—Sam ya perdió el elemento sorpresa y no querrá enfrentarse si lo superan en número. No llegará directamente. Va a rodear el lugar y va a esperar su oportunidad.

—Vamos a tener que pelear. —propone Emmett.

—Sin pelear. —niega Carlisle —. No romperemos el tratado.

—El tratado no es válido. Eso es lo que piensa Sam. —dice Jacob.

—Nosotros no. —niega Esme

—Carlisle. Ninguno de ustedes han cazado en semanas. —le digo.

—Haremos algo. —me dice Esme.

—Diana y yo podemos invocar sombras y esqueletos para que vigilen la casa. —Dice Nico, Carlisle asintió.

—Eso sería bueno. —dice Jacob. Hago una mueca.

—Sí, pero el problema principal es que ellos atacan si sienten que algo se interponen en su misión, sin importar qué o quién. —prosigue Nico.

—Y no queremos dañarlos. —vuelve a negar Carlisle. Vuelve a mirar a Jacob —. Nos haz hecho un gran favor, Jacob. Gracias.

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Cada día, cada noche, hacíamos turnos para proteger la casa y vigilar a Bella. Y podía notar como los lobos comenzaban a rodear la casa por lo que me tocó traer a Russell para que también cuidara de Bella al igual que con Noah.

Estábamos todos en la sala, incluyendo a Noah. Emmett y Jasper veían el partido mientras que Alice y yo seguíamos con los preparativos de la boda. Nico y Alice pensaron en hacer la boda ya después de que naciera el bebé o feto, como sea. Rosalie cuidaba de Bella al igual que Edward y Carlisle. Esme le preparaba algo de comer a Noah, era su consentido.

Bella tenía náuseas, nuestra atención se puso sobre ella cuando escuchamos que Edward agarró el bote de basura para que ella vomitara allí. Pero, no vomitó nada.

—Tenemos que encontrar la forma de alimentarla un poco. —dice Esme.

—Si pudiera ver el feto.. —Rosalie la interrumpe.

—Al bebé. —le corrige a Alice.

—Tal vez podría entender lo que quiere. —prosigue ella.

Nos quedamos en silencio hasta que Edward habló.

—Tal vez tienes razón. —dice mirando a Jacob —. Jacob tiene una idea.

—No fue una idea. Fue un comentario sarcástico. —comenta este.

—¿Qué se te ocurrió? —le pregunto.

—Que tal vez esté buscando en quién encargarle sus dientes. —me responde.

—Tiene sed. —trata de decir Bella débilmente.

—Conozco esa sensación. Si es apetito no va a querer sangre animal. —dice Edward.

—Tengo sangre guardada para Bella. —dice Carlisle yéndose a buscar la sangre.

Miro a Jasper y este a mí.

—Vamos por un poco de aire fresco. —le digo levantándome del sofá y tomándole la mano para después hacer lo mismo con Noah.

Al salir de la casa nos adentramos al bosque.

—¿Qué te parece si le mostramos nuestro lugar favorito? —me pregunta Jasper con una sonrisa en su rostro.

—¿Qué lugar? —nos pregunta Noah.

—¿Tienes vértigo? —este niega ante mi pregunta. —Bien. Andando.