CUATRO
—El a-agu-a es-ttá f-fría. —tartamudeaba Taehyung.
—Debes aprender a no retarme, en esta casa yo tengo el poder. —contestó mientras le ponía shampoo de vainilla al híbrido.
Pero como Jungkook no era tan cruel, abrió a la llave del agua caliente, combinando la fría con esta para que el saliera tibia.
Taehyung estaba sentado en la bañera con solo unos bóxers cortos, bajo la regadera. Jungkook se hallaba sentado en una silla frente a Tae, este traía una camisa negra de tirantes y un short corto.
—¡Auch! Ten cuidado con mis orejas, humano tonto.
Jungkook solo bufó, a decir verdad, ahora que menciona las orejas, quería saber si eran suaves a como se ven.
Se quitó el shampoo que tenía en las manos con el agua y llevó lentamente sus manos hacia la cabeza del híbrido.
—¿Q-qué haces? —preguntó nervioso.
—Tranquilo, ¿puedo acariciarte?
—¿A-acariciarme? Uhm, supongo que si. —susurró. —Pero por favor, no las jales.
Jungkook sonrió.
Tocó una oreja y comenzó a acariciar suavemente la zona. Hacía lo mismo con la otra, aprovechando, limpiaba también las orejitas.
Comprobó que si eran suaves, más a como aparentan y que Taehyung disfrutaba de las caricias, pues comenzó a ronronear.
—Gato mimoso, ¿te gustan las caricias? —preguntó burlón.
—Solo los tuyos. —contestó con los ojos cerrados, recargándose en las piernas de Jungkook para estar más cómodo.
—No te pongas cómodo. Tengo que terminar de bañarte.
Taehyung gruñó y abrió los ojos para mirar al pelinegro contrario.
—Quiero mimos. —puchereó.
—Terminemos y vamos a la cama y te mimare todo lo que quieras.
Taehyung asintió sonriendo, mostrando sus dientes y se dejó ser.
Mientras Jungkook le tallaba con la esponja la espalda, sintió que el agua le caía, más no era la regadera.
—¿Que demonios haces?
Taehyung estaba con las manos juntas, dejando que el agua se juntara para después lanzarlas hacia arriba de su cuerpo, pero terminó cayendo en el del pelinegro.
—Amm... ¿miau?
—Si... miau. —rodó los ojos y siguió con su labor.
Taehyung levantó una ceja y sonrió.
"Que ingenuo... debería tener cuidado con el lenguaje gatuno".
Porque Taehyung le había dicho 'te quiero' y Jeon le contestó de la misma forma.
Pasaron los minutos, Taehyung jugaba con el agua mientras que el contrario lo bañaba.
Hasta que terminó.
—Listo.
Taehyung sonrío y se levantó.
—Dejaré que te quites el bóxer y con el agua los pelos restantes que tengas en tu cola. Iré a acomodarte ropa en la cama.
Taehyung asintió y vio que Jungkook salió y después cerró la puerta. Se quitó el bóxer y comenzó a limpiarse su zona íntima y a tallar su colita esponjosa y larga junto con el redondo trasero humano.
Cerró la regadera y tomó una toalla blanca que había en la pared colgando.
Como pudo se secó el cuerpo y los pies para después salir, no sin antes de ponerse la toalla al rededor de todo su cuerpo, tapando igual sus brazos.
Se dirigía a la habitación de su amo hasta que lo encontró a él también. Al mirarse sonrieron los dos.
—Así no se ponen las toallas, Tae.
—¿Mh? ¿Cómo no?
—No. —Niega Jungkook, soltando una leve risa.
—Bueno, no importa, me gusta más así. Me siento calientito. —dijo el híbrido acunándose más a la toalla que absorbía las gotas que su cabello y orejas soltaba.
—En la cama está tu ropa, cámbiate. Iré a bañarme.
Taehyung solo asintió y daba pequeños pasos resonantes para ir directo a la habitación de su amo.
Eran las 12:00 p.m.
Jungkook se encontraba sentado en la cocina, haciendo sus trabajos de la escuela lo más rápido posible para poder ir al trabajo sin ninguna preocupación.
Pero unas garras que le rasguñaba el pantalón lo distrajo.
—¿Uh?
—¡Miauu!
—¿Por qué estás mimoso? Vamos, transfórmate. Llevas rato queriendo mimos.
El minino soltó un gruñido y comenzó a arañar los pantalones flojos.
Sus ojos convertirse completamente negros por querer atención y comenzó con más rapidez arañar.
—Hey ¡Suelta! —Jungkook intentó tomar al gato pero fue mordido. —¡SUFICIENTE TAEHYUNG!
Taehyung por instinto de su forma gatuna mostró los dientes y rompió el pantalón.
Jungkook lo miraba enojado y cuando Tae reaccionó, se hizo bolita, ocultando su cola y sus orejas bajaban.
Se convirtió en el bello chico.
Este estaba sentado bajo la mesa, sus piernas tocando su pecho y estaba asustado.
—P-por favor no me pegues.
—Joder, Taehyung. ¿Qué demonios te pasa? No quiero que–
—Perdóname Kookie, no era mi intención. P-por favor no me pegues, me diste una leve patada y me duele... yo- yo sólo quiero mimos. —bajo la vista y comenzó a acariciar su cola que se movía al compás de su sentido de ánimo: triste.
—Pero en la mañana te di cariños. —se quejó Jungkook. —Además, ¿que haces con mi sudadera?
—Primero: no es suficiente, soy un gato muy mimoso. —se cruzó de brazos. —Y segunda: no tengo ropa genio, ¿acaso quieres que esté desnudo todo el día?
Jungkook puso una cara pícara que Tae no notó.
Despues arrugó su nariz y se frotó la cara con sus manos buscando paciencia y descanso para sus ojos. Estaba agotado y más por su trabajo.
—Además... llegas hasta tarde en las noches y yo quiero quedarme dormido con Jungkookie. —los ojos del híbrido comenzaron a cristalizarse. —Y cuando llegas estás muy agotado y–
—Ya cállate y ven aquí. —hizo una señal con su mano el menor.
Taehyung lo veía ir hacia la sala, mientras caminaba se había quitado la playera negra. Se encogió tímidamente, tragando saliva y fue gateando hacia él.
—Ven, siéntate aquí. —golpeó sus piernas.
—Miauu.
Yeiii, mimos.
Esperó a que Jungkook se sentara de tal forma que estuviera cómodo para poder sentarse encima suyo.
Al ver que Jungkook lo miraba en señal de espera, Tae sonrió mostrando sus dientes.
—¿Gatito quiere mimos? —pregunta Jungkook en tono de burla con un puchero
En el poco tiempo que llevaba el híbrido, se dió cuenta que aparte de asustadizo, mimoso y traumático, se pone tímido cuando le habla tierno y tomándole todo el rostro, aplastando sus cachetes.
—S-si, quiero mimos.
—Entonces ven, ó regreso a hacer mis trabajos.
—No, no, no, no, no. —se asustó por la "amenaza" de su amo. Taehyung saltó para sentarse en el regazo de Jungkook.
—T-tae...
Taehyung veía el acto demasiado inocente, muy tierno. Estaba cómodo ronroneando muy suave, casi que ni Jungkook lo notaba, pero ronroneaba al fin, pensó que nunca más volvería a sentir su ronroneo.
Sentía la respiración calmada y escuchando los latidos del corazón de su amo. Eso lo ponía feliz, era muy cálido.
Y mientras eso, Jungkook intentaba estar tranquilo, Tae había acomodado perfectamente su trasero en el pene de Jungkook.
No tenía segundas intenciones, sólo que, era incómodo que él lo viera de una manera morbosa mientras que su gatito todo lo viera inocentemente.
—¿Y si mejor me acuesto? —pregunta nervioso.
—Oh... está bien.
Tae se levanta de donde estaba sentado y espera a que Jungkook se acueste.
Jungkook le hizo señas para que se acostara encima suyo.
Tae se acostó. Su cabeza en el pecho de su amo y sus manos metiéndose bajo la espalda contraria en forma de abrazo.
Todo estaba relajante, incluso para Jungkook.
Pasaron dos minutos así hasta que escuchó a Tae quejarse un poco adormilado.
—¿Me puedes acariciar con una mano y con la otra me abrazas? Por favor, Kookie.
Jungkook sonrió, odiaba que la gente le llamaran de esa forma, pero a Tae, Dios, nada le negaría.
Jungkook tomó el cuerpo del híbrido con facilidad haciendo que estuviera más arriba.
Ahora el rostro del híbrido se escondía en el cuello del menor y su mano izquierda abrazaba bajo la espalda de Jungkook, mientras que con la otra mano acariciaba el pecho contrario.
Jungkook abrazó fuerte con un brazo el cuerpo de su híbrido y con su mano acariciaba la mitad del rostro que se veía en Tae, después acariciaba el cabello esponjoso, y así sucesivamente.
—¿El gatito ronronea? —sonríe Jungkook.
Taehyung hizo un sonido con su garganta en forma de asentimiento.
Jungkook miraba a Tae. Jamás había visto a alguien más hermoso en este mundo, después de su madre, claro.
Dejó de acariciar a Tae y ahora se encontraba abrazando con ambos brazos, posesivamente pero con cariño.
Tae se encontraba feliz, con una sonrisa en el rostro, pero dormido.
Ambos cayeron dormidos por un buen rato.
No saben cuánto tiempo habían dormido, pero lo que sí saben es que despertaron gracias a unos gritos, haciendo que Jungkook se sobresaltara y en el acto, Taehyung de convirtió en gato cuando cayó al piso.
—¡JEON JUNGKOOK!
–No grites, baboso.
—Lo siento.
–Jungkook, ábrenos, irás con nosotros si o si al parque.
Todo eso, ambos pelinegros escuchaban.
—¿Miau?
¿Parque?
—Tae... —susurra Jungkook. —quédate así, no te conviertas, ¿okey?
—Miau.
Jungkook se levantó del sillón y abrió la puerta, viendo desde afuera a sus dos amigos, Namjoon y SeokJin.
Ambos al verlo sin la camisa y con el cabello alterado, lo miraron pícaramente y alzando y bajando sus cejas.
—¿Interrumpimos? —pregunta Namjoon.
—Rrr Miauuu.
Si, mis mimos y a mi durmiendo encima de Kookie.
—Sí, mi siesta con mi gato.
—Que mal. Ahora alístate, iremos al parque de diversiones.
Lo próximo que escucharon los 3 chicos, fueron gruñidos del gato negro con mirada profunda.
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