Dilema 49
Los dedos de Taehyung tamborileaban sobre su hombro derecho en una clara muestra de nerviosismo. Jungkook no puede más que sonreírle de forma radiante mientras escuchan lo que Seung y Jimin proponían.
Se encontraba de nuevo en la sala del Consejo, la misma donde habían aceptado la ceremonia de enlace, el único cambio residía en que ahora estaban a un mes de que esta se llevara a cabo y los preparativos tenían a todos vueltos una bola de nervios, motivo por el cual Jungkook se encontraba allí acompañándolos, aunque contara con bastante trabajo esperándolo en el apartamento. Estaba casi haciendo malabares entre continuar trabajando en el libro (al que por el momento llamaban Dilemas), encontrar un diseño divertido para el regalo que Hoseok estaba planeando para la ceremonia y terminar el regalo que él mismo estaba haciendo.
Era un caos, pero valdría la pena.
─¿Ya decidieron cuál va a ser la canción de entrada?─ Seung suspira, esa es la pregunta de la discordia entre los lobos de Jimin y Taehyung.
Estos voltean a verse con intensidad, haciendo a Jungkook encogerse en su asiento ansioso por sentarse en algún otro lugar que no fuese en medio de esos dos. Seung nota su incomodidad en medio de la batalla de miradas, compadeciéndose de inmediato.
─Cada día parecen más una pareja de lobo enlazados─ bromea el anciano─, solo me preocupa que el chico entre ustedes tenga un ataque de pánico.
La mano de Taehyung deja de tamborilear para aferrarse a su hombro, Jimin solo le da un apretón a su mano mientras entrelaza sus dedos. En realidad, ese era otro motivo por el cual los estaba acompañando: Desde que Jungkook les había contado toda su historia ellos dos se tornaron realmente sobreprotectores cuando se trataba de él. Ni siquiera deseaban dejar entrar de nuevo a Yugyeom al apartamento, lo único a lo que el Beta se reusó y terminó por encontrarse más seguido con su viejo amigo los fines de semana.
Solo evitó comentarles sobre el pasillo, aunque Jimin y Taehyung se enteraron de las voces que escuchó durante mucho tiempo. Ahora solo contaba con dos secretos que no quería desvelar tan pronto y menos cuando la ceremonia se encontraba tan cerca de ser celebrada.
─Tenemos un gran jardín en el centro del edificio─ comentó Seung, arrancando una hoja de su bloque de notas y escribiendo sobre él─. Ve por este camino y si alguien te pregunta diles que te envié a disfrutar de las vistas.
El Beta encontró a un gran aliado en ese anciano, era algo que no podía negar. Se deshizo delicadamente de las manos que lo apresaban, saltando para colocarse de pie mientras tomaba las instrucciones.
─Muchas gracias─ con una pequeña reverencia hacia Seung, Jungkook comenzó a salir de la sala─. Regresaré cuando decidan la canción, chicos.
─¿Quieres quedarte a dormir en ese jardín?─ la pregunta de Taehyung consiguió un golpe en la nuca por parte de Jimin.
─Si es así, entonces quedémonos con la que dijiste, Taehyung─ cede el Omega, algo verdaderamente extraño en él─. Y Kookie no tendrá que irse.
La discusión se reanudó en ese momento, Seung señalándole con la barbilla la puerta a Jungkook para dejarlo ser libre, el chico no dudó más, saliendo de la sala en silencio, evitando que notaran su ausencia. Caminó por los pasillos que señalaba el croquis rápido del anciano, tomando ese tiempo para pensar en alguna solución a sus nuevos problemas.
Jimin y Taehyung sabían sobre Chung Hee, lo aborrecieron tanto que terminaron por suplicarle a Seung que fuese él el encargado de enlazarlos. No les tomó mucho que aceptara, el anciano parecía seriamente angustiado por cumplir con todos los caprichos que ambos tenían (aunque, siendo honestos, mostraba una notable debilidad por Taehyung).
La luz solar lo golpeó de lleno en el rostro cuando dio un paso hacia el exterior, cegándolo unos cuantos segundos antes de maravillarse con todo lo que conformaba aquel inmenso jardín rodeado de murallas. Contaba con unos cuantos árboles que sobrepasaban la altura del edificio, arbustos recién cortados con distintas figuras, la mayoría lobos, podía ver flores de todos los colores, animales pequeños que vivían en el ecosistema y un camino de piedras hexagonales. Se dejó envolver por los sentimientos que despertaban en él, sonriéndole al cielo despejado y al Sol.
No tardó buscar refugio debajo de uno de los árboles, tomando asiento en una banca solitaria a un costado del camino. Cerró los ojos para aspirar el aroma que existía en el ambiente, llenándose de paz y felicidad.
O lo intentó, ya que en ese momento su teléfono comenzó a vibrar dentro de su bolsillo, tomándolo con rapidez para ver de quien se trataba.
Apenas leyó el nombre de contacto antes de contestar.
─Hey.
─Kook─ reconoció la voz de Yoongi al otro lado de la línea─, ¿qué quieres cenar hoy?
Su corazón dolió un poco al escuchar la pregunta, últimamente se sentía peor cada vez que pensaba en Yoongi o Hoseok, ambos separados por lo cruel que podría llegar a ser la sociedad. Los Alfas llevaban bastante tiempo sin dirigirse la palabra, su ruptura siendo oficial en el grupo de amigos. Yoongi se había mudado temporalmente (según él mismo) con Taehyung y Jungkook, pasando a su casa por ropa o algún otro objeto de carácter personal. Por su lado, Hoseok iba a la universidad y le contaba lo que sucedía en su vida a Jimin, cosas como que había congeniado bastante bien con su prometida.
─Ah, Yoongi, olvidaste que hoy cenaremos en casa de Jimin─ le recuerda, cubriendo con su mano la mitad de su rostro, frustrado con sus pensamientos─. Taehyung te lo recordó antes de que nos fuéramos de la oficina.
Del otro lado, el Alfa se aclaró la garganta.
─Perdón, hoy no fue un buen día... ¿A qué hora es la cena?
Mordiéndose la lengua, Jungkook se frena a decirle que comieran ellos solos en casa, quería ir a ver a Jin y no podía dejarlo para otro día.
─No te preocupes, vamos a estar allá a las 7─ suspira─, si es que Jimin y Tae pueden decidirse con la canción.
Se relaja cuando escucha la risa liviana de Yoongi, su mano dejando su rostro mientras su visión se volcaba sobre las plantas frente a él.
─Si quieres que pase por ti solo dímelo, estoy encantado de hacerlos rabiar─ se burla.
Yoongi también conocía su historia ahora, pero aún así le hacía gracia la forma en que los otros dos lobos reaccionaban cuando alguien se le acercaba demasiado. Jungkook notó que el Alfa también lo cuidaba más ahora, de forma inconsciente.
─Estoy bien, gracias─ medio ríe, girando los ojos─. Seung me dejó venir al jardín en lo que se ponen de acuerdo con algunas decoraciones y la canción.
─Bien, disfruta del aire por mí─ pide, Jungkook escucha una puerta abrirse y papeles ser removidos, una clara señal de más trabajo para el Alfa─... Ah, Jungkookie...
─Ve seguir trabajando─ pide y, luego de unos segundos de pensárselo suelta:─ Te quiero.
─Yo también te quiero, nos vemos en unas horas─ le cuelga, dejándole una sonrisa boba estirándole los labios.
Esa era otra cosa que había sucedido en el poco tiempo que llevaba de conocerlo: le tenía un cariño descomunal, Yoongi era el hermano mayor que él siempre deseó tener de pequeño.
─Hace buen día, ¿eh, Jeon Jungkook?─ se encontraba tan concentrado en Yoongi que ni siquiera notó cuando otro lobo se acercó a él, tomando asiento a su lado en la banca.
Paralizado en el lugar solo le tomó unos minutos reconocer la voz. No necesitó verlo para saber de quién se trataba, pero la pantalla apagada de su celular le mostró el rostro de la persona junto a él.
─Por fin te encuentro solo─ sigue el anciano con tono casual─. Creí que esos dos estaban pegados a ti.
Taehyung y Jimin explotarían de cólera de saber que Chung Hee se le había acercado en su ausencia, pero se obligó a ser valiente.
No estás en Rattsga, recordó la voz en su interior, y eres más fuerte que en el pasado.
─Dejé que siguieran con los preparativos tranquilamente─ confirma el muchacho, forzándose a subir sus ojos para encontrarse con los del hombre que le arrebató a su lobo por la injusticia del pueblo─. Podría llegar a ser el sirviente de esa pareja si me arraigo a las costumbres de mi pueblo.
Sus ojos grises le examinaron con cautela mientras con una mano se tantea los bolsillos ocultos de la túnica, no tardando en mostrar un paquete de cigarrillos. Con soltura y atrevimiento terminó por acercarle la caja abierta, ofreciéndole uno, Jungkook declinando la oferta con un gesto de la mano.
Chung Hee se colocó entre los labios el delgado tubo de tabaco antes de sacar el encendedor y continuar hablando.
─No tienes por qué temerme en este lugar, Jeon. Eres libre de creer en lo que quieras aquí, Navatsy no tiene mucho en común con Rattsga─ el humo escapó de entre sus labios en forma de espirales, sorprendiendo al muchacho─. También está el pequeño detalle de que muchas cosas cambiaron bastante en Rattsga desde que tú, Yugyeom y ese chico Gamma partieron del pueblo. Si hubiesen esperado unos meses más se hubiera castigado a todas las personas que fueron parte del ritual.
Jungkook se queda sin palabras ante las afirmaciones del anciano, observándolo con curiosidad y un atisbo de miedo. Chung Hee lo nota en el acto.
─Escúchame, muchacho─ su tono se torna suplicante, los ojos grises se cubren de una capa vidriosa─. Alguien vino a Navatsy para acusar a la gente del pueblo de muchas cosas y terminaron por enviar a varias personas para... Hacer reformas.
─¿De qué está hablando?─ pregunta, acomodándose en la orilla de la banca, dándose ventaja para huir a la carrera si era necesario─ ¿Quién pudo romper la fidelidad con la manada?
─Alguien a quien no le quedaba nadie dentro de la manada─ suspira, el humo del cigarro ascendiendo con lentitud─. Alguien que nos abrió los ojos demasiado tarde.
Un escalofrío recorre la espalda de Jungkook, que traga saliva al notar que su boca se encontraba seca por las emociones que ahora rebotaban en su interior. Entendía a lo que se refería.
─Eliminaron al Consejo de Ancianos, mataron a todos aquellos que se negaban a cumplir con las nuevas reglas y forjaron mejor el sistema. Se prohibido la práctica de la magia aplicada en los lobos, la humillación pública y muchas otras cosas horribles que solo podrías encontrar en Rattsga.
Su corazón latió errático ante las noticias, guardando silencio para que el anciano continuara su relato. Parecía surrealista, algo utópico, no podía creerlo.
─Un viejo brujo de Costretnio se encuentra a cargo de Rattsga ahora y está bastante interesado en conocerte─ Chung Hee se levanta de la banca, caminando hacia el arbusto frente a ellos, algunas mariposas saliendo de sus escondites para alzar vuelo─. Quiere ayudar a la última víctima a recuperar la mitad de su alma.
Luchó contra la sensación de pánico manteniendo sus dedos sobre la pantalla del teléfono, con un simple toque podría ponerse en contacto con Taehyung y Jimin si lo necesitara.
─¿No está... muerto?
El anciano se gira para quedarse frente a él, los enigmáticos ojos brillando con intensidad, la pupila dilatándose de forma extraña, tornándose lentamente de color amarillo.
¿Amarillo?
─Él sigue allí y tú lo sabes mejor que yo─ al abrir la boca para hablar, Jungkook pudo apreciar los enormes colmillos que asomaban entre los delgados labios─. Escúchame bien, niño, porque solo hay una forma para recuperar a tu lobo.
Fuego se extendió por su pecho, una fuerza desconocida obligándolo a levantarse para caminar hasta el anciano, teniendo que levantar ligeramente el rostro para verle a los ojos ámbar.
Sus manos temblaban.
─Te escucho─ consiguió decir, su voz sonando tan normal como podría.
─Solo una persona que conozca muy bien el Bosque Sagrado puede guiarte a la cueva de los sacrificios, estoy seguro de que tu padre podría saber de alguien si Yugyeom no puede acompañarte. Es posible que sientas al lobo cuando te acerques, pero no te dejes llevar solo por él, ambos terminarán perdiéndose si no se encuentran en la cueva. Debes ingresar solo, camina en línea recta hasta que encuentres el altar, tu redoma está enterrada bajo la runa Berkana. Cuando la tengas, rómpela contra la runa y no dejes que la sangre te toque.
Jungkook asiente con la cabeza, creyéndose capaz de recordar todo, aunque sabiendo que más tarde deberá apuntarlo. Tal vez algún día sea capaz de ir por su lobo, cuando su pueblo deje de aterrarlo, porque no importaba cuanto le afirmara el anciano que las cosas habían cambiado, Jungkook no creía que un pueblo entero consiguiese avanzar tanto en cuestión de 5 años.
─Gracias.
─Recuérdalo bien, muchacho, o lo perderá para siempre─ Chung Hee da dos pasos hacia atrás, viendo a los costados para cerciorarse de que nadie los acechara─. Tus compañeros están buscándote.
Comenzando a alejarse, el Beta solo consigue hacer una pregunta más.
─¿Por qué me dejará recuperarlo?─ era algo que le causaba curiosidad, sabiendo que él era uno de los ancianos más extremistas de la manada, el que más asco reflejó cuando lo llevaron al centro del pueblo.
─Es una forma de redimirme con la Diosa Luna. Lo siento por tardar tanto, Jungkook─ fue su única respuesta volteando a verlo, sus ojos regresando al gris normal luego de decirlo, luciendo repentinamente perdido.
Impactado por las palabras solo puede verlo en silencio, deseando algo más, un poco más de información que no puede llegar a recibir porque el anciano ya se encontraba huyendo de él como si hubiese visto un fantasma.
─¡Jungkookie!─ la voz de Jimin lo relaja al instante, girando para verlo lanzarse a sus brazos─. Mamá llamó, dice que ya vamos tarde a la cena.
─Si Seung no nos detiene seguro pasábamos aquí la noche─ Taehyung menciona, observándolos con una sonrisa juguetona.
Es hasta en ese momento que el Beta ve el cielo, encontrándolo bruñido con los tonos del ocaso, la Luna posada sobre ellos, observándolos.
¡Hey, hey, hey! ¡Un Clearke a tiempo aquí! ¿Cómo están?
¿Qué les pareció este Dilema? ¿Alguien sabe qué le pasó a Chung Hee? ¿Cuándo creen que Jungkook vaya por su lobo? ¿Cómo creen que van a reaccionar Jimin y Taehyung? ¿Creen que Yugyeom lo ayude?
Y la pregunta importante: ¿En qué Dilema creen que aparecerá Yugyeom de nuevo?
¡Gracias por leer, cuídense mucho y nos vemos en el Dilema 50! Falta poco para llegar al final♥
∆Clearke Al Poder∆
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