𝐊𝐀𝐍𝐆 𝐒𝐀𝐄-𝐁𝐘𝐄𝐎𝐊

Mi respiración era agitada, estaba cansada, me miré a través del espejo.
Mi reflejo, mis ojos oscuros, mostraban el cansancio que sentía, mire mi abdomen, una cicatriz se posaba en ella.

Dolía, ni un poco. Pero sentía un dolor tan profundo, un vacío que nunca llenaría.

La gente caía dentro del vacío, rogando por ayudarles.
Apreté mi mano, haciendo que mis nudillos se volvieran blancos, la culpa me consumió, de un momento a otro, estrelle mu puño contra el espejo.

La sangre empezó a salir descontrolada, unos toques en la puerta despertaron sus sentidos, rápidamente tomo una camisa cubriendo los nudillos rojos por la sangre.

Aunque eso no evitaría que saliera más sangre, aguantaría un poco hasta deshacerse de la persona detrás de la puerta.

Con rapidez abrió la puerta, la madre de Cho Sang Woo, parada en la puerta con una pequeña bandeja en sus manos y una gran sonrisa.

— No viniste a desayunar, creí que tendrías hambre — Hablo extendiendo los brazos, pero de repente la bandeja cayó al suelo, su rostro alegre se volvió uno preocupado, con cuidado tomo mi mano.

— Debemos ir al hospital, ya —Comento tomo una sudadera y la coloco en mis hombros.

— Esto te cubrirá del frío — Se acercó hacia mi hermanito, susurrándole al oído, él asintió y sin más corrió hacia su habitación, después de unos momentos salió con una chaqueta y un gorro.

Camino hacia la madre del jugador 218, agarrando su mano, dejándose guiar por ella, la sangre disminuyó, pero aun así dolía un poco.

Al llegar al hospital me atendieron rápido, las enfermeras sacaron cada cristal de mi mano, lavaron la herida y vendaron con vendas.

— Estás bien hermanita — Pregunto mi hermano, asentí con una pequeña sonrisa. La madre de Sang Woo nos quería demasiado, y nosotros a ella, aunque no lo demuestre mucho, pero solo la consideramos como una abuela y no como una madre, hace tiempo habíamos perdido contacto con ella.

Mi abuela y mi hermano se quedaron a escuchar las indicaciones de las enfermeras.

Con cansancio me coloqué mis audífonos, caminaba sin rumbo buscando lugares vacíos, hasta que encontré uno, al lado de una chica, que se cubría la cara con una gorra negra.

No me intereso en lo absoluto, me senté en el lugar, vi como el teléfono de la chica tenía una llamada entrante, ella la rechazó y de su bolsillo saco una tarjeta.

La misma tarjeta que años antes me habían dado, con cautela vi como marcaba los números, y llamo.

Sabía las palabras de memoria, Dame tu nombre y fecha de nacimiento, siempre soñaba con ellas.

Ella dio su nombre, creo que dijo Kim Jun-hee y que nació en... no me acuerdo.

Ella tiró la tarjeta al suelo, volví a mi asiento mostrando desinterés, ella me vio un momento antes de irse.

Con rapidez tomé la tarjeta marcando los números en mi teléfono.
— Si quieres entrar deme tu nombre y fecha de nacimiento — 
— Kang Sae-byeok, 19 de abril del 2001 — Murmure, el enojo empezó a consumirme, la llamada se cortó.

Acabaré con ese juego, cueste lo que cueste

Holaaa, hermos@s cómo están, nuevo capítulo, espero que les guste, y me ayudarían mucho votando y comentando.
Los amooo

ANDIE