🍊「CAPÍTULO 7: 𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗𝗦」🍊
Capítulo 7 | 𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗𝗦
— ¿Ayer también te encontraste con otra persona? — cuestionó Rubén a través del teléfono.
— Sí, pero no fue bueno, además el tío tenía pareja y sabes que no me gustan esas cosas. — Respondió Lolito.
— Pero igual te acostaste con él. — se encogió de hombros.
— Cómo te dije, yo no lo sabía y el tipo no parecía tener la mínima intención de contármelo, si no fuera porque su novio apareció y le aventó un pastel, nunca lo hubiera sabido.
— Pero tal vez estaban en malos términos, le hubieras dado una mínima oportunidad para salir al menos. — sugirió rodando sobre su cama, quedando boca arriba.
— Ummm... — se frotó el mentón con dos dedos. — No, se veía que era todo un perro.
—Qué lástima. — mencionó elevando su labio inferior inflando sus mofletes. — Los alfas de hoy sólo buscan sexo, nadie quiere nada serio.
— No creo que eso sea cierto. — se detuvo buscando la manera de explicarle. — O sea, somos muy jóvenes aún, ¿quién quiere algo serio teniendo nuestra edad? Yo no.
— Pero... ¿Y si aparece tu pareja destinada? Ya sabes... alguien con el que no puedes contenerte.
Inexplicablemente el rostro de Mangel se le vino a la cabeza.
— Esas son mierdas que solo creen los niños, ¿Qué tal si tu pareja destinada termina siendo un violador? Esa idea no me agrada, prefiero pensar que la única persona que puede elegir mi pareja, soy yo y nadie más.
Rubén solo se limitó a soltar un "a" de afirmación a través del teléfono.
— Aunque si tiene mucho dinero, no me quejo. — bromeó.
— A mí no me importa si mi alfa es pobre o rico, solo quiero que me ame de verdad. — hablo Rubén jugando con sus dedos.
— Hablando de alfas, hay algo que no te he contado... — sus ojos se movieron de un lado a otro, pensado si era buena idea contarle lo que le hizo a su amigo alfa, aunque ya era tarde.
— ¿Qué es?
— Se la chupe a Mangel. — Respondió rápido.
Los ojos de Rubén casi explotan de la sorpresa.
— ¡¿Qué?! ¡¿Te obligó?! — se levantó, sentándose al filo de la cama.
— Baja la voz. — ordenó. — y no, yo me ofrecí. Lo encontré masturbándose con mi ropa interior. — soltó como si nada.
— Eso es... muy turbio. — carraspeo de asco al imaginarse a Mangel de esa forma, pues era su mejor amigo y nada más.
— Sí, pero no me importa y lo sabes. Si fuera alguien más probablemente si me hubiera asustado... solo que no sé, — alzó los hombros — me da igual.
— ¿y tu mamá no te preguntó nada por llegar tarde?
— No, me salvé porque no estaba en casa. — suspiró aliviado — Llegué demasiado tarde, ese idiota había desprendido muchas feromonas.
— ¿Y no tienes miedo de embarazarte?
— ¿Acaso soy nuevo en esto? Tomo mis anticonceptivos diarios, además lo obligue a usar condón.
— Bueno... aun así, cuídate.
— Sí, sí. Lo que menos es quiero tener un hijo, para terminar como mi madre. — bramó.
Al día siguiente, como era común, Rubén iba a recoger a Lolito y se iban juntos a la escuela. Rara vez el osezno lograba ver a su tía, pues está trabajaba desde muy temprano al igual que su tío y no llegaban hasta la noche.
Por lo que Lolito podía escaparse varias veces y regresar tarde, sin que ellos se dieran cuenta, pero como se mencionó antes, si hubo veces en los que sus padres llegaban temprano, no muy habituales, pero si hubo.
Y aquellos días, Lolito recibía varios castigos y la misma charla de siempre, "él era un omega, no podía llegar muy tarde porque algo podría pasarle".
Si tan solo supieran que su lindo hijo no era virgen, enloquecerían.
— Es un milagro que vayamos a llegar temprano. — bromeó Rubén, pero el pelinaranja no respondió. — ¡Bff! — resoplo. — ¿Otra vez revisando Tinder?
— ¿Qué? — lo miró de refilón sonriendo y encogiendo los hombros. — Es solo... estoy aburrido estos días, ¿ok?
— Pero, Lolo, no tienes miedo de que alguna vez, no sé — alzó sus hombros rascándose la nuca — ¿puedas encontrarte con un pedófilo o peor?
El menor se carcajeo y suspiró.
— Rubén, se diferenciar entre un alfa de verdad y un pedófilo. — Respondió firme.
— Si tú lo dices — murmuró. —. Aun así, se prudente.
— Sí, sí. — pronunció sin importancia con la mirada fija en el celular.
— Y... ¿No te has comunicado con tu hermano?
Rubén sabía que ese tema era muy delicado, y no debía mencionarlo, así como así, mas ya había pasado demasiado tiempo y no había noticias de él.
— No, él no- — Lolito fue interrumpido por unos brazos que rodearon su cuello, cubriendo mitad de su cara.
— Hola, pollito. — una voz muy conocida apareció dejándolos en shock a los dos, más al que estaba siendo abrazado, porque no entendía quien se creía ese alfa para poner sus manos sobre él.
Y se exaltó mucho más cuando este le beso la cabeza.
— ¡¿Qué haces?! —grito enojado y se zafó del agarre, volteándose.
Mangel quedó perplejo sin saber qué había hecho mal.
— ¿Te estoy dando un abrazo de buenos días? — arqueo una ceja.
—Sí, eso entendí. — La incomodidad aún se notaba en el rostro del menor, al igual que un pronunciado sonrojo. — pero ¿por qué?
— ¿Cómo qué por qué? — cuestionó dubitativo realmente sin saber a qué se refería. — Tu, ayer, ya sabes — los ojos de Mangel se movían señalando a Rubén, ya que pensaba que Lolito no se lo había contado. — ... somos novios. — soltó y a los dos más pequeños casi se les cae la quijada de lo abierta que estaba.
— Okey, okey. Creo que yo sobró aquí. — interrumpió el osezno. — Te veo en el receso. — salió de aquella situación lo más rápido posible, no quería estar en primera fila viendo como bateaban a su mejor amigo.
— ¿Novios? ¿Quienes? — frunció el entrecejo.
— Tú y yo. — soltó alegre y con intenciones de acercarse y darle otro abrazo.
— ¡¿ah?! — dio pasos hacia atrás, alejándose, con mucho disgusto expresado en su cara. — Tu y yo no somos novios. — sentenció, no tan fuerte como para que todo el mundo oyera, pero lo suficiente como para que Mangel sí.
El mayor de detuvo.
— Pero tú ayer...
— Que te la haya chupado no significa que seamos novios. — cruzó los brazos apoyándose en una pierna. — Además, no llevamos ni un día de conocernos.
— Pero... — su felicidad había desaparecido, solo quedaba tristeza en su rostro, cabizbajo, empujando el labio inferior hacia adelante.
— ¿Acaso eres virgen? — cuestionó, el contrario alzó la cabeza. — ¿Tú eres virgen verdad?
Mangel no respondió.
— ¿Entonces por eso quieres salir con alguien como yo? ¿Para conseguir experiencia?
— ¿alguien como tú? — preguntó inclinando la cabeza, sin idea a lo que se refería.
Lolito suspiró: —Olvídalo, no salgo con vírgenes. — se dio la vuelta, listo para irse.
"¡No podemos dejar que se vaya!", le grito su perruno alfa salivando por ese delicioso aroma, pero su instinto humano hacía de todo para controlarse.
— ¡Espera! — lo tomó del antebrazo. Lolito dio un salto ante el tono de voz. — Espera... — repitió más calmado al darse cuenta de la reacción del menor. Lo soltó. — Al menos... ¿Podría devolverte el favor? — su mirada se mantenía en el suelo, ligeramente avergonzado por dentro.
Lolito sonrió.
— Sí me lastimas, te mató. — mencionó girándose yendo hasta la entrada, Mangel lo siguió.
[*] Dato curioso: El olor del alfa no se queda impregnado en el cuerpo del omega, ni siquiera cuando están teniendo relaciones sexuales, a menos que el alfa lo desee.
🍊 Fin del maratón. :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top