♡Misma sintonía♡
Pase toda esa tarde con Taehyung después de lo que ocurrió. Estuvimos hablando sobre temas realmente interesantes.
Él era muy interesante.
—Disfruto escuchar la música clásica y a base de ello aprendí a tocar el saxofón. Tal vez si no me hubiese dedicado a los negocios pude haber sido un saxofonista.
Me sonroje mucho al escuchar su pronunciación de lo último.
— ¿Dije algo que no debía? —su cara cambio al verme así por lo que tuve que responderle.
Dios dame paciencia y una mente sana para no mal pensarlo.
—Si alguien te escuchara decir eso afuera reaccionaria igual que yo, pareciese que hubieras dicho sexy estrella porno en vez de Saxofonista.
Sus mejillas fueron coloreadas por un tono carmesí y yo reí un poco.
—Perdona, aún hay muchas cosas que necesito mejorar en mi pronunciación del inglés.
—Tal vez yo pueda ayudarte un poco, a mí también se me dificultaba la pronunciación al principio.
Su cara fue de completa confusión por lo cual me pregunto.
— ¿Cómo? ¿tu primera lengua no es el inglés? —levantó una de sus pobladas y morochas cejas haciéndolo ver un poco tierno.
—No, mi lengua materna es el español, pero desde que estaba muy pequeña tuve que venir a los Estados Unidos por cosas del destino.
—Eso es demasiado genial, yo quisiera poder aprender español, por lo mucho se decir "Hola", "gracias" y "adiós".
Ambos reímos por lo susodicho.
— ¿Cuántos idiomas sabes hablar hasta el día de hoy? —Taehyung puso su mano sobre su barbilla.
—Pues en principal, coreano, luego tuve que aprender a hablar japonés y antes de venir acá tomé un año de clases de inglés. ¿Cuál fue tu método para aprender inglés?
— ¿Yo? Pff, bueno pues yo no tome clases realmente, mi método fue un poco más simple ya que, observaba vídeos de Pierre Cardin y una que otra serie que me ayudaron a simplificar las palabras.
—Wow tu coeficiente intelectual debe ser muy alto, tengo un amigo que es muy parecido a ti, el igual aprendió inglés viendo una serie de televisión. Yo por lo contrario y como ya te has podido dar cuenta, aún hay cosas que tengo que mejorar.
Seguimos conversando acerca de nosotros y pude darme cuenta de que, él al igual que yo somos similares en gustos, por moda tanto como por música. No había incomodidad, y el ambiente que nos rodeaba era bastante tranquilo.
Taehyung hablo acerca de sus padres, por lo que había entendido, ellos venían de una pequeña ciudad en el distrito de Corea del Sur ¿Daegu? creo que había escuchado. Él al ser el mayor de los nietos heredó la empresa de su abuelo, la cual se dedicaba a las finanzas e inversiones.
Pude conocer un poco más de él y viceversa, no quise preguntar sobre aquella chica a la que había mencionado, prefería guardar sus ex amoríos para mis adentros.
—Me temo que ya es un poco tarde, y tu mañana tienes que ir a la universidad, ve y descansa hoy fue un gran día.
—Taehyung... quédate un poco más, sólo un poco más por favor.
—No sé si tomar tu insistencia como invitación a que me quede esta noche contigo.
Mi voz se había escondido en lo más profundo de mi garganta, cerré mis ojos mientras movía mi cabeza como aceptación a sus palabras.
—Michelle, es... demasiado pronto, hace apenas un mes comenzamos a hablarnos.
—N-no me malinterpretes... sólo, quédate esta noche, esta es la última vez que te veré hasta no sé cuánto tiempo. Sólo quiero que te quedes y me acompañes.
Taehyung dudo un poco, pero sabiendo lo incapaz que era de hacer siquiera nada, aceptó.
Agradecía a no sé quién, por haberme dado las fuerzas de limpiar mi habitación el día anterior. Taehyung dijo que lo esperará ya que iría a cambiarse de ropa a un pijama. Aproveché ese tiempo para poder verificar que todo estuviese en orden y no pasar alguna vergüenza, también me tomé el tiempo de lavar mis dientes y ponerme desodorante.
Unos minutos después escuche pasos y seguido de estos, el sonido de la entrada principal cerrarse. Asome mi cabeza por la puerta de mi habitación, encontrándome al hermoso chico del apartamento 512 en un pijama de cuadros a juego.
—Espero no hacerte sentir incómodo, justo ahora siento como si te hubiese obligado a hacer esto.
—Si lo dices así me haces parecer un pervertido con intenciones indecentes.
Tapé mi boca con un poco de pena y luego negué.
—Déjalo así, no haré nada de lo que debas preocuparte, solo vayamos a dormir.
Camine hasta quedar en uno de los extremos de mi cama y Taehyung se posicionó en el otro extremo. Deje la luz de la linterna encendida recordando el temor de Taehyung por la oscuridad.
Estando ya ambos acostados, nos miramos por unos momentos, la tenue luz de la linterna iluminaba su rostro y lo hacía ver aún más perfecto de lo que era.
— ¿Michelle? —su voz estaba ya casi apagada, alertándome que estaba a punto de quedarse dormido.
— ¿Sí? —me limite a contestar, yo también ya estaba por desvanecer en el morfeo.
—Te voy a extrañar...
Apenas y pude escuchar lo último que dijo, sonreí ante sus palabras.
...
A la mañana siguiente mi alarma me despertó, abrí mis ojos y volteé a ver al lado esperando verlo. Mi corazón se apretujo al no encontrar su silueta.
Estuve a punto de salir corriendo al aeropuerto, pero antes de que hiciera algo. Pude visualizar una nota blanca pegada en el espejo del tocador, me acerqué y la tomé.
No soy muy bueno haciendo esto, pero tengo que hacerlo, me nace de corazón decírtelo, desde que te conocí sentía curiosidad al verte, caminabas tan deprisa por no llegar tarde a tus clases, regresabas arrastrando tus pies cuando llegabas y en ocasiones a tropiezos. El punto es que, desde que te vi llamaste mi atención, sin saber nada de ti. Luego de 3 largos años donde pudimos pasar desde primaveras hasta los fríos inviernos, Este mes fue muy agradable poder conocerte, y poco a poco poder darme cuenta de que, tú realmente llamabas mi atención y, por ende, empezar a gustarme. No te enojes conmigo por no despertarte, te observaba realmente tranquila haciéndolo y no quise irrumpir tu sueño, seguiremos hablando, la comunicación siempre estará, y esto no es un adiós.
Sólo un hasta pronto.
Pd: No eres la única observadora;)
Con cariño: El chico del apartamento 512
Quisiera decir que estaba llorando de tristeza, pero la alegría que sentía era mayor al saber que él me noto.
Él sabía que existía.
Y las consecuencias de estar enamorada ya no se sentían mal, pues ahora por lo menos sabía que... No era un amor unilateral.
El chico del apartamento 512 ahora estaba a kilómetros de mí, miles de kilómetros.
Pero ahora estábamos en una misma sintonía.
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