—— THE AUNT DAHLIA ——

—Con esto deberíamos de ser capaces de seguir el rastro de Dahlia hasta la fuente de su poder.— Explicó Freya mientras terminaba de hacerle una serie de dibujos en el pecho a Jackson. —Pero tendré que hacer un esfuerzo extra, Rebekah ¿puedo canalizarte?— La pidió a su hermana, la cual asintió en señal de que iba a colaborar en todo lo posible para dar con aquella bruja.

—¿Estas seguro de que quieres hacerlo?— Le preguntó Hayley a Jackson preocupada por los resultados que aquello podría tener.

—Será pan comido.— La tranquilizó el hombre lobo, justamente cuando Freya y Rebekah se daban la mano y ambas comenzaban a recitar el hechizo, pero a mitad de él Rebekah se soltó, asustada.

—Rebekah, tenemos que seguir.— Dijo Freya sin comprender que era lo que había sucedido, pero el rostro de Rebekah reflejaba que algo había sucedido.

—¿Bex, que pasa?— Preguntó Astrid preocupada por lo que podía haber pasado.

—Tu.— Dijo Rebekah mirando a su hermana confundiendo a todos. —Tu eres la razón por la que Dahlia puede lanzar hechizos tan poderosos. Te está canalizando.— Garantizó sorprendiendo a todos, incluida a la propia Freya, con sus palabras.

—¿Has estado ayudándola todo este tiempo?— Preguntó Astrid sin creerse que Freya, en quien habían confiado ciegamente, les estuviera utilizando para ayudar a Dahlia. Aunque lo que más les enfurecia a Rebekah y a Astrid era tener que darle la razón a Klaus.

—No tenía ni idea.— Garantizó esperando que todos la creyeran, ya que en verdad era cierto. —Debe de haberme encontrado.— Añadió con miedo, comprendiendo lo que eso podía suponer. —Quiere poneros en mi contra.— Dijo Freya esperando que la creyeran, ella solo quería ayudar a su familia, quería protegerla.

—Aléjate de mi marido.— La advirtió Hayley mientras la miraba de forma amenazadora.

—Basta, Hayley.— La detuvo Astrid poniéndose entre ella y Freya, lo que menos les convenía era una pelea entre ellos.

—Freya, quiero creerse, de verdad. Pero tu misma lo has dicho, estas vinculada a Dahlia.— Explicó Rebekah mirando a su hermana mayor. —Lo siento, pero es mejor que te vayas, por favor.— La pidió haciendo que Freya mirase a todos para a continuación coger su cazadora y marchase.

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—¿Cómo que se ha ido?— Preguntó Elijah sin comprender lo que había pasado.

—Era un riesgo.— Garantizó Taylor sabiendo el riesgo que aquello podía suponer, ya no solo para ellos sino también para la niña.

—Es la única que conoce de cerca al enemigo al que nos enfrentamos.— Las recordó Elijah a las tres, viendo que parecía ser el único que comprendía la gravedad de lo ocurrido.

—¿Queréis dejarlo ya de una vez?— Preguntó Astrid mientras ella y Rebekah intercambiaban una mirada de aburrimiento, cansadas de los sermones del noble.

—Lo he hecho para proteger a Hope de alguien en quien no confiamos del todo.— Alegó Rebekah en ese momento esperando que su hermano fuera consciente del peligro que podía correr Hope.

—Correcto, no hemos hecho más que dudar de ella. Sin embargo, mantuvo su promesa y te salvo la vida. Pero no le hemos mostrado la misma generosidad.— Las recordó Elijah esperando que fueran conscientes de que Freya no había hecho nada para que dudarán de ella, al contrario, les había ayudado sin esperar nada a cambio. Ya que a fin de cuentas todos tenían el mismo enemigo común, y querían lo mismo, la muerte de Dahlia.

—¿Y qué demonios hacemos ahora?— Quiso saber Taylor sabiendo que debían de hacer algo, principalmente ahora que no tenían a Freya de su lado.

—Hay un club de Jazz en Allgirls llamado Saint James Infernari, Marcel lo ha comprado y Josephine lo está fortificando como refugio contra la magia.— Explicó en ese momento Leonidas.

—Que Hayley coja a la niña y se vayan.— Intervino Astrid en señal de que ella no iba a huir, iba a luchar. Y eso no parecía ser de agrado, ni para Elijah, ni para Rebekah ni mucho menos para sus hermanos. —Si Dahlia va a atacar necesitaremos usar toda la fuerza que tengamos, incluida mi magia. Será más fácil despistarla de esa forma.— Les explico haciéndoles ver que tenía razón, Dahlia no contaba con la magia de Astrid, y si la veía allí pensaría que Hope estaba cerca, aunque engañar a aquella bruja iba a ser mucho más difícil de lo que creían.

—Pues esperar conmigo.— Las pidió haciendo que todos le mirasen confundido al no comprender a quien debían de esperar, ¿debían de esperar el inminente ataque de Dahlia?

—¿Para que?— Preguntó Rebekah confundida, ya que si lo que tenían que hacer era esperar a Dahlia, aquello era algo inevitable. Debían de estar preparados para cualquier cosa que se les presentará.

—Si Freya vuelve estaremos aquí, confiemos en ella o no, no podemos ganar solos.— Explicó el noble teniendo la esperanza de que su hermana mayor regresara al complejo para poder ayudarles, porque estaba claro que iban a necesitar toda la ayuda posible para hacer frente a Dahlia.

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—Tengo que ver a Elijah.— Le dijo Freya a unos hombres lobo justamente cuando Astrid y Rebekah bajaban las escaleras.

—Dejarla entrar.— Ordenó Astrid haciendo que los hombres lobo se hicieran a un lado, para dejar pasar a la bruja.

—Me alegro de que estés aquí.— Sonrió Rebekah a su hermana, viendo que está sí estaba de su parte.

—Freya.— La llamo Elijah, haciendo que la bruja se diera cuenta de que había llegado el momento de decirles lo que sucedía, o lo que iba a suceder.

—La he visto, Dahlia pretende actuar esta noche. Klaus y padre serán sus próximas víctimas.— Les advirtió, haciendo que los tres se mirasen sabiendo que debían de actuar de forma inmediata.

—¿Y has vuelto para advertir a los mismos que te exiliaron?— Preguntó Elijah sorprendido de que Freya hubiera regresado para advertirles del inminente peligro.

—Entiendo la desconfianza de Klaus y también la vuestra, pero no he venido hasta aquí para ver morir a mi familia a manos del demonio del que llevo tanto tiempo intentando escapar.— Les informó mostrando que lo único que quería, no sólo era recuperar a su familia sino también quería deshacerse de aquella arpía que había hecho de su vida un infierno. —Os lo ruego, ayudarme a salvarlos.— Les pidió haciendo que los tres Originales se mirasen, dándose cuenta de que tenían que intervenir.

—Dime que necesitas.— La pidió Elijah, haciéndola ver a su hermana que no la iba a hacer frente ella sola. Ya no lo estaba.

—Dahlia les llevará hasta una trampa, prefiere los rincones oscuros. Elegirá cualquier lugar que esté relacionado con la muerte.— Les explico sin saber cual podía ser aquel lugar que la bruja había decidido para deshacerse de dos de sus principales enemigos.

—Bienvenida a Nueva Orleans.— Comentó Rebekah en señal que toda la ciudad podía incluirse en la descripción de su hermana.

—No, me refiero a un poder oscuro surgido de una masacre. Tierra sagrada manchada con la sangre de inocentes.— Explicó esperando que alguno pudiera deducir cual había sido el sitio elegido para la bruja para hacer una matanza.

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—Ya basta.— Intervino Freya haciendo que Dahlia dejara de atacar a Mikael, ya que a Klaus le había derrotado en cuestión de segundos.

—Mi Freya.— Sonrió Dahlia al ver aparecer a su sobrina, la cual mostraba que estaba dispuesta a ayudar a su familia. —¿No te das cuenta de que está, a la que llamas tu familia, solo te está utilizando por tu poder?— Preguntó esperando poder manipular a su sobrina con facilidad pero las cosas no eran tal y como la bruja las había orquestado.

—No, tu eres la única que me utilizo. Durante mil años, pero se acabó.— Garantizó la rubia mostrando su intención de atacarla, pero antes de que lo hiciera Dahlia la atacó.

—¡No!— Gritó Mikael mientras la clavaba un trozo de madera en el abdomen. —Aléjate para siempre de mi hija.— La amenazó justamente cuando Elijah y Leonidas ayudaban a Klaus, mientras Astrid se quedaba escondida haciendo el hechizo de amarre.

—¿No sabéis que soy demasiado poderosa para morir?— Les pregunto Dahlia esperando que no la respondieran, ya que el único gesto que hicieron fue por parte de Klaus, el cual cogió el cuchillo y se abalanzó sobre ella con el objetivo de matarla, pero antes de que la atacará, Dahlia desapareció.

—¿Dónde demonios esta mi hermana?— Murmuró Leonidas al ver que Astrid no había aparecido aún.

—Todos tenemos habilidades.— Les informó apareciendo detrás de ellos. —Habéis venido juntos con la esperanza de explotar la mia, pero al hacerlo habéis perdido lo único que podríais haber usado contra mi.— Explicó mientras mostraba entre sus manos el objeto. —El arma que creasteis ya no sirve para mi.— Añadió mientras la quemaba.

—¡No!— Gritó Freya al ver que no tenían ventaja alguna sobre Dahlia, por lo que estaban condenados.

—Ahora que nos hemos desecho de esa baratija, podríamos centrarnos en el tema en cuestión. Al fin y al cabo solo busco lo que es mío, nada más.— Les informó mientras Leonidas distinguía la figura de su hermana, la cual le hizo un gesto para que guardará silencio, ella tenía su propio plan y teniendo en cuenta lo impulsivos que Klaus y Mikael eran, era mejor llevarlo acabo de otra forma. —Darme a la niña y todos viviréis, negadmela y bueno, ya conocéis mi poder. Y dudo mucho que queráis más.— Les informó justamente antes de desaparecer.

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—¿Qué demonios hago aquí?— Preguntó Dahlia al ver que estaba se nuevo en la iglesia, aunque en esta ocasión no había nadie, a excepción de una mujer, Astrid, que estaba sentada en las escaleras recordando a la perfección que aquel fue el lugar en el que nació Hope, donde su hermana como mortal murió, y donde ella renacio.

—Verás, cuando te estabas enfrentando a todos comprendi que era la oportunidad perfecta para amarrarte a este lugar. No puedes salir de él, y si lo haces vuelves como si fueras un imán.— La explicó mientras se ponía de pies y caminaba por el pasillo con tranquilidad, mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa de victoria, ya que aquello les haría ganar tiempo a todos.

—¿Acaso quieres morir, niña?— Preguntó Dahlia sin comprender porque aquella chica la estaba plantando cara, cuando ella era la bruja más poderosa que existía.

—Créeme, deje de ser una niña hace muchos siglos.— La aseguro mientras se cruzaba de brazos y ponía los ojos en blanco. —Lo que me gustaría saber es que voy a hacer contigo.— Comentó mientras ponía una mueca de duda, ya que sabía que no tenía el poder ni la forma para matarla, pero sí para hacerla muchísimo daño.

—¿Crees que puedes hacerme algo? Que ilusa eres, aunque te me haces familiar, ¿nos hemos visto antes?— Quiso saber Dahlia, ya que había algo en aquella chica, ya no solo en su físico, sino en su forma de actuar que la recordaba a alguien que conoció tiempo atrás.

—Tal vez recuerdes mejor a mi madre, Carina.— Sugirió Astrid haciendo que Dahlia se diera cuenta de que aquello era todo por venganza. —La mataste con una maldición de muerte.— La recordó mientras la miraba con odio.

—Así que tu eres una de sus vástagos.— Asumió mientras soltaba un suspiró de alivio creyendo que Astrid sería tan fácil de vencer que lo había sido su madre, pero esta vez la situación era muy diferente, Astrid distaba mucho se parecerse a su madre.

—Sí, una híbrida entre vampiro y hombre lobo con la magia de la criatura que creó el hechizo para hacer vampiros.— Explicó haciendo que Dahlia cambiará su rostro al comprender de donde provenía el poder de Astrid, y podía considerarse que aquella fuente era inagotable, ya que a Adelaide estaban consagrados los restos de cientos de brujos que como ellos habían creído en la leyenda del ciervo blanco, por lo que Astrid no tenía el control del poder de una única bruja, sino el de cientos. —Vaya, parece ser que la Malvada bruja del Oeste se le ha quitado la sonrisa.— Se burló al ver la expresión de la mujer.

—Saldré de aquí, y te haré pagar, bien lo sabes.— La advirtió Dahlia esperando que fuera consciente de lo que estaba haciendo, porque aquello, para Astrid, era una sentencia de muerte.

★★★

Se que la actualización de hoy llega un poco tarde, pero a partir de hoy las horas de actualización pasarán a ser como muy pronto las 10 de la noche en horario de España, solamente las de entre semana.

Aclarado ese punto vayamos al capítulo porque os puedo garantizar que tiene muchas cositas.

Lo primero la escena del principio, a ver estaba claro que Dahlia estaba canalizando a Freya, a fin de cuentas explica lo de la magia conectiva así que eso estaba claro, aunque si nos paramos a pensarlo, podría ser recíproco puesto que Dahlia también se sometió a esa magia.

Por otro lado que la echaran de esa manera me pareció muy injusto, puesto que Freya no era responsable de ello. Y mejor no hablemos de la forma de Hayley de responder, yo sé que sabéis que no me cae muy bien, pero creo que en este caso esta justificado el porqué no me cae bien.

El hecho de que regrese Freya para advertir a sus hermanos, creo que muestra que esta de su lado, y me pareció precioso que fuera a pedirles ayuda. A fin de cuentas Mikael era el único padre que no la abandono, y aunque Mikael para el resto era un monstruo, ella no conoció ese lado de él, y eso es algo que me encantó. Porque la relación Freya-Mikael, me recuerda muchísimo a Hope-Klaus.

Ya cara a las dos escenas finales.

El hecho de que enfrenten a Dahlia es como, genial tenéis el poder, pero no la fuerza, y en esa escena en la que ella doblega a las dos criaturas más poderosas de la serie hace ver que es una bruja muy poderosa.

Y hablando de brujas poderosas, yo se que estaréis gritando a Astrid por lo que hizo, pero en ese momento hay dos Astrid que lucha. Por un lado su papel como hija que quiere vengar a su madre, y por otro el de una madre que quiere proteger a su hija, así que espero que todos entendáis esa reacción de su parte. Además de que quería y necesitaba hacer una escena para mostraros como de poderosa es ella, porque creo que es algo que no he dejado ver mucho y se que a todos nos gusta verlo.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️