. Chifuyu estaba siendo arrastrado por Takemichi fuera de allí y los demás corrían. Draken se acercó con intención de llevarme con él.
—Draken...no...yo también me quedo...—le dije, apartándole.
—¿Qué? ¿Eres tonta? Venga anda...—me tiró del brazo.
—¡Vete! He dicho que me quedo y no me pienso mover de aquí...yo...tengo toda la culpa de esto...yo...—no sabía lo que hacía, pero no pensaba moverme de allí.
—Ryoko...—Draken me miraba—. Dile a Emma que la quiero mucho ¿vale? — le dije, quizá algo dramática, no iba a ir a la cárcel, yo no había apuñalado a nadie como para que me encerraran, sin embargo, en mi mente era como si hubiera sido yo la que empuñaba aquel cuchillo. Por eso no podía irme y dejarle allí.
—Estúpida, no te van a llevar a ningún lado, tú no has hecho nada, luego se lo dirás tú misma, pero asegúrate de salir de allí pronto. Sé que sabrás hacerlo, y a cabezona no te voy a ganar. Haz lo que quieras, pero no cargues con la culpa de nada, él no se podría perdonar que tú sintieras culpa por algo así — miró al cuerpo de Baji, me dio una palmadita en la cabeza y se fue de allí.
Draken no se podía imaginar el porqué me sentía tan culpable. ¿Fue mi culpa que Baji dejase la ToMan? ¿Podría haber hecho algo al respecto? ¿Qué quiso decir con lo de que Kisaki es el enemigo? No entendía nada.
Kazutora y yo estábamos ahí, mirando a Baji. Casi todos estaban ya fuera del desguace, a salvo de la policía.
—Este Draken...ni siquiera él puede convencerte de nada, ¿no? —Kazutora comenzó a hablar—. Ryo ya te lo he dicho, tienes que irte...yo asumiré todo...—yo seguía negando con la cabeza.
No iba a dejar que nada ni nadie me separara ahora de Baji.
—No me dejas otra opción...Ryoko, lo siento —Kazutora alzó la mirada y levantó la mano, como si estuviera llamando a alguien—. Si ellos no han podido llevarte por las buenas...no me queda más remedio, no quiero que tú también me odies por arrastrarte conmigo...
Cuando iba a responder, él me interrumpió.
—¡Hanma! ¡Llévatela de aquí!
¿Hanma? ¿Él estaba aquí? Pues claro, cómo no iba a estar. Con todo el revuelo ni me acordaba de aquel tipo del que me habían hablado todos, siquiera le di importancia a adivinar quién era entre todos los que había antes allí.
Escuché unos pasos detrás de mí y no me dio tiempo de girarme, pues alguien me había agarrado por la cintura y me había levantado para colocarme encima de su hombro.
Miraba al suelo, estaba alto, por lo menos dos metros. Pero no veía quién era, me había cargado como quien se carga un saco a la espalda.
—¿¡Qué haces!? ¡Suéltame! —empecé a darle puñetazos como pude en la espalda.
—Kazutora...—aquel chico que me tenía en su hombro habló con una voz ronca. Detuve mis puñetazos al instante, esa voz... —. Esta vez te lo paso... pero no me des órdenes. Nunca más.
—Perdona, Hanma, pero...sácala de aquí, por favor —suplicó Kazutora.
Escuché un ligero gruñido, imaginé que a modo de asentimiento y empezó a correr hacia fuera de aquel lugar.
Mi mente volvió a quedarse en blanco y mi cuerpo inmóvil. Nos alejábamos. La figura de Baji y Kazutora se hacía cada vez más pequeña. En ese momento, decidí mirar a ver quién era Hanma de una vez por todas.
Me apoyé en su espalda como pude para mirarle la cara por encima del hombro y vi que me estaba mirando.
—Hola, enana.
Holis!
Aquí os dejo otro capitulito, hoy subiré un par más ^^
Espero que os haya gustado, este es uno de los capítulos que más ganas tenía de publicar, lo tenía medio escrito desde antes de empezar la historia así que me haría mucha ilusión que me digáis si os ha gustado y bueno, si os está gustando la historia en general...
Mil gracias a quienes la estáis siguiendo <3
Si tenéis cualquier pregunta podéis dejármela por aquí y las iré contestando en los siguientes caps ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top