Dilema 55

La fiesta dio comienzo al momento en que la botella de vino fue descorchada luego de la cena.

Jungkook se unió a la celebración, aplaudiendo y siendo todo lo ruidoso que se permitía ser mientras Karrell alzaba la botella de forma victoriosa, a su lado Namjoon únicamente sonreía con dos copas vacías entre sus dedos.

─Levanten sus copas, muchachos, y piensen sus palabras porque cada uno dirá una razón para brindar esta noche─ la mujer comenzaba el recorrido desde su derecha, donde se sentaba Jimin.

No tardó en regresar al inicio, sirviendo el líquido en las copas que el Alfa sostenía para ella. El Beta solo observó la tonalidad rojiza de su bebida, olfateando por encima aquel fuerte aroma, deseoso de probar un poco.

─Yo quiero brindar por la felicidad de mis hijos─ declara la mujer, levantando su copa con una mano temblorosa─. Por que el día de mañana sea el comienzo de la mejor etapa de sus vidas.

Jimin toma la palabra cuando su madre vuelve a sentarse, siguiendo su ejemplo al momento de pronunciar con aplomo:

─Por la vida que nos espera.

─Y la que dejamos atrás─ completa Taehyung a su lado.

Los ojos de todos los presentes pasan entonces al lugar donde se encontraba sentado Jungkook, que se pone de pie al mismo tiempo que su sonrisa se ensancha, iluminando la habitación por completo.

Abriría su corazón y lo mostraría solo con un par de palabras.

Mert szeretlek─ pronunció de con seguridad, repasando una y otra vez las palabras dentro de su mente. Porque los amo.

Tanto Namjoon como Karrell se quedan en blanco al escucharle hablar, comprendiendo a la perfección aquellas palabras que Jungkook deseaba esconder de ambos chicos a su lado. Sellando sus labios, los lobos mayores levantaron sus copas al mismo tiempo que los lobos más jóvenes se veían entre ellos, extrañados.

─¿Estás tomando nuestro brindis antes de la ceremonia para insultarnos?─ le pregunta Taehyung, con una nota de gracia colmando la oración.

─No hablo tleke-tleke, Kookie─ se ríe Jimin, sus ojos desapareciendo repentinamente.

─Karrell, tenga cuidado, creo que este muchacho acaba de invocar al Dios Astado─ bromea Yoongi, dándole un golpe suave al hombro del Beta, riendo con soltura ante su expresión horrorizada. Nunca antes había pensado en orar al Dios Sol.

─Cállate, es el primer idioma que se aprende en Rattsga─ aclara Jungkook, intentando evitar tener que traducir su brindis─. Es tu turno, Yoongi.

Relajando la postura que mantenía sobre la silla, ladeado a la izquierda con desfachatez, el Alfa suspira, alzando la copa rebosante en vino tinto, sus largos dedos pálidos brillan en contraste con el líquido.

Sus ojos parecían repentinamente tristes.

─Jungkook me arrebató la oportunidad de ser creativo, así que: Por el vínculo de aquellos que se aman sin importar las circunstancias, porque el amor no es más que un sentimiento traslúcido que nadie puede controlar, solo se puede disfrutar─ sus palabras tornándose dolorosas para aquellos que lo escuchaban y conocían su situación.

Namjoon, a dos sillas de distancia de Yoongi, asiente hacia él mientras se levanta a tomar la palabra.

─Como padre de esta familia cerraré el brindis─ intenta bromear, ganándose un bufido por parte de Karrell─. Sigo sin poder procesar que mi pequeño Jimin terminará de vincularse con Taehyung, es un paso muy importante para dos lobos así que quiero brindar por eso: Por las decisiones correctas, porque no haya más que pura y plena felicidad para mis dos muchachos.

Levantando las copas, las palabras para cerrar el brindis son dichas antes de que el primer trago sea dado. Jungkook se toma el tiempo para saborear su vino, notando los ricos matices acariciar su paladar.

─¿Por qué eres así, Jiminie?─ Taehyung parece indignado genuinamente mientras ve la copa vacía del Omega descansar sobre el mantel─. Deberías poder disfrutarlo.

─Es un caso perdido, muchacho─ interfiere Karrell, alejando la botella del lado de su hijo─, para él el vino es como agua.

─Me gusta─ se excusa, escudado en sus tiernos gestos.

─Eres un demonio con apariencia de ángel─ Taehyung le pica la mejilla con un dedo, consiguiendo la risa de los que se encuentran alrededor.

Namjoon se encontraba a punto de hablar cuando el timbre sonó y golpes rítmicos en la puerta comenzaron a escucharse, el Alfa levantándose para salir de la habitación. El silencio cayó entonces, cinco pares de oídos intentando captar de quién se trataba.

Jungkook lo supo al ver la forma en que Yoongi se tensaba, no necesitaba de otra confirmación. En cuestión de segundo ya se encontraba Jung Hoseok en la puerta del comedor, sonriendo de la forma en que solo él podía, levantando los ánimos de todo aquel que le observaba.

─¡Hobi!─ Jimin se alegra al verlo, levantándose para saltar a los brazos del Alfa.

Cuando sus ojos y los de Jungkook conectan, ambos sonríen con malicia, recordando el regalo que ya tenían para sus amigos. Aunque esa felicidad no pasó a más, atrofiándose ligeramente cuando Hobi terminó de saludar a todos, soltando a Jimin para tomar asiento al lado de Yoongi.

─Es bueno verte de nuevo─ confirma el Alfa, sonriendo con cansancio en su dirección, sus ojos extrañamente brillantes.

─Te extraño─ afirmó, tomando una de sus manos.

La tersa y pálida piel de Yoongi comenzó a tornarse rosada, resoplando unas cuantas veces para contenerse, ¿cuántos sentimientos debían encontrarse cruzándolo para ese momento? Resultaba abrumador solo pensarlo.

Una escandalosa carcajada llenó el silencio del comedor, siendo la clara señal de la presencia de Jin aún en el pasillo en compañía de Namjoon. Pasos apresurados para reunirse con el resto mientras ambos reían de algo.

Cuando Jin se encontró frente a él, Jungkook se sintió ligero.

─¡Oh, Jungkookie, cuanto tiempo!─ exageró el chico, pasando por encima de su lado en la mesa para chocar sus puños─ ¿Qué nos perdimos? Porque traje un regalo de despedida de solteros─ mientras hablaba, colocaba sobre su cabeza una caja rosada misteriosa, su sonrisa y la de Namjoon ensanchándose.

Karrell se levanta de su lugar con la botella de vino entre manos, ofreciéndosela al muchacho con la expresión divertida en el rostro.

─No hagan locuras y tienen mi permiso de tomar en el segundo nivel, mejor si es en la habitación de invitados, ¿bien? Nada de retos estúpidos.

─Señora, usted es la mejor de todas─ le alaba Jin, tomándose el tiempo de ir a besar sus nudillos con una reverencia cómica─ ¡Vamos, vamos! Ya han escuchado a esta buena mujer dar el visto bueno─ girándose hacia los demás suelta:─ Vayan por vasos, yo subo la caja.

Todo a su alrededor parecía dar vueltas, moviéndose en ángulos que nunca antes creyó posibles, la repentina euforia haciéndolo gritar con los demás mientras bebían y contaban anécdotas. Jungkook se preguntó si en algún momento llegarían otras personas a celebrar con ellos, porque la caja que Jin había llevado se encontraba repleta de botellas de ron.

Dejó que su cabeza se recostara contra el hombro de Taehyung, buscando apoyo en medio de la faena en la que se había metido. No recordaba bien partes del baile improvisado que Jin inició al terminar la segunda botella, pero algunos retazos rebotaban dentro de su atontada mente.

Yoongi y Hoseok parecían haber vuelto a ser la melosa pareja que todos amaban observar, riéndose con soltura, bailando entre los brazos del otro. Ahora mismo se encontraban sentados sobre el suelo, tan cerca que Jungkook no podía más que envidiarlos.

─Dinos la verdad, JinJin─ se rio Jimin mientras lo señalaba con uno de sus pequeños dedos─ ¿Con quién estás saliendo?

Del otro lado del círculo que habían formado, Jin gira los ojos, su cuerpo comunicándose de forma escandalosa.

─Conocí a un Omega en el hotel, nos hicimos amigos y ya─ su tono gruñón hace que Jimin continúe desconfiando de sus palabras.

Hoseok toma la botella semivacía para continuar llenando los vasos que se encuentra, abriendo otra botella sin que nadie se lo pida.

─Ya, ya─ Jin se apresura a cambiar al participante en el juego─. Kookie, dime, ¿verdad o reto?

Ese absurdo juego, el Beta lo piensa un poco antes de decidir salvarse de hablar o explicar sobre algo relacionado a Jimin y Taehyung. Todos se encontraban borrachos, así que no podía confiar en que Jin se mantendría calmado, en el peor de los escenarios tendría que terminar declarando su amor por ambos con el alcohol rebosando en su organismo.

─Reto─ cantó, guiñándole un ojo, separándose de Taehyung sin querer─. Dispara, yo ya estoy muerto.

Con la risa escandalosa de Jin, Jungkook comienza a bailar desde su lugar, divirtiendo a sus amigos, por primera vez la ansiedad parecía haber desaparecido al tener tanta atención sobre él.

─Llevamos toda la noche poniéndote retos sencillos, es el momento de hacerte sudar, Kookie─ sentencia el Gamma, sus ojos resplandeciendo en el tono rosado─. Vamos, Kookie, besa a las tres personas más atractivas dentro de la habitación─ al terminar de hablar, Seokjin cierra los ojos, sus labios abultándose mientras se levantan.

Podría negarse, lo haría si se encontrara en el estado cuerdo de siempre, pero parecía ser que el alcohol era muy bueno persuadiendo a su razón. Su eterno miedo parecía disiparse mientras piensa muy bien la situación, organizando a sus amigos dentro de una lista.

Cuando se levantó sus piernas temblaban por el esfuerzo, casi cayendo al momento de encontrarse sobre sus pies. Hizo su camino con pasos tambaleantes, cayendo de rodillas frente al Alfa de cabello negro, que le observó sin comprender sus intenciones.

Es tarde para arrepentirse, le soltó la voz en su cabeza, empoderándolo, parecía que incluso esa vocecita había conseguido más alcohol del permitido.

Tomándolo por el cuello, Jungkook acerca su rostro al de Yoongi, aplastando sus labios juntos, electricidad recorriendo su columna vertebral. Intentó contar tres segundos exactos para separarse de él, pero parecía que cada vez se hacían más largos, teniendo que obligarse a separarse del Alfa aunque la sensación resultaba bastante placentera.

No contaba con que Yoongi tomara sus muñecas, acercándolo de nuevo a él en un intento de profundizar el beso.

Seokjin y Hoseok reían a sus costados, solo siendo testigos de la escena mientras Jimin y Taehyung sentían la sangre comenzar a hervir. Sin mediar palabra, ambos chicos se lanzan hacia Jungkook, apartándolo del Alfa que sonreía de forma burlona.

─¡Min Yoongi!─ gruñó Taehyung, su lobo comenzando a mostrarse con los ojos rojos.

─¿Qué demonios te pasa?─ Jimin parecía encontrarse en las mismas circunstancias, su Omega mostrando los colmillos.

Jin, que continuaba intentando controlar su risa escandalosa, se detiene unos segundos para exclamar:

─¡Te faltan dos, Kook!

─No, ya no...─ Jimin y Taehyung son silenciados por el rápido movimiento de un ebrio muchacho Beta, que los abraza a ambos por el cuello.

Tomando el valor de la voz al fondo de su mente, Jungkook deja un corto beso sobre los labios de los chicos, siendo primero Taehyung y luego Jimin. Se aleja con rapidez, notando que todo su rostro se encuentra ardiendo en vergüenza.

La puerta de la habitación se abre en ese momento, mostrando a un adormitado Namjoon que los ve como todo un padre molesto.

─¿Podrían dejar de gritar, niños?─ pide entre dientes, examinando de poco a poco la habitación─. Vengan, vamos al patio a que les dé un poco el aire.

La orden se encuentra implícita, su voz de mando mostrándose muy poco entre sus palabras. Ninguno cuestiona sus palabras, moviéndose en cuanto el Alfa salía de la habitación, siguiéndolo como si se fuesen patitos en una fila ordenada.

El mundo continuaba dándole vueltas, por lo que Jungkook debía de apoyarse en la pared para conseguir estabilidad, bajando las gradas por la suerte que le concedía la Diosa Luna. Recordar esos pocos segundos, esos pequeños besos que había dado a Jimin y Taehyung lo hizo caer en la realidad, espabilando un poco el estupor de su mente.

─Bien hecho, Jungkookie─ escuchó a Jin susurrar en su oído─. Tú demuestra que es el Beta quien manda en la relación de tres.

Delante de él, Hoseok se giró levantando ambos pulgares, la risa muda mostrándose en sus facciones. Ni siquiera parecía afectado porque él hubiese besado a su novio y viceversa, cosa que sorprendió a Jungkook cuando terminó de comprenderla.

Ya en el patio, Namjoon los hizo sentarse sobre el césped, ninguno de ellos sospechaba lo que venía a continuación y para cuando lo notaron era porque el agua a presión se encontraba golpeándolos.

─Niños irresponsables─ aunque parecía molesto, el Alfa tampoco pudo evitar reír al verlos intentar cubrirse del agua fría─. Vamos, regresen a sus sentidos, grupo de alcohólicos.

Durante al menos 5 minutos, Namjoon los mantuvo quietos bajo el poder de la manguera hasta que Karrell bajó a detenerlo, persuadiéndolo con que ninguno de ellos podía enfermarse a solo unas horas de la ceremonia.

─Bueno, Karrell, es tu turno de cuidarlos─ concedió el Alfa, apagando el grifo y ayudando a los chicos a levantarse mientras la mujer iba por toallas.

Un poco aturdidos, pero menos ebrios, los chicos se ponen de pie mientras tiemblan de frío.

─Vayan a tomar una ducha, quien crea que no puede solo, dígalo para que Namjoon o yo los acompañemos─ dio instrucciones la mujer.

Jin levantó la mano, al segundo siguiente encontrándose envuelto en una toalla mientras el Alfa lo ayudaba a ingresar a la casa.

─¿Alguien más?─ indaga la mujer, pasando toallas a los que restaban─. Digan sin pena.

─Nosotros estamos bien─ afirman Hoseok y Yoongi, mostrando que podían caminar en línea recta sin tambalearse.

Karrell los deja ir sin poner más excusas, acercándose al trío de chicos que parecían más despiertos.

─Vamos, cariño, te acompaño─ Karrell ni siquiera necesitó preguntarle a Jimin, pasando su brazo sobre los hombros del chico para llevarlo al interior─. Adentro, muchachos.

Jungkook iba a seguirla, se encontraba mejor luego de la ducha fría, pero la mano de Taehyung sosteniendo su muñeca lo retuvo, girándolo para que se vieran directamente a los ojos.

Si el Beta se sentía nervioso por tener a su mejor amigo tan cerca de él, no adivinaba ni la mitad de cosas que se encontraban surcando la mente del Alfa, ni el pánico que sus ojos luchaban por no dejar entrever.

─¿Pasa algo, Tae?─ su voz tiembla un poco, intenta restarle importancia a ese hecho cuando lo nota.

Los nervios le ganan, su lengua pasa sobre los labios resecos en un intento por darse algo de tiempo mientras piensa en sus siguientes palabras. Debía ser directo y no contaba con mucho tiempo.

Jimin ya le había contado sobre su intento en vano de confesar sus sentimientos, tal vez ni siquiera era el mejor momento para decírselo, pero se quedaba sin tiempo, no podía retrasarlo más.

Tuvo años para decirlo y aunque solo se trataba de dos simples palabras, dos simples palabras que acarreaban el peso entero de sus sentimientos, era algo que ya no soportaba ocultar más.

─Te amo, Jungkook idiota.

¡Y aquí está el segundo Dilema de la semana!

¿Qué les pareció? ¿Más largo de lo usual? ¿Qué tal el brindis de los chicos? ¿Creen que el YoonSeok volverá? ¿Alguien se esperaba el beso del YoonKook? ¿Y qué tal el intento de beso de Jungkook ebrio? ¿Cómo creen que le irá a Taehyung con su confesión?

Y, la pregunta importante: ¿Qué tal si el siguiente Dilema se lo dedico al primer comentario dentro de la historia?

Oficialmente estamos a 10 Dilemas de terminar esta historia ♥ gracias por todo su apoyo hasta este momento♥

¡Cuídense mucho y nos vemos en el Dilema 56!

∆Clearke Al Poder∆

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