O9. he is in love
capítulo nueve !
❪ y vos supiste lo que era,
él está enamorado ❫
Camila
―¡RIVER, MI BUEN AMIGO...!
La hinchada no había dejado de cantar en ningún momento, y ya podía darme cuenta la variación de canciones que iba a tener que aprenderme para encajar en la sociedad y no quedar como ridícula entre los hinchas, también por el hecho de querer pasar lo más desapercibida posible.
El partido estaba a quince minutos de comenzar y yo no podía estar más embolada. Creo que pueden darse cuenta que a pesar de vivir rodeada de familia fanática del fútbol, e incluso teniendo a mi hermano jugando desde los quince años y ahora jugando en Europa, el fútbol no está entre mis intereses personales. Sí, disfruto ver un partido, pero es un sentimiento momentáneo, puedo asegurarles que me cagaria de hambre si en algún momento mi vida dependiera de jugar a la pelota.
Pero ahí estaba, camuflada entre los hinchas esperando a que el partido iniciara, pero, principalmente esperando ver a Julián pisar la cancha, como se lo había prometido. Franco se burló de mí cuando le comenté en que se basaría mi domingo, ya que quizás (al menos para la yo del pasado) era una estupidez ir a ver a un boludito correr detrás de una pelota. Pero la verdad era que ese boludito era de quien yo estaba enamorada y a quien le dedicaba toda la discografia de Taylor con apenas mirarlo, así que no lo consideraba una pérdida de tiempo.
De igual manera siento que puedo acostumbrarme visitar el Monumental de vez en cuando...
Nadie:
Tu amiga la que menos se ilusiona:
Perdón chicas, tengo bastante apego emocional. Julián durmió la siesta conmigo y Ñoqui, para mí ya estoy casadisima.
Fijé la vista en mi celular con aburrimiento, respondiendo los mensajes de Oriana acordando a qué hora nos íbamos a juntar mañana. Eran pocas las veces que la veía, así que tratábamos de aprovechar ahora que se estaba quedando estas semanas antes de que volviera a Italia con Paulo, lo que significaba que se olvidaría de mí por completo. No me creerían si les contara lo pollera que era Oriana. Aún así la amo y es mí mejor amiga, ella era una de las pocas amigas que habían estado conmigo siempre, desde que me separé hasta el inicio de mi nuevo enamoramiento, Ori fue de mucha ayuda para hacerme dar cuenta de muchas cosas necesarias.
Ori había pasado casi por lo mismo años atrás, y yo había estado con ella, acompañándola en su duelo de separación con Julián Serrano, el innombrable. También había sido yo la encargada de hacer que llegara a Paulo. Tuve mi época de cupido, y le serví bastante a Paulo para que coincidiera con Sabatini, ya que era amiga de ambos por separado hace muchos años. Paulo siempre se acuerda de los planes que armabamos cuando Oriana se hacía la difícil, siempre estando atenta a las veces que Oriana aparecía en mi casa para avisarle y fingir que Paulo caía de casualidad, Ori hasta hace unos meses recién se enteró que era una movida de nosotros y no el destino.
Ahora no sé si estuve bien en ayudar a Paulito, ya que mí amigo era insoportable y no exagero cuando digo que veo a Oriana una vez al año como máximo, especialmente ahora que viven felices en Italia. (metas)
En conclusión, Oriana me ayudó bastante en superar la ruptura amorosa y en hacerme caer en cuenta en que no tenía nada de malo en volver a enamorarse. Mí amiga había sufrido casi y hasta más que yo en el pasado, por lo que después de debatirlo mucho, llegamos a la conclusión que todos en las redes sociales solían comentar, después de un Julián Serrano, viene un Dybala. Pero implementándolo de otra manera, ella y Paulo apoyaron mucho el después de un Rusher King, viene un Julián Álvarez.
Rogaba a los Dioses del cielo que no estén equivocándose.
Por inercia levanté la vista del celular cuando de mi lado escuché unos pasitos débiles bajando la escalera de cemento. Me alarmé cuando vi que se trataba de una nena de no más de un año quizás, quien bajaba sin cuidado la escalera y casi me da un infarto cuando vi que sus piecitos se enredaban entre sí. Salté del asiento rápido dejando mis cosas ahí, y frené el paso de la chiquita poniéndome frente a ella, quien levantó su cabeza y me miró curiosa apenas su cuerpito chocó contra el mío. Era una nena preciosa, tenía la camiseta de River y unos moñitos rojos y blancos adornando su cabeza.
―¿Y vos para dónde vas? ―le hablé como si fuera a responderme, pero lo único que hizo fue reírse con un poco de picardía, seguramente estaba escapando de alguno de sus padres.
―¡Olivia! ―una morocha de ojos azules bajó las escaleras hasta donde estábamos, apurada y asustada―. ¡Te dije que no me soltaras la mano!
La chica agarró a su hija quien ahora reía a carcajadas por la travesura cometida, a mí también me causó gracia.
―Discúlpame, ahora que se largó a caminar está terrible ―se disculpó la madre apenada. Ahora que Olivia se recostó en el pecho de su madre con vergüenza, pude notar como portaba la camiseta de Enzo Fernández, la número 13.
―No te hagas drama, la frené porque estaba bajando con todo y se la iba a dar ―expliqué con una sonrisa―. Casi le das un infarto a tu mamá, Olivia ―comenté a la bebé riéndome, causando risa en ella también.
―Le encanta verme sufrir ―respondió la morocha también riendo―. Y eso que le dije que no me soltara, llegamos tarde y no encontramos lugar para sentarnos.
―Se recontra llenó. Sentate acá conmigo si querés―propuse, ya que la tribuna que había elegido para sentarme estaba medianamente vacía.
―¿No están ocupados?
Negué: ―. Na, estoy más sola que la una.
La chica se rió y sin más preámbulo se sentó al lado de mí izquierda con su hija a upa. Después de sentarse, me di cuenta que ella también tenía la camiseta de Enzo.
―¿Vos no serás la famosa Olivia de la que siempre habla tu padre? ―la chica me sonrió ante el comentario.
―Pa-pá ―dijo la bebé, señalando así misma el número de su camiseta.
―Entonces vos sos la mujer de Enzo ―deducí mirando a la morocha.
―Si. Valentina, un gusto. ¿Y vos sos...?
―Camila ―respondí con una pequeña sonrisa.
―¿Bardel? ¿¡La de Casi Angeles!? ―preguntó con sorpresa y yo asentí riendo―. Ay, te juro que fuiste mi infancia y adolescencia. ―habló con sinceridad―. ¿Quedo muy loquita si después te pido que le grabes un saludo para mi vieja?
―Le grabo, no hay problema.
―¿Queres tomar unos mates? Traje el equipo pero con este terremoto se me hace imposible cebar.
―Dale, los cebo yo si querés.
Valentina me agradeció y me extendió su equipo de mate para que empiece a cebar.
―¿Te molesta si le digo a unas amigas que vengan para acá? Tampoco encuentran lugar.
―No no, total yo la dueña de la tribuna no soy.
―Ay, espera un ratito Olivia ―le dijo cuando la bebé se quejó porque le sacó Dora la Exploradora del celular para usarlo. La bebé balbuceó unas palabras inentendibles pero al parecer, como todas las madres, Valentina le entendió a la perfección―. ¿Agua querés?
Yo no entendía como las mamás podían entender lo que sus hijos querían sin esfuerzo, mientras que yo jamás podría haber adivinado lo que quería. Con mí hermano pasaba lo mismo, a veces Mateo me decía kaiwjand y Álvaro me traducía que tenía hambre.
Supongo que cuando sos madre aprendes el idioma bebé o algo así.
―Hola. ¿Dónde están...? Bueno, no importa, nosotras con Oli estamos en la tribuna cerca de los baños... No, con Camila ―Valentina se quedó en silencio por unos segundos―. No, con Camila Bardel... Si, la de Casi Angeles ―eso último lo dijo más bajito, pero lo escuché igual y me causó gracia―. Dale, pero vengan rápido porque ya va empezar.
No pasó mucho tiempo hasta que aparecieron las amigas de Valentina, las cuales me explicó que eran las novias de Agus Palavecino y Bruno Zuculini. Estefania y Agustina.
―Hola, hermosa. ¿Cómo estás? ―Estefania me saludó cariñosamente, al igual que Agustina.
Las dos chicas se sentaron en los asientos de adelante que también se encontraban vacíos, para así conversar y tomar mate con más con más facilidad. La verdad que las tres eran muy amorosas y simpáticas, estuvimos hablando un ratito hasta que la tribuna enloqueció como nunca, supe rápidamente que el partido estaba comenzando porque las luces del Monumental disminuyeron.
Todos nos levantamos cuando el equipo contrincante entró por uno de los túneles. El estadio rompió en aplausos y gritos por parte de los hinchas cuando por el túnel siguiente, River Plate pisaba el brillante césped de la cancha por primera vez en la tarde.
Fue inevitable sonreír como tonta cuando en la pantalla grande, donde se presentaba todos los jugadores y sus posiciones, apareció la figura del jugador número 9. Sentí la mirada de Valentina sobre mí cuando me vio sonreír, agradecí que no me haya dicho nada y sólo rió por lo bajo.
Se cantó el himno como de costumbre y hubo un intercambio de saludos entre ambos equipos. Después de que cada jugador tomara su posición, el arbrito sonó el silbato, indicando el comienzo definitivo del partido.
Mentira sería decirles que entiendo algo de lo que están haciendo, no me pregunten por qué tiran la pelota de una esquina a la otra o por qué los jugadores exageran tanto sus caídas, tantos años viendo fútbol y nunca aprendí nada de él. Sin embargo, podía asegurarles que me impresionaba mucho la manera en que corría Julián como un desquiciado.
Como le había comentado anteriormente, nunca lo había visto jugar, por eso me causaba tanta impresión verlo correr como si tuviera tres pulmones y seis piernas. Ahora entendía lo de araña, realmente parece que tuviera más de dos piernas por la manera en que lo veías correr.
También la manera en que se peleaba con el arbrito por cobrar faltas que nada que ver todo transpirado me hacía pensar cosas poco santas. Obviamente, no hice ningún comentario al respecto (al menos no en voz alta).
Me levanté del banco con nerviosismo al ver como Julián se adueñaba de la pelota (por séptima vez consecutiva, sin exagerar) y corría esquivando a los del equipo contrario hasta el arco. Empujó a uno que intentó quitarle la pelota suavemente, y sin prestarle mucha atención a sus demás compañeros que le podrían facilitar el paso, pateó la pelota directamente hacia el arco.
Claramente, convirtiendo el gol.
Todo el estadio estalló en gritos desesperados, mientras Julián corría alrededor de la cancha, con su típica celebración de araña y una sonrisa enorme en su rostro, para luego ser acorralado por sus demás compañeros quienes fueron a abrazarlo por convertir.
No tengo idea de como me encontró, cuando yo ni le había dicho donde estaba o siquiera le había comentado que estaba ahí. Pero sentí mi corazón detenerse por completo cuando lo vi darse la vuelta, y señalarme con su dedo índice, portando una sonrisa reluciente y sus ojos brillando de felicidad.
Tal y como la había mufado días atrás. El primer gol de la tarde me lo dedicó a mí.
Julián me dedicó un gol.
―¡Me muero! ―Valentina me abrazó por los hombros pegando saltitos felices, y Estafania y Agus se dieron la vuelta para mirarme completamente emocionadas, incluso más de lo que yo podía mostrar.
―¡Te lo tenías bien escondido, eh! ― dandose la vuelta, exclamó Agus Ruberto con una sonrisa burlona.
―¿Por qué no nos dijiste que eras la novia de Juli? ―Tefi me preguntó con emoción.
Capaz porque no lo soy.
Lo único que hice fue reírme con un poco de incomodidad. No negué ni afirmé nada. Y no sé si eso era específicamente bueno. Para no responder nada, solo ignoré su pregunta extendiéndole el mate. Gracias a Dios el partido continuó con normalidad y dejaron pasar ese momento incómodo.
Pero no dejé que eso me hiciera mal. A estas alturas, no me tenía preocupada cuestionar la posición de Julián en mí vida. Él me hacía feliz, y eso, sinceramente, era lo único que me importaba.
(...)
Julián
Saludé a mi último compañero que me quedaba por despedir y salí finalmente de los vestidores ya bañado y cambiado. Después de haber celebrado con mis compañeros la gloriosa y merecida victoria del millonario, me dediqué a quedarme ahí esperando a mi familia, ya que habíamos quedado con mi hermano que nos íbamos a reunir fuera de los vestuarios.
Gallardo tuvo razón en decirme que hoy me había levantado inspirado. No sabía si se trataba de inspiración o quizás fue la manifestación que Camila había hecho al cielo que me causaba mucha risa cada vez que me acordaba. Al final terminé convirtiendo dos goles dándole ventaja a mi equipo, tal y como lo tenía planeado, uno para mí familia, como de costumbre, y otro para mi manifestadora, claro está.
El verla ahí causó en mí algo difícil de explicar, mi radar para reconocerla se encendió incluso entre todo el bullicio y la gente, la verdad es que es imposible no reconocer esa belleza tan cautivadora que puedo asegurar que enamora a más de uno donde sea que vaya. Camila tiene algo que la hace resaltar sobre todo y todos, nunca va a ser irrelevante, al menos para mí así era.
Sí bien podía decir que lo que más me enamora de ella es su actitud, tan buena y espontanea, su belleza no es un factor menos importante. No por nada es una de las mujeres más linda de Argentina, y me atrevo a decir que hasta del mundo. La culiada es preciosa y lo sabe, no creo que no esté al tanto que puede tener a cualquiera comiendo de su mano con tan solo mirarla a los ojos, y ni hablar si la conoces en profundidad como yo lo hago.
Es tan hermosa, tan especial. No le puedo mentir a nadie, causa en mí algo que nunca había sentido. Tenerla a mí lado se siente como ganar un superclasico, ganar la Libertadores y una copa del mundo en un mismo día.
Tengo que admitir que la primera vez que nos besamos en el balcón de su casa está entre los tres mejores momentos de mí vida. Superando cuando ganamos la Copa América, pero claro, está por debajo de cuando conocí a Messi por primera vez. Prioridades.
En fin, nunca me alcanzan las palabras para explicar lo que me hace sentir. Me enamora cada día más.
QUE LOCURA LO TUYO
cuánto sexo xfavorrrr
sos hermoso araña
nunca dejes de meter goles
o me lastimo
| cuánto sexo xfavorrrr
Cómoooo
Mírala de atrevida
Mira que le digo a tu hermano que
te estás zarpando conmigo
no porfa😭
que no la voy a poner nunca
Jajajajajajajaja
Tonta
Gracias bonita ❤️
Vos lo manifestaste
VISTE QUE FUNCIONA
mira de quien te burlaste
para la próxima me voy a
manifestar un auto
Y una vida juntos manifesta
ah no sé
eso me lo tenes q pedir a mí
no al destino
Bueno deja de hacerte la difícil entonces
Y acepta que me amas
yo sólo amo a ñoqui
al asado de mi papá
a taylor y messi
Y a mí?
a vos no te banco
Se nota
No sabía que te comes a las personas
que no te bancas
es para sacarme la bronca
Yo también te tengo bronca
Hay que sacarnos toda la bronca entonces
re pajin
igual re está
Ya te fuiste?
bue para emoción
mi amigo q no la pone hace
ocho meses
No tarada
Te digo para llevarte
ah entonces sí
Sólo me usas por mi auto 😭
jaja si
#juliándatecuenta
Dónde estás?
Venite donde están los vestuarios
Estoy esperando a mi familia
que
mejor me voy en uber
Por
Todo porque somos familia de pueblo
JAJAJAJAJAJA
no estúpido
me da vergüencita
van a decir wtf y esta
Si saben quien sos
aww les hablaste de mí?
Si
Les dije que eras la loquita de
las manifestaciones
0% ofendida
100% orgullosa 💋
ahora voy
si te llamo llorando es porque me perdí
La sonrisa de boludo no me la sacaba nadie. Podía admitir que ahora estaba más nervioso por verla a ella que antes de comenzar el partido. Tiene un control sobre mi cuerpo impresionante, el cual creo que ni ella está enterada, pero con tan sólo decirles que si ella me pide que escale el Obelisco en tiempo récord yo soy capaz de hacerlo.
Me reí en mí mente al imaginarme las cargadas que me caerían de parte de Enzo, cuando él es igual con su mujer o incluso más romántico y empalagoso que yo.
―¿A quién le sonreirás tanto, no araña? ―la voz de Rafael me hizo levantar la vista del celular, cruzándome con él y con toda mi familia con mí camiseta como siempre.
―A la novia, seguro ―puse los ojos en blanco ante el comentario de mí cuñada, mientras saltaba a abrazar primero a mi mamá.
―Qué novia va a tener este, si no lo aguanta nadie ―mi papá le pegó un bife a Agu por joder.
―Dejen de molestar a su hermano, vos Agustín sos el menos indicado para joder ―me burlé cuando mi papá lo descansó.
―¿Te gustó el gol, mami? ―pregunté a pensar me solté de los brazos de mi mamá.
―Cualquier cosa que hagas a mí me hace llorar, mí Juli.
Besó escandalosamente mi cachetes con la voz quebrada de haber llorado tanto, siempre me causaba gracia como mí vieja ya lloraba a moco tendido cuando apenas pisaba la cancha por primera vez.
―Igual, ¿a quién le dedicaste el otro? ―me molestó Rafa riendo―. ¿Te equivocaste de palco o se lo dedicaste a alguien más?
―Y, tenía una admiradora por ahí ―dije sin querer entrar en detalles.
―¿Admiradora? ―Agustina me miró impresionada.
―Jodeme que volviste con la tóxica ―habló Agustín preocupado―. Sos un pelotudo, hermano. A vos te gusta ser cornudo parece.
―¿Qué decis, culiado? Cualquiera ―le hice montoncito. No me molestaba que nombraran a mi ex, pero me molestaba que me recalquen lo boludo que fui incluso cuando mis hermanos me insistían en que lo era, y yo lo negaba a más no poder.
―¿Quién es la pobre chica entonces?
Antes de que pudiera contestar la pregunta de mí hermano, Rafael me interrumpió: ―. ¿Esa no es la hermana de Ramiro?
Todos nos dimos la vuelta, viendo a quién Rafa señalaba con el dedo (se comió una puteada de mí mamá por señalar con el dedo) y vimos a Camila apoyada en la pared del predio, tecleando en su celular con rapidez, al segundo los mensajes que ella parecía mandar me llegaron a mí.
no te encontraba y estaba por ponerme
a llorar
CONTEXTO
TU HERMANO ME SEÑALÓ
QUE VERGÜENZA JULIÁN QIE LES
DIJISTE
ya veo q piensan q soy macumbera
Jajajajajaja
Si vi tu cara
Es un maleducado
Vení que te presento
No seas cagona
Rafa es medio boludo pero no es malo
ahora me da vergüenza
😭
Todo te da vergüenza
factos
Bueno gorda
Ahora te busco 🤦♂️
―Ahora van a conocer a mí admiradora.
Le dejé el bolso de mano a mí papá y, bajó la mirada atenta y nada disimulada de mí familia, caminé hacia la morocha a paso relajado, quien me miraba mordiendo su labio con nerviosismo impaciente.
―Hola, doña vergüencita ―la molesté apenas la tuve en frente, me pegó con suavidad en el hombro cuando la acerqué a mí, rodeando su cintura.
―Anda, maricón ―recibió mi abrazo escondiendo su sonrisa tímida en mi cuello―. No te voy a hablar nunca más, me haces pasarla mal.
―¿Por qué? ―me reí ante su amenaza.
―Soy la vergüenza en carne y hueso, me haces venir a ver un partido de fútbol y encima me haces conocer a tu familia. ―enumeró con indignación―. El Tucu Correa no me trataría así.
―Bue, ¿Cuántos goles te dedicó el muerto ese?
―Paraa, tampoco para que te pongas celoso, goleador ―me miró con una sonrisa burlona, que sinceramente hacía que mis piernas temblaran por lo linda que era.
―Igual hoy dormis en mi cama, así que no me preocupa mucho. ―respondí sintiéndome como un ganador, porque así era, yo ya había ganado en la vida teniéndola a mí lado.
―Iba a dormir en el sillón igual ―se hizo la difícil, como de costumbre, y esa actitud provocaba algo en mí que no quiero dar detalles para no quedar como un guarango.
―Medio incómodo que durmamos en el sillón, pero bueno gorda, como quieras ―la miré embobado cuando se rió por mí chiste―. ¿Por qué no te pusiste mi camiseta? ¿Te avergonzas de mí?
―Sí, re ―me hice el triste y soltó una risa―. Nada, qué sé yo. No quería llamar la atención. ―explicó, formando una mueca.
Yo no le dije nada porque lo entendía, la verdad es que yo tampoco tengo ganas de que mí cara aparezca de primicia en LAM y que millones de personas opinaran sobre las decisiones que yo tomara sobre mí propia vida. De igual manera la gente siempre hablaba y algún comentario malicioso iba a llegar. Eso era algo a lo que Camila ya estaba acostumbrada, yo sinceramente no. Pero si ella estaba bien con eso, yo también lo estaba.
Aunque me moría por mostrarle al mundo el pedazo de mujer que tenía, yo moriría por ella en secreto.
―¿Vamos con tu familia? ―me propuso haciendo que me sorprenda―. Tú hermano me está ojeando ya.
Me reí y asentí, pasando mi brazo por sus hombros para acercarnos a mí familia, quienes ahora de hacían los boludos pero ya nos habíamos dado cuenta que miraron cada uno de nuestros movimientos. Les di una mirada amenazadora especialmente a Agu y Rafa, porque ya los conocía y ellos ya sabían bien quién era Camila. Éramos amigos de Ramiro hace años y sabía las jodas que se me venían, ellos eran quienes más molestaban a Rama con que yo en algún momento me iba a armar de valor para acercarme a ella.
Y bueno, acá estoy, presentándole a mí familia.
―Buenass ―Camila les sonrió con timidez. No podía explicar la cara de feliz cumpleaños que tenía mí vieja.
―¡Hola, hermosa! Un gusto conocerte ―mi mamá saltó a abrazarla cariñosamente, Camila le correspondió sin problema―. Soy Mariana, la mamá de Juli.
―¿Todo bien? El gusto es mío ―tenía ganas de matarla a besos por lo tímida que era.
Si bien Camila era un poco más extrovertida que yo cuando estaba en confianza, cuando nos rodeaba gente que ella no conocía se ponía el triple de introvertida de lo que yo era. Hasta que entraba en confianza y era la persona más espontanea y graciosa que podías conocer. Esa era otra de las cosas que me enamoraban de ella.
―Hola cuñis, al fin te puedo decir así ―el comentario de Agu la hizo reír, y me mandó una mirada burlona antes de saludar a mi papá, Rafa y Agustina.
―¿Cómo está tu hermano, Camila? ¿Hace poco lo ficharon en Juventus, no? ―le preguntó mi papá.
―Sí, anda bien, se adaptó bastante rápido. Pero igual extraña acá ―respondió con una sonrisa chiquita.
―Me imagino. Lo debes extrañar, ¿no?
―Bastante, fueron muchos años viviendo juntos.
―Pero te dejaron custodiada, ¿no? ―Rafa dijo haciendo referencia a mí.
―Yo soy el mejor guardaespaldas, ¿o no?
―Yo no le confiaría nada, mira que es mí hijo pero yo no me olvido de varias mascotas perdidas ―Camila soltó una risa por lo que dijo mi mamá.
―Más o menos mí guardaespaldas, no me quería ir a buscar si me perdía.
―¿Y la ibas a dejar acá sola?
―Para qué hablas, pan triste. ―le pegué despacito en la cabeza.
―¡Julián Álvarez! ―ahora el golpe me lo comí yo de parte de mi mamá―. Esa no es manera de tratar a tu novia.
―¿Vio como me trata, Mari? ―la morocha aprovechó para hacerse la pobrecita, encima que mi mamá se lo cree todo.
―Lo que una tiene que aguantar por amor, ¿no? ―Agustina se le unió a la burla caminando a su lado.
Camila asintió riendo: ―. Eso, y también porque no tengo auto y lo uso de chófer.
―Quédate tranqui, vení a un par de partidos más, ponete su camiseta y te lleva hasta la luna si se lo pedis ―le recomendó Agus.
Gracias cuñadita.
―Faltó la camiseta no más ―la molestó Agu.
―No me quisieron regalar ninguna ―la miré impresionado por como mentía descaradamente para que me cagaran a pedo.
―Te pido disculpas, Camila. No lo reconocemos ―habló mi mamá con decepción, todos reímos ante lo exagerada que era esa mujer.
―Le jodo nomas, Mari. ―le aseguró Camila, mirándome con una sonrisa ladeada―. Su hijo es un dulce de leche. ―le sonreí, rojo como un tómate.
Lo enamorado que estoy de Camila no tiene sentido.
(...)
Camila
8 y media de la mañana del lunes, y yo ya me había despertado hace rato. Como Julián tenía el día libre después del partido lo último que quería era despertarlo, así que no sé de dónde saqué fuerzas para tocar sus cosas sin permiso (cosa que odiaba hacer en casa ajena) y hacerme un café porque realmente estaba cagada de hambre.
Era la primera vez en mucho tiempo que había dormido acompañada, y la verdad que no les puedo explicar lo cómoda y contenta que me sentí. Me toca admitir que no hay nada como dormir acompañada, y, siendo sincera, era algo que extrañaba mucho. La compañía.
Pero no era sólo eso, la compañía de Julián era completamente diferente a lo que había sentido antes. Él es diferente a todo lo que había idealizado antes, y no de una mala manera, es incluso mejor de lo que yo me había imaginado. No me equivoco al decir, desde lo más profundo de mi corazón, que Julián Álvarez es el compañero que he estado esperando toda mi vida.
No esperaba que su familia sea menos o más increíble de lo que ya era él. Su mamá, una mujer super amorosa y humilde, y su papá, quizás un poco más serio pero también buena gente, no me hacen dudar que gracias a ellos Julián es la persona maravillosa que es hoy en día. Tuve la oportunidad de conocer a sus hermanos en profundidad, y apesar de joderlo mucho, se nota el amor de familia que se tienen.
Incluso ya estaba invitada al próximo asado familiar en Calchín. Que no se entere mi viejo porque es capaz de sacarme el apellido si se entera que voy a comer el asado de alguien más, es bastante tóxico en ese sentido, pero sabe que no hay mejor asador que él.
No soy de hacer comparaciones, es algo odioso y lo sé. Pero la parte traicionera de mi mente no podía evitar comparar a la familia de Julián con la de Thomas.
Para empezar, su mamá me odiaba, sus comentarios en mi contra eran lo más viboroso y cruel que puede existir. Más de una vez peleábamos por eso, ella siempre se tomaba el trabajo de hacerme sentir mal y de hacerle saber a Thomas lo mal que le haría yo a su vida, cuando yo jamás le hice nada a esa vieja conchuda y ella me trataba como su peor enemiga. Está de más decir que a Thomas nunca le nació pararle el carro o defenderme, al fin y al cabo, lo de nosotros podía terminar en cualquier momento, y ella era la mujer que le dio la vida, no podía hacer nada para cambiarlo.
Eso fue lo que dijo textualmente, en una de nuestras peleas más fuertes, donde realmente sentí que ahí había muerto todo lo que teníamos. No fue así. Seguimos como si nada hubiera pasado y yo seguí con él sin poder sanar nunca esa herida que había dejado.
Su papá ni existía, pero cuando tenía que actuar, se ponía del lado de su mujer, obviamente. La única que me caía bien de su familia era Mayra, su hermana, una chica super cariñosa y atenta, nada que ver a mi ex suegra. Ella me amaba y yo la amaba a ella, lamentablemente, después de separarme no supe nada de ella, pero me hubiera gustado mantener contacto al menos para saber de su vida.
Pero fue mucho tiempo el que yo tuve que soportar a mi suegra tratandome como si me hubiera acostado con su marido. No me enorgullece decir que la única persona que me defendió en una de sus agresiones fue mi mamá, en un asado familiar, se pelearon, mi mamá se cagó enojando con Thomas y su mamá y ahí terminó el asado en familia. Esa fue la primera vez en que mi mamá me sentó y habló conmigo tan seria como nunca en su vida, dándome las razones suficientes para que reaccionara y dejara por fin esa relación tóxica.
Supongo que pueden adivinar si le hice caso o no. Si ganara plata por las veces que fui una pelotuda seguramente mi sueldo igualaría al de Messi.
―¿Por qué tan pensativa, flaquita?
Sentí a Julián abrazarme por la cintura y esconder su cara en la parte trasera de mi cuello, sonreí como tonta al sentir su cuerpo contra el mío. Maldito Julián que me pone cursi.
―Buen día, goleador ―sentí su sonrisa sobre mí cuello―. ¿Por qué te despertaste tan temprano? Yo corro una cuadra y al otro día no me despierta ni un terremoto.
―¿Vos por qué te despertaste tan temprano? ―habló sin soltarme aún―. Me puse triste cuando me desperté y no estabas.
Reí ante su exageración: ―. Ori quiere que nos juntemos a desayunar.
Chasqueó la lengua ofendido, no podía verle la cara pero estaba segura que hizo pucherito con su boquita, era mejor no verlo porque no sabía como podía reaccionar mi cuerpo involuntariamente ante eso.
―Supongo que le dijiste: "No rompas las pelotas, voy a estar con mí marido toda la tarde porque se rompió el orto para dedicarme un gol".
―¿Sos mí marido? ―elevé la cejas, finalmente dándome la vuelta con la banqueta y mirándolo a la cara.
Evité reírme ante su apariencia, sus pelos parados me hacían acordar a los Minions violetas.
―Tu marido, tu novio, tu amante, tu chongo de turno, lo que vos quieras ―me acarició la espalda abrazándome, todavía adormilado―. Menos tu amigo, ya pasamos esa etapa por suerte.
Solté una risa. Pobre araña, lo que lo habré hecho sufrir con mis traumas. Pero eso ya no importaba, cada día estaba más segura de lo que quería en mí vida.
Lo quería a él. Para toda la vida.
―Quedé con Ori ayer, Juli. No le puedo cancelar ahora ―Julián se quejó sin separarse de mí―. Bua, no seas maricón.
Finalmente se separó de mí, mirándome totalmente serio por las palabras que le acabo de decir.
―¿Querés que te muestre si soy maricón?
Acabé.
Creo que no hace falta explicar el calor que produce mi cuerpo y como ciertas partes me palpitan con rapidez cuando Julián me besa con desesperación. Cabe aclarar que se me pasó comentarles que Julián está en cuero, solo con su short de River, y yo con una remera y pantalón de él (porque soy re pajera y me olvidé mi pijama).
Me dejé llevar por un par de segundos, por instinto natural de mujer calentona deslicé mis manos a lo largo de sus fuertes y trabajos brazos. Mientras que sus brazos se encuentran asegurados en mi cintura y creo que no tienen planes de soltarla, porque no lo hace incluso cuando me baja de la banqueta para dirigirme al sofá, todo eso lo hacemos con mucha desesperación y de pedo no me caí y me desnuqué la cabeza, porque en ningún momento Julián dejó de comerme la boca.
Se posiciona sobre mí con la palma de su mano apoderándose de mí cuello para besarme con más detenimiento, separándonos por un par de segundos para recuperar el aire y volver a juntar nuestros labios. Su fornido cuerpo hace presión contra el mío, me da la impresión que en cualquier momento voy a morir aplastada por su gran cuerpo, pero la probabilidad es poca porque estoy tan perdida en sus labios que si me muero ahí mismo me importa poco y nada.
Jadeo sin por evitarlo cuando siento que se mueve contra mi cuerpo, especialmente chocando nuestras partes íntimas formando un choque eléctrico bastante placentero. El corazón me late muy fuerte, y Julián al ver aquella reacción a ese movimiento, comienza a moverse con más agilidad sobre mí y literalmente estoy sintiendo todo su bulto dejándome loca.
―Dios, para de moverte ―pedí separándome de sus labios, agitada, con el corazón a mil y estresada por el placer que me está provocando y el poco tiempo que tenemos.
―Quédate conmigo, me voy a poner triste si te vas ―Julián comienza a jugar con el elástico del short deportivo. Que hijo de puta.
―Julián... ―suspiré cuando el short se baja cada vez más, el encargado de sacarme la ropa sonríe picarón.
―¿Qué pasa, hermosa? Decime.
Perdón, Oriana. Llegó mi momento.
―Oriana me va a venir a buscar ―me siento asquerosa nombrando a mi amiga cuando literalmente Julián tiene intenciones de tocarme, pero me siento obligada a hablar.
―Yo te llevo, ¿cuál hay? ―su mano está cada vez más cerca, mi respiración se agita mucho más―. Que nadie te diga la hora que podes desayunar.
Su comentario me hace reír por un momento, pero no quita por completo la calentura que siento. Mi amiga va a tener que disculparme, pero no cojo hace mucho y no creo que quiera bancarse mi mal humor si estoy sexualmente frustrada.
Me encargo de besarle los labios con rapidez, su mano hace finalmente lo suyo y yo siento que toco el cielo con cada movimiento.
¿Hermosa mañana, verdad?
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ay que vergüenza
bueno hermanas es un fanfic de uno de los hombres más hot del mundo no esperen menos!!
me fui muy a la mierda? si fue así díganme y me elimino del planeta 😭
que me perdone dios, los santos angelicales y maría emilia. pero q hombreee q me parta entera 🙏
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