UN CONSEJO
Evelyn se enderezó de golpe y Joseph se sobresaltó también, miró hacia donde ella veía sorprendida, y no había nada, Solo una silla vacía.
—¿Qué pasa?
—Evelyn giró los ojos a Joseph y luego a Darcel.
—Tienes que irte. —Evelyn intentó levantarse, pero Joseph no se lo permitió.
—No, ¿por qué? ¿Qué es lo que pasa?
—Nada, Solo ya no deseo esto, y quiero que te vayas.
—No me vas a dejar así, ¿verdad? —Evelyn intentó levantarse de la cama, pero Joseph volvió a impedírselo.
—¡Suéltame y lárgate!
—Claro que no, tú me trajiste aquí, y ahora terminas lo que comenzaste.
—Me importa una mierda, déjame en paz y vete. —Evelyn lo empujó, él se molestó y se puso de pie.
—Pero ¿Qué clase de puta loca eres? Me hiciste llegar hasta aquí, después te arrepientes y quieres que me vaya. Maldita zorra. —Evelyn se puso de pie, le lanzó su camisa y abrió la puerta de la habitación.
—¡Vete de mi casa ya!
—Esto no se va a quedar así perra.
—¡Que te largues!
Joseph antes de salir le dio una cachetada que la hizo tambalearse y caer encima del buró. Su labio se hinchó y comenzó a sangrar. Al ver eso Darcel se puso de pie, pero Evelyn tomó unas tijeras de su cajón y se las clavó en la espalda al hombre.
Joseph intentó sacárselas y no pudo, corrió hacia la salida y Darcel apareció por delante impidiéndole el paso.
—¡Ayúdame! —dijo Joseph, levantó la mano hacia él pidiendo ayuda.
—No debiste tocarla.
Dicho eso, lo golpeó fuertemente en el rostro de la misma manera que él había golpeado a Evelyn haciéndolo caer. Ella tomó un cuchillo de la cocina y lo apuñaló dos veces en el pecho sin compasión.
Una vez que ya no se movió, Evelyn dirigió su mirada a Darcel, él la miró serio y sus ojos se fijaron en el golpe de su labio. Dio un paso hacia ella, pero ella levantó la mano señalando que se detuviera y mantenga la distancia.
—No te acerques, no te quiero cerca de mí. —Él entrecerró los ojos evidenciando su descontento.
—Sé que estás molesta por lo que te dije, dime ¿Por qué los humanos dicen repudiar las mentiras, pero cuando alguien les dice la verdad sufren por eso?
Evelyn ignoró la pregunta, jaló al hombre de las manos y lo arrastró hacia un pequeño cuarto de limpieza, una vez adentro tomó algunos artículos y comenzó a limpiar toda la sangre.
—¿Por qué estás molesta conmigo?, ¿por decir la verdad? —insistió.
Ella se detuvo, levantó la mirada a él y lo observó con furia, volvió a bajarla y siguió limpiando. Una vez que terminó fue a darse un baño, se recostó en su cama y durmió un par de horas. Al amanecer se dirigió a su trabajo, pero antes de llegar se desvió a una iglesia, al entrar Darcel la detuvo apareciendo delante de ella.
—¿Qué haces aquí? —Ella le ignoró y pasó por un lado, él la tomó del brazo para detenerla—. Te hice una pregunta.
—Te dije que no me toques y que te alejarás de mí. —Ella intentó soltarse de su agarre, pero no lo logró.
—Responde mi pregunta.
—Busco la manera de deshacerme de ti. —Darcel soltó una risita y liberó su brazo.
—¿En la iglesia? ¿Qué crees que es esto? la película del exorcista.
Evelyn lo ignoró y siguió su paso, una religiosa se acercó, ella le pidió ver al sacerdote. Un par de minutos después, la recibió.
—Buenos días, Evelyn. —El hombre la saludó y le ofreció tomar asiento en una de las bancas, los dos se sentaron y Darcel hizo lo mismo, pero en una más atrás, cruzó los pies y los brazos—. ¿En qué puedo ayudarte?
—Padre, necesito su ayuda, sé que parece una locura, pero no sé a quién acudir, estoy haciendo cosas horribles, de alguna manera traje a mí a un demonio y no sé cómo alejarlo.
—¿Un demonio?
—Sí.
—No soy un Demonio, soy un ángel oscuro —dijo Darcel.
—¿Él te pide que hagas cosas malas?
—Sí.
—¿Cómo qué? —Evelyn se removió incómoda y miró hacia atrás dónde estaba Darcel. Él levantó una ceja con una mueca divertida—. Tranquila, puedes hablar, lo tomaré como secreto de confesión.
—Cómo matar.
—¿Ya has matado a alguien? —Ella se quedó en silencio y el sacerdote la miró con preocupación.
—Hija, así como nuestro cuerpo se enferma y nos causa reacciones muy dolorosas, también el cerebro y mente se enferma, necesitando un tratamiento especial. — se acercó casi en medio de los dos.
—Dice que te patina el coco, cree que estás loca y que se te zafó un tornillo.
—Cállate. —El sacerdote miró confundido al no saber a quién le dijo eso—. No me cree, ¿verdad? ¿Por qué? Se supone que cree fielmente en dios y si asegura su existencia, entonces también en su opuesto.
—Evelyn, nuestro padre, no permitiría algo así. Mira, hagamos una cosa, te mandaré con alguien que te pueda ayudar, y si eso no funciona, entonces buscaremos otra solución, pero primero partiremos de ahí. —El sacerdote sacó una pequeña agenda que cargaba y una pluma, anotó un número telefónico y se lo dio a Evelyn, ella lo tomó y lo observó.
—¿Un psiquiatra?
—Evelyn, partiremos de ahí.
—Está bien, iré a verlo —respondió con decepción. Se levantó y se despidió.
—Es estúpido lo que intentas hacer, nadie te va a creer, todos pensarán que estás loca y terminarás en psiquiátrico.
—Talvez sea mejor estar ahí que contigo.
—Ya te dije, mientras no cumplas con el trato no te dejaré. —Evelyn detuvo su paso y se giró hacia él.
—Estoy harta de eso, tú y tu maldito trato se pueden ir a la mierda. Buscaré la manera de deshacerme de ti. No te quiero cerca. Te odio, te detesto, eres un maldito monstruo, un puto demonio.
Darcel frunció el ceño y ella apresuró el paso para llegar a su trabajo. Más tarde Roberto la llevó a su casa. Al llegar se dio cuenta que no estaba Darcel. se sentó en el sillón, sacó su celular de su bolso, se metió al buscador e intentó encontrar algo de información sobre demonios y pactos.
***🖤
—Cariño, te ves de muy mal humor. ¿Por qué te molesta tanto?, ¿por qué simplemente no te la coges y ya?
-—Porque yo solo cojo con putas como tú.
—Oh, gracias. —Darcel se quitó la chaqueta y se acercó a Leslie.
—Voltéate.
Ella obedeció y Darcel levantó su vestido y la hizo inclinarse apoyando la mitad de su cuerpo y cara en la cama, él se desabrochó el pantalón, sacó su miembro y la penetró con agresividad.
—¡Aaah! Tu pequeña marioneta te está dando demasiados problemas —dijo Leslie entre jadeos. Darcel la tomó del cabello obligándola a echar la cabeza hacia atrás mientras la embestía con gran velocidad y rudeza.
—Su nombre es Evelyn, Evelyn. —Volvió a repetir entre gruñidos mientras apretaba los ojos e hiperventilaba—. ¡Dilo perra!
—¡Aaah! ¡Evelyn!
***🖤
El timbre de la casa de Evelyn sonó y ella abrió la puerta.
—Hola Naty. ¿Qué pasa?
—Evelyn, tengo información.
Nataly entró, en sus manos traía unos documentos, al momento que la observó notó el golpe en su rostro.
—¿Qué te pasó? —Evelyn se tocó el rostro recordando el golpe que le había dado joseph
—Un accidente, no te preocupes.
—Dios, Evelyn, ¿por qué mientes?, fue ese pendejo, ¿verdad?
—No, no fue él, te lo juro.
—¿Por qué lo defiendes? No ves que te está haciendo daño.
—Por favor Naty, créeme.
—¿Dónde está ese hijo de perra? ¡Darcel! —le llamó y se dirigió a la habitación con grandes zancadas, abrió la puerta, pero él no estaba.
—Él no está.
—¡Perro malparido, lo voy a matar!
—Por favor, te juro que él no fue.
—¿Entonces quién fue? —Evelyn se quedó callada por un momento intentando pensar en algo rápido.
—Intentaron asaltarme.
—Ni siquiera sabes mentir.
—Por favor, hablemos de lo que encontraste.
Nataly la miró, inhaló y luego exhaló intentando calmar su enojo.
—Bien, después me arreglaré con ese perro mal nacido. Mi amiga me entregó estos documentos.
—¿Qué es?
—Es una copia de un expediente policial de hace 17 años. Mira la foto de esta niña, ¿Sabes quién es? —Evelyn observó la fotografía con atención.
—Soy yo.
—Sí, fue bajada de un sitio de la deep web donde subastaban niños y niñas para una red de pedófilos, que se hacían llamar los conejos del jardín.
—¿Qué?
—Hace 17 años fuiste subastada y vendida. La policía los rastreó y detuvo a varios integrantes de esa organización. Entre ellos el hombre que te había comprado, su nombre es Joshua Fox.
—¿Fox?
El corazón de Evelyn comenzó a acelerarse y su rostro tomó un tono pálido.
—¿Te suena?
—Sí, ¿recuerdas al hombre que me vigilaba? Fue enviado por otro llamado Dorian Fox.
—Mi amiga me dijo que hace 6 meses salió en libertad, quien te compró, poco antes de lo sucedido en tu casa. Aquí hay una foto de Joshua Fox. —Nataly buscó la foto de aquel hombre entre las hojas del expediente y se la entregó a Evelyn.
Al ver la fotografía sus ojos se abrieron en grande, estaban redondos y su respiración se aceleró faltándole el aire. Sus manos empezaron a temblar dejando caer la foto. Puso sus manos en su pecho al sentir que se ahogaba. Estaba a punto de tener un ataque de pánico.
🖤
Leslie se recostó a un lado de Darcel. Tomó su cajetilla de cigarros, sacó uno y lo encendió mientras lo escuchaba hablar. Él estaba recostado boca arriba mirando al techo.
—Hoy fue con un sacerdote para pedirle consejo. Intenta deshacerse de mí.
-—¿Y por qué no finalizas la partida?, termina de romperla. Apresura su inevitable suicidio y asunto arreglado. —Él giró la cabeza para mirarla.
—No quiero, ella es mía y yo decidiré cuándo es el momento de dejarla ir.
—Cariño, estás prendado de esa humana. He visto antes esto de muy cerca, ese es el error de muchos ángeles que se relacionan tanto con los humanos. Comienzan a tener actitudes como ellos hasta que terminan amándolos.
—No digas estupideces, el amor y esas tonterías es de los ángeles de luz y los humanos. —Leslie sonrió—. Es de todo aquel que tiene la capacidad de sentir.
—Tu cuerpo te delata, cariño. —Darcel frunció el ceño negando con la cabeza.
—Eso es porque he pasado mucho tiempo aquí. —Leslie suspiró.
—Bueno, yo no sé mucho de este tema, no soy la indicada para hablar de eso, soy una demonio y no tengo la capacidad de entender esto, pero sé con quién puedes acudir si necesitas un consejo.
—No necesito consejos de nadie.
—Supongo que conoces a Draven.
—¿Draven? Sí, él es hijo de Azrael.
—¿Te has dado cuenta que nunca participa en los juegos de la venganza y la muerte a pesar de ser hijo de Azrael? Yo era muy joven, no recuerdo mucho, pero sé que rompió muchas reglas a causa de una humana.
—No soy tan estúpido, no pienso romper ninguna regla.
—Golpeaste a ese hombre, eso, está prohibido.
—Solo lo hice porque intentaba huir.
—No importa, aun así, está prohibido, pudiste hacer cualquier otra cosa.
Darcel se quedó mirando a Leslie, frunció el entrecejo, giró los ojos de un lado a otro por un par de segundos y ella lo observó confundida, Darcel se levantó de golpe, tomó su chaqueta y se la puso.
—¿Qué pasa?
—Es Evelyn, algo anda mal. —Levantó su mano y una oscuridad apareció frente a él, entró en ella desapareciendo como si se lo tragara, para después esfumarse.
🖤
—Evelyn, tranquila y respira.
—¡Él, el, es, ese hombre es..!
—Tranquila. —Darcel llegó y empujó hacia un lado a Nataly para acercarse a Evelyn.
—¿Qué le estás haciendo? —Nataly se sorprendió al verlo de repente.
—No sé qué le pasa.
Darcel se acercó, pero ella se echó para atrás histérica.
—¡Aléjate de mí! ¡No me toques! —gritó desesperada.
Darcel se quedó parado mirándola, confundido. Nataly se acercó a ella y la abrazó intentando tranquilizarla.
—Tranquila Evelyn, no dejaré que se te acerque. Respira. Ven, te llevaré a la habitación.
Le ayudó a levantarse y se la llevó, no sin antes cruzar la mirada con Darcel. Él apretó los puños y la mandíbula con frustración y rabia.
—Tengo que deshacerme de esa perra, ya —dijo entre dientes.
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Hola mi gente bonita, espero que les haya gustado el capítulo, intentaré actualizar pronto. Los amo.
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