Dilema 47

Se estaba acostumbrado a la comodidad que le brindaba despertar con la calidez de otro cuerpo a su lado, aunque Jungkook no fuese a admitirlo porque le resultaría un poco bochornoso. Suspirando se colocó de costado para darle la espalda, sorprendiéndose de forma grata al notar que el cuerpo de Min Yoongi se movía dormido para seguirlo, pegándose a él para conseguir más calor.

Debe estar acostumbrado a dormir abrazado a Hoseok, pensó el Beta.

Dos semanas habían pasado desde el fin del celo de Taehyung, y desde entonces Yoongi no había abandonado el apartamento más que para ir a su casa por ropa o un poco de dinero, pero parecía que deseaba mudarse al pequeño apartamento con ellos dos y ninguno iba a negarse. Taehyung adoraba al Alfa mayor y Jungkook le había tomado un cariño inmenso en poco tiempo luego de comprobar que su paciencia con él era inagotable.

─¿Quieres que te abrace?─ con la voz ronca, Jungkook se da la vuelta para que queden frente a frente, aunque cuando lo pregunta ya se encontraba envolviendo el menudo cuerpo del Alfa entre sus brazos.

Esa era otra cosa, ya que Yoongi solía turnarse para dormir en con él o con Taehyung, dependiendo de la necesidad que tuviese. Si deseaba ser reconfortado y llenado de olor a Alfa, pasaba la noche en la otra habitación, pero si quería hablar y divertirse un rato se quedaba con Jungkook.

Ninguno se quejaba por sus decisiones, solo le brindaban el apoyo que podrían otorgarle sin rechistar.

En ocasiones, Yoongi lloraba silenciosamente por la madrugada. Otras veces, Jungkook le había descubierto observando fotos de su teléfono en silencio, adoptando una posición fetal dolorosa de observar.

Jimin había conseguido hablar con Hoseok dentro de la universidad un par de veces, pero el chico parecía cabizbajo y derrotado, repleto de trabajos y tareas ahora que debía de estudiar más por ser el siguiente en tomar posición dentro del negocio de su padre.

─No quiere decepcionarlo y parece ser la única forma de que lo tomen en serio dentro de la empresa─ había le había dicho Jimin─. No quiso contarme la forma en la que terminaron, pero parece que los dos salieron bastante lastimados de eso.

─¿Le dijiste que estaba viviendo aquí?

─Solo me preguntó si lo había visto─ el Omega parecía bastante lastimado─. Decidí mentirle, no parece ser un buen momento para que se vean.

Jungkook comprendía el sentir de Jimin, pero Taehyung no apoyaba que ambos continuasen sufriendo en silencio.

─Sé lo que se siente y no quiero que ellos tengan que pasar por ello.

¿Quién tenía más posibilidades de que su situación cambiara? Porque Taehyung tampoco parecía avanzar con su dolor y el Beta no dejaba de preguntarse cuál sería el motivo de su sufrimiento.

─¡Muy buenos días, señor Sol!─ Jungkook dio un salto en la cama, sobresaltado y pegándose a Yoongi en un vago intento por protegerlo de Taehyung, que golpeaba una paleta de madera contra una cacerola mientras cantaba alegremente frente a la puerta─ ¡Levanten, levanten, tulipanes!

Conteniendo la risa que le provocaban las ocurrencias de su mejor amigo, Jungkook procede a alejarse de Yoongi para comprobar que se encontraba dormido aún, no le importaba la cantidad de ruidos que hubiera a su alrededor. En ocasiones, Jungkook pensó en él como una roca.

Estirándose sobre la cama, el Beta pudo comprobar que eran las cuatro y quince minutos de la mañana. Esa no era una hora habitual para despertar un sábado.

Decidió levantarse para seguirle el juego a Taehyung, aunque el sueño pesara sobre sus parpados, apresurándose en sacarse la camisa de pijama para vestir su almohada con ella y que Yoongi pudiese abrazarse al poco calor que podía ofrecerle.

Cuando se encontró preparado con ropa cómoda, Jungkook tomó el celular de Yoongi para llevarlo a la sala, de forma que el Alfa tendría que levantarse sí o sí cuando su alarma sonara. Avanzó por el pasillo, atraído por el sonido de un cuchillo golpeando contra un plato.

¿Ahora qué demonios estaba preparando Taehyung?

Antes de entrar a la cocina, el chico desliza el celular sobre la esa, tocando accidentalmente la pantalla que se enciende en ese momento, mostrándole los mensajes recibidos a las 3 de la mañana.

¿Dónde estás? 03:23 a.m.

Estoy en tu casa. 03:26 a.m.

Yoongi, por favor, necesito hablar contigo. 03:31 a.m.

Te amo. 03:50 a.m.

Un grito de sorpresa quedó atrapado en su garganta, sin saber qué hacer.

─TaeTae, tenemos un pequeño problema─ murmura, viendo el desorden que su amigo estaba provocando en la cocina, rodeado de sándwiches y embutidos─ ¿Qué estás haciendo?

El Alfa le ve con ojos brillando de emoción.

─¡Vamos al bosque! Hoy mismo, salimos de aquí a en quince minutos, ya llamé a Jimin para que se aliste, ¿Yoongi está despierto?

─Yoongi no piensa levantarse hasta las ocho y...─ negando con la cabeza, se salta preguntar por la excursión al bosque tan improvisada, yendo a lo importante─. Hoseok le mandó mensajes a Yoongi hace casi una hora, ¿deberíamos...?

La boca de Taehyung se abre en sorpresa, una mueca bastante cómica si no fuese empleada en esa situación.

─Termina de preparar la comida, voy a hablar con Yoongi.

Aunque no le parecía una buena idea, Jungkook dejó que Taehyung hiciera lo que sentía correcto, pasando diez minutos preparando comida y bebidas para los tres justo como veía que su mejor amigo se encontraba realizando.

Resultó impactante para él ver a Yoongi salir de la habitación vestido de forma casual, una bufanda de Taehyung atada alrededor de su cuello (imaginó que también se encontraba impregnada con el olor del Alfa, ya que se veía muy cómodo utilizándola).

─Buenos días─ Yoongi sonrió, resplandecía.

Los mensajes debieron caerle de maravilla o no se encontraría tan feliz por la mañana.

Entre los tres terminaron de arreglar la comida, guardándola dentro de una mochila vieja de Jungkook, decidiendo a último minuto llevar una muda de ropa por si acaso.

─Lobo precavido vale por mil─ el Alfa pelirrojo terminó por dejarle a Jungkook llevar la bolsa.

Yoongi se quejó la mayor parte del camino a casa de Jimin por lo incómodo que resultaba el auto de Taehyung, alegando de nuevo que debería comenzar a ahorrar para comprarse uno nuevo o que él mismo comenzaría a guardar dinero y ese sería su regalo por el enlace.

─¿Sabes qué? A partir de hoy este auto se llama Min Yoonji, así que cállate y respétala─ la voz ronca del Alfa llena de diversión─. Jungkookie, ¿escuchaste cómo se llama este auto?

─Nuestra señorita Min Yoonji─ responde el Beta, apareciendo entre los asientos, la sonrisa formándole arrugas alrededor de los ojos.

─Los niños de hoy en día no respetan─ y continuó con las quejas, sin importar que los otros dos supieran que solo estaba jugando con ellos.

Al llegar a la casa de Jimin este ya se encontraba en la salida hablando animadamente con Jin y Namjoon. A los tres les sorprendió ver la forma en que el Alfa mayor posaba su brazo sobre los anchos hombros de Jin relajadamente, viéndose como una pareja casada que aconseja a su hijo sobre los peligros del mundo exterior.

─¡Jin!─ cuando abre la puerta Jungkook le saluda efusivamente─. Buenos días, Namjoon.

Al unísono, Jungkook y Taehyung gritan el nombre de Jimin en forma de saludo, el Beta alcanzándolo para meterlo entre los asientos traseros junto a él.

─Buenos días a todos─ Jimin intentó hablar.

─Cuídense mucho, chicos, llámenme si necesitan algo─ con una sonrisa preciosa, Namjoon los despidió.

─¡Quiero a mi Jungkookie ileso, chicos!─ les grita Jin cuando el auto comenzaba a avanzar.

Se alejaron a módica velocidad mientras Yoongi fungía de DJ, saltando de emisora en emisora para encontrar alguna canción que los tres quisieran cantar. Eso hasta que llegaron al inicio del bosque, encontrando la casa de Yoongi sin mucho problema y a Hoseok esperándolo en las gradas frente a la puerta.

Taehyung se había inclinado hacia él para dirigirle una mirada intensa, comunicando algo que ni Jimin ni Jungkook comprendían. Yoongi solo asintió, su expresión pétrea.

─Los espero en el apartamento al anochecer─ es su despedida, girando para ver a los chicos─. Diviértanse, chicos.

Aunque su sonrisa mostraba las encías y parecía la más dulce que jamás les hubiese dedicado, sus ojos se mantenían fríos, la emoción no llegaba hasta allí. Se bajó del auto antes de que cualquiera pudiese comentar algo, caminando con soltura hasta Hoseok. Jimin se movió al asiento de copiloto entonces.

Jungkook se vio sumergido dentro del pasillo mental en ese momento, su vista siento arrebatada mientras dejaba que su espalda cayera contra el sillón, Taehyung comenzando a manejar mientras mantenía una conversación animada con Jimin.

El pasillo se encontraba frío, Jungkook podía ver a los lados, de nuevo las dos puertas manteniéndose cerradas y en calma, ni gruñidos ni sacudidas, pero había algo que no se encontraba del todo bien en ese lugar. Manteniendo sus parpados unidos, el chico comenzó a analizar minuciosamente cada centímetro del apartado metafísico.

Había una alfombra enrollada en el centro del pasillo, un bulto que nunca antes había apreciado en sus anteriores visitas. Intentó acercarse a ella, estirando sus brazos para que las puntas de sus dedos la rozaran levemente. Una sensación de ardor se extendió por su brazo entero en cuanto se encontró a milímetros de tocarla, regresando a su posición habitual dentro del pasillo pegado contra la pared, seguramente recostado contra una puerta que no podía girarse a ver.

Con un quejido, la alfombra se desenroscó un poco a sus costados, descubriendo un brocado de oro que contrastaba con el algodón rojo que formaba su rostro en el centro. Prestando un poco más de atención a la alfombra pudo notar que no se trataba de simples líneas las que componían el dibujo: todas eran runas.

Runas que él conocía de Rattsga, en el templo donde los ancianos se reunían.

Un gruñido resonó frente a él, asustándolo de inmediato, fue precedido por aullidos que resonaban en la cercanía. Le tomó unos minutos, pero finalmente se notó que toda la fiesta provenía de su interior.

Diosa Luna, mi peor enemigo soy yo mismo, la misma voz que había suplantado a la de su madre se encontraba murmurando en un tono bajo, Diosa Luna, desde su trono en el cielo, una oportunidad más.

Solo una más.

El pasillo se sacudió, las luces del techo apagándose repentinamente mientras una pata se posaba sobre el centro de su pecho.

─Jungkookie─ la dulce voz de Jimin, escuchándose lejana.

─Kook─ Tae se encontraba al otro lado del mundo.

Tuyo. Tuyo. Tuyo.

Mío. Mío. Mío.

Nuestro. Nuestro. Nuestro.

Los quiero.

─Hey, Kookie.

Abrió los ojos mientras su cuerpo se sacudía furiosamente hacia adelante, aferrándose a los brazos a sus costados mientras inhalaba con fuerza, saliendo de la oscuridad para darse de bruces con la intensa luz del sol que se colaba por las puertas del auto.

─¿Estás bien? ¿Tuviste una pesadilla?─ las cabezas de Jimin y Taehyung entraron en el perímetro de su visión, tranquilizándolo mientras se hacía consciente de que los tenía a ambos asidos del brazo, inmediatamente dejando de ejercer la dura presión de sus dedos, que se deslizaron hasta llegar a sus manos.

─Solo fue una pesadilla─ consiguió formular, su voz ronca y tensa─. Solo fue una pesadilla.

Un pájaro trinó en el cielo.

─Estás bien, Kook, estamos contigo─ Jimin le consoló, su mano libre acariciando su cabeza─. Taehyung nos trajo al bosque.

Tendría que decirles la verdad.

¡Clearke aquí con un Dilema sorpresa!

No estaba entre mis planes subirlo antes, pero me emocioné mucho al escribirlo y decidí no contenerme: Espero que lo hayan disfrutado♥

¿Qué les pareció? Es igual de bonito tener un poco de YoonKook en la historia TuT ¿cierto? ¿Qué tal la aparición de Hoseok? ¿Preparados para lo que se viene? ¿Algún sentimiento encontrado gracias al pasillo? ¿Creen que ya es momento de que Jungkook admita (para él mismo) que está enamorado de ambos?

Y la pregunta importante: ¿Qué detalle les pareció más relevante en este Dilema?

¡Cuídense mucho y nos vemos (esta vez sí) el viernes en el Dilema 48!

PSD: Ya me pongo a responder los comentarios, muchas gracias por todo♥

∆Clearke Al Poder∆

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