Si antes creía guardar un resalvo de esperanza con Hoseok, ahora se había perdido totalmente.

Yoongi se encontraba aún tendido en la cama del Beta, que se paseaba nervioso por la habitación a la espera de una respuesta por parte del mayor mientras sus amigos llamaban por ayuda a los padres del Omega.

─¿Mamá? ¿Namjoon? ¿Pueden venir? Algo le pasó a Yoongi y... ─Jimin tiembla mientras habla por el pequeño aparato que Taehyung sostenía, aunque la vista del pelirrojo se encontraba clavada en el cuerpo inconsciente del Alfa.

─No tenemos ni la menor idea de qué pudo ocurrir ─lloriquea Taehyung entonces, dejando de mostrarse neutral con la situación─. Por favor, ¿pueden...?

Del otro lado de la línea una mujer mayor y un Alfa adormitado intentaban calmarlos mientras se preparaban para salir en búsqueda de los menores. El reloj sobre la mesita de Jungkook marcaba pasadas las 2 de la mañana cuando por fin tuvieron en la puerta a los adultos.

Tomó un buen margen de tiempo para que Namjoon consiguiera calmar a los niños mientras Karrell ponía en práctica todos los años de experiencia que tenía salvando lobos desamparados. La mujer comenzaba a desesperar al ver que Yoongi se mantenía inmutable, su impávido rostro como si simplemente se encontrara dormitando a pesar de todo el alboroto a su alrededor.

Eso hasta que las lágrimas fueron derramadas, Jungkook fue el primero de todos en notar la solitaria lágrima que abandonó sus ojos antes de que estos mismos se abrieran por completo, su expresión serena pasando a una llena de dolor.

Un vínculo emocional era algo difícil de perder, pero también se trataba de la única forma en que sus lobos podrían dejar de hacerse falsas esperanzas sobre una posible reunión, Yoongi comprendía eso, pero no se encontraba preparado para el ramalazo de dolor que terminó doblándolo de dolor.

─¿Qué está pasando? ¿Yoongi? ─Jungkook saltó en dirección a la cama, apartando a la mujer del camino para posar sus manos sobre los hombros del Alfa─. Karrell, no comprendo, él estaba bien, no tomó nada extraño.

Cuando la mirada de la mujer cayó sobre su único hijo, este solamente negó con la cabeza, confirmando una interrogante relevante.

─¿Hoseok acaba de cerrar tu vínculo, Yoongi? ─preguntó entonces, dejando a los demás petrificados sobre sus pies, incluso Jungkook se obligó a soltar los hombros del mayor para llenarse de amargos recuerdos.

Una ruptura de vínculos, como los que sus padres habían roto con él en el pasado. Comprendía el dolor, él había sentido eso mismo magnificado, siendo que él perdió al mismo tiempo tres vínculos familiares al mismo tiempo. Jungkook deseaba consolarlo luego de revivir ese desastroso momento.

─Ya pasará ─son las palabras del menor, que vuelve a colocar sus manos sobre los hombros del Alfa, haciendo que el mismo le devuelva la mirada.

Era doloroso simplemente ver todos los sentimientos retenidos y reflejados por las ventanas del alma de Yoongi, conociendo la fuerza de su carácter. Jungkook no sabía qué más podría soltar, nada sería lo suficientemente bueno en contraste con todo lo que se encontraba atravesando el Alfa, así que simplemente envolvió sus brazos alrededor del cuello ajeno, dispuesto a sufrir con él.

Detrás de ellos, Taehyung y Jimin observaban estupefactos, sus lobos removiéndose en el interior mientras la impotencia los embargaba. Ellos también deseaban sanar todo el dolor que cubría a Min Yoongi.

─Perdóname por no poder hacer más que esto ─susurra entonces el Beta.

Adolorido y con el corazón conmovido por las sinceras palabras del muchacho, Yoongi corresponde al abrazo de manera dulce, los espasmos de dolor quedando en un segundo plano mientras se llenaba del aroma humano del muchacho.

Extrañamente, se encontró a sí mismo tomando hondos respiros, su rostro escondiéndose en el cuello del muchacho, su nariz acariciando ligeramente la piel mientras la mente le daba vueltas. Todo el alcohol consumido evaporándose de su cuerpo para dar paso a algo más que embriagante, las emociones y los aullidos de su lobo aturdiéndolo.

Entonces recordó las pesadillas en las que perdía al chico por culpa de un enorme lobo, recordó el sentimiento que lo abrumó, la terca necesidad de protegerlo, aunque eso pudiese poner en peligro su propia existencia, porque Jeon Jungkook conectaba con él.

Sus almas resonaban.

Corriendo a través de los oscuros pasillos de su mente, Yoongi buscó un sentimiento abstracto, anheló la vista de un delgado hilo dorado en medio de la densa oscuridad que cubría sus pensamientos. No sabía cómo, pero debía encontrarlo pronto.

Nuestro, gruñó el lobo, era nues...

El repentino sonido de un grito ahogado lo sacó de la ensoñación, sus ojos abriéndose totalmente para observar la escena que tomaba lugar dentro de esa misma habitación: Karrell Bleacker se encontraba de rodillas sobre el suelo, Namjoon sosteniendo a la mujer por los hombros mientras el hijo de la mujer se colocaba frente a ella, revisándola con manos temblorosas.

Echando una mirada rápida sobre la habitación, creyó que Taehyung había desaparecido hasta que lo encontró entrando a la carrera con un vaso de agua en su mano, volcando un poco del contenido al dejarse caer de rodillas junto con los demás.

─¿Mamá? ¿Qué ocurre? ─eran las preguntas de un atormentado Omega.

Jungkook reaccionó hasta ese momento, alejándose un poco de Yoongi para poder observar también lo que ocurría, comprendiendo más bien poco sobre la situación. Parecía perdido, aturdido, su mente enfocada en algo que se encontraba más allá de los límites de su imaginación.

─Estoy bien, solo es el cansancio, ya estoy algo mayor para desvelarme tanto. No es nada, cariño ─su voz se encontraba plagada de angustia, eso era algo que no podía ocultar─. Namjoon, por favor...

─Tenemos que irnos, Jimin ─el Alfa sentenció, preocupación por su amiga llenando su cuerpo─. Ella estará bien y Yoongi ya se encuentra estable, yo te llamaré por la mañana. No es culpa de nadie, Karrell solo necesita descansar más, ¿sí?

Jimin abraza a su madre en ese momento, siendo bien recibido entre los brazos de la mujer, que palmea su espalda mientras susurra unas cuantas palabras que ni Yoongi ni Jungkook consiguen captar, pero que son suficientes para que el muchacho deje de temblar.

─Quédate con ellos esta noche, mi niño ─pide Karrell mientras toma el rostro del Omega con ambas manos, el cariño maternal mostrándose claramente─. Te prometo que todo va a estar bien, Yoongi va a estar bien también.

El Alfa deseó secundar las palabras de Karrell, pero los aullidos de su lobo aún resonaban en sus oídos, la necesidad de algo sacudiéndose con violencia en su interior. No sería tan sencillo olvidar el espacio vacío que Jung Hoseok dejaba en su interior luego de romper aquel delgado lazo de afecto con su lobo, olvidarse de su promesa de un futuro juntos... Todo parecía tan difuso y extraño.

─El dolor menguó ─decidió mentir─. Estoy bien.

Pero la mirada que le dedicó el menor del grupo le dio a entender que no le creía ni un poco, aunque para los demás eso fue suficiente para abandonar el lugar. Namjoon ayudando a la mujer mayor con cada paso débil que daba fuera de la habitación, Jimin y Taehyung siguiéndolos como niños pequeños luego de ser regañados por sus padres.

─Llámame si necesitas algo, Yoongi ─es lo último que escucha a Karrell decir─. Y ve mañana por la noche a visitarme, por favor.

─Por supuesto, señora ─responde, decidiendo que lo mejor sería complacer a la mujer.

Al cabo de unos pocos segundos, la puerta de la habitación se cierra, dejando a Beta y Alfa solos en la habitación, los brazos de ambos aún enredados alrededor del otro hasta que Jungkook rompe por completo el contacto, sentándose frente a él sobre la cama.

─Sé que duele, Yoongi ─confiesa el menor─. Mis padres y hermano rompieron su lazo conmigo cuando tenía 16 años, sé cómo se siente eso.

Un puntazo de dolor hace aullar a su lobo de nuevo, haciendo entrecerrar los ojos del Alfa, pareciendo inclusive un sufrimiento físico hasta que las manos de Jungkook vuelven a posarse sobre él, sosteniendo su rostro, es entonces que el dolor mengua, casi desapareciendo en su totalidad.

Eso era lo extraño según Min Yoongi, pero fuera de la habitación, observando desde la lejanía del cielo, los ojos grisáceos de la madre Luna se encontraban fijos sobre él, trabajando en su destino.

Min Yoongi era un amigo preciado para el hijo más amado.

─¿Quieres una pastilla para el dolor? No quiero estresarte, pero solo te quedan unas pocas horas de sueño antes de irte al trabajo.

Ninguna pastilla tendría sobre él el mismo efecto que mostraba su tacto, estaba seguro de eso, así que solo negó con la cabeza antes de pasar sus brazos alrededor de la cintura de Jungkook, atrayéndolo hacia él mientras se dejaba caer sobre la cama.

El Beta no tardó en soltar una corta risa al mismo tiempo en que le devolvía el abrazo, Yoongi simplemente se acomodó a su lado, recostándose contra el cuerpo de Jungkook.

Del dolor que apresaba su cuerpo no quedaban siquiera despojos.

─¿No apagamos la luz?

La única respuesta que recibió fue un gruñido bajo, adormitado.

TuT Aquí Clearke un mes después.

¿Qué les pareció el Dilema? ¿Todavía hay alguien que esperaba la actualización? ¿Alguna teoría sobre lo que está por suceder? ¿Creen en la bendición de la Madre Luna?

Entre la universidad y todos los trabajos que tengo que hacer no me había quedado tiempo suficiente para terminar el Dilema 15, perdón por tardar tanto con este capítulo y por publicarlo en un día poco usual.

¡Muchas gracias por leer! Espero tener el próximo capítulo para este fin de semana TuT

ΔClearke Al PoderΔ