𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 7: 𝐌𝐈𝐍𝐇𝐘𝐔𝐊

Jimin observaba a su alrededor, no había imaginado que hubieran tantas personas en este lado del mundo, y que todas ellas aceptaran estar bajo el reinado de un Rey como el que tenían.

—Lleve nuestras mejores telas, finas para todo y toda omega, muchos colores diferentes gustos.

—Tenemos frutas dulces y frescas, lo mejor del exterior.

Jimin miraba los puestos de venta que habían, la mayoría parecían ser cosas traidas de afuera del reino,  había escuchado de la existencia de un puerto que los conectaba "maritimamente" como decía Jinsoo, con las otras tierras, él podría viajar por mar, si tan solo supiera como le llaman al lugar de donde viene.

Su aldea no queda tampoco cerca de la costa, su tío solía hacer un viaje de dos días, hasta llegar a ellas, él nunca le acompañó, si tan solo supiera el nombre de ese puerto.

—¡Eh! niño, tú mocoso. ¡Ladrón! ¡ESE NIÑO SE HA ROBADO MI FRUTA! ¡GUARDIAS!

Jimin miró hacia donde venían los gritos, un niño de no más de ocho años iba corriendo hacia él con una bolsa, de seguro era de frutas como decía el señor, el niño pasó por el lado de Jimin empujándolo.

—¡Vamos que no se escape! ¡ya verá ese pequeño ladrón!

Los guardias corrieron detrás del niño y Jimin sintió una opresión en su corazón, no sabía que pasaría con él pequeño, no sabía cómo juzgaban a las personas en este lugar. Sin pensarlo dos veces Jimin salió tras el pequeño, lo mejor no sería correr entre la gente, por eso cuando vi la oportunidad subió a los tejados de las casas, solo unas personas le notaron. algunos salieron de sus casas a ver porque sus techos sonaban y por qué había tanto alboroto en las calles.

Jimin tenía miedo de perder de vista al niño, el sudor corría por su rostro y el aire le estaba faltando, por alguna razón su cuerpo no estaba funcionando como de costumbre, pero eso no le impediría llegar al niño.

El pequeño había logrado tomar ventaja y se metió a un callejón, los guardias siguieron derecho, Jimin se detuvo en el tejado y miró hacia abajo el niño estaba escondido detrás de unas cajas de madera, se quedó unos minutos quieto hasta que asomó su cabeza para ver que los guardias no estuvieran cerca, Jimin hizo lo mismo, pero los guardias ya se habían perdido.

—Al fin a salvo — dijo el pequeño.

—No lo creo.

Jimin saltó del techo y cayó sobre sus pies, el niño se volvió a esconder.

—Lo siento, no me haga nada por favor — el niño comenzó a llorar tapando su rostro y Jimin dio vuelta los ojos, conocía muy bien a los niños y reconocía un llanto falso.

—Deja de llorar conmigo no funcionará eso

El niño miró a Jimin y se puso serio.

—Entonces toma esto — el niño salió de su escondite y se dispuso a golpear a Jimin, pero el zorro era más rápido y enseguida tomó al niño por su *polera — . Suéltame, suéltame me duele.

Jimin lo soltó y lo dejó caer con cuidado.

—¿Por qué robaste esa fruta? — Jimin se agachó al nivel del niño — ¿No te enseñaron tus padres que robar es malo?

—Pues no me enseñaron, no tengo padres, señor raro.

—¿Robaste para comer? — preguntó Jimin ignorando el "Señor raro".

—Eso no te lo puedo decir — el niño apretó sus labios ocultándolos dejando solo una línea. 

—Entonces llamaré a los guardias.

—No, no, no hagas eso, te lo diré, pero no los llames, no quiero que me vuelvan azotar.

Jimin frunció el ceño, miró a los ojos del niño y supo que decía la verdad, algo dentro de él se removió, no es primera vez que el chico roba y ha sido castigado por ello.

—¿Los guardias te azotan?

—No, ellos solo me golpean, nada duro, pero el señor Yang me azotará otra vez si los guardias me descubren, debo llevarle la fruta fresca y así él me dará un tazón de avena.

—¿Ese tal Yang es familiar tuyo?

—No, él nos ayuda a mi y los otros niños.

—¿Otros niños dijiste?

Jimin estaba ahora horrorizado, habían más niños sufriendo de lo mismo, por culpa de ese tal Yang, mientras manda a robar a los niños fruta fresca para él darse sus deleites, ellos solo comen avena, Jimin no necesitaba saber más para darse cuenta del canalla que era ese hombre.

—¿No eres de por aquí? todos conocen al señor Yang, la Reina le da dinero por los niños que él cuida.

La Reina pensó Jimin, esa mujer tan fría dando dinero a los necesitados, era poco creíble. 

—¿Qué pasa con ese dinero? 

—Se los gasta con su mujer en ropas y joyas.

Jimin no podía creer que estas cosas pasaran delante de los ojos de todos y nadie hiciera algo, él y Taehyung siempre estaban con los niños de la manada, enseñándoles, velando por el futuro de los que vendrán, pero aquí pareciera que todos ven por sí mismo dejando que los pequeños sobrevivan por su cuenta.

—¿Me dirías donde vive? — preguntó Jimin luego de unos minutos de estar pensando en que hacer.

—¿Qué hará? — preguntó el niño dudoso, pero en el fondo estaba esperanzado. 

—Confía en mí.

—Ni siquiera se su nombre.

—Soy Jimin ¿Tu?

—Soy Minhyuk

Jinsoo corría por toda la biblioteca, había recorrido todos los lugares donde posiblemente podría estar Jimin, no había ninguna señal de que el omega estuviera en el palacio.

—¿Qué voy hacer? — Jinsoo se tomaba del cabello desesperado —. Mi Rey no me mate, no se como desapareció, no así no. Mi Rey el omega ha desaparecido no le he podido encontrar, lo he buscado por todos los rincones, a quien engaño me matará de todas formas. 

Jinsoo estaba ensayando su disculpa, realmente este sería el día que su existencia terminaría.

—El señor Seokjin —dijo para si mismo — el me puede ayudar.

Jinsoo con suma discreción se acercó a los guardias pidiéndoles que llamarán a la mano derecha del Rey, por un asunto de urgencia. Luego de un largo momento apareció Seokjin con cara de pocos amigos.

—Espero que sea realmente urgente Jinsoo.

Jinsoo aflojó el cuello de su camisa, Seokjin le miró, jamás había visto al eunuco tan afligido.

—Verá se trata del omega que trajo el Rey.

—¿Qué pasa con él? — Seokjin esperaba que no fuera lo que estaba pensando.

—Se escapó, no lo encuentro por ningun lado.

—¿COMO QUE SE ESCAPÓ? —Seokjin lo tomó por su camisa y lo atrajo con fuerza, los ojos del dragón se volvieron anaranjados, y no era para menos, conocían bien al Rey, era capaz de matarlos a los dos si no hacían algo ya.

—No se como, pero no está por ningún lado.

—Justo hoy... tengo a la mayoría de los guardias de confianza en el palacio, no puedo pedirles que lo busquen. Maldición.

Seokijin miró de reojo a los guardias de la puerta y tomó a JInsoo del brazo para alejarlo,

—Iré yo a buscarlo —dijo Seokjin a regañadientes — Quedate tu con el Rey mientras, está nervioso por ser la primera vez que habla con los del pueblo ¿Te sabes los protocolos verdad?

—Si.

—Ahora entra. Rápido.

Jinsoo entró al salón Real, el Rey miró a su dirección y Jinsoo tuvo miedo, parecía enojado, con cuidado se acercó a él con una reverencia.

—¿Qué haces aquí?

—El señor Seokjin tuvo que ver un asunto urgente del palacio.

—¿Que es más importante que yo?

—No tengo los detalles mi Rey, disculpeme.

Anunciaron a la siguiente persona y dejaron la conversación hasta ahí, Jinsoo jamás había sudado tanto.

Jimin golpeó con fuerza la puerta de la lujosa casa, era muy notoria la diferencia de esta casa con las otras, mientras las demás parecían dañadas por el tiempo, esta casa era de material y parecia recien pintada. 

—¡¿Quien arma tanto escándalo?! — se escuchó una voz desde dentro. 

La puerta se abrió y un hombre panzón abrió la puerta, Jimin le miró de pies a cabeza y el hombre sonrió al verle.

—¿Tu eres el señor Yang?

—Si ¿Por que tengo el honor de recibir a un hermoso omega?

Jimin odió la mirada y las palabras de ese hombre, tomó la bolsa con fruta y las arrojó hacia Yang, quien con torpeza las tomó.

—¿Con qué derecho mandas a estos niños a robar? — habló Jimin directamente.

—¿Qué mierda? Cómo dices esas cosas omega mugroso.

—¡¿Donde tienes a los otros niños?! — Jimin no se intimidaba fácilmente, menos con personas como Yang.

Las personas que estaban cerca se acercaron a ver, el señor Yang le cobraba algunas personas para que pudieran colocar sus puestos a las afuera de su casa y así poder vender.

—¡¿Que otros?! ¡¿Que significa esto?! — el señor Yang miró al pequeño Minhyuk — ¿Tu lo trajiste no? pequeña basura, así me pagas, yo que te doy de comer.

Jimin vio que el hombre iba a tomar al pequeño y se interpuso tomando la muñeca del hombre apretando con fuerza.

—Ya le pregunté ¿Dónde están los otros?

—¡¿Que sucede aquí?! — Minhyuk enseguida se escondió detrás de Jimin. los guardias habían sido atraídos por los gritos y las murmuraciones de las personas.

—Este hombre, tiene a los niños que cuida, robandole a las personas del comercio.

Las personas comenzaron a murmurar, algunos defendían al señor a Yang, pero otros decían que sospechaban de eso.

—¿Tienes pruebas de ello? — habló uno de los guardias —. Acusar a otro falsamente de algo es muy grave y se paga con diez azotes.

—¡Este joven miente! — habló el señor Yang y Jimin apretó con más fuerza la muñeca del hombre — ¡Me está agrediendo!

—Llévense al chico — dijo el guardia que dirigía la cuadrilla —. Este sujeto se ve que no es de aquí — Tomaron a Jimin obligándolo a soltar al señor Yang, Minhyuk se aferró a las piernas de Jimin —¿De donde eres?

Jimin se vio acorralado, podría pelear con los guardias, pero Minhyuk estaba llorando aferrado a él, y aunque pudiera pelear, ellos eran más en número y si descubrían quien era, lo devolverían al palacio. 

—No se lo lleven — lloraba el niño, Jimin sentía la profunda tristeza en el alma del pequeño, su zorro estaba despertando, su don estaba despertando, al ser Minhyuk un niño, podía ver con claridad su alma, su mente, el dolor y el maltrato que ha tenido que pasar, y ver hacia los demás pequeños que estaban con él.

El zorro de Jimin estaba saliendo, si eso ocurre, jamás podrá volver a ser el mismo.

—¡SUELTENLO DE INMEDIATO! — se escuchó más como un rugido, una voz digna de un gran alfa, las personas tanto omegas como alfas y betas agacharon la cabeza.

Jimin se paralizó de inmediato, esa voz, él conocía esa voz, no era posible. Miró lentamente hacia atrás y sus ojos se abrieron y algo similar a esperanza lo invadió por dentro, pero al ver los ojos penetrantes mirándole comprendió que el Rey estaba molesto con él.

—Su majestad — dijo uno de los guardias.

—¡He dado una orden soldado!

Los guardias soltaron a Jimin y este se tambaleo, pero logró recobrar el equilibrio, su audición se agudizó y sabía que el Rey caminaba hacia él.

—¿Por qué estás fuera de palacio? — Jimin sintió miedo, toda esperanza se esfumó, estaba perdido, hubiera sido mejor estar en manos de los guardias. Los llantos de Minhyuk aumentaron así como sus gritos —¿Quién es él?

El Rey Yoongi tomó a Jimin con fuerza y lo aferro a su lado, Minhyuk fue arrastrado con el movimiento, pero no soltó a Jimin aunque sus rodillas dolieran. Yoongi miró al pequeño que se aferraba a su omega, en sus ojos había enojo, estaba celoso del pequeño. El instinto de Jimin fue proteger a Minhyuk, se deshizo del agarre de Rey se agachó para tomar en brazos al pequeño y aferrarle a él con fuerza.

El Rey parpadeó con sorpresa, el omega estaba actuando a la defensiva con él, no era nuevo, pero esta vez era por el pequeño, Jimin temía de lo que fuera capaz de hacer y su mirada se veía que estaba dispuesto a todo con tal de proteger ese niño. 

—Señor —Seokjin se acercó —, Hay una acusación hacia el omega.

—Este mocoso se ha atrevido a calumniar en mi contra su majestad — Yang se acercó al Rey en una reverencia — y me ha atacado físicamente.

—¡Ese hombre miente! — Jimin miró a Seokjin — tiene a los niños robando en los puestos y no los está cuidando, les da de comer solo una vez al día, un tazón de avena y agua, como si fueran esclavos. Los golpea y duermen en la tierra, bajo la casa.

Jimin estaba relatando lo que vio en la mente de Minhyuk, el niño miró a Jimin, porque él no le había contado todo eso.

Las personas estaban conmocionadas, no podían creer lo que escuchaban.

—¿Es eso cierto? — El joven Rey miró a Jimin buscando señales en su rostro para saber si toda esa historia es cierta.

—Lo es — Jimin le miró con firmeza, no había duda de lo que había visto en la mente del pequeño.

—No le crea mi señor.

Jimin dio un paso hacia delante.

—Lo es, por favor, crea en mi —Jimin estaba desesperado, el Rey no tenia razones para confiar en él.

El Rey miró al omega, jamás le había visto así, en su interior se preguntaba si debía de confiar en la palabra de él, o en la palabra de uno de los suyos.

Al fin termine de reescribir esto, tengo muchas horas al dia ocupadas y no puedo dedicarme de corrido a escribir, pero ya puedo liberar este capítulo.

Entre a trabajar el lunes pasado y solo estoy en casa sábado y domingo, espero darme  bien el tiempo para traer pronto otro capitulo.

¡Besos!

🐉GoldenUnnie🐉

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