03
Julián intentó moverse, pero era imposible. Enzo lo tenía atrapado entre sus brazos como si fuera suyo. Y el problema era que, en ese momento, Julián quería serlo.
La noche había sido un calvario. Desde que Enzo apareció en su casa, tirándole palos sin disimulo, pegándosele más de la cuenta, hasta ese beso del orto en el cuello que le había dado antes de dormir. Como si nada. Como si fuera normal. Como si no hubiera dejado a Julián con la piel ardiendo y el corazón hecho un desastre.
No había pegado un ojo. No podía, no con Enzo durmiendo tan pegado a él, con la cara hundida en su cuello, respirándole suave contra la piel. Y lo peor de todo es que ni siquiera parecía hacerlo consciente, como si su cuerpo lo buscara por instinto.
No tenía escapatoria.
Y lo peor era que no quería escapar.
No cuando cada roce de Enzo le quemaba la piel. No cuando cada respiro suyo le revolvía el estómago.
-Dios, Julián, sos un pelotudo... -murmuró para sí mismo, cerrando los ojos con fuerza.
Intentó no pensar en lo que sentía, en lo que siempre sentía cuando Enzo estaba cerca. En cómo se le aceleraba el pulso cada vez que lo tocaba. En cómo se le iban los ojos a su boca sin darse cuenta. En cómo cada palabra suya le hacía temblar un poco más.
Pero fue imposible.
Más cuando, en medio de la madrugada, sintió algo contra su pierna.
Se quedó quieto, conteniendo la respiración.
Era obvio lo que era.
El calor se le subió a la cara al instante. Se repetía en la cabeza que era algo normal, que a los hombres les pasaban esas cosas dormidos, que no tenía por qué hacer un mundo de esto.
Pero la idea de que fuera por él... de que Enzo, dormido, buscara su calor, su cuerpo...
No. No podía pensar en eso.
Tragó saliva, tratando de ignorar el ardor en sus mejillas. Quiso moverse, separarse un poco para poder respirar, pero apenas lo intentó, Enzo lo sujetó más fuerte, pegándolo de nuevo a él.
Julián sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando Enzo murmuró algo entre sueños, su voz grave y ronca contra su oído.
-Mmm... Juli...
Su nombre.
Dios.
El corazón le dio un vuelco.
-Boludo... -susurró sin aliento, sin saber si quería que se soltara o que se pegara más.
Pero Enzo siguió durmiendo como si nada, respirando tranquilo contra su piel, hundiendo más la cara en su cuello, su brazo pesado alrededor de su cintura.
Julián mordió el labio y cerró los ojos con fuerza, sintiendo el pecho apretado.
No se movió más. No quiso moverse más.
Porque, aunque se hiciera el difícil, aunque intentara convencerse de que no significaba nada...
Se sentía demasiado bien tener a Enzo así.
Enzo y Julián estaban en el comedor compartiendo el desayuno, con las medialunas ya a la mitad y el mate pasando de una mano a otra. La escena tenía algo de nostálgico, como si por un momento hubieran vuelto a esos días en los que los chicos se quedaban a dormir en su casa y pasaban la tarde entera cebando mates, hablando de cualquier cosa y riéndose sin preocuparse por nada más.
Pero esta vez había algo distinto en el aire, algo que no estaba ahí en esos tiempos.
-Cheto mal vos, me re dejás y te vas a comer con Giuliano y el padre -le recriminó Enzo, su tono sonaba más relajado de lo que en realidad sentía.
Julián le clavó la mirada, alzando una ceja.
-¿Y qué? ¿Te tengo que pedir permiso ahora? Andá a seguir tirando estados -le respondió con ironía, como si realmente no le importara la queja de Enzo.
Enzo sonrió ladeado, como si el comentario no lo hubiera afectado, pero en realidad ya tenía la respuesta lista.
-De ahora en más, sí. Vos sos mío, no para que andes con ese que te quiere re caer -tiró, exagerando la situación-. Y ni tires la de los estados, que se ve que algunos "amigos" andan re zarpados.
Le salió natural. Siempre había sido bueno chamuyando, le había servido con todas las pibas con las que estuvo, y con Julián no iba a ser diferente. No era que le enojara que Giuliano le quiera caer; lo que realmente le molestaba era que el otro le diga que se iba a enamorar. Porque Enzo tenía bien claro su papel en todo esto, sabía exactamente qué tenía que hacer y cómo lograrlo. No sentía nada por Julián más allá de una amistad. ¿O no?
Julián, en cambio, suspiró con fastidio.
-Sigo sin ver lo malo, pesado. Giuliano es mi amigo y el tuyo, así que anda cerrando el orto.
Pero si bien sus palabras eran firmes, su cuerpo lo traicionaba. Podía hacerse el difícil cuantas veces quisiera, pero cada vez que Enzo se ponía así, chamuyero, provocador, acercándose con esa confianza tan suya, su corazón latía más fuerte sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Era un problema. Porque todo esto, los chamuyos, los toqueteos, que se quedara cerca suyo, que lo eligiera incluso cuando podía estar con cualquiera, lo hacían sentirse especial de una forma que no sabía cómo manejar.
Y lo peor era que, aunque Enzo jugara con todo esto como si fuera una estrategia, como si fuera parte de su juego, a Julián le costaba demasiado recordar que para él no era un juego.
- Ese ya se va a rescatar. Andá, dale, preparate. Hasta que no te pase a buscar, no me voy, eh. Le quiero ver la cara.
Enzo lo dijo con una seguridad irritante, como si tuviera todo controlado, como si de verdad le correspondiera opinar sobre con quién salía o no.
Julián lo miró con el ceño fruncido, cruzándose de brazos.
-Ay, Enzo, ¿qué te pasa estos días? Andás re chamuyero, tomátela, amigo.
Enzo sonrió, ladeando la cabeza.
-¿Amigo? Tucu, Cuti, Lean... No sé, yo. Amigo tuyo no quiero serlo más.
Las palabras quedaron flotando en el aire, pesadas, llenando el espacio entre los dos.
Julián sintió que su corazón daba un vuelco.
-¿Y entonces qué querés ser?
Enzo no contestó con palabras.
Se acercó un paso más, acortando la distancia entre ellos hasta que solo los separaban centímetros. Y antes de que Julián pudiera reaccionar, lo tomó por la nuca y lo besó.
Pero no fue un beso torpe ni inseguro.
Fue uno de esos besos que hacen que todo se borre alrededor, que te dejan sin aire, sin pensamiento. Un beso intenso, directo, como si Enzo ya supiera lo que estaba haciendo, como si tuviera clarísimo que Julián iba a responderle.
Y lo hizo.
Julián sintió la presión firme de sus labios, la calidez de su boca, la forma en que el mundo entero se le sacudía en el pecho. Sin poder evitarlo, se aferró a la remera de Enzo, como si soltarlo no fuera una opción.
Esto era lo que había soñado tantas veces, lo que había imaginado en esos momentos donde su amor por Enzo se sentía imposible, inalcanzable. Pero ahora estaba pasando. Era real.
Cuando se separaron, Julián todavía tenía los ojos cerrados, el corazón latiéndole en la garganta, el aliento entrecortado.
Y después, la risa de Enzo.
-Ah, pero mirá qué fácil caés, amor.
Julián sintió cómo el calor en su pecho se convertía en un nudo, en algo que dolía. Abrió los ojos de golpe y lo miró, tratando de procesar lo que acababa de pasar.
-Sos un pelotudo.
Lo empujó con fuerza en el pecho y salió casi corriendo hacia su habitación.
Cuando cerró la puerta detrás de él, sintió que le faltaba el aire. Se apoyó contra la madera, apretando los ojos con fuerza, tratando de calmar el temblor de sus manos.
-No puede ser, no puede ser -susurró, llevándose una mano a los labios.
Todavía sentía el beso.
Se dejó caer en la cama, mirando el techo con desesperación. ¿Cómo carajo había pasado eso? ¿Cómo había terminado besándose con Enzo... y siguiéndolo sin dudarlo? Esto no había sido como la otra vez, un simple roce. No, esta vez había sido un beso de verdad, intenso, de esos que te dejan sin aire. Todo lo que le estaba pasando parecía irreal.
Pero lo peor no era eso.
Lo peor era que el seguía dudando había algo de la situación que no le cuadraba para nada.
🫧
Hooooola
En el próximo capítulo seguro vean más sobre Julián y Giuliano. Lamentablemente, él también es parte de la apuesta y tiene que esforzarse tanto como el chamuyero de Enzo
Iba a hacer el capítulo más largo y contar directamente toda la cena, pero preferí tomarme más tiempo con todo esto de Giulian (?). Además, me da ternura que a Giuliano siempre le haya gustado Julián y que el otro, cada vez que le hable, le diga AMIGO
También Enzo les tiene que contar todo a los chicos están todos leyéndolo de su side y ninguno entiende nada
Lean popular!!
Un re besoooo💋
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