Dilema 46
El cuerpo sin vida de Taehyung reposando sobre el suelo con una sonrisa estampada en los labios, eso era lo que Jungkook recordaba de la noche anterior con total claridad. No había tomado mucho tiempo para que entre los tres consiguieran sacarlo de su inconsciencia, todos vueltos un enjambre de nervios por la situación del chico.
Una pequeña risa escapa de entre sus labios, recordándose lo mucho que Taehyung los había extrañado a ambos, su corazón dando saltos de felicidad dentro de su pecho mientras sus manos dirigían al lápiz sobre el papel.
Después de tantas emociones vividas dentro de la casa de Jimin, Jungkook ahora se sentía tranquilo en su propio hogar, recordando todos los acontecimientos de la noche pasada mientras bocetaba libremente.
Taehyung no los había soltado, a ninguno de los dos, luego de que volviera a sus sentidos, llenándolo de calidez y alivio, Jimin no tendría que hacer nada por el celo del Alfa ahora que este había terminado. Había visto a Jimin más animado luego de todo. Y el pasillo metafísico ahora se encontraba tranquilo, las dos puertas cerradas, pero sin disturbios que lo preocuparan.
El Beta había decidió seguir los pasos de Yoongi, llamando a su jefe por la mañana para pedirle el día, continuando con el trabajo del libro desde su piso, solo deseaba encontrarse en la comodidad de su casa para conseguir alguna buena idea con que iluminarse y continuar trabajando en la línea gráfica sin más interrupciones. Así que allí se encontraba, sentado frente a su escritorio mientras dibujada con parsimonia, a sus espaldas podía sentir a Yoongi aún dormido sobre su cama.
Eso había sido lo más difícil al regresar al apartamento después de que todo volviese a la normalidad. Yoongi se veía perdido, desolado, con los pequeños ojos rojos por el llanto y sin querer separarse del lado de Taehyung. Fue demasiado tortuoso para Jungkook el trabajo de mandar a Taehyung y Jimin a la habitación del Alfa, aunque él tampoco quería separarse de nuevo de su mejor amigo tan pronto, Yoongi y su corazón roto tenían prioridad en ese momento.
─Hey, Jungkook, voy por comida─ repentinamente escuchar su voz le hizo dar un salto por el susto, soltando el lápiz para girar y verlo levantarse de la cama─. Llevo demasiado tiempo siendo lamentable, es mi momento para levantarme, ¿quieres algo en especial?
─Cualquier cosa está bien─ contesta, viéndolo con curiosidad.
─Regreso en unos minutos─ promete, estirándose luego de colocarse los zapatos─. Voy a llamar a Taehyung en el camino, para ver si compro comida para ellos dos también.
─Ve con cuidado─ es su despedida, regresando al papel frente a él─. No aceptes dulces de nadie en la calle.
─Cállate, niño─ pero sonríe, viéndose un poco más fresco, Jungkook se ríe un poco con él.
Se alegraba de verlo recomponerse poco a poco, más después de saber por todo lo que había pasado. Jungkook ni siquiera podía decidir con quien deseaba más hablar para darle palabras de aliento, sabiendo que Hoseok también pasaba por momentos difíciles.
No era sencillo para ninguno de los dos, pero en ocasiones ni siquiera las palabras eran capaces de salvarlos a todos. Jungkook admiraba la forma en que Yoongi se desahogaba, esperaba algo más enérgico viniendo de un Alfa, pero parecía ser que Hoseok se había llevado toda su energía. O es que Hoseok era su fuente de energía.
El pequeño chico Beta comprendía lo que era no sentirse estable en la ausencia de una persona amada, llenándolo ligeramente la vergüenza al pensar en Taehyung de esa forma.
Taehyung y Jimin, esos que parecían jugar con sus emociones de una forma muy burlesca, Jungkook ya no sabía cómo hacer para centrar sus sentimientos por ambos chicos.
¿O es que corrían en la misma dirección? Difícil saberlo.
Cuando volvía a posar su mirada sobre el papel solo se encontró con tres lobos esbozados, una representación de las personalidades que mostraban los tres lobos de la historia. El Omega, aullando a la Luna con expresión dolorosa, el Beta callado y sereno entre ambos, conectándolos, y al final el Alfa que gruñía y mostraba sus colmillos en señal de peligro.
Amar, estabilizar y proteger, en pocas palabras.
Tomando una hoja de papel vegetal, Jungkook comienza con la tarea de pasarlos en limpio, trazando líneas más precisas. Alcanza la caja de sus marcadores profesionales, tomando 4 tonos para cada uno según la psicología de sus colores (o eso quiere creer él).
Cuando termina ve su trabajo final a la distancia, dándose un golpe en la frente al notar la forma descarada en que había utilizado a sus amigos y a él mismo en su boceto.
─¡Jungkookie!─ la puerta del apartamento siendo golpeada con suavidad le hace saltar, poniéndose de pie para ir hacia la entrada─ ¡Cariño!
Gira los ojos justo al tiempo que los tres se encuentran en la sala.
─¿Saliste temprano del trabajo?─ pregunta mientras Alfa y Omega se lanzan a envolverlo en sus brazos, haciéndole reír.
Hogar. Ese era su hogar.
Sincronizados, ambos lobos colocan un suave beso en las mejillas del chico, dejándolo congelado por la impresión y por el alocado modo en que su corazón comenzó a enviar sangre a todos sitios. Quería ignorar el hecho de haberse sonrojado por un gesto tan inocente y tierno.
─Yoongi es mi jefe, obviamente tengo permitido salir antes del trabajo─ comenta, soltándose de ambos para dejarse caer sobre el sofá─. Jimin estaba desesperado por verte, mímalo un poco más y luego ven a hacerme un masaje en los pies, amor.
Calidez que desborda su pecho, brindándole un poco de confianza para abrazar con fuerza a Jimin, disfrutando totalmente de su presencia. Las cosas no parecían haberse tornado extrañas entre ellos dos luego de que Taehyung regresara a la normalidad. Todo volvía a su cauce ahora que los tres se encontraban juntos.
─¿No te parece mejor una ducha helada, cariño?─ responde Jungkook, una mirada ponzoñosa especial para el Alfa.
Vaya que lo extrañaba.
─¿Qué tal una ronda de preguntas?─ cambia su propuesta, sentándose de nuevo en el sofá.
─Suena divertido─ concede el Omega, estrechando al Beta.
Jungkook contiene unos segundo más a Jimin entre sus brazos, deleitándose con los sentimientos que lo llenan al tenerlo tan cerca. Luego, ambos se sientan sobre el suelo alrededor de la mesa frente al sofá, sus manos unidas, sus dedos entrelazados.
Taehyung rueda desde el sofá hasta la mesa, escabulléndose de forma graciosa debajo de la misma para dejarse en la alfombra de modo que su cabeza quede sobre el regazo de Jungkook y su brazo derecho pase sobre las piernas de Jimin, suspirando al encontrarse cómodo en ese extraño lugar.
─No los va a matar mimarme un poco, vamos, llevamos días sin pasar tiempo juntos─ pide, su sonrisa cuadrada apareciendo para maravillarlos.
Jungkook termina por jugar con su cabello rojizo, disfrutando de la sensación que da al tacto, mientras Jimin desplaza las yemas de sus dedos sobre la muñeca del Alfa con suavidad.
Lo habían extrañado bastante.
─¿Qué les parece una ida la bosque? Para liberara a los lobos─ Taehyung consigue decir en el limbo del sueño y la realidad─. Podríamos corretear por todos lados.
─Es una buena idea─ coincide Jimin─. Hace mucho que mamá no me lleva por todo el trabajo y la Universidad.
Pero Jungkook evita responder, sus ojos fijos sobre la madera de la mesa, siguiendo las líneas que se dibujar en el material. No importaba que fuesen las personas más importantes en su vida, aun resultaba difícil imaginarse contándoles la verdad sobre todo.
¿Cómo les explicaría la ausencia de su lobo? Ellos nunca mencionaban que no poseía un aroma, así que seguramente lo sabían.
─¿Jungkook?
Tal vez... Había llegado el momento de decirles toda la verdad.
─Me parece increíble─ coincide, sonriéndole a ambos.
Realmente increíble.
Para cuando Yoongi llegó, media hora más tarde, ellos aún seguían en el mismo lugar, Taehyung casi dormido contestaba a sus preguntas y participaba en la conversación, pero Jimin y Jungkook sabían que el Alfa merecía descansar luego de tanto ajetreo.
El Alfa dejó la comida en la mesa, pero en lugar de comenzar a comer se deslizó debajo de ella para acompañar a Taehyung, colocándose entre él y Jimin para quedar entre los brazos del otro Alfa.
─Eres adorable, Yoongi─ murmuró Taehyung mientras se separaba de Jungkook y Jimin para abrazar al mayor con todas sus fuerzas, envolviéndose a su alrededor atraído por el instinto de protegerlo.
Un ramalazo de sentimiento golpeó al Beta en ese instante, dirigiendo su mirada hacia el Omega solo para ver sus ojos destellando en un celeste hipnótico. Jungkook admitió que, si su lobo se encontrase aún con él, probablemente sus ojos también hubiesen cambiado de color.
─No me maten, idiotas─ escucharon el murmullo de Yoongi─. Solo necesito un poco de apoyo, préstenme a su Alfa por unos minutos más.
─Son treinta centavos por segundo, Alfa─ fue la respuesta de Jimin antes de reírse de forma malvada.
Jungkook aprieta sus manos, compartiendo la sonrisa con el Omega antes de inclinarse hacia él.
¡Hey, hey, hey! ¡Clearke aquí! Un poco tarde, pero aquí TuT
¿Qué les pareció este Dilema? Es un poco más tranquilo, hay que tener un pequeño respiro entre tanto drama, ¿les gustó la forma en que Jungkook terminó agregándolos a los tres en el libro? ¿Qué tal ahora que Taehyung regresó a ellos? ¿Alguien deseoso por ver cómo les dirá Jungkook toda la verdad? Y ¿Qué mejor que un poco de TaeGi para alegrar el corazón?
Ahora la pregunta importante: ¿cuál es su Dilema favorito?
Muchas gracias apoyo♥ nunca dejaré de agradecerles por tanto♥
¡Cuídense mucho y nos vemos la próxima semana con el Dilema 47!
∆Clearke Al Poder∆
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