La tarde era preciosa, las aves cantaban y él día estaba cálido gracias a la temporada de primavera. Él viento desordenó sus largos y dorados rizos, haciéndola lucir un look desordenado que la hacia lucir hermosa, mientras más se acercaba a la tumba que se encontraba a unos pasos de distancia.

Hoy se cumplían cuatro años desde aquél triste, horroroso y doloroso día. Rosé dejó un ramo de rosas frente a la lápida y sonrió levemente, aunque sus oscuros ojos reflejaban lo contrario.

-Hola, de nuevo... Hoy se cumple un año más desdé que te has marchado. Sinceramente me hubiera encantado poder permanecer un tiempo más a tu lado, intentar arreglar nuestras diferencias, y que pudieras ver crecer a Young Min, pese a lo sucedido... Ése día.

Ahí recordó los últimos momentos a su lado, tanto felices como tristes. Su último deseó, palabras y aliento.

-Terminé mi carrera universitaria como tanto querías y me insistías cada día. Fui de las primeras calificaciones y ahora soy CEO de una cadena de hoteles. Espero que me miréis, cuidéis y sintáis orgullos-...

-¡Mamá! .-la voz de su pequeña hija la obligó a volverse, para darse cuenta de que venia a pasos apresurados aproximándose a ella.
La joven inmediatamente la esperó con los brazos abiertos, y la menor la rodeó con sus pequeños y regordetes brazos regalándole una de sus mejores y hermosas sonrisas.

-¿Cariño, cómo has llegado hasta aquí? .-cuestionó con curiosidad.

-No lo ha hecho sola.-una voz masculina llegó a sus oídos, la cual le provocó que su piel se erizara y lentamente fue alzando su mirada, para encontrarse con los ojos color avellana del dueño de su corazón.

-Jimin-ah...

-Tardé un poco, ¿verdad? .-se rascó la nuca avergonzado. La ahora mujer se acercó a él y le acarició él rostro, pómulos, cuello y quijada.-¿Me miró horrible, no?

-Para nada, luces perfecto.-Jimin le quitó una rebelde lágrima de felicidad, para luego estrecharla entre sus fuertes y musculosos brazos gracias al servicio militar.-No volváis a dejadme con dos niños, Park Jimin. Te extrañé demasiado, mí amor.

-Yo también, preciosa, no sabéis cuanto. Me volvía loco sin poder estar contigo, con nuestra hija y ver él crecimiento de nuestro hijo.-le besó la frente y después inhaló su exquisito perfume, él cual lo volvía loco.-Sabía que estarías aquí.

-Me conocéis tan bien, cariño.

-Lo sé.-desvío su mirada y llamó a la pequeña de castaños cabellos, ella corrió hasta ellos, no sin antes despedirse de su abuela.-Es hora de volver a casa, señora Park.

-... Sí.

Young Min movía su mano con la de ellos juguetona mente, mientras le narraba a su querido padre los acontecimientos y aventuras de ambos menores del hogar. Antes de que Jimin hiciera el servició militar y fuese liberado de prisión, realizó un negocio junto a Yoongi, quién le dio un puesto en él bufete, donde Min era dueño una agencia de Abogados.
En pocas palabras, Park Jimin era abogado, y unos de los segundos mejores y más pedidos al realizar un casó.

Rosé detuvo él paso quedándose unos cuantos atrás. Jimin se dio cuenta y la imitó unos más adelante junto a la niña.
Ella alzó la mirada hacía él cielo y sonrió con nostalgia.

Te perdonó, mamá.

-Rosie, Jihoon nos espera en casa.-le llamó su marido trayéndola a la realidad.

-Sí.

Regresó junto a su pequeña familia, y lentamente fueron retirándose del lugar perdiéndose de vista entre las zonas verdes del cementerio, para ir de regresó al fin a su hogar.

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Cuatro años atrás...

-De qué sirve lastimarnos. Yo ya renuncié hacía Jimin, aunque lo siga amando sé que tú también lo quieres.-le decía con voz suplicante.-Dejarnos ir, por favor.

-¡Jamás! .-exclamó colocándose en posición de disparó.-Y si no es mío, no será de nadie.-disparó al momento de ser botada al suelo y con un pesó extra sobre él suyo.

Jimin le intentaba quitarle él arma, mientras forcejeaba.

-¡Dije que las dejarás en paz! .-gruñó asustándola.-Ahora serás tú quien se pudrirá en la cárcel, por intentó de asesinato. La policía está afuera, entregarte y dejarnos tranquilos.

-... Lo haré.-dijo resignada. Él rubio se quitó de encima de ella, y lentamente fue incorporándose para después acercarse a su pequeña familia.

-Ya podemos irnos.-Rosé lo abrazó aún con su hija en brazos dejándolo que la mirará sonriente.-Hola preciosa. Soy tu padre.-la bebé abrió su pequeña boquita sonriendole abiertamente.-Eres hermosa, Young Min, mi hija.

Chaeyoung miró por encima del hombro de Jimin, viendo como su madre se incorporaba y le apuntaba con él arma hacia la cabeza del rubio.

Todo había sucedido tan rápido, que lo único que alcanzó a escuchar fueron los disparos, un grito desgarrador y la voz de Jimin llamándola desesperadamente.

-¡¡Rosé, abre tus malditos ojos mujer!!

Hombres uniformados y con armas entraron al sitio rodeando al mayor junto a la bebé.

-Jimin, entregarme a la niña.-le ordenó Yoongi suavemente.

-No.-negó abrazando a sus dos seres más preciados.-No la soltaré.

-Tienes que hacerlo, estás perdiendo sangre. Vamos, los llevaremos a un hospital, necesitó que cooperes.

-Rosé... .-el mayor de él sostuvo a la pequeña entre sus brazos mientras veía como Jimin era llevado en una camilla hasta la ambulancia de afuera junto a Rosé, quien había recibido un disparó en su brazo derecho y estómago.

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Una semana después...

-¿Cómo te sientes?

-Cansado, odio estar esposado a la camilla. Cada vez que tengo que orinar, un policía debe de acompañarme.

-Respectó al casó... .-comenzó a hablar Min.-Siendo tu abogado, yo...

-¿No me dejarás soló, verdad?

-Te han bajado la condena.-Jimin abrió sus ojos sorprendió por la noticia y no pudo evitar que lágrimas se acumularán en ellos.

-¿C-cuánto... ?

-Un año.

-Un año.-sonrió complacido.

-Roseanne cumpliendo sus veinte años podrá visitarte. Mientras, yo me encargaré de informarte de ella y...

Él menor no lo dejó terminar. Lo jaló con su brazo libre y lo abrazó fuertemente pesé a que sus Doctores le habían indicado que no hiciera movimientos bruscos.
Yoongi le correspondió y le desordenó los dorados cabellos.

-Gracias hyung, eres él mejor amigo que puedo tener.

-Jimin-ah, quiero ser él padrino de Young Min.

-Pero Taehyung...

-Siempre podrán tener más hijos, estoy seguro que ustedes formarán un equipó de baloncesto así como van.

-Idiota pervertido.

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Yoongi y Jennie sorprendieron a todos sobre sus planes de irse a vivir juntos.

Jin le había pedido matrimonio a Jisoo, y se casarían en primavera.

Lisa tenia siete meses de embarazo, y la sorpresa cayó en todos cuando en él Baby Shower anunciaron que serían trillizos.

Él tiempo había pasado tan rápido, que en un pestañeo ya se encontraba fuera del reclusorio.
Fue recibido con los brazos abiertos, nombrado como un héroe y además, bromas por parte de sus hyung. Eso jamás pasaría percibida mente.

El día de su boda, él era quién más se encontraba nervioso. Habían pasado unos cuantos meses desde que había sido liberado, Rosé lloró de alegría cuando se lo pidió y le prometió que jamás se iría de su lado y la seguiría amando pese a la distancia.

-¿Roseanne, aceptáis a Park Jimin como tu esposo?

-Lo aceptó totalmente.

-¿Jimin, aceptáis a Park Chaeyoung como tu esposa?

-Sí, sin duda alguna.

-Puedes besar a la novia.

Cuando se separaron, sonrieron mutuamente, sus ojos brillaban y en ambos rostros habian un leve color rubí en sus mejillas. Rosé tomó la iniciativa, acunándole él cuello acercando nuevamente sus labios con los del contrario.

Te amo, mi amor. Y te amaré por toda la eternidad.

Juntos por siempre y para siempre, mí Rosa hermosa.

¡Fin!

“ Amar a alguien es una cosa. Que alguien te ame es otra. Pero que te ame la misma persona que amas, lo es todo ”

« Paulo Coelho »

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Momo 🍑💞