Como era de esperar, el rubio explosivo hizo todo lo posible por evitarla. Ya no llamaba a su puerta a altas horas de la noche para que pudieran ver películas o hacer cualquier otra cosa juntos en la sala común hasta que saliera el sol.

Y no es que a Jim no le importara, de todas formas, como ella dijo antes, no necesitaba que él se quedara despierto con ella. Ya había aceptado el hecho de que lo que sea que sintiera en ese momento no era correspondido.

El rubio decidió seguir aspirando a convertirse en el mejor héroe sin distracciones... aunque era más fácil decirlo que hacerlo. Ella era lo único que estaba su mente. ¿Por qué no podía dejarla ir de una vez?

Eso era tan jodidamente molesto.

─¿Y...? ¿Vas a ignorarla para siempre?─ Preguntó Kirishima con curiosidad mientras el bakusquad se reunía en la sala común.

─Ese es el plan, dientes de tiburón─ Resopló Bakugou, poniéndose cómodo en el sofá.

─Bro, qué poco varonil─ Suspiró el pelirrojo, sacudiendo la cabeza en señal de desaprobación.

─No me importa una mierda─ Espetó Bakugo, haciendo que los demás se callaran.

─Lo que tu digas.─

─No quiero que me relacionen con esa maldita extra, así que déjalo ya, no somos nada─ Su mandíbula se apretó junto con sus puños, deseando desesperadamente pasar a otro tema para evitar tener que hablar de ella.

Auch. Probablemente no es la idea más sabia decir algo así tan públicamente que todo el mundo puede oír. ─Menuda gilipollez, y yo que pensaba que al menos éramos amigos─ Dijo en voz suficientemente alta desde la cocina.

Todas las cabezas se giraron hacia ella mientras preparaba una taza de fideos. ─Bueno, nos vemos luego─ Se despidió con la mano, llevándose su merienda de vuelta a su dormitorio. Él no sabía que ella estaba escuchando, casi le hizo sentir culpable.

─Cabrón─ Murmuró entre dientes mientras cerraba la puerta tras de sí. Se sintió tan ofendida por haber sido calificada como alguien inferior a él. Le enfureció muchísimo. Fue estúpido por su parte pensar que él la consideraba una igual.

Así era Katsuki Bakugo. Normalmente, nunca huiría de nadie, pero cuando se trata de ella, es otra historia totalmente diferente. Tiene miedo de las nuevas emociones que descubrió después de conocerla.

Pensó en disculparse varias veces a lo largo de varias semanas, pero su orgullo no se lo permitió. Así que la evitó y ella lo evitó a él también.

El aire se volvía denso entre ellos si se quedaban solos en algún momento -normalmente en la cocina si tenían hambre en mitad de la noche- y la tensión no se podía cortar ni con un cuchillo.

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─No lo entiendo... pasamos tanto tiempo juntos que me irrita saber que ni siquiera me considera su amiga─ La adolescente de ojos claros suspiró sobre la almohada mientras sus compañeros se sentaban a su alrededor.

Incluso después de evitarlo durante semanas, él era lo único en lo que pensaba. ─Debería cobrarle un alquiler por vivir en mi cabeza─ Se quejó.

─¿Por qué demonios discutís?─ Resopló Mina, cruzando los brazos sobre el pecho.

─Ya sabes cómo es. No quiere que lo asocien con los "extras"─

─No lo dijo en serio, Jim─ Kirishima intentó apoyar a su amigo, pero sabía que no podía justificarlo.

─Te agradezco que intentes defender a tu amigo, pero eso no me ayuda─

─Sí, Bakugo está metido en un buen lío. Jim en mi opinión, creo que deberías dejarlo─ Afirmó Ururaka, mirando a la abatida adolescente.

─Estoy de acuerdo, ribbit─ Dijo Tsuyu, mientras todos los demás también concordaban.

─No sois de ayuda─ Se quejó, ahogando un grito.

─Esto es lo que pasa cuando si te ajuntas con un chico explosivo... te vas a quemar─ Denki interrumpió sus pensamientos con el comentario, lo que la hizo reír.

─¿Es en serio, Denki?, eso fue tan cliché de tu parte─

─Habla con él─ Sugirió deku; pero si fuera tan fácil no estarían en esta situación ahora. Aunque ella ni siquiera estaba segura de cuál era el problema.

─Eso va a ser imposible si está tan empeñado en evitarme─

─Arrincónalo y dile que no le dejarás marchar hasta que habléis─ Añadió Momo mientras jugaba con su pelo.

─Te ayudaré con eso─ Se ofreció Todoroki, pero Lida se negó en redondo.

─No creo que debas meterte en sus asuntos, Todoroki─

─Está bien Momo, lo haré. Mañana prepará el desayuno, ¿no?─ Se sentó y acercó las piernas al pecho, apoyando la barbilla en las rodillas.

─Ese es un momento perfecto. Bueno, nos vemos mañana, Jim─ Sero se despidió sacudiendo la mano mientras sacaba a todo el mundo del dormitorio.

─Cuando lo hagas espero me des un informe completo─ Gritó Mina mientras Jirou murmuraba un: ─Buena suerte─ Antes de que la puerta se cerrara y la habitación se quedara en silencio.

Mierda.