CAPÍTULO 67: MEMORIES OF A TIME THAT HAS PASSED
—— MEMORIES OF A TIME THAT HAS PASSED ——
—Por favor, sentaros.— Dijo Mary una vez que Hayley y Jackson subieron las escaleras, cada uno por un lado, de la sala de baile, para llegar hasta el descansillo donde la mujer se encontraba. —Nos reunimos hoy aquí como una comunidad en busca de paz, inspirados por la unión de esta pareja ante vosotros.— Prosiguió la mujer mientras Astrid se ponía al lado de Klaus y de Taylor, haciendo que Hayley mirase en su dirección dedicando una sonrisa a las dos hermanas. —Hubo un tiempo en el que los hombres lobo no nos considerábamos maldecidos, sino bendecidos por la conexión interior de nuestro lobo más puro.— Explicó mientras todos los invitados la prestaban atención, principalmente porque estaba apunto de suceder algo que no había llegado a ocurrir en siglos. —Y está noche, honramos esa bendición con la esperada unificación de los dos linajes media luna. Y de este modo elegimos aceptar la naturaleza vampirica de Hayley.— Añadió mientras Taylor y Astrid intercambiaban una mirada al ser conscientes de lo que eso significaba, ya no solo para los hombres lobo sino también para los vampiros y para las brujas, porque eso, de alguna forma, las hacía hacerse un hueco como una de las facciones más fuertes de la ciudad, algo que todos los licantropos que estaban allí querían. —Con esta unión Hayley compartirá sus dones únicos con su manada.— Mary entrelazo las manos de ambos con una cinta en la que había hojas y musgo pegados, por su parte, Klaus agarró la mano de Astrid, la cual estaba en la barandilla, haciendo que la chica le mirase para después sonreírle. —Y ahora vuestros votos.— Les indicó mirando a los novios.
—Prometo honrarte y defenderte a ti y a los tuyos de cualquier amenaza.— Empezó a decir Jackson, haciendo que las tres híbridas supiera a que estaba haciendo referencia.
—Compartir bendiciones y cargas, ser tu defensora, tu protectora.— Prosiguió Hayley con el discurso, en el que cada uno de los dos iba diciendo una parte.
—Ser tu consuelo, ser tu refugio y durante toda nuestra vida.— Añadió Jackson sabiendo que sólo había una forma de que eso pudiera ser así, y era o él se volvía híbrido o si Hayley tomaba la cura y parecía que ninguno de los dos estaba dispuesto a tomar alguna de esas decisiones.
—Ser tu familia.— Dijo Hayley finalizando los votos.
—Ser tu familia.— Repitió el hombre lobo.
—Los dos habéis superado todos los rituales y pruebas tradicionales de los hombres lobo. Ya sólo falta una cosa, Jackson ya puedes besar a la novia.— Anunció Mary haciendo que ambos se besaran, para instantes después los ojos de todos los hombres lobo que estaban en la manada se volvieran de color amarillo, simbolizando que el ritual se había completado con éxito
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Mystic Falls, 1001 d.C.
En aquellos momentos nadie más podría estar más nervioso que Klaus, o eso era lo que quienes mejor le conocían pensaban. Pero la realidad distaba de ser así, y es que Astrid estaba igual o más nerviosa que él. El día que ambos habían esperado finalmente había llegado, y aunque era un día feliz, para ella la felicidad se fusionada con la melancolía y la nostalgia, principalmente porque dos de las personas más importantes de su vida no estarían allí. Aún así se sentía dichosa, porque junto a ella tenia a sus hermanos, y aunque Ragnar y Carina no estuvieran allí de forma física, sabía o por lo menos esperaba que estuvieran de forma espiritual. A fin de cuentas su madre siempre les había dicho que la muerte sólo les separaba de forma física, así que esperaba que estuvieran allí y que compartieran su felicidad con ella.
Klaus por su parte esperaba pacientemente a que Astrid llegara, sabía que aquel día iba a ser algo difícil, la conocía demasiado bien como para saber que aquello de alguna forma la dolía, lo entendía. Pero también sabía que debía de hacer todo lo posible para que se olvidará de ello, que dejara a un lado aquel dolor que de alguna forma seguía arrastrando tras tantos años. Él no quería que ella sufriera más, no podía verla sufrir porque una parte de él también lo hacía.
Sobre el horizonte comenzó a asomarse una pequeña figura, aquella que todos los presentes en aquella pequeña celebración esperaban con tantas ansias. En cuanto la embarcación llegó frente al improvisado altar todos los invitados comenzaron a aclamar y a realizar vitores con el nombre de ña bruja.
El novio, por el contrario, se limitó a sonreir con la mayor euforia posible y a acercarse a la barquita para tomar a la muchacha en volandas y sacarla del río.
Astrid reía encantada por la felicidad que irradiaban sus amigos, mas lo que de verdad desataba todo su júbilo fue ver la sonrisa sincera formada en los labios de su prometido.
Klaus se encargó de llevar a Astrid hasta el lugar donde Ayanna se encargaria de unirlos esperaba pacientemente con una hermosa sonrisa en su rostro. Sabiendo que aquel día era muy especial para todo, pero también sabiendo que aquel día era especial para dos personas en especial, y aunque pudiera pensarse que serían Klaus y Astrid, esas personas eran Esther y Carina, finalmente lo que ambas siempre habían perseguido tendría lugar. Aunque Ayanna sabía, y podía verlo en la mirada de la novia, que la felicidad que desprendia ocultaba un poco de dolor al saber que no estaban allí sus padres, en su lugar sólo estaban sus hermanos, los cuales parecían compartir la felicidad de su hermana, en especial Eliana la cual siempre la encantaba ser participe de ceremonias como aquella.
En esta caso fue el turno de Leonidas de llevarle a Ayanna una espada de acero la cual tomó con suavidad entre sus manos, mientras que Astrid reconocía la espada al ser la de su padre, aquella arma que ella siempre había adorado y que siempre había cuidado como si fuera su bien mas preciado. Tras tener aquel arma aferrada con sus manos se giró hacia Astrid, que miraba con adoración a Klaus.
La mujer sonrió encantada ante aquella escena, puesto que era consciente de todo el amor que se tenían, y sabia que la realidad de todos cambiaría, en especial la de Astrid, ya que sabía que la deparaba un gran futuro como bruja, mayor que el de su madre, a pesar de haber dejado en un segundo lado la magia. Ayanna era plenamente consciente de que se amaban, a pesar de ser tan diferentes lo hacían, y por ello supo que hacía bien en unirlos, puesto que, a pesar de las dificultades, un sentimiento tan fuerte como el que expresaban ellos con solo una mirada era difícil de borrar, incluso de los corazones más fríos y de las cabezas más testarudas.
—Astrid, acepta esta espada para tu futuro hijo.— Anuncio mientras la rubia cogía el arma entre sus manos sabiendo que tras aquel día su vida jamás volvería a ser como antes. Lo que ni ella ni Klaus ni sus respectivas familias sabían es que meses más tarde aquel fuera uno de los últimos momentos que vivirían como humanos. —Y ahora debes presentar la nueva espada al novio.— La indicó, a pesar de que la bruja siempre había sabido manejar un arma, principalmente por las clases que había recibido de su progenitor, en esta ocasión dejo ver que todo cuanto había aprendido se había ido por la borda, pues el nerviosismo se había apoderado de ella. —La espada transfiere el poder y la protección de la novia, del padre al novio.— Le recordó mientras esta vez era Klaus el que cogía el arma la cual era la espada de Mikael, mientras miraba de reojo a Elijah, como si de alguna forma necesitará la aprobación de su hermano mayor, y al ver la expresión del rubio, Elijah sonrió en señal de que estaba haciendo lo correcto. Él estaba un paso más cerca de alejarse de la tiranía de Mikael, el cual a pesar de no estar del todo de acuerdo con aquel enlace había decidido poner la mejor se sus caras, principalmente porque gracias a Esther había comprendido que dejar que ambos se casaran les podría beneficiar cara al futuro. —Niklaus, ¿juras ante todos que quieres desposar a esta mujer?— El aludido se quedó en silencio por unos escasos segundos, mientras su mirada se enfocaba en la mirada de la chica, observando aquella mirada que siempre había ocultado todos y cada uno de sus sentimientos, pero también le hizo recordar que solo él conocía su lado vulnerable, un lado que había compartido con él gracias a todos los años que habían sido amigos y compañeros de travesuras. Aquel tiempo donde solo eran amigos ajenos al sentimiento que crecía en sus corazones y que sin saberlo les iba a unir para siempre. Y fue en ese momento, en esos segundos, cuando los recuerdos abrumaron su mente haciéndole recordad el motivo por el que la amaba, el motivo por el que quería hacerla feliz todos los días que compartirían. Quería hacerla ver que jamás se arrepentiría de aquella decisión, de aquel día.
—Lo juro... Ante todos.— Respondió con tranquilidad mientras mostraba una pequeña sonrisa, como si aquellas palabras hubieran significado más de lo que cualquiera podría llegar a imaginar, y en verdad lo era, porque aquel era un momento demasiado importante.
—Astrid.— Ayanna y todos los presentes depositaron su atención en la chica, la cual la miró intentando ocultar aquella sensación de nerviosismo que recorría cada hueso de su cuerpo. Ella jamás había querido ser el centro de atención, nunca quería que las miradas se posaran en ella, pero aquel era su día, ella era la protagonista, y estaba claro que el querer no tener miradas sobre ella era algo imposible. —¿Juras ante todos que quieres desposar a este hombre?— En esta ocasión fue el turno de Astrid, y aunque la respuesta estaba clara, una parte de ella no podía pronunciar aquellas palabras. A su mente viajaban todos los sueños que ella y Tyrion habían planeado, y pensar que quedarían en el olvido y sustituidos por otros la hacía sentir extraña. Por supuesto ella amaba a Klaus, le quería más que a nadie en el mundo, pero una parte de ella sentía que estaba traicionando a su primer amor. ¿Aquello era posible? ¿Era posible sentir que engañaba a alguien que ya no estaba? A pesar del dolor, sabía que no podía quedarse estancada en el pasado, aquel era su presente, Klaus era su futuro, y ambos iban a formar una familia, aquello era lo único que debía de importarla, no lo que pudiera sentir el espíritu de una persona que la había ocasionando uno de los dolores más grandes de su vida.
—Sí, lo juro.— Dijo finalmente con seguridad en sus palabras, sabiendo que aquella era la decisión correcta, Klaus era el hombre correcto, era a quien siempre había amado, había sido su mejor amigo y ahora era su marido, ahora podrían cumplir todos aquellos sueños y promesas que se llevaban haciendo y contando desde que ambos eran pequeños y jugaban juntos.
Acto seguido, ambos cruzaron las espadas en señal de que las dos familias habían quedado emparentadas con el consentimiento de las dos cabezas de familia.
—Entonces yo os declaro marido y mujer.— Anuncio Ayanna con una amplia sonrisa, mostrando que aquel enlace era uno de los que más había deseado realizar, y ser ella quien les casara era un honor y un privilegio que no olvidaría, así como un homenaje a la memoria de la mujer que había sido su amiga y la había enseñado más de la magia.
Tras la proclamación de Ayanna de que ambos finalmente estaban casados, Rebekah y Eliana entraron en escena para coger las armas de sus respectivos hermanos, los cuales las miraron con una gran sonrisa. Después de que ambas cogieran las espadas, ambos se acercaron y finalmente sellaron el compromiso con un tierno beso justamente cuando todos los presentes empezaban a vitorear sus nombres y a bendecir el compromiso.
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—¿Qué te pasa?— Preguntó Taylor a Astrid.
—Dios, Taylor, que susto me has dado.— Murmuró su hermana mientras se daba la vuelta, mostrando que tenía a Hope en brazos, la cual estaba jugando con el collar que su madre llevaba.
—Y eso que también eres vampiro. Leo me ha dicho que le ocultas algo, y asumiendo que no se lo quieres decir para protegerlo, creo que es recomendable que me lo digas a mi.— Asumió, haciendo que la hibrida la hiciera un gesto para que cerrará la puerta, mensaje que su hermana entendió y obedeció, para después sentarse a su lado en la cama.
—Tuve otro encuentro con el ciervo blanco.— La reveló mientras mantenía sobre sus rodillas a su hija, la cual no dejaba de moverse, de jugar y de mirar a todas partes con atención.
—Eso es bueno, ¿no?— Alegó Taylor sin comprender porque no se lo había dicho a Leonidas, cuando todos sabían lo importante que era aquella criatura para ambos.
—Era Adelaide la hermana de Silas, he venerado a la mujer que casi toma el control de mi cuerpo y ahora todo mi poder viene de ella, solamente porque quiere morir.— Explicó Astrid sin saber como sentirse respeto a ello, porque aunque era algo honorable que la hubiera elegido, una parte de ella no quería saber que después moriría y menos aún que la estaba usando.
—¿Y te frustra eso?— Preguntó Taylor sin comprenderlo, ya que si Adelaide moría no existía posibilidad alguna de que intentarán hacer que ella la volviera a poseer.
—Me frustra ser usada de esta manera y de que sepa de Hope.— Admitió mientras miraba a su hija y la miraba con algo de miedo, mostrando que pasaba algo más. Cuando la ocurría algo, Astrid era un libro abierto, pero no con todos se abria a la hora de explicar lo que la pasaba.
—¿Y qué más pasa?— Preguntó mostrando que sabía que la ocurría algo más.
—Vuelvo a tener incontrolables deseos de hacer magia negra, igual a cuando Tyrion murió.— Suspiró sabiendo que ese deseo iría en aumento y la daba miedo lo que podría terminar pasando.
—Tal vez Davina o Kol puedan ayudarte.— Sugirió Taylor mientras se ponía de pies y se acercaba al ventanal.
—No, nadie puede saberlo. Ya hice frente a la magia negra renegando de la magia, volveré a hacerlo.— La tranquilizó sabiendo que en aquel momento tal vez no podía renegar de ella por el peligro que su hija corría, pero en cuanto todo terminara lo haría. Volvería a olvidarse de que era una bruja y de que por sus venas corría la magia.
—Astrid no puedes volver a hacer eso, tu hija necesita que su madre tenga todas sus fuerzas.— Alegó Taylor dándose la vuelta y esperando que su hermana comprendiera lo que suponía rechazarlo.
—Esas fuerzas la pueden hacer daño, a ella y a todos.— Respondió con obviedad.
—¿Cómo estás tan segura de ello?— Preguntó Taylor sin comprender como es qué su hermana podía estar tan segura de que haría daño a alguien.
—Por que se lo que es hacer daño a alguien con magia de forma inconsciente.— Respondió con obviedad, desvelando que ya le había hecho daño a alguien cuando era humana.
★★★
Después de un parón de dos meses, Enchanted ha regresado para afrontar la última parte de la historia (esta es la 70 de 88)
Creo que la espera ha merecido la pena, o por lo menos así lo espero.
Este capítulo para mi era muy especial y muy importante, principalmente por la escena de la boda de Klaus y Astrid, y aunque me encantaría darme los créditos de la escena, no puedo. La escena, bueno la idea, la ha hecho una amiga que me hizo el favor de sacar la idea de vídeos de series vikingas donde hay bodas. De ahí todo.
Pero creo que es algo perfecto para los dos, algo que indecisión, temor, promesas y referencias. A fin de cuentas este podría decirse que es el inicio de la historia de Klaus y Astrid, y creo que ha sido perfecta. Sobretodo porque todos movíamos por saber como fue esa boda.
Como dato os diré que he corregido la escena escuchando el álbum de Speak Now T.V, así que podréis imaginar como estate. Jajaja.
Dejando a un lado el plato fuerte, quiero hacer mención a la escena de la boda de Hayley. Sin duda cuando la vi, esperaba que en modo dramático, modo la canción Speak Now del álbum saliera Elijah diciendo que él se impone a la boda. Vamos llega a pasar y colapso. Y aunque haya querido hacerlo..., el drama está en otras situaciones.
Con respecto la escena final, entre Taylor y Astrid..., bueno solamente quiero decir que amo el que se abra con ella. Que sea como la persona en la que más confía. Amo el personaje de Taylor, creo que de los secundarios que he creado es mi favorito y eso que ese puesto le tenía Alexander de The Sun, The Moon y The Truth, pero parece que alguien le ha superado. ¿Os gusta Taylor?
Dicho esto, solo puedo deciros que las actualizaciones semanales de Enchanted y de Ignis han regresado, y estoy deseando poder afrontar estos últimos capítulos. Sobretodo con Enchanted. Me muero por llegar Forever and Always.
Espero que durante mi ausencia las visitas y los votos no hayan bajado, me sentiría fatal por aquellas personas que me han leído y han pensado que había abandonado la historia.
¿Qué os ha parecido la escena de la boda?
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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