ESPERANZA
La claridad del día despertó a Evelyn, escuchó voces y abrió la puerta despacio y se asomó por la rendija, observó a Darcel y a Draven que hablaban. Draven parecía preocupado y Darcel con su clásica actitud egocéntrica.
-Mi padre ha convocado una reunión, parece que le dieron tu mensaje. Tienes que presentarte ante él. Sé que volviste a asesinar a un hombre y eso lo está complicando aún más.
-No fui yo, fue ella, yo solo le ayudé.
-Es mejor dejar esto e ir con mi padre.
-No me iré hasta cumplir lo prometido con Evelyn, ella quiere, no, necesita su venganza.
-Basta Darcel, esto ya no es tu asunto, lo has tomado personal. Ve con mi padre, pídele perdón y que te autorice seguir con ella.
-Sabes que no lo aceptará, rompí una de las reglas más importantes. Seguro, debe de estar furioso conmigo, solo terminaré con esto y luego iré con tu padre por mi castigo.
-Los Ángeles de luz están presionando, exigen que mi padre te castigue.
-Esos idiotas, siempre metiéndose donde no les importa. La verdad es que el castigo no es lo que me preocupa, es que ellos quieran tomarla. Solo necesito un poco de tiempo.
-Iré con mi padre, veré qué es lo que quiere y después vendré contigo, te mantendré informado, pero ten mucho cuidado, no sabes de lo que él es capaz cuando alguien lo desobedece. Odia que los ángeles de luz intervengan en su territorio y si por tu culpa ellos intervienen, empeorará todo.
-No sé cuántas veces has dicho esa palabra, empeorar, empeorará. bla bla bla bla, bla, bla. Creo que lo mejor es que deberías alejarte para que no te vayan a involucrar. No quiero que tengas problemas con tu padre por mi culpa.
-Tu situación me hizo recordar a alguien que por miedo dejé que me la arrebatara, y pienso que eso me hace simpatizar contigo. -Se dio la vuelta para salir por la puerta y Darcel solo lo miró marcharse.
Evelyn salió de la habitación y caminó hacia él.
-¿Está todo bien?
-Sí -contestó mientras caminaba hacia la ventana.
-Darcel, tienes días ahí, te la pasas ahí parado día y noche. ¿Qué es lo que ocurre?, ¿por qué no me lo dices?
-Porque no es tu problema.
-¿Cómo qué no?, sé que esto es por mí, ¿por qué no quieres decirme nada?, ¿necesito saber qué está pasando?
-Son cosas que no entiendes. Tú enfócate en lo tuyo y yo en lo mío.
-Tus asuntos son los míos también. Estamos juntos en esto, ¿no?
-Basta, basta. Evelyn, no quiero seguir hablando de esto, no es gran cosa.
-¿Cómo que no es gran cosa? Puedo ver tu preocupación.
El sonido de su celular llamó su atención, daba aviso de la llegada de un mensaje, lo sacó y observó la pantalla. Sus ojos se abrieron aún más al ver de quién se trataba, era la respuesta de aquel mensaje de Messenger que le había mandado a Lucia hace ya más de un mes, y decía;
No sé qué clase de broma es esta, pero la verdad es que me parece de muy mal gusto. No sé cómo es que hay personas que se atreven a divertirse con el sufrimiento de los demás.
La cuenta fue bloqueada y no permitía mandar mensajes, parecía haber sido eliminada.
-Es Lucía, la media hermana de Benjamín, tengo que llamar a mi amiga para decirle.
Después de unos minutos Nataly llegó. Entró a la casa y observó a Darcel sentado en uno de los sillones de la sala con los brazos extendidos, descansándolos en el reposabrazos con un semblante serio y sombrío. Los dos se observaron cruzando sus miradas en repetidas ocasiones.
-¿Qué es lo que pasa? -preguntó Nataly a Evelyn
-Ven, vamos a la sala, siéntate. ¿Te acuerdas del mensaje que le mandé a la hermana de Benjamín?
-Sí.
-Pues, por fin lo ha contestado, y mira su respuesta. -Nataly tomó su celular y la leyó
-No lo sé, me suena a que sabe algo y qué cree que es una broma, ¿tal vez piensa que estás muerta?
-¿Y si Benjamín está con ella?, necesito contactarla, pero parece que ha cerrado la cuenta, he abierto otra y no la encuentro por ningún lado, y mira, el mensaje que también le mandé a Benjamín, ¿lo ves? Aparece como visto.
-Necesito buscarla, tengo que saber si ella sabe algo o si están juntos. -Nataly volvió a cruzar su mirada con Darcel mientras hablaban y se relamió los labios, él al observar eso, elevó ligeramente una ceja.
-Y ¿Qué harás?, ¿irás a México a buscarlos?
-Sí, no tengo otra opción, lo haré.
-También yo quiero comentarte algo, ¿recuerdas al hombre del que nos habló Sandra?, el que visitaba Joshua en la cárcel. pues hoy en la mañana salió en las noticias que lo encontraron muerto en su casa, al parecer fue asesinado con una herida de bala. -Evelyn se removió en el sillón y carraspeó.
-Bueno, no sé si decirte que es una mala noticia, digo, la verdad es que era una persona malvada y creo que recibió su merecido. -Nataly desvió nuevamente la mirada hacia Darcel quien seguía en silencio, con la misma postura y la vista clavada en ella.
-Bueno, creo que mejor me voy. Tengo que ir a trabajar y no traigo mi auto. He tenido problemas con él y lo dejé en el taller, no quiero llegar tarde.
-Oh, me lo hubieras dicho. Si quieres te podemos llevar. Darcel ¿podríamos llevar a Naty a su trabajo?
-Llevémosla -respondió al instante.
-Espérame, voy a cambiarme y por mi bolso. Evelyn se puso de pie y fue a su cuarto. Nataly volteo con Darcel y una sonrisa se dibujó en él. Con solo mirarla se dio cuenta de una extraña tensión en ella y eso le pareció divertido.
-¿Qué sucede Naty?, te ves algo inquieta, ¿está todo bien?
-Wow, Me sorprende tu pregunta. Si no te conociera juraría que te importa.
-¿Por qué no debería de importarme? Eres la mejor amiga de mi querida Evelyn.
-No juegues Darcel. No es necesario que finjas. Sé que no me soportas. -Él soltó una risita.
-Eres muy rencorosa Naty. No voy a negar que a veces me pareces muy divertida -dicho eso le guiñó un ojo.
-Es bueno saber que al menos te divierto.
Evelyn salió de su habitación ya lista para llevar a Naty. En el camino, se la pasó hablando sobre algunas teorías de que si su hija podría estar con Benjamín. Darcel manejaba en silencio y en repetidas ocasiones observaba Nataly por el retrovisor, encontrándose constantemente con su mirada. Una vez que dejaron a Naty en su trabajo, regresaron. Al llegar una mujer esperaba afuera y observaba detenidamente la casa. Darcel estacionó el auto y los dos bajaron.
-¿Evelyn?
-Sí, soy yo.
-Hola, mi nombre es Berenice. Estoy aquí por parte de CASYFAM, la madre Fátima me contó de su situación.
-Sí claro, pasa. -La mujer entró y tomó asiento en la sala
-Gracias, iré al punto. La madre Fátima me comentó sobre su interés en una adopción y que estaban dispuestos a ser fuertes donativos. Debo confesar que no me parece que su situación económica, tenga las posibilidades para tener en las mejores condiciones a uno de los niños.
-Perdón, no estoy entendiendo.
-Hablemos claro Berenice. -interrumpió Darcel mientras tomaba asiento frente a la mujer y cruzaba las piernas-. ¿Cree que no podamos pagar por el niño?
-Bueno, aclaremos una cosa, no estamos hablando de un pago sino de las condiciones en las que puedan tener al infante, nosotros queremos asegurarnos de que sea una familia muy estable en todos los sentidos.
-¿Esta casa no le parece apta para un niño?
-A menudo nos aseguramos que los pequeños tengan un buen lugar y que sean llevados a familias con excelentes posibilidades, para que no vayan a tener que pasar ninguna carencia.
-¿Qué esperaba ver Berenice?, ¿una mansión?, a mí me parece una casa bastante decente para una familia -refutó Darcel.
-Le agradecería que no hablara con rodeos -mencionó, Evelyn sentada junto a Darcel.
-Basta, deje de darle vueltas al asunto y díganos ¿cuánto? -exigió Darcel.
La mujer se quedó en silencio por unos minutos, dirigió su vista a él y luego la pasó a Evelyn. Carraspeó como si dudara en contestar.
-Esto no es una venta, señores, las cosas no se hacen así. Me temo que este lugar no sería apto para uno de nuestros niños. Es mejor que me retire.
Darcel entrecerró los ojos y comenzó a frotar su dedo índice en su labio inferior, mientras observaba a la mujer ponerse de pie para marcharse.
-Sé lo que hace CASYFAM y CORFEL. También se sobre el arreglo que tiene con los conejos del jardín -habló Evelyn alzando la voz al momento que se puso de pie. La mujer se detuvo de golpe con una mirada de sorpresa.
-¿Qué? ¿Son policías? No sé de qué hablas. Es mejor que me vaya.
Se dio la vuelta y caminó hacia la salida, Evelyn se fue tras ella a paso rápido, tomó el florero que adornaba la mesa y la golpeó con fuerza en la cabeza. La mujer cayó al suelo desorientada. Gran cantidad de sangre salía de la herida que le ocasionó, manchando todo el lugar. Evelyn corrió a la cocina y tomó un cuchillo, volvió hacia donde estaba la mujer y la apuñaló tres veces por la espalda, salpicando su rostro y ropa.
Una vez que se desplomó por completo ya sin vida, Evelyn se giró encontrándose de frente con Darcel. Pasó por un lado de ella, para ir hacia la mujer y hacer lo suyo.
-Eso te pasa por decir que somos pobres, perra -dijo él mientras se quitaba el cinturón.
Evelyn soltó un grito de sorpresa al ser levantada por Darcel, la cargó sobre su hombro, le dio un par de azotes en las nalgas y la llevó hacia la ducha.
-Vamos a lavarte esa sangre. Te castigaré por este desastre.
Después de un rato de darse un baño y pasar unos momentos de intimidad bajo la regadera; Evelyn arrastró el cuerpo de la mujer al cuarto de lavado, busco algunos productos de limpieza, pero ya no había.
-Tenemos que ir al súper, necesito productos para limpiar eso.
-Bien, Te llevaré.
***🔪
Evelyn caminaba por un pasillo del supermercado empujando su carrito, dejando atrás a Darcel quien se había quedado observando un estante de vinos y licores. Se detuvo y tomó un frasco de líquido para limpiar el piso. Lo destapó, lo acercó a su nariz e inhaló su aroma, lo volvió a tapar y lo puso en su carrito. Levantó la mirada para seguir avanzando y observó que al final del pasillo se encontraba un hombre que la miraba con atención.
Él llevaba una sudadera puesta y se veía ansioso, volteaba a todas partes como si estuviera huyendo de alguien. Una sensación de desconfianza la hizo detener su paso. De repente, un joven de gabardina negra salió de uno de los pasillos y caminó por detrás del hombre. Se acercó a él y como si le susurrara algo al oído, él comenzó a avanzar hacia Evelyn.
Ella regresó por dónde venía y empujó su carrito a paso rápido. Dio vuelta por un pasillo y llegó a la sección de panadería; ahí había bastantes personas y eso la hizo sentirse más tranquila. Se adentró al área volteando constantemente hacia atrás. De repente, el desconocido volvió a aparecer. Claramente se veía que era una persona mentalmente inestable, su ansiedad se evidenciaba por la forma que miraba a todos lados y el cómo jugaba con sus manos. De nuevo, apareció aquel joven de gabardina. Se acercó a él y le volvió a susurrar en el oído, sin despegar la vista de Evelyn. El hombre rodó los ojos cruzándolos con los de ella, de su chamarra sacó un arma y sin razón alguna disparó a sangre fría hacia Evelyn y a todas las personas presentes.
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Gracias por seguir leyendo, espero actualizar pronto. No olviden sus votos, besos y abrazos.
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