𝟬𝟰. A Way Out


Después de mucho tiempo de pensar, ambas se dieron cuenta de lo que deberían de hacer; ir a la biblioteca.

Lilith estaba segura que ellos no debían de ser los primeros humanos en entrar al pueblo, pero esperaba que fueran los últimos.

Los cuatro salieron juntos de la alcaldía por la parte de atrás, estaban casi seguros que nadie se opondría a lo indicado por el alcalde, pero querían que estuvieran seguros.

Caminaron hasta la biblioteca de la ciudad, sin saber realmente qué buscaban, pero teniendo esperanza de encontrarlo.

Las chicas se fueron cada quien por su lado, por lo que Scott y Stiles no tuvieron de otra más que seguir uno a cada una.

Stiles fue detrás de la vampiro, y Scott de la sirena, no les sorprendió su decisión, ni tampoco les tomó más de cinco segundos decidirse.

Lilith empezó a buscar al rededor de los libros, buscando entre los montones y montones de títulos llamativos, Stiles decidió imitarla.

—¿Qué estamos buscando?–Preguntó el humano.

—No estoy segura aún.–Admitió.–Estoy segura que no son los primeros que entran en Halloweentown sin pertenecer aquí, pero no se en dónde estarán los registros de esto... aunque bueno, tu amigo parece si pertenecer.

—Si, el, el es un hombre lobo.

—¿Y tú por qué no?–Preguntó con curiosidad.

—Si te soy honesto, ni yo mismo lo sé a este punto. Todos mis amigos en casa son extraordinarios, y yo solo... estoy ahí.

—Oye, a veces ser "extraordinario" no es lo mejor. A veces solo desearía regresar a ser normal... aunque supongo que aquí tú eres lo extraordinario y yo soy lo normal.

—¿Hay muchos vampiros aquí?

—No tantos, y menos vampiros que hayan sido transformados. Son como dos de cada cinco.

—¿Te transformaron?–Lilith asintió y tomó un libro, hojeándolo para saber si les serviría.

—Tenía dieciocho.

—Yo tengo dieciocho.

—Entonces solo soy un poco más grande que tú.–Ella sonrió y el sintió como sus piernas fallaban al ver tanta perfección frente a él.–Me transformó un antiguo novio mío, era un idiota, yo no quería ser una vampiro, pero aquí estoy.

—Oh, y el... ¿está aquí?–Stiles preguntó cómo quien no quiere la cosa, sintiéndose superado por los sentimientos de celos que surgían en su interior.

—No. Él no es alguien de comunidad, a él le gusta más estar solo y engañar a la gente...

—Si suena como un idiota.–Ella rio y el sonrió al escucharla.

—Lo es. No quisieras nunca topártelo.

—De hecho, sería muy feliz siendo un vampiro. No hay ningún vampiro entre mis amigos

—No es tan sencillo, es complicado no morder a la gente, tener que controlarte, ver a todos morir frente a ti, nunca poder verte al espejo...

—Espera. ¿No te has visto al espejo?–Lilith negó con la cabeza.

—No desde hace siete años.

—Espera otra vez... ¡¿Tienes veinticinco?!–Ella rio.

—¿Es así de sorprendente?–El asintió.

—Si... si siempre te verás así, creo que no tendría problema en volverme un vampiro.

—Por favor... ¿no tienes a nadie de vuelta en casa? ¿Alguna novia... o novio?

—Ninguno de los dos. He estado enamorado de una chica desde hace un tiempo, pero creo que ya me cansé.

—Es mejor enamorarse de una humana...

—Es una banshee.

—Entonces es mejor enamorarse de alguien que tienes cerca de casa.

—No con ella. No creo que nunca me mire de la forma en la que la miro. Es difícil...

—Amigo, créeme que estás con una chica que sabe de corazones rotos. Puedes enamorarte de alguien más, alguien que sea normal... y este vivo.

—¿Los vampiros no están vivos?

—Es complicado... es como... si mi alma estuviera muerta.

—¿Y brillas a la luz cómo los vampiros de crepúsculo?–Ella lo miró sin entender.–No importa, es una mala película de todas formas.

—¿Hay una película de vampiros?

—Vampiros y lobos.

—Ay no, no me digas que es un...

—Triángulo amoroso, si, así es.

—¿Con quien se queda? ¿El vampiro o el lobo?

—No estoy muy seguro, pero creo que con el vampiro.

—Al menos tiene buen gusto.–Bromeó ella y devolvió el libro antes de seguir buscando entre las estanterías.–Alto, ¿por qué no se me ocurrió antes?

—¿Qué?–Ella tomó su mano y lo arrastró hasta donde estaba la bibliotecaria. Una fantasma de más de mil años que arrastraba el carrito como podía, ya que no tenía un cuerpo cien por ciento corpóreo.

—Señora Mills.–Ella los miró y los calló con un "sh".–La necesitamos, ¿usted sabe de algún caso donde algún humano haya entrado en el pueblo?–Los ojos de la anciana detrás de sus cuadrados lentes se abrieron como platos.

—Ay niña... ¿en que clase de problemas te metiste?

—¿Eso es un si?–Preguntó Stiles y ambas mujeres lo miraron.

[...]

La señora Mills los habia llevado a los cuatro a una habilitación aislada del resto de la biblioteca.

Se arrastró hasta el centro de la habitación, donde estaba una mesa la cual tenía un enorme libro en ella.

La mujer mayor lo empezó a hojear, sabiendo lo que buscaba. Se detuvo después de unos segundos, poniendo su dedo justo en la pagina y empezando a moverlo rápidamente por entre las palabras. Stiles y Scott se miraron sorprendidos, pero Lilith y Anna actuaban como si nada. Claro que habían visto las habilidades de la anciana antes, y comprendían el asombro que podía causar verla por primera vez.

Siguió en su minuciosa búsqueda hasta que se detuvo y miró a los adolescentes.

—Para empezar, este libro contiene toda la historia de Halloweentown, desde que fue creado por las brujas para poder escapar de los humanos que buscaban quemarlas, hasta el día de hoy. Este libro es altamente clasificado, ya que contiene secretos sumamente oscuros que nadie fuera de este lugar debe conocer.–Se arregló los lentes y continuó.–Pase lo que pase, no mencionen esto, no querrán recibir la maldición de las brujas.

Pero ya recibimos esa maldición, por eso estamos aquí. Pensó el joven Stilinski, más no soltó palabra.

Los demás solo asintieron. La anciana los miró como última advertencia y salió del lugar.

Todos fueron rápidos y se abalanzaron sobre el libro, el cual tenía símbolos y escritura extraños, todas pintadas con una tinta roja de desconocida procedencia.

Empezaron a leer cómo entendieron, encontrando un enorme secreto del pueblo.

Si, antes había pasado un accidente con un humano, uno donde una bruja se había enamorado de él y lo había traído a Halloweentown, obviamente causando estragos. La historia decía que el humano no logró salir a tiempo, por lo que terminó transformándose en un monstruo, algo tan terrible, que ni siquiera podía ser descrito. Pero si había una forma de salir, y era por medio de un conjuro.

Necesitaban una bruja para poder escapar, sino, se quedarían atrapados para siempre, siendo convertidos en monstruos como ellos. Stiles sintió su piel erizarse, sabía que quería ser un monstruo, quería ser especial, pero el solo pensar en lo que le había pasado al humano antes que el... ya no estaba muy seguro de querer.

Lilith cerró el libro con fuerza, los miró a todos y dijo.

—Debemos encontrar a una bruja lo antes posible.

—¿Cómo encontraremos una bruja que quiera ayudarnos? Odian a los humanos.–Dijo Annabelle.

—Siempre hay una excepción.

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