VII. Hater?

El día había empezado tranquilo. Estaba en mi cama, revisando mi celular, cuando Dior me llamó con su tono dramático habitual.

—¿Viste lo que Harper Zimmer dijo sobre ti en ese podcast? —preguntó, sin siquiera saludar.

—No... ¿qué dijo ahora? —respondí con un suspiro. Harper siempre tenía algo que decir.

—Básicamente, te llamó "nepo baby". Dijo que todo lo que has logrado es porque tus papás son Ryan Reynolds y Blake Lively. Y, encima, insinuó que tu gira Cherry Tour solo fue un éxito porque eres 'la novia de Walker Scobell'.

Mi ceja se alzó de inmediato. ¿Novia de Walker? Eso ni siquiera era cierto. Bueno... al menos no oficialmente.

—¿De verdad? —pregunté, con un tono más molesto de lo que pretendía.

—Sí, amiga. Y ya sabes cómo es internet, ahora todo el mundo está hablando de eso. Tienes que decir algo.

—Harper siempre habla por hablar, Dior. No sé si vale la pena.

—Amiga, si no lo aclaras, la gente va a seguir repitiendo lo mismo. No puedes dejar que te definan así.

Suspiré, agradeciéndole por preocuparse, y colgué. Luego abrí Twitter, solo para ver los clips del dichoso podcast llenando mi feed. Harper estaba sentada, sonriendo de manera arrogante mientras hablaba.

—"No es que Annaka no tenga talento, pero vamos... Es una nepo baby de manual. Sus papás son Ryan Reynolds y Blake Lively, dos de las mayores estrellas de Hollywood. Y lo del Cherry Tour... eso fue solo porque se hizo famosa como la novia de Walker Scobell. Me gusta Walker, pero Annaka básicamente está viviendo de su sombra".

Respiré hondo, tratando de no dejar que las palabras me afectaran. Pero cuando leí los comentarios, vi que había gente que de verdad creía eso. Algunos incluso me atacaban directamente.

—"Ah, ¿así quieren jugar?" —murmuré, decidida.

Abrí mis redes y comencé a escribir. No iba a quedarme callada.


"Hola a todos, normalmente no respondo a este tipo de comentarios, pero siento que esta vez es necesario.

Primero, sobre el término 'nepo baby'. Sí, mis padres son Ryan Reynolds y Blake Lively, y estoy orgullosa de ellos. Pero si mi éxito fuera solo gracias a mi apellido, ¿cómo explican mis dos Oscars? Uno por Mejor Actriz Joven en Luz en la Tormenta y otro por Álbum del Año gracias a mi música. ¿Mis papás actuaron o cantaron por mí?

Segundo, sobre el Cherry Tour. Para los que no lo saben, esa gira comenzó antes de que Walker y yo siquiera intentáramos algo juntos. Walker es una persona increíble y lo quiero muchísimo, pero mi gira fue fruto de años de esfuerzo, composiciones y conexión con mis fans.

Por último, quiero aclarar algo importante: Walker y yo no somos oficialmente pareja. Estamos intentando algo, sí, pero nuestra relación no define quién soy ni lo que he logrado. Mi carrera es mía, y siempre lo ha sido.

A Harper, gracias por tus comentarios, pero no necesito tu validación ni la de nadie. Yo sé quién soy, y sé cuánto trabajo he puesto para estar aquí.

A mis seguidores, gracias por estar siempre conmigo. Los quiero. ❤️".


Al cerrar mi laptop, sentí como si un peso se hubiera levantado de mis hombros.

No pasó mucho tiempo antes de que mi teléfono empezara a sonar. Era Walker.

—Linda, ¿estás bien? —preguntó, con preocupación en su voz.

—Sí, Walker. No te preocupes. Ya sabes cómo es Harper, le encanta hablar.

—Vi lo que publicaste. Fue increíble. Estoy orgulloso de ti.

Sonreí, sintiendo cómo el calor subía a mis mejillas.

—Gracias. Solo... necesitaba dejarlo claro, ¿sabes?

—Lo sé. Y para que quede claro, yo tampoco soy solo "el chico con el que estás intentando algo". Yo soy el que va a ganarte la próxima vez que juguemos Mario Kart.

—¿Ah, sí? —respondí, riendo.

—Sí. Y luego puedes dedicarme una canción en tu próximo tour.

Reímos juntos, y por un momento olvidé todo el drama. Al final, lo importante era que yo sabía quién era y que Walker siempre estaba ahí para apoyarme.



El estudio del podcast era tan básico que casi me daba risa. Nada de luces de neón ni paredes tapizadas con marcas caras. Solo un par de micrófonos, un sofá cómodo y Tom Carter sentado frente a mí con esa sonrisa de "tranquila, aquí estás segura".

¿Quién es Tom Carter? Fácil: un gran amigo de mi mamá, el tipo de persona que te recibe con un abrazo de oso y un café bien cargado. Pero hoy no estaba aquí para abrazos. Hoy estaba aquí para decir mi verdad.

—Annaka Reynolds en mi podcast, gente. ¡Por fin la tenemos aquí! —empezó Tom, con su tono despreocupado.

Levanté las cejas, medio riéndome.

—¿"Por fin"? Tom, por favor, me mandaste un mensaje hace dos días.

Él se echó a reír, y yo aproveché para acomodarme en el sillón. Estaba nerviosa, pero de esos nervios que te emocionan, como cuando estás por entrar al escenario.

—Ok, vamos directo al grano. Harper Zimmer. Su comentario. Boom. Internet explotó. ¿Cómo te sentiste?

Hice una pausa dramática. Porque sí, si voy a hablar, lo hago bien.

—¿Honestamente? Primero pensé: "¿Quién le dio permiso a esta tipa de abrir la boca sobre mí?"

Tom casi escupe el agua que estaba tomando.

—¡Directa! Me encanta.

—Es que, Tom, vamos a hablar claro: Harper siempre está buscando a quién tirar para sentirse mejor. Pero bueno, si necesita hablar de mí para ser relevante, adelante. Que lo haga con mi nombre y apellido, ¿no?

Tom asintió, fascinado.

—Entonces, ¿te molestó lo del 'nepo baby'?

—No es tanto que lo dijera, porque, vamos, no es ninguna novedad que soy hija de Ryan Reynolds y Blake Lively. Es el tono, ¿sabes? Como si todo lo que hago fuera gracias a mis papás.

—Y no lo es.

—Obvio que no. Mira, ¿mis papás me abrieron puertas? Sí. ¿Me dieron consejos? Claro. Pero esas puertas no actúan por mí. No se memorizaron mis líneas. No bailaron en el Cherry Tour ni cantaron frente a miles de personas. Eso lo hice yo.

Tom aplaudió, sonriendo como si acabara de ganar un premio.

—Esa actitud me encanta. Ahora, mencionaste algo sobre Walker. Dijiste que no son pareja oficial, pero están 'intentando algo'. ¿Qué significa eso?

Suspiré, porque claro, esta pregunta no podía faltar.

—Walker y yo somos mejores amigos desde hace años. Y, sí, estamos viendo qué pasa, pero no quiero que nadie piense que mi carrera depende de él o que él es mi único logro. Porque, seamos realistas, antes de que empezáramos a 'intentar algo', yo ya estaba de gira mundial.

—Totalmente cierto. ¿Pero cómo manejan la presión de la gente?

Sonreí con ironía.

—Es un caos. Todo el mundo quiere meterse, inventar historias. Que si ya somos novios, que si terminamos, que si estamos peleados. Y mientras tanto, Walker y yo solo intentamos no volvernos locos.

—Y hablando de volverse locos... ¿qué haces cuando los comentarios negativos te afectan?

Me incliné hacia adelante, agarrando el micrófono como si fuera un confesionario.

—Te voy a ser sincera, Tom. Hay días en los que quiero mandar todo a la mierda. Porque por más fuerte que seas, leer cosas como "Annaka solo es famosa por su apellido" o "se cuelga de Walker" duele.

—¿Y qué haces en esos días?

—Hablo con alguien. Walker es increíble para escucharme, y mis hermanos, Billy y Milo, siempre me ponen en mi lugar. Pero también estoy aprendiendo a ser mi propia cheerleader, a recordarme que todo lo que he logrado es por mí.

Tom sonrió, como si estuviera orgulloso de mí.

—Annaka, eres un ejemplo para tantas personas.

Me reí, medio incómoda.

—Gracias, pero tampoco soy perfecta. Todavía tengo inseguridades, todavía tengo días malos. Solo trato de no quedarme atrapada en ellos.

—Eso es súper poderoso. Para cerrar, si pudieras decirle algo a Harper Zimmer o a la gente que minimiza tu carrera, ¿qué sería?

Sonreí, pero esta vez con esa confianza que viene del alma.

—Les diría que mi apellido es Reynolds, pero mi talento es mío. Que si van a hablar de mí, lo hagan con pruebas, no con envidia. Y que mientras ellos pierden el tiempo criticándome, yo estoy aquí, trabajando y viviendo mi sueño.

Tom se quedó callado por un momento, luego aplaudió.

—Eso fue icónico. Gracias por venir, Annaka. Eres una fuerza imparable.

—Gracias por invitarme, Tom. Sabes que siempre es un placer.

Cuando salí del estudio, me sentí ligera, como si me hubiera quitado un peso de encima. A veces, solo necesitas decir las cosas como son. Sin filtros, sin miedo. Porque, al final, nadie puede quitarte lo que logras por ti mismo.

Llegué a los Kids' Choice Awards sintiendo como si estuviera entrando a un campo de batalla. El lugar estaba lleno de luces brillantes, música a todo volumen, y un desfile interminable de celebridades, cada una luciendo mejor que la otra. Mi vestido negro con destellos plateados brillaba bajo las luces, pero aunque intentaba proyectar confianza, por dentro estaba nerviosa.

Nada más entrar, escuché una voz familiar que me hizo detenerme en seco.

—¡Annaka Reynolds, la estrella del momento! —Miguel Mora, un amigo cercano de mi familia y compañero actor, apareció frente a mí con los brazos abiertos. Miguel era uno de esos tipos que siempre tenía una sonrisa lista y un comentario para hacerte reír, lo cual en ese momento necesitaba con urgencia.

—¡Miguel! ¿Qué haces aquí? —pregunté, abrazándolo mientras intentaba no tropezarme con la alfombra roja.

—Vamos, ¿cómo no iba a venir? Este es EL evento del año, y además, tenía que verte ganar ese premio, ¿no? —dijo con una sonrisa cómplice.

Me reí, aunque por dentro sentía una punzada de ansiedad.

—Gracias por la confianza, pero no estoy tan segura de eso.

—Por favor, Annaka, todo el mundo sabe que lo tienes asegurado. Ahora ve, disfruta, y demuestra quién manda.

Ese pequeño empujón de ánimo me ayudó a relajarme un poco mientras avanzaba hacia mi mesa, donde mis mejores amigas Dior, Summer y Gwen ya me esperaban. Dior me lanzó un abrazo inmediato.

—¡Te ves increíble! —me dijo con un grito que probablemente se escuchó en todo el lugar.

—Gracias, tú también. Aunque el vestido me está matando un poco —respondí, riéndome mientras me sentaba.

Summer, como siempre, no perdió la oportunidad de hacerme reír.

—Bueno, si te caes, al menos serás la caída más elegante de la noche.

Todo iba bien, o al menos lo intentaba. Pero entonces lo vi.

Walker. Con Harper.

Estaban parados cerca de la entrada, riéndose de algo que Harper decía. Ella llevaba un vestido rosa brillante que hacía imposible ignorarla, y su postura era como siempre: altiva, como si el mundo girara alrededor de ella. Mi corazón se hundió un poco, pero traté de mantener la compostura.

—No puede ser —murmuré, tratando de no parecer demasiado afectada.

Dior siguió mi mirada y frunció el ceño.

—¿Qué hace Walker con Harper?

Summer se inclinó hacia mí, claramente indignada.

—¿En serio? ¿Él no tiene idea de todo lo que ha dicho sobre ti?

—Tal vez lo sabe, tal vez no le importa —respondí, tratando de sonar despreocupada. Pero la verdad era que dolía. Harper Zimmer, la misma que me había llamado "nepo baby" y había cuestionado cada logro de mi carrera, ahora estaba ahí, sonriendo y actuando como si nada hubiera pasado.

—¿Quieres que vayamos a otra parte? —preguntó Gwen, siempre la más sensata.

Negué con la cabeza.

—No. Esto es mi noche. No voy a dejar que Harper la arruine.

Aunque intenté seguir disfrutando, mi mente seguía atrapada en una mezcla de celos y tristeza. No podía evitar mirar de reojo a Walker, preguntándome por qué él, de todas las personas, estaba hablando con Harper.

El evento avanzó, y finalmente llegó el momento del premio a Actriz Favorita del Año. Apenas estaba prestando atención cuando escuché mi nombre.

—¡La ganadora al premio Actriz Favorita del Año es... Annaka Reynolds!

El tiempo pareció detenerse. Mis amigas comenzaron a gritar y aplaudir como locas, pero yo apenas podía reaccionar. Miguel, que estaba cerca, me lanzó una sonrisa orgullosa mientras señalaba hacia el escenario.

—Vamos, Annaka. Este es tu momento.

Me levanté, todavía en shock, y caminé hacia el escenario con una sonrisa nerviosa. Cuando me entregaron el premio, sentí su peso en mis manos, como si fuera una prueba tangible de todo mi esfuerzo.

—Wow, esto es increíble —dije, acercándome al micrófono. Respiré hondo, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Quiero agradecer a mis fans, a mi equipo, y a mi familia por apoyarme siempre. Este premio significa mucho para mí porque representa todo el trabajo duro y las horas dedicadas a lo que amo.

Hice una pausa, sintiendo cómo todas las emociones del día se acumulaban en mi pecho.

—Y quiero decir algo más. A veces, la gente te subestima o trata de quitarle valor a tus logros. Pero lo importante es recordar quién eres y por qué haces lo que haces. Este premio es una prueba de que los sueños se hacen realidad con esfuerzo y pasión.

El público estalló en aplausos, y aunque mi corazón seguía un poco roto, sentí una chispa de orgullo. Esta era mi noche, y nadie, ni siquiera Harper Zimmer, iba a arruinarla.

Después de recibir el premio, me sentí como si pudiera volar. El aplauso del público retumbaba en mis oídos, pero en el fondo, aún no podía evitar pensar en lo que había sucedido momentos antes. A pesar de todo, estaba feliz, agradecida y orgullosa de mí misma. No iba a dejar que lo que Harper hiciera o dijera me afectara más.

Bajé del escenario, el premio en mis manos, y vi a mis amigas corriendo hacia mí. Dior, Summer y Gwen estaban más emocionadas que yo, con los ojos brillando de emoción.

—¡Lo lograste, amiga! ¡Te lo dije! —gritó Dior, dándome un abrazo que casi me hizo caer.

—¡Te lo mereces tanto! —Summer exclamó, abrazándome también.

—Eres la mejor, Annaka —dijo Gwen, sonriéndome de manera cálida.

El calor de su apoyo me hizo sentir mucho mejor, aunque una pequeña parte de mí aún sentía la picazón de la incomodidad por la situación con Walker y Harper. Decidí que no iba a dejar que eso opacara el resto de la noche.

—Gracias, chicas —les dije, sonriendo mientras los tres brazos me rodeaban.

Justo cuando comenzábamos a celebrar, vi a Walker desde lejos. Estaba parado, hablando con algunos amigos y observando la escena. Me quedé mirándolo un momento, preguntándome si se había dado cuenta de lo que pasaba por mi cabeza, si sabía lo que me había costado ver a Harper a su lado.

En ese instante, Harper se acercó a él, sonriendo de una manera que ya no me molestaba tanto. Ella no va a ganar, pensé, No va a ganar lo que tenemos, si es que hay algo.

Pero esa pequeña chispa de inseguridad me hizo sentir la necesidad de acercarme a él, hablar con él, aunque la razón por la que me sentía así ni yo misma la entendía.

Fui hacia donde estaba él, con mis amigas siguiéndome de cerca. Al acercarme, me sentí mucho más tranquila, como si mis pies pudieran tocar el suelo nuevamente.

—¡Annaka, acabas de ganar! —exclamó Walker, al verme llegar. Su sonrisa era genuina, y por un segundo, la ansiedad en mi pecho disminuyó.

—Sí, increíble, ¿verdad? —respondí, levantando mi premio y riendo suavemente.

El ambiente entre nosotros estaba mucho más relajado de lo que esperaba. Sin embargo, cuando me fijé en Harper a su lado, la sensación de incomodidad regresó. Aun así, decidí no dejar que eso me dominara.

—¿Qué tal todo por aquí? —le pregunté a Walker, tratando de cambiar de tema y centrarme en algo más positivo.

—Todo bien, solo celebrando un poco con mis amigos, ya sabes, la usual fiesta después del premio —dijo él, sonriendo de manera despreocupada. Aunque sus palabras parecían sencillas, había algo en su tono que me hizo pensar que quizá estaba buscando algo de aprobación, o simplemente no quería que la tensión fuera tan evidente.

Harper, como si lo notara, se acercó con una sonrisa que yo ya no podía tolerar tanto.

—¡Ay, Annaka! ¡Qué sorpresa verte por aquí! —dijo, con un tono en su voz que era un poco demasiado dulce para ser genuino.

Sentí el impulso de responderle algo cortante, pero me detuve. No. No quiero arruinar mi noche, ni dejar que ella me afecte más.

—Sí, ya sabes, uno de esos días —respondí con una sonrisa forzada.

Walker, notando que la conversación estaba tomando un giro incómodo, decidió intervenir.

—Bueno, chicos, quiero ir a felicitar a Annaka, que está increíble esta noche, ¿me acompañas? —le dijo a Harper, que parecía no muy feliz con la idea, pero asintió con una sonrisa rápida.

—Seguro, Walker. Claro —respondió Harper, pero no antes de lanzarme una mirada que decía todo lo que no había dicho en voz alta.

Cuando finalmente nos apartamos de Harper, sentí como si un peso se levantara. Aunque mis pensamientos seguían enredados, lo que importaba era que, al menos por esa noche, no iba a dejar que nada me afectara.

Después de un par de conversaciones más, y tras unas copas de refresco (sin alcohol, por supuesto), la noche continuó. A lo lejos, vi a Harper desapareciendo entre la multitud, y por un momento, sentí que la batalla por la atención de Walker ya no importaba.

Al final, lo que más me importaba era lo que yo sentía y el hecho de que, con o sin premios, con o sin el apoyo de ciertas personas, había llegado hasta aquí por mis propios méritos. Y eso, amigos, es algo que nadie me quitaría.

Mientras la fiesta en los premios Nickelodeon seguía a todo ritmo, la emoción aún no se había desvanecido. Había mucha gente corriendo de un lado al otro, otros se relajaban en los sofás y algunos todavía esperaban la oportunidad de hablar con sus ídolos. Annaka, después de haber recibido su premio y lidiado con los nervios y las inseguridades de la noche, se encontraba tomando un respiro en un rincón cerca de la barra de bebidas, riendo con sus amigas.

De repente, alguien la llamó desde el escenario, y su nombre retumbó en el aire, atravesando el bullicio de la fiesta.

—¡Annaka Reynolds! —gritaron por el micrófono.

Annaka se giró rápidamente, sorprendida, sin saber si estaban llamando a alguien más o si era una broma. Pero cuando vio que varios de los organizadores y un par de productores se acercaban hacia ella, supo que era para ella.

—¡Es para ti! —exclamó Summer, empujándola suavemente. Annaka no sabía si correr o quedarse donde estaba. La tensión en su estómago se disparó. ¿Qué diablos quería esa gente de ella ahora?

—¡Vas a cantar! —Dior soltó la noticia de golpe, casi sin dar tiempo a procesar la situación. Annaka parpadeó y se quedó congelada, su mente acelerada tratando de encontrar una respuesta.

—¿C-qué? ¿Ahora? —preguntó, mirando a sus amigas como si aún no entendiera lo que estaba pasando.

—Sí, ¡ahora! —respondió Gwen, con una sonrisa. "¡La canción es 'Voilà' de Barbara Pravi!"

La confusión de Annaka aumentó. La canción "Voilà", ¿la canción francesa? ¿Esa que había oído tanto últimamente? De alguna manera, todo en su interior la impulsaba a decir que no. No era cantante. No estaba preparada. Pero la mirada de confianza en los ojos de sus amigas hizo que dejara de dudar.

—Vas a hacerlo increíble, Annaka —le animó Dior.

Annaka respiró hondo y, con un toque de valentía, decidió que lo intentaría. No podía dejar que el miedo la controlara todo el tiempo.

Subió al escenario sin mirar atrás. La multitud estaba emocionada, y un par de cámaras la enfocaban mientras se acercaba al micrófono. La canción comenzó, y aunque nunca había cantado en público de esa forma, recordó las palabras de Gwen.

"Solo diviértete", se dijo a sí misma. "Es solo diversión".

Cuando la melodía suave y poderosa de "Voilà" comenzó, Annaka cerró los ojos por un momento. La canción trataba sobre esperanza, sobre el esfuerzo por encontrar la propia voz, y, de alguna manera, sentía que era el momento perfecto para demostrar a todos, y a sí misma, lo que podía hacer.

Cantó con el corazón abierto, la voz algo temblorosa al principio, pero pronto encontró el ritmo, la seguridad y la fuerza que necesitaba. Sintió una liberación al cantar las palabras en francés, como si toda su ansiedad de la noche se disipara. Sus amigas en la primera fila la animaban y vitoreaban, y aunque al principio se sintió vulnerable, pronto la multitud también comenzó a unirse en su entusiasmo.

Mientras la canción llegaba a su fin, Annaka dio una última mirada a la multitud. La gente estaba de pie, aplaudiendo, y su corazón se llenó de gratitud. Había demostrado que podía hacerlo, que no se definiría solo por lo que los demás pensaran de ella o por las expectativas que otros tenían. Esta noche era suya, y la había reclamado con todo lo que tenía.

Cuando terminó, la ovación fue instantánea. Annaka sonrió, su pecho subía y bajaba rápidamente mientras tomaba el micrófono con ambas manos.

—Gracias... gracias a todos —dijo, con la voz ligeramente temblorosa por la emoción.

Bajó del escenario con la adrenalina aún corriendo por su cuerpo. Cuando llegó a su lugar con sus amigas, Summer le dio un abrazo inmediato.

—¡Te lo dije! ¡Eres una estrella! —gritó, sin poder contener su emoción.

—Lo hiciste, Annaka, ¡lo hiciste increíble! —añadió Dior, con los ojos brillando de orgullo.

Y en medio de toda esa alegría, la mirada de Walker, que estaba a lo lejos, también cruzó con la suya. Él sonrió de una manera tranquila, como si ya supiera que Annaka tenía algo especial.

Por un segundo, Annaka olvidó todas las inseguridades que había tenido al principio de la noche. Ahora estaba allí, brillando por su propia cuenta. Y nadie podría arrebatarle ese momento.

Después de todo el bullicio y la emoción de los premios Nickelodeon, Annaka estaba completamente agotada, pero también tan feliz que no podía dejar de sonreír. Se había subido al escenario, cantado "Voilà" y recibido un aplauso increíble. Pero lo mejor de todo: ganó el premio, algo que nunca había imaginado al principio de la noche. La adrenalina aún recorría su cuerpo, pero estaba lista para relajarse un poco y disfrutar con sus amigos.

Esa noche, sus amigas decidieron organizarle una mini-fiesta de celebración. La idea era sencilla: después de todo lo que había pasado, Annaka necesitaba relajarse y disfrutar. La fiesta no iba a ser grande ni extravagante, solo un pequeño grupo de personas cercanas a ella, para que pudiera sentirse en su espacio, sin presiones.

Annaka llegó a la casa de Dior, que era donde se celebraría, y lo primero que vio fueron luces de colores brillantes que adornaban la entrada. El lugar estaba decorado con banderines y pancartas que decían "¡Felicidades, Annaka!" y "¡La mejor cantante de la noche!" sobre todo el lugar. Era todo tan personal, tan de amigos, que no pudo evitar sentirse tocada por el gesto.

—¡Te dije que lo íbamos a hacer grande! —gritó Dior, cuando vio a Annaka entrar. Las demás, Summer y Gwen, estaban esperando en la sala. Tenían varias cajas de pizza sobre la mesa, refrescos, y una playlist de música divertida sonaba de fondo. La atmósfera era relajada, pero alegre, como si estuvieran todos celebrando el logro de Annaka como si fuera suyo también.

—No me lo puedo creer, en serio... ¡Yo canté, chicos! —exclamó Annaka, aún sin poder creer lo que había pasado. Se dejó caer en el sofá y sus amigas se acomodaron a su alrededor.

—¡Y lo hiciste increíble! —Gwen levantó un trozo de pizza como si estuviera haciendo un brindis. —Esto es para ti, la estrella de la noche.

Annaka sonrió y levantó su propia rebanada. Estaba tan agradecida por el apoyo incondicional de sus amigas. Sabía que todo lo que había hecho esta noche no habría sido posible sin ellas.

—Ya sé que soy la mejor amiga y todo eso, pero, ¿qué tal si me dan el primer trozo de pizza? —dijo Dior, exagerando su tono, lo que hizo que todos se rieran.

Se pusieron al día durante un rato, compartiendo risas y anécdotas. Pero, a medida que avanzaba la noche, los recuerdos del evento seguían presentes. No podía dejar de pensar en todo lo que había pasado, en cómo había cantado en público y cómo la multitud la había recibido. De alguna manera, sentía que este era su momento, el que había estado esperando sin saberlo.

En ese momento, la puerta se abrió de nuevo, y Annaka miró hacia allí. Entró Walker, con una sonrisa tranquila en su rostro. Tenía algo en las manos, y al ver a Annaka, su expresión cambió a una mezcla de orgullo y admiración.

—¿Qué tal, estrella? —dijo con una sonrisa coqueta, mientras avanzaba hacia el grupo.

Annaka se levantó rápidamente, sorprendida por su aparición, pero al mismo tiempo, contenta de verlo. No se esperaba que él viniera, pero eso solo lo hizo aún más especial.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Annaka, mirando a Walker con una ceja levantada, pero claramente emocionada.

—Vine a celebrarlo contigo, obvio —dijo él, dándole un abrazo rápido. Luego, con un toque de humor, añadió—: ¿Cómo no iba a estar aquí después de ver ese show increíble?

Annaka se rió, sintiéndose un poco avergonzada por el cumplido, pero también feliz de tenerlo allí.

—Me caí de nervios al principio —admitió Annaka, riendo.

—Te vi, te vi —respondió él, sonriendo. —No te preocupes. Te vi brillar en el escenario. Eres una profesional.

Walker luego le entregó un pequeño paquete. Annaka lo miró con curiosidad, sin saber qué esperar.

—¿Qué es esto? —preguntó, abriéndolo con cuidado.

Dentro había una pulsera de plata, muy sencilla pero elegante. Tenía un pequeño colgante con la letra "A" en él, lo que hizo que Annaka se sonrojara al instante.

—Para recordarte esta noche —dijo él, sonriendo de una manera cálida.

—No tenías que hacerlo —respondió Annaka, aunque no podía evitar sonreír ampliamente. —Es demasiado bonito.

—Tienes razón, no tenía que hacerlo —dijo él, bromeando—, pero me pareció que sería un buen detalle. Además, creo que lo mereces.

La atmósfera se suavizó por un momento, y Annaka lo miró fijamente a los ojos. Allí, entre risas y música, con sus amigas alrededor, ella sintió una conexión con Walker que iba más allá de lo que había imaginado.

La fiesta siguió hasta tarde, entre pizzas, bromas y más música. Annaka, a pesar de lo nerviosa que estaba al principio de la noche, disfrutó de cada momento. No importaba lo que el futuro le trajera, ese momento, esa pequeña fiesta, quedaría grabado en su memoria como un recordatorio de que, a veces, lo único que necesitas es rodearte de las personas que te quieren y disfrutar del presente.

↳ Pov autora's

Walker la miró con una sonrisa tranquila, observando cómo Annaka seguía celebrando con sus amigas. Ella estaba rodeada de risas y comentarios, pero él no podía apartar los ojos de ella. Estaba tan orgulloso, tan impresionado por cómo había brillado esa noche. No solo en el escenario, sino con la confianza que parecía haber encontrado en sí misma.

Se acercó lentamente a ella, sintiendo su corazón latir más rápido mientras caminaba. Cuando Annaka lo vio, levantó la vista, y por un momento el ruido de la fiesta desapareció. Solo estaban ellos dos, en ese espacio pequeño pero lleno de significado.

—Oye, Annaka... —dijo Walker con suavidad, su voz apenas un susurro. Ella levantó una ceja, interesada. —Quiero que sepas lo increíble que fuiste hoy. De verdad, fuiste perfecta.

Annaka sonrió, pero no respondió de inmediato, y en cambio, bajó un poco la cabeza, sonrojándose levemente. Estaba tan feliz de recibir ese reconocimiento de él, pero no quería mostrar cuánto le afectaba.

—Gracias, Walker... —dijo, aún sonrojada. Pero él no podía dejarla ir tan fácil. Quería hacerla sentir especial, quería que supiera lo mucho que significaba para él.

Él se acercó más, hasta que casi no hubo espacio entre ellos. Su respiración se mezclaba con la de ella, creando una atmósfera íntima, solo para ellos dos.

—Te mereces todo, Annaka —dijo Walker, acariciando su mejilla con una mano. Con la otra, le tocó suavemente la cintura, atrayéndola un poco más hacia él, sintiendo la calidez de su cuerpo. —Te vi ahí, brillando. Nadie más lo hacía como tú.

Annaka levantó la vista, sus ojos se encontraron con los de él, y por un momento el mundo desapareció. Su corazón latía con fuerza, pero no por nervios, sino por algo más profundo, algo que no podía describir.

Antes de que pudiera decir algo más, Walker la tomó por los hombros, acercándola un poco más, hasta que sus rostros estaban tan cerca que casi podían olerse el aliento.

—Creo que... después de todo esto, te mereces un beso —susurró él, su voz grave y llena de ternura.

Sin esperar respuesta, puso una mano en su cintura, como si fuera la cosa más natural del mundo, y la otra la puso en sus hombros. Annaka no pudo hacer otra cosa más que dejarse llevar, sintiendo cómo la proximidad de él la hacía sentirse segura, como si todo fuera correcto en ese momento.

Sus labios se encontraron en un beso suave y cálido, un beso que parecía detener el tiempo. Fue lento, lleno de emoción, como si ambos estuvieran disfrutando de la conexión que finalmente habían encontrado. El roce de sus labios hizo que todo a su alrededor se desvaneciera, como si fueran los únicos dos en el mundo.

Cuando se separaron un momento después, los dos sonrieron sin palabras, como si el beso hubiera dicho todo lo que necesitaban saber el uno del otro. La mano de Walker siguió sobre su cintura, y la de Annaka descansaba sobre su hombro, ambos aún cercanos, sin querer romper la magia del momento.

—Muah —dijo Walker, en un susurro juguetón mientras dejaba un pequeño beso en su frente. Annaka se rió suavemente, sintiendo una mezcla de alegría y gratitud.

—Eres un tonto, Walker —murmuró ella, pero no podía evitar sonreír de la manera más feliz que había sonreído en mucho tiempo.

Ambos se quedaron allí un momento más, disfrutando del calor del abrazo, el susurro de la música que seguía de fondo, pero por primera vez, todo parecía perfecto. Y aunque el mundo seguía girando a su alrededor, en ese instante, para Annaka y Walker, solo existían ellos dos.














Hola ya sé que a todo les cayó mal
Harper Zimmer( a mi también🙄) pero Anncel iconic como siempre, pronto va a empezar la tamporada 2 después del cap 10 así que tú te atentos

No olvides votar y comentar
Xoxo🫶🏻💗

Cap dedicado a; isabe12s stvrrpxx_ luuyiyi hello_fanficlove la amooo🫶🏻








Memes!!



Annie cuando Dior de llegó a decirle que Harper estaba hablando de ella en un podcas😟









Annie le preguntaron por Walker en el podcast😟





Cómo se sintió Annie cuando le cayó la boca a Harper💋




Annie al ver a Harper y a Walker juntos😭

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