𝑯𝒐𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔
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En casa
╰───⌲Cap. 𝐎𝟓. ༣. . ·

📍Heights Alliance 3-A
Sala común

Después de haber cruzado el portal, todos llevaron a Izuku a uno de los sofás de la sala común. Comenzaron a preguntarle si necesitaba algo, pero Izuku simplemente no decía nada, se quedaba viendo un punto fijo.

—¿Estás seguro de que no necesitas algo, Deku-kun? -Uraraka tomó su mano en modo de consuelo, pero él la aparto inmediatamente. Todos jadearon sorprendidos e Izuku se levantó del sofá.

—Solamente quiero estar con ellas. Necesito estar con ellas -masajeó su sien.

—Midoriya -Aizawa habló- Te prometimos estar con ellas para el parto -recordó.

—¿De qué me sirve eso, si no puedo estar con mi esposa cuando ella más me necesita? -contestó.

—¡Midoriya-kun, esa no es una forma de contestarle a nuestro sensei! -Iida le regañó.

—¡Me vale madres si él es nuestro profesor! ¡Dejen de estar molestando! ¡Chingada madre! -se metió al elevador.

Todos estaban boquiabiertos por su actitud. Jamás en su vida habían escuchado a Deku maldecir, y menos tratar a uno de ellos mal.

—Yo iré a hablar -Uraraka comenzó a hablar, pero fue interrumpida.

—Tú no eres la menos indicada para hablar con él, cara redonda -voltea a verla- No creas que no sé tus intenciones -la joven se tensó- Sé que quieres conquistar a Deku -la señaló- Pero métete esto en la cabeza -señala su cabeza- Que ni aunque pasen mil años, no serás capaz de volver a entrar al corazón de Deku -recordó- Porque él ya tiene una pareja, y muy pronto, tendrán ambos una hija

—Yo no quiero volver a conquistarlo -reclamó- Él es mío, siempre lo fue, somos pareja desde antes del campamento y nadie lo sabía -voltea a ver a todos, quienes estaban sorprendidos- No me importa cuantos hijos tengan ellos, él siempre será mío -sonríe, pero antes de volver a decir algo más, fue interrumpida.

—Si algo le llega a suceder a ellas, tú vas a ser la primera responsable -la voz de Izuku resonó en todo el lugar.

Todos voltearon a ver a Izuku, tenía una mochila en uno de sus hombros. Su cabello estaba hecho en una media coleta, debido a que su cabello había crecido mucho más. Lo mantiene largo, ya que dices que te encanta cómo se ve con el cabello largo, por lo que él decidió que se dejaría crecer el cabello y cortárselo cada cierto tiempo.

—Joven Midoriya, ¿a dónde va?

—Voy a ver a mi madre, necesito estar con ella -mordió su labio inferior.

—Está bien -asintió- Tiene el día libre -Izuku asintió y salió de la residencia.

• • •

📍Residencia Midoriya

Izuku había llegado a la casa de su madre. Estaba nervioso. Había desaparecido por más de un año y no sabía como iba a reaccionar su madre. No sabía si iba a llorar, si iba a golpearlo, o iba a dejarlo fuera, aunque lo más probable, era que lloraría.

Con los nervios al tope, tocó el timbre de su antigua casa, escuchando, unos segundos después, los pasos de su madre acercándose a la puerta. La puerta fue abierta, y de la casa salió Inko, quien al ver a su hijo, no dudó en lanzarse hacia él para abrazarlo, con lágrimas saliendo de sus ojos. Izuku no dudó en corresponderle el abrazo.

Su hijo estaba en frente de ella, él estaba bien, él estaba con vida. Ya no tenía que tener pesadillas cada vez que durmiera, ya no tenía por qué desvelarse. Tenía a su hijo en frente de ella. Su querido y único hijo estaba con ella.

—Mamá... -sollozó.

—Izuku... -tomó su rostro entre sus manos. Comenzó a revisarlo, quería ver si tenía alguna herida. Al no notar ninguna herida, le comenzó a repartir demasiados besos por todo el rostro.

—¡Mamá! -ríe.

—Vamos adentro, Izuku -tomó su mano y ambos entraron a la residencia.

Inko se dirigió a la cocina e Izuku a su sala de estar. Todo estaba como lo recordaba. Inko se sentó a su lado y le entregó un vaso de agua. Aceptó el vaso y tomó un poco de agua para dejarlo en la mesita frente suyo.

—Dime, Izuku, ¿dónde has estado? -acarició su espalda.

—Bueno -suspiró- Después de que me haya ido de la U.A, comencé a ser vigilante -Inko asintió- Después de unos meses, decidí que era mejor que yo siguiera esto solo, no quería poner en riesgo a todos, le dije a Endeavor que ahora era yo solo, después de esa llamada, un villano apareció y abrió un portal, el portal me absorbió y aparecí en una habitación -sonríe- Aparecí en un mundo donde los quirks no existen, no hay héroes ni villanos -toma su mano- Aparecí en la habitación de una chica, una chica que cuidó de mí durante este tiempo, estuvo al pendiente de mí, veló por mi bienestar, siempre estuvo a mi lado -acaricia su anillo de promesa- Después de unos meses de ser amigos, nos convertimos en pareja -solloza- En mi cumpleaños, Leo, mi amigo, y ___, mi pareja, me hicieron una fiesta de cumpleaños. En ese día, yo le di un anillo de promesa. Le prometí que jamás la abandonaría, que jamás la iba a dejar, pero mírame, aquí ando, sin saber nada de ella -aprieta más la mano de su madre- Sé que posiblemente me vas a reprender por esto, pero después de mi cumpleaños, nos enteramos de que ella estaba embarazada -limpia sus lágrimas- Hace menos de una semana que nos enteramos de que íbamos a tener una niña -solloza aún más fuerte- Quiero estar con ellas, con mi hija, mis hijas, pero no puedo, la U.A no me lo permite, dicen que necesito estar aquí, que necesito derrotar a Shigaraki... -voltea a verla- Dime, mamá, ¿qué es lo que debo hacer?

—Mi niño -acaricia su mejilla- Sé que tienes una responsabilidad allá en esa dimensión -sonríe- Pero con tu mirada, sé que quieres traerlas a ellas para acá, ¿no es así? -después de unos segundos de silencio, él asintió- Si quieres que ellas vivan una vida en paz, yo creo que es mejor que derrotes a Shigaraki, para después traerlas aquí, no queremos que ellas sufran al estar aquí

—Tienes razón -asintió- Muchas gracias, mamá -la abrazó.

—No hay de que, Izuku -acaricia su coronilla- Ve a dormir un rato, yo te aviso cuando la comida esté lista 

Ambos se levantaron del sillón y cada uno se fue por su lado.

• • •

Después de haber tomado una siesta y haber comido, Izuku le dijo a su madre que saldría a caminar. Se dirigía hacia la playa donde todo comenzó, la playa que limpió junto con All Might. Comenzó a caminar hacia la arena, viendo el hermoso atardecer, el cual solía ver contigo todos los días.

—Midoriya, ¿eres tú? -la voz de un chico hizo que volteara hacia él. 

Al voltear, pudo notar a la mayoría de su salón de la secundaria frente a él. Se tensó al verlos, no pensó que los volvería a ver, y menos en estas circunstancias.

—Hola, sí, soy yo -cortante- ¿Qué hacen ustedes aquí?

—Estábamos caminando, y te vimos por aquí, quisimos pasar a saludar -uno de sus antiguos bullies comentó.

—Ya veo -voltea a ver el mar.

—Midoriya, ¿no quisieras pasar el tiempo con nosotros? -una chica de cabello azul se acercó a él, acariciando su brazo- Así nos conocemos más -él sabía las intenciones de su antigua compañera. Ella era demasiado reconocida entre todos, debido a que era conocida por estar con la mayoría de la escuela. No le sorprendía que ella estuviera buscando algo más con él que solo platicar. De hecho, esta escena le recordaba a cuando tú y él, salieron a comprar las cosas de decoración para la fiesta de Abi, donde tus bullies le insinuaron algo más que pasar tiempo con él.

—Lo siento, pero él viene conmigo -otra voz se escuchó.

—¡Bakugo! -todos estaban sorprendidos. No se esperaban que él se apareciera aquí.

—Deku, tu novia nos está esperando -volteó a verlo. Izuku inmediatamente entendió lo que él quería hacer. Estaba ayudándolo a librarse de ellos. Por la cara de Bakugo, él tampoco quería lidiar ni pasar el tiempo con ellos.

—Deku, ¿tienes novia? -otra chica preguntó.

—Sí, al parecer ya me necesita -sonríe- Vamos, Kacchan, mi madre hace mucho que no te ve -comienza a caminar hacia él.

—Vamos entonces -comenzó a caminar junto con él, sin siquiera despedirse de sus antiguos compañeros.

Después de estar lo bastante lejos de ellos, ambos dejaron salir el aire que ni siquiera sabían que estaban reteniendo.

—Gracias -murmuró.

—Tu novia... -dijo- Al parecer puede enviarte mensajes desde la otra dimensión

—¿De qué hablas?

—Dejaste tu celular allá en las residencias, idiota -le da el celular que Leo y tú le regalaron- Te marcó un tal Leo, después de eso, llegaron varios mensajes de Camila, Raúl, ___, y muchos más de un grupo, la verdad no les entendí nada -rueda los ojos- Si no hubiera sido por mí, la cara redonda era capaz de tomar tu celular, desbloquearlo y borrar todos tus contactos, al igual que comenzar a borrar fotos y muchas otras cosas más -voltea a verlo.

—No me ha superado, ¿verdad? -revuelve su cabello.

—No -niega- Desde que te fuiste, comenzó a decir que eras suyo, que nadie podía hacer nada para separarlos, que te iba a conquistar nuevamente, que ella era tu única novia, y muchas más cosas -bufido.

—Tendré que aclarar demasiadas cosas con ella -suspiró- Voy a pasar a mi casa, y de ahí me regreso a la residencia -Bakugo asintió sin decir nada más.

Llegaron a la residencia, Bakugo saludó a Inko mientras Izuku comenzaba a recoger sus cosas. Le dijo a su madre que tenía que irse por algo urgente. Inko solamente le dijo que volviera a visitarla pronto. Después de eso, ambos comenzaron su camino hacia la residencia.

• • •

📍Heights Alliance 3-A
Cocina

Después de haber platicado con Uraraka, haberle dicho que ya no la amaba, y advertirle que si algo le sucedía a su esposa o hijas, ella iba a ser la principal responsable; le estaba ayudando a Bakugo a hacer la comida para los demás. Su celular comenzó a sonar, llamando la atención de todos.

Rápidamente, tomó su celular y revisó quien le estaba marcando. Se sorprendió demasiado al ver el nombre de Leo en la pantalla, rápidamente contestó y lo colocó en altavoz para seguir cocinando.

—¿Leo?

—¡Hijo de tu chingado padre! ¡¿Qué te dijimos de abandonar a ___?! ¡Eres hombre muerto, hijo de puta! ¡Malnacido! -comenzó a gritar enojado.

—¡Leo! -tu voz se escuchó de fondo.

—Dame el celular -la voz de su suegra lo alivió.

—Camila -nervioso.

—Izuku, no te preocupes, sabemos que debías de estar allá para derrotar a los villanos, te entendemos, no hay nada que temer, nosotros cuidaremos de ___ mientras tú no estés -un suspiro de alivio salió de los labios del peli verde.

—Muchas gracias, Camila, me sentía mal al dejarla y no estar con ella -sonríe- Muchas gracias por cuidarla

—No hay nada que agradecer, Izuku -su celular comenzó a sonar- Al parecer, ya te llegaron las fotos que tomamos el día de hoy -ríe- Es mejor que te dejemos, al parecer estás cocinando

—Sí, está bien, muchas gracias, Camila

—No, gracias a ti por hacer feliz a nuestra hija. Todos te mandamos saludos

—Salúdelos de mi parte

—¡Izuku, te amo! -tu grito se escuchó.

—¡Yo también te amo! -exclamó feliz.

—Bueno, ahora sí, adiós, suerte

—Muchas gracias, adiós -colgó la llamada.

Al colgar la llamada, notó la mirada de todos sus compañeros sobre él.

—¿Qué? -siguió cocinando.

—Nada -contestaron todos de inmediato.