Dilema 27
"... Y esperas que nadie hable pues tú no puedes, y rezas para que no te pidan que te muevas porque tu corazón se ha atascado en un latir tan rápido que antes escupiría trozos de cristal que dejar que alguien circule por sus estrechos pasillos."
André Aciman
Esperaba que la espesura del bosque los cubriera como un manto verde y gentil para separarlos de la manada. En su mente le imploraba a la Luna que les brindara unos cuantos minutos más, él sería feliz con tener solo unos segundos más al lado del Alfa que le sostenía entre sus brazos, uniéndolo a él, desbordando todo el amor que se contenía dentro de su corazón.
Intentó hablar entre los pequeños espacios vacíos que dejaban los besos, pero su mente no conseguía llegar a unificar sus ideas, haciéndolas rebotar por todos los rincones, siendo jirones desordenados, trozos de palabras inacabadas.
Te amo, moría por confesar, huyamos de este lugar, suplicaba su voz interior.
El lobo Beta rasguñó su interior, inquieto, deseando aullar con desesperación.
Quédate conmigo, era otro de esos pensamientos que rondaba en su interior.
La Luna, desde su trono en el inmenso cielo despejado secundado por algunas estrellas curiosas, se dedicó a observarlos con los ojos grises cubriéndose en lágrimas. No podría advertirles sobre nada de lo que el destino tenía preparado para ellos dos.
Un segundo más, suplicaba, uno más.
Su codicia les había cegado totalmente, bajando tanto las defensas que ni siquiera fueron capaces de percibir a los otros lobos hasta que los tuvieron sobre ellos. Manos frías y agresivas lo alejaron de los brazos de Yugyeom, sacándolo de su lugar seguro, de su único hogar.
─¡¿Qué demonios?!─ la voz del padre de Yugyeom llegó hasta sus oídos, reconociéndolo como la persona que se encontraba arrastrándolo lejos del chico.
Hielo cubrió su columna vertebral, extendiéndose por todo su cuerpo en conjunto con un golpe seco de lleno a uno de sus costados, la explosión repentina de dolor creando un coctel de sentimientos dentro de él. Se encontró recostado sobre su vientre al minuto siguiente, el pasto y la tierra brindándole un poco de compasión con su aroma.
Todos sus instintos gritaban que se alejara lo más rápido que sus piernas soportaran de ese lugar. Su sentido de la estimativa activándose y encendiendo alarmas por todos los rincones de su mente, cambiando su deseo vehemente de permanecer al lado de un Alfa que no le pertenecía.
Una de sus piernas se dobló con la intensión de hacer de soporte suficiente para impulsarse y correr, no llegando a conseguirlo cuando otro golpe asestó contra su espalda baja, manteniéndolo firme contra la tierra mojada.
Palabras disonantes acompañaron a la brisa nocturna mientras el dolor le recorría de pies a cabeza, sus terminaciones nerviosas activándose con el más mínimo roce.
Reconoció manos, aromas, la falta de aliento, el césped meciéndose frente a él y el dolor por cada espacio desnudo de su cuerpo. Palabras y más palabras, voces distorsionadas por el terror, por los golpes irascibles que tenían como objetivo su cabeza. Se mantuvo callado mientras el abuso fue consumado, mientras los lobos que les habían descubierto terminaban de derramar su rabia sobre él, mientras el veneno de su manada terminaba de ser absorbido por su débil cuerpo de 16 años.
Cuando las voces cesaron, se dejó caer de nuevo contra el césped, la extraña sensación de retazos de su ropa y la fría tierra pegándose a su cuerpo. Temblaba, no sabría explicar el motivo principal por el cual lo hacía, pero no podía dejar de temblar, su primer instinto ordenándole que adoptara la posición fetal sobre él mismo, demasiado tarde para cubrirse de los golpes y...
─...─ un insulto que no podía distinguir, aunque los sonidos comenzaban a definirse─...Esto es lo que hacen los Omegas por nosotros, niño Beta.
¿Alguien estaba llorando cerca de él?
¿Él estaba sollozando tan fuerte?
Su lobo se encontraba rendido en su interior, sin un solo gramo de energía restante para luchar en un plan de huida. Algo estaba roto en su interior también, podía sentirlo repiqueteando con cada dificultosa respiración.
El pánico se hizo notar otra vez cuando las grandes manos frías del Alfa mayor comenzaron a tocarlo de nuevo, enroscándose en sus muñecas y halando de él hacia arriba, arrastrándolo sobre el césped, perdiendo los últimos retazos de tela que cubrían su cuerpo en el proceso. Tres lobos más se sumaron a la siniestra marcha, caminando detrás de su verdugo.
La tristeza se fundió en su corazón cuando pudo distinguir a la figura alta de Yugyeom seguirlos unos pasos por detrás de sus hermanos mayores. Había dejado que hicieran con él lo que quisieron, les había permitido tocarlo sin más, golpeándolo hasta la inconsciencia, y ahora los seguía mientras lo arrastraban fuera del bosque.
Su lobo quiso aullar, un llanto doloroso comenzando a resonar en su pecho, siendo silenciado por un golpe propinado por el hermano mayor.
─Sigan, muchachos, él tendrá que aprender por las malas que no debe ofrecerse a un Alfa que ya está tomado─ las duras palabras del padre dejándolo frío del miedo.
En un intento desesperado por pedir ayuda, Jungkook busca sus vínculos familiares, deseando encontrar a sus padres para que lo sacaran de ese problema. Solo encontró vacío del otro lado de su mente, apenas un hilo en la conexión con su hermana pequeña.
Para ese momento ya se encontraban fuera del bosque, caminando por el prado en dirección a la aldea, cosa que solo hizo aumentar la fuerza con que sus muñecas eran sostenidas, el dolor insoportable royendo su cuerpo entero. Allí pudo ver a sus padres, uno al lado del otro, con sus hermanos pequeños tomados de las manos de su madre, las miradas frías y llenas de un sentimiento que no podría ser otro que el odio.
El Beta se retorció en su interior, sintiendo la ausencia de su familia en el vínculo ahora que recuperaba sus sentidos. Aulló con fuerza, sacudiéndose en un intento por disminuir el dolor. Jungkook sintió la forma en que las lágrimas le nublaron la vista, impidiéndole ver a sus progenitores entregarlo a la horda del pueblo.
─Lo encontramos ofreciéndose a un Alfa que estaba de paso en el bosque─ escucha que el padre de Yugyeom les cuenta a todas las personas─. Yugyeom lo encontró a punto de relacionarse con ese Alfa, pero ha huido nada más vernos.
Continúan arrastrándolo mientras personas del pueblo que él considero familia antiguamente le lanzaban objetos, la mayoría pesados y punzantes, provocando cortes por la piel desnuda. Sus abuelos, tíos, primos y demás familia siguiéndolos en silencio, podía sentir la pesada mirada de cada uno de ellos colocada sobre él.
Pánico, pánico, pánico, gritaba la voz del lobo en su interior.
Su lobo Beta se encontraba inclusive más aterrado que él, sin poder transmutar, sin fuerzas para continuar, dejando que la vacía carcasa de su cuerpo continuara el trayecto.
Deseó morir.
Él y su Beta desearon morir antes de llegar al centro de la aldea, donde se encontraban las casas de los ancianos, pero se encontraron en ese lugar antes de lo que él hubiese creído que sería justo. Solo pudo sentir alivio cuando los golpes cesaron, sus muñecas siendo liberadas y su espalda tomando un respiro de arrastrarse por el pasto y la tierra húmeda donde se encondían rocas.
─Alfa Kim─ los cinco ancianos de las familias más importantes ya se encontraban frente a ellos, apenas viendo hacia abajo en dirección a Jungkook─. Infórmenos qué es lo que ocurrió fuera de la aldea.
─Este sucio Beta─ escupió su rango con asco ciñendo toda la palabra─ se encontraba escondido en el Bosque Sagrado y a punto de consumar un acto impuro con un Alfa nómada.
Los ancianos retrocedieron al escucharlo, mostrándole su desaprobación a Jungkook.
─¿Quién lo encontró?
─Mi hijo menor, Yugyeom─ la voz tan fría como su tacto, apretada en ira─. No puedo creer que mi hijo tuvo que presenciar algo así.
─Y lo lamentamos─ suelta uno de los ancianos a su izquierda, Jungkook apenas es capaz de levantar la mirada hacia ellos, su cuerpo entero mallugado por el viaje y los castigos propinados dentro del bosque.
Diosa Luna, yo...
─Castigo─ una de las personas dentro de la horda articuló, rompiendo el silencio. A ella la siguieron más y más voces, hasta que todos se encontraban exigiendo lo mismo.
Castigo.
Diosa Luna, yo en verdad...
─¡No!─ un grito desesperado que destrozaba la sincronía en la petición de un castigo─ ¡Es solo un niño! ¡No pueden hacerle esto!
Otro golpe fue asestado, esta vez, en el centro de su vientre, todo el dolor centrándose en ese punto, dejándole sin siquiera poder quejarse del dolor. No podía respirar y el mundo comenzaba a dar vueltas a su alrededor.
La inconsciencia se apoderó de él sin poder llegar a observar quién era la única persona dentro de la manada que quería salvarlo del castigo.
Deseó de nuevo estar muerto, porque cuando despertó ya se encontraba tendido sobre un manto de tierra, alineado a la luna. No tenía idea de lo que sucedería a continuación, pero estaba seguro de que el dolor que había vivido ya no sería nada en comparación con el que le esperaba.
Recuperando poco a poco sus sentidos externos, el chico pudo observar a las figuras de los ancianos sentados a su alrededor, capuchas oscuras cubriendo sus rostros envejecidos, sus manos colocadas sobre la base de una fría redoma posicionada por encima de su pecho.
Una redoma.
Jungkook intenta moverse, descubriéndose atado con fuerza de manos y pies, apenas alcanzando a respirar, notando por primera vez que también se encuentra amordazado con sogas gruesas que solo dejaban el espacio suficiente para la boca de la redoma.
Sus enormes ojos llorosos se dirigieron a la luna, con una súplica muda hacia ella. Entonces comenzaron los cantos.
─A farkashoz kapcsolt lélek és test elhallgattatni akarja, el akar elnyomni (El alma y el cuerpo que se encuentran unidos al lobo desean callarlo), hamuvá forgatja (desean oprimirlo), a holdistennő ma este elmossa a lelkét, bezárva körülötte (convertirlo en cenizas, la diosa Luna baña su alma esta noche, cerrándose a su alrededor), és megpróbálja megtisztítani a sok gonoszt okozó farkast, és eljuttatja a mélységbe. ahol soha többé nem szabad felszíni (buscando purificar al lobo que tanto mal ha provocado, enviándolo al final del abismo donde nunca más podrá salir a la superficie)─ rezaban los ancianos.
─Lopja el a farkas hangját, aludjon örökre (roba la voz del lobo, duérmelo eternamente)─ le seguían cantando todas las personas que conformaban la manada.
Con cada palabra pronunciada, Jungkook podía sentir como algo rascaba en su interior, intentando abrirlo en canal, dirigiéndose a la boca de la vieja redoma de barro. El dolor de antes se condensó alrededor de ese lugar, por primera vez consiguiendo aullar del dolor más fuerte que jamás creyó llegar a experimentar antes.
Su lobo se sentía débil, desconcertado, como si se encontraran drenando toda su vitalidad para llenar la vasija de los ancianos.
La Luna le observó desde su trono y el le devolvió la mirada, los pálidos ojos grises dejaron caer sobre él gotas saladas que quemaron sobre la piel desnuda y temblorosa.
El dolor no hacía más que incrementar, siguiendo la pauta de los cantos y los rezos. Jungkook creyó escucharse suplicar por ayuda con la voz rota y ronca, un claro demostrativo del dolor inhumano que le atravesaba el pecho en esos momentos.
─Lopja el a farkas hangját, aludjon örökre (roba la voz del lobo, duérmelo eternamente)─ como un rayo, el dolor impactó de nuevo por un costado, brindándole la claridad necesaria para descubrir a su familia de pie detrás de los ancianos, cantando en sincronía con la manada.
Un grito cruzó el cielo, siendo seguido por un ruido seco y líquido derramándose.
Jungkook parpadeó, encontrándose al segundo siguiente cubierto de una pegajosa capa de líquido rojo sobre él. No podía reconocerla, entre el dolor y los destellos que se escondían detrás de sus párpados, creía haber perdido el olfato.
Su lobo se enfadaría por ello, pensó, en el momento en que los ancianos lanzaron la redoma hacia arriba algo se quebró dentro del pecho de Jungkook, como si quisieran enviárselo a la luna. El chico vio como la vasija desaparecía en el cielo antes de desmayarse.
¡Aquí está el tan esperado Dilema 27, donde vemos un poco del pasado de Jungkook!
¿Qué les parece cómo quedó? ¿Tal ve fue demasiado dolor? ¿Qué creen que está pasando con el Beta de Jungkook? ¿Notaron esa diferencia?
De nuevo, muchas gracias por los comentarios, amo leer las teorías que les surgen con cada nueva interrogante, cuéntenme qué piensan del capítulo 7u7 Este es aún más largo de lo habitual.
∆Clearke Al Poder∆
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