❝O8. - 𝙁𝙞𝙚𝙨𝙩𝙖 ❞

𝑯𝒐𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔
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Fiesta
╰───⌲Cap. 𝐎𝟖. ༣. . ·

Hoy era un día demasiado especial, era el cumpleaños de una persona importante para ti, hablo de tu pareja, Midoriya Izuku.

Izuku y tú llevaban conociéndose cada vez más, y a veces salían a pasear, con permiso de tus padres, cada vez sabían más del otro, e incluso te enteraste de cosas que no sabías, como por ejemplo, que él era bastante bueno para preparar postres o incluso que él sabía cantar bastante bien, tanto notas gruesas tanto como agudas.

Ahora mismo estabas llevando a Izuku a pasear a un lugar bastante importante para ustedes... El campo donde Izuku te declaró sus sentimientos. Él llevaba tapados sus ojos, mientras tú lo guiabas a ese lugar.

—¿Ya me dirás donde estamos, cariño? -sonríe.

—Ya casi llegamos, amor -dijiste. Te encantaba que se hablaran por apodos cariñosos.

Al cabo de unos minutos, llegaron a dónde debían llegar, le retiraste con cuidado lo que le cubría los ojos, y este, al abrirlos, se sorprendió demasiado por ver lo decorado que estaba el lugar.

—Hoy es quince de Julio, tu cumpleaños, ¿no? -sonríes.

Izuku no podía estar más que sorprendido. Volteó a verte sorprendido, y no tardó en levantarte para comenzar a dar vuelta en el mismo lugar, te dio un hermoso beso, dando a entender que estaba demasiado agradecido con lo que le habías hecho.

—Vamos, este es mi regalo de cumpleaños -lo tomaste de la mano.

Empezaron a caminar, hasta llegar al lugar donde estarían.

—Además de ser tu cumpleaños, dentro de poco se cumplen los siete meses desde que llegaste a este mundo -tomas sus manos- Y la verdad, no me arrepiento de haberte conocido -sonríes.

—Pienso lo mismo -te besa.

El beso era lento pero apasionado. Algo que Izuku había adquirido con el pasar del tiempo, era que ganaba confianza bastante rápido, tanto que ganó la confianza suficiente para darte un beso apasionado sin sentir pena.

Sus manos se posaron en tu cintura, acercándote a él. Rodeaste su cuello con tus brazos, disfrutando más del beso. Se separaron por la falta de aire.

—Te amo -sonríe.

—Yo igual

Ambos comenzaron a caminar, hasta toparse con un pequeño picnic.

—Es como la primera vez -sonríe- Gracias -te abraza.

—No hay nada que agradecer Izuku -devuelves el abrazo- Yo debería de ser la agradecida, porque apareciste en mi vida -acaricias su mejilla.

Ambos se sentaron en la manta, para después empezar a comer.


• • •


—Cariño, muchas gracias por esto -acaricia tu cintura- No sabía que harías algo como esto

—Claro que no, amor -sonríes- Era sorpresa -ríes- Te mereces esto y mucho más

—No, cariño -niega- Tú te mereces esto y mucho más -saca una caja de su bolsillo.

—¿Izuku?

Abrió la caja de terciopelo, mostrando dos anillos de promesa. Abriste los ojos como platos al ver como sacaba con cuidado uno de los anillos, para tomar tu mano y colocar cuidadosamente el anillo en tu dedo anular.

—___ -llamó- Aquel día, cuando te vi por primera vez, sentí como mi corazón latía con fuerza y pensé que en cualquier momento se iba a salir del pecho y al escuchar tu dulce voz y verte sonreír, se derritió todo el hielo que en mi alma se acentuaba. Tú eres la cara de todo lo bello que puedo tener en la vida, solo tú haces que mis días se iluminen y me llenen de esperanza para seguir luchando por mis sueños, siento que sin ti no podría vivir y que sin tu amor me condenarías a la infelicidad. Al final del día, al momento de despedirnos, siento un vacío en mi corazón, deseo despertar contigo y ver tu rostro cada mañana, eres todo aquello que siempre le pedí al cielo con tanto anhelo, quiero que nuestro amor se quede grabado en la historia y poder decir cuando seamos viejitos que tú fuiste la mejor elección de mi vida -sonríe al ver lágrimas comenzar a salir de tus ojos- Aún no puedo creer la forma en que nos conocimos y todo el tiempo que llevamos juntos, desde aquel momento sentí que era un sueño, uno del que no quería jamás despertar, me siento tan dichoso que quiero que portes este anillo de promesa hasta que llegue el momento de que podamos llegar al altar y nos convirtamos en marido y mujer -tomó delicadamente tu mano, para dejar un pequeño beso en el anillo. Tomó el otro anillo y te lo extendió, dando a entender a que se lo pusieras y eso hiciste.

—Juntos por siempre -dijeron al unísono, antes de fundirse en un suave y tierno beso.


• • •


Habían pasado cinco horas desde ese mini picnic, tomaron varias fotos y vídeos como recuerdos. De verdad que se la habían pasado demasiado bien, Izuku estaba demasiado agradecido contigo por haberte acordado de su cumpleaños, por haberle hecho sentir más especial.

Eran las cinco de la tarde cuando llegaron a la casa, y cuando llegaron, ayudaste a Izuku a bajar del auto. Al entrar a la casa, estaban Leonardo, junto con todos tus amigos y amigas, los cuales eran ya amigos de Izuku, preparados para festejarle su cumpleaños.

Al quitarle lo que le cubría los ojos, no pudo evitar sorprenderse por la cantidad de personas que estaban ahí.

¡Feliz cumpleaños! -exclamaron felices.

Izuku se sentía en casa para ser sinceros, este sería el primer cumpleaños que pasaba sin su madre, y estaba algo triste, pero tenía a sus amigos.

—Sé que este será tu primer cumpleaños sin tu madre, pero quería hacerte algo especial. Sé que no es mucho, pero estás con nosotros, estás conmigo -acaricias su espalda.

—Gracias

—¡¿Qué esperan?! ¡Es hora de festejar! -Exclamó Frida.


• • •


—¡___!

—¡Mande! -exclamaste desde la cocina.

—¡Trae la carne porfa!

—¡Ya voy!

—No, espera -Izuku te quita la carne- Yo la llevo, tú sigue con lo demás -sale al patio trasero.

—¡Gracias, Izuku!

Sonreíste como tonta enamorada y seguiste haciendo lo demás de la comida. De repente, todas las chicas llegaron a tu lado, con sonrisas pícaras.

—Hola, ___ -Frida rodeó tu cuello con uno de sus brazos- ¿Cómo vas con Midoriya? -sonríe.

—Pues bastante bien -dices con inocencia.

—Sí, ya vimos que muy bien -voltea a ver tu cuello.

Rápidamente, recordaste lo que tenías en el cuello, por lo que volteaste rápidamente a verlas con nerviosismo.

—N-No es lo que parece -negaste.

—Muy tarde -señaló- Eso es un chupetón -señaló.

—¡¿Qué?!

—¡Leo! -asustada.

—¡¿Cómo que un chupetón?! -revisa tu cuello- ¡Midoriya Izuku! ¡¿Cómo que le hiciste un chupetón a ___?! -corre hacia afuera.

—¡AHH! -el grito de Izuku hizo que todos corrieran hacia afuera, solamente para notar a Leo jalándole la oreja mientras él trataba de zafarse- ¡Para! ¡Duele!

—¡Si no fuera porque eres mi amigo, te hubiera dado una patada en los huevos! -exclamó.

—¡Pues dámela entonces! -Izuku contestó.

—¡Cállate! -le dio un zape- La próxima vez no lo dejaré pasar -Izuku se acerca hacia ti.

—Si es que te enteras -murmuró.

—¡¿Qué dijiste?!

—¡Nada!


• • •


—¡Basta! ¡Basta uno, basta dos, basta tres, basta cuatro, basta cinco, basta seis, basta siete, basta ocho, basta nueve y basta diez! -exclamó Izuku.

—¡Puta madre! ¡¿Cómo chingados le haces?! -le arrebatas su libreta.

—Bien, nombre con Z

—Zaira -Izuku fue el único en contestar.

—Cien para ti Izuku, y cero para los demás -Jared dijo- Apellido

—Zamora -ambos dijeron al unísono.

—Cincuenta para ___ e Izuku y cero para los demás -escribió- Ciudad o país

—Zacatecas/Zaragoza -todos dijeron al unísono.

—Veinticinco para cada uno -ríe- Fruta

—Zapote/Zarzamora

—Veinticinco -dijo- Flor

—Zinnia -Izuku dijo.

—Cien para ti -contestó- Animal

—Zarigüeya/Zopilote/Zorrillo/Zorro

—Cincuenta cada uno

—¿Cuánto tuvieron?

—Trescientos cincuenta/Ciento cincuenta/Cien -todos contestaron.

—Creo que ya es obvio quien ganó -dices.

Todos rieron.


• • •


Estas son las mañanitas
Que cantaba el rey David
Hoy por ser día de tu santo
Te las cantamos aquí

Despierta, mi bien, despierta
Mira que ya amaneció
Ya los pajaritos cantan
La luna ya se metió

Qué linda está la mañana
En que vengo a saludarte
Venimos todos con gusto
Y placer a felicitarte

El día en que tú naciste
Nacieron todas las flores
En la pila del bautismo
Cantaron los ruiseñores

Ya viene amaneciendo
Ya la luz del día nos dio
Levántate de mañana, mira que ya amaneció

Le sopló a las velas luego de que haya pedido su deseo, por lo que quitaron la vela y comenzaron a repartir el pastel.

—Está delicioso -Izuku dijo.

De repente, Manuel llegó con unas botellas de cerveza. Les fue entregando una botella a cada uno, pero Izuku se negó, diciendo que todavía eran menores de edad y que no deberían de estar haciendo esto. Al parecer Iida ha influenciado demasiado a Izuku.

—Anda Izuku, no tiene nada de malo, además ya casi eres mayor de edad, por lo que no hay problema -le diste una botella.

—No lo sé -tomó la botella.

—No tiene nada de malo, después de todo en algún momento lo harás -Leo dijo.

Izuku pareció pensarlo unos segundos, hasta que finalmente tomó un sorbo de la botella.

—¡Eso! -todos aplaudieron.

Podía notar su sabor amargo y algo dulce. Algo que simplemente no había explicado, pero que sin duda alguna le gustaba.

—Sabe bueno -dijo.

—Así se habla -___ sonríe- ¡Chicos, si le gustó! -exclamó sonriente.

Todos exclamaron felices.


• • •


Había pasado una hora, y todos estaban haciendo retos, te hacían preguntas y tú decidías si contestar, y si no querías, debías de tomar un trago.

—Bien ___, ¿Es verdad que te gustaba Leo hace un par de años? -preguntó Arturo.

—Sí, es verdad, pero eso fue desde hace mucho, solo era una niña con las hormonas al tope -ríe.

—¿Y ahorita no? -preguntó con burla.

—Si soy -ríe.

Siguieron con las preguntas, minutos después empezaron con verdad o reto, hasta que fue el turno de Izuku.

—Bien Izuku, te reto a darle un beso apasionado a ___ -sonríe Frida.

—Qué buen reto -dijeron al unísono.

Ambos acercaron sus rostros, acortando su distancia, hasta que juntaron sus labios, moviéndolos en sincronía. Segundo después se separaron por falta de aire.

—Uhhhhh~

—¡Siguiente reto! -exclamaron.

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