✧*:.。. Parte VIII.。.:*✧
| 2023 |
— ¡Niños! ¡A comer! — llamó Talya preparando las hamburguesas
Estaba escurriendo debido a la reciente guerra con pistolas de agua y globos que su esposo había organizado. Había escuchado risas divertidas en el bosque, donde los árboles servían para cubrirse de los ataques enemigos.
»— ¡Chicos! ¡Es hora de comer! ¡No me hagan ir por ustedes!
— ¡Ya estoy aquí! — exclamó Pietro llegando en un parpadeo— No queremos que la señora de la casa se enoje
Talya rió sintiendo la barbilla de su esposo acomodarse sobre su hombro.
— No me dejas preparar la comida— se quejó ante el abrazo apretado
— Sabes perfectamente que puedes hacer la comida sin mover ni un dedo
— Lo sé, pero quiero ser como las demás amas de casa— insistió Talya
— Señora Maximoff, usted está lejos de ser como las demás amas de casa— susurro después de girarla para verse a los ojos
Talya arrugó la nariz dejando un rápido beso en los labios del mayor
— Hablale a los niños, y traeré toallas
— Podemos comer así
— ¡Ni hablar! ¡No quiero niños resfriados! ¡Mucho menos tú que eres un dramático cuando te enfermas! — acusó Talya divertida
— No soy dramático— se defendió Pietro— pero me gusta cuando mi hermosa esposa me consiente
— Muy bien, señor consentido, corta el pan— pidió Talya entrando por la puerta corrediza de cristal hacia el interior de la casa
Pietro se giró hacia la mesa del jardín, se secó las manos y comenzó a cortar el pan a la mitad.
— Soy muy sexi para el delantal, muy sexi para cortar pan, muy sexi para cocinar… — cantó
— ¿Dónde está mi hija, señor Sexi? — pregunto Natasha burlona
— Eh… —Pietro no sintió vergüenza alguna— dentro
— ¿Por qué estás mojado? — pregunto Rogers que acompañaba la rojiza
— Guerra de agua— contestó Talya saliendo con toallas en las manos— ¿A que debo si inesperada visita en mi patio trasero?
— Queremos hablar. Es importante— habló Natasha viendo a todas partes esperando ver a sus nietos
— ¿Por qué no nos lo dicen mientras comemos? Iré por los niños— anuncio Pietro entrando de nuevo al bosque
Talya apretó los labios algo tensa. No sabía por qué, pero que el capitán estuviera ahí le hacía presentir que lo que sea que quisieran hablar era bastante serio.
— ¿Día familiar?
— Si. Pietro adora hacer travesuras con los niños— sonrió Talya— y eso de lo que quieren hablar es de… ¿Situación nivel Vengadores?
— Algo así— afirmó Steve— me gustaría que-
— ¡Contra mamá! — alentó Pietro que venía lleno de barro
— ¡¿Pero qué… ?! ¡Niños no! ¡Era guerra de agua! ¡No de lodo! ¡Billy! ¡Tommy! ¡No!... Uhg…— se quejó Talya al sentir a sus dos pequeños de tres años completamente cubiertos de fango abrazar sus piernas
— ¡Oh mamá!
— No, no, no, no… Ana no, tú tampoco nooo… — y la rojiza menor abrazó a su madre también
Natasha sonrió al ver a los pequeños gemelos y a Anastasia llenos de lodo
»— Te culpó a ti Maximoff
— Yo también quiero abrazar a mamá— sonrió juguetón el platinado abrazando a su esposa
— Ugh… ahora estoy llena de lodo
— «mila» mami, somos «mostuos» del «boque»— exclamó Billy a lo que Tommy gruño como un monstruo
Talya rió acariciando las mejillas de sus hijos, las cuales estaban llenas de lodo también
— Son los monstruos más adorables— les sonrió— pero estos monstruos no pueden comer si están así de sucios
— Podemos bañarnos con la manguera— sugirió Anastasia
— ¡«Maguera»! — gritó Billy emocionado
— No les des ideas, cielo
— ¡Yo «maguela»! — corrió Billy con Tommy yendo detrás de él
— ¡Pero yo di la idea! ¡Yo también quiero usarla!
Talya vio a sus tres hijos irse en dirección a donde estaba el grifo con la manguera, algo que aprovechó para ver acusatoriamente a Pietro
— ¿Te he dicho cuanto te amo, cielo?— le sonrió Pietro con "inocencia"
Talya sonrió con algo de molestia
— ¿Cómo es que las guerras de globos pasaron a ser de lodo?
— Bueno, Billy se cayó a un charco, Tommy se rió, así que Billy le lanzó algo de lodo, pero en vez de darle a Tommy, fue a parar en la cara de Anya… una cosa llevó a otra y… ¡Guerra de lodo!
Los ojos de Talya se entre cerraron acusatoriamente
— Yo di a luz a tres niños, no a cuatro
— Por algo eres la que nos controla y nos impide ir demasiado lejos
Talya rodó los ojos
— ¿Quieres decir que yo soy la madre aburrida?
— Algo así
— Algo me dice que no quieres cenar, Maximoff— amenazó Talya
— ¡«Maguela» mía! — pidió Tommy
— ¡Niños!
Los gemelos y Anastasia vieron a su madre con los ojos muy abiertos cuando la escucharon gritar. Sabían que si hasta su padre temía verla enojada, ellos debían obedecer apenas les hablara.
»— En fila, los rociaré con la manguera
— ¡Pero mamá-...!
— Nada de peros, tienen que comer limpios
— Pero somos «motuos»— dijo Tommy— «motuos» ser aterradores
— Los monstruos no comen hamburguesa cielo
— Ya no «quelo» «sel» «motuo»— expresó con un puchero Tommy
Talya le sonrió a sus hijos, quienes ya formados en su lugar roció con la manguera. Hubo algunas risas y exclamaciones de cosquillas ante el chorro de la manguera, algo que hizo a Talya reírse.
— ¡Me toca! ¡Me toca! — pidió Pietro emocionado abriendo su cuerpo en forma de estrella para recibir toda el agua
Una vez los niños y Pietro estuvieron limpios, una sonrisa pilla apareció en el rostro de Pietro
»— Alguien sigue de bañarse— canturreo
— Te lo advierto, Maximoff, solo una pequeña rociada
— Lo que tu digas preciosa
Talya soltó un chillido cuando el chorro bastante potente del agua le dio en la cara y le hizo cosquillas por todo el cuerpo.
— ¡Ya, ya, ya, ya, ya!
Pietro se rió de su empapada esposa dándole un beso rápido a la mueca molesta que tenía.
— ¡«Buela»! — exclamó Billy notando a la rojiza mayor
— Vengan acá a darme un abrazo— alentó Natasha
— Esperen, esperen, primero los voy a secar— detuvo Talya tomando las toallas— vengan acá
Los ojos de Natasha veían con suavidad como su hija secaba con mucho cariño y delicadeza a sus nietos.
— ¡Yo ya estoy seca! — exclamó Anastasia abrazándose a Natasha— hola mamá Nat
— Hola Ana— sonrió Natasha abrazando a su nieta de ocho años— ¿Te has portado bien?
— Al lado de papá, claro
— Muy graciosa rojita— dijo Pietro secándose el cabello
— «Buela» — gritaron los gemelos abrazándose a sus piernas
— Hey, pequeños traviesos, ¿siguen volviendo loca a su madre? — los alzó Natasha con facilidad dejando un beso en la mejilla de cada uno
— El que más me vuelve loca es Pietro
— Pero me amas— dijo Pietro con suficiencia
— Bien niños, hay que comer. Andando, su abuela va a comer con nosotros
— Es raro que te digan abuela— susurro Steve de forma disimulada hacia Natasha viendo a Talya subir a los gemelos a su lugar
— Me siento muy joven para serlo, pero aún así adoro a esos niños— susurro de igual forma
Todos se sentaron en la enorme mesa, a lo que los niños comieron emocionados haciendo algo de platica, felices de tener a Natasha ahí. La veían una vez por semana, ya que Natasha sentía que eso le daba más ánimos para lidiar con todo. Ver a sus nietos era cómo renovar energías para ella.
Una vez cenaron, los niños se ducharon y cambiaron de ropa, impacientando un poco a Steve. Sin embargo, no lo expresaba ya que Talya enojada era de temer, así que esperó.
— ¿Ya podemos hablar? — pregunto al ver a la rojiza bajar con sus dos hijos menores en brazos
— ¿Tienes hijos a los que atender?
— N-no
— Entonces cállate y déjame atender a mis hijos— dijo con sequedad llevándolos a la sala— vean las caricaturas con Anya. Mamá y papá estarán ocupados— les susurro a sus hijos
— Si mami
— ¿Podemos comer helado?
— Por supuesto— accedió Talya
— Yo te ayudó— se ofreció Natasha dándole una sonrisa apenada a Steve
— Si el capitán iba a estar tan impaciente podrías haberlo dejado en el complejo de los Vengadores— susurro Talya sirviendo un poco de helado
— Él creyó que lo mejor era hablar con ustedes en persona, es muy importante
Talya suspiro tomando los vasos con helado para dárselos a sus hijos notando a Anastasia bajar ya bañada
— Por favor, que no se peleen— le pidió Talya a su hija mayor
— Trataré
Cuando volvió a la cocina, sacó una botella de vodka y se sirvió en un pequeño vaso
— No sé por que siento que lo que me dirán no va a gustarme— confesó después de pasar el trago
Pietro se recargo en la puerta de la cocina atento a lo que dirían
— Encontramos la forma de traer a todos de vuelta— dijo Steve por fin
Talya miró a su esposo y luego a Natasha, misma que afirmó con una sonrisa que contenía algo de emoción
— E-es cierto… Stark lo logró, podemos ir por las gemas y luego tronar los dedos
— ¿Wanda puede volver? — preguntó Pietro con el corazón acelerado— ¿De verdad?
— Si, solo debemos ir por las gemas. Volvemos y todos volverán— resumió Steve
Talya alzó las cejas viendo al rubio con profundo recelo
— "debemos" me suena a muchos
— Quisiéramos que ustedes ayudarán a ir por las gemas. Stark está construyendo la máquina que nos ayudará a ir al pasado, si ustedes-
— Iremos— accedió Pietro entusiasmado
— No— dijo Talya de inmediato
— ¿No? — preguntaron tanto Natasha, Steve y Pietro
— No, yo no, no pienso arriesgarme, y tú tampoco deberías hacerlo Pietro
— ¿Que no escuchaste que podrían traer a Wanda de vuelta?
— También podrían traer a mi padre, pero no planeó hacer mi vida del lado así cómo así, por que tengo tres niños que dependen de mí, y no pienso arriesgarme por un "algo" que podría salir mal en muchos sentidos— dijo moderando su tono al saber que sus hijos estaban viendo la TV a unos metros
— Sé que esto te aterra, pero es la oportunidad de vengar a Bucky, de traer a los perdidos-
— Cierra la boca— detuvo Talya a Steve de forma brusca— No planeó unirme a un suicidio colectivo
— Talya, todo el mundo perdió algo ese día, incluyendo nosotros— insistió Pietro— no podemos darle la espalda
— Si puedo, yo sí— afirmó con seguridad— Antes no tenía nada, y luego llegaste tu con Wanda… — habló con dolor— y yo también la extraño mucho, pero no puedo arriesgar lo que ahora tengo… No pienso perder nada
— Talya..
— No— sentenció queriendo salir de la cocina, topándose cara a cara con su madre— No trates de convencerme, Natasha
— No lo haré— suspiró la rojiza entendiendo su miedo— pero te prometo que haré que tu padre conozca a sus otros nietos
Talya sintió una punzada de dolor que disimuló bien yendo hacia la sala con sus hijos. Pietro tenía los labios apretados y una mueca frustrada en el rostro.
— Trataré de hablar con ella— le prometió a Natasha
— No importa si no quiere entrar, lo importante es que sepa que trataremos de arreglar esto. Yo se lo prometí— Natasha tomó aire y sonrió con los ojos cristalizados— Fue bueno estar con los niños otra vez
— Cuándo quieras suegrita
Natasha lo miró con las cejas alzadas, pero suspiro divertida y salió de la casa con Steve. Respetaba por completo la decisión de su hija.
(•••)
— Estas molesta— declaró Pietro viendo a la rojiza secar los trastes muy ensimismada
— Ya te dije mucha veces que estoy bien
— Algo que he aprendido con las mujeres, es que cuando dicen que están bien, no lo están
Talya rodó los ojos dejando el traste en la vitrina para luego ver a su esposo.
— No es que no quiera que vuelvan, es solo que no me gusta el riesgo que esto trae— susurro tomándose el puente de la nariz— No me gusta la idea de que podemos perder más de lo que-...
Talya no pudo terminar, solo frunció los labios y sus ojos se perdieron en la nada. Lo único que quería era mantener su familia a salvo, solo eso
— Entiendo que te de miedo, a mi también me aterra, pero no puedo evitar pensar que… Otros no tuvieron la misma suerte, Taly, ellos… perdieron… su lugar feliz— musito con suavidad— entre ellos, tu madre
Talya alzó la vista hacia su marido sintiendo un nudo formarse en su garganta. Estaba por hablar cuando los gemelos entraron tallandose los ojos con sueño
— Ana se «dumió» en el sofá, mami— musitó con voz adormilada Tommy
— Y «nosotos» también tenemos sueño— dijo Billy para luego bostezar
— Bien, creo que quedaron muy cansados después de esa guerra de lodo, ¿verdad?— les sonrió Talya a sus dos pequeños— vayamos arriba
— Iré a acostar a Ana— anuncio Pietro
Talya le dio una mirada corta a Pietro alzando a sus dos hijos para llevarlos a la cama. Arropó a Tommy, dejando una suave caricia en su mejilla y un beso en su nariz; luego fue a la cama de Billy, quien dio un gran y gracioso bostezo
— ¿La princesa de papá tiene sueño? — preguntó Pietro a la pequeña rojiza que se acurruco en su cama sin abrir los ojos
— Soy muy grande para ser princesa, papi
— Tu siempre serás la princesa de papá— defendió de inmediato el mayor
— La princesa de ambos— terció Talya
Pietro dejó un beso sobre la cabellera flamante de su hija para luego ver a los gemelos, tallándose sus ojitos adormilados
— Saben que mamá y papá hacen lo que es mejor para ustedes, ¿verdad? — preguntó Pietro hacia sus tres hijos
Talya le dio una mirada interrogante a Pietro
»— ¿Saben? La familia.. Es para siempre— susurro el mayor pasando un mechón del cabello de Anastasia tras su oreja
La menor abrió un ojo sonriendo a su padre aún muy adormilada
»— aunque lo intentaramos, nunca podríamos separarnos
Talya sonrió con cierta tristeza
— Descansen mis amores— susurro Talya dejando un beso en la frente de cada uno de sus hijos
Pietro hizo lo mismo, para apoyar al final apagar las luces dejando sólo una pequeña lámpara de noche en el cuarto de sus hijos. Pietro notó a su esposa sentarse en la orilla de la cama de la habitación que compartían con los labios apretados, y parecía jugar mucho con sus dedos.
— ¿Estás bien? — preguntó sentándose a su lado dejando un beso en su hombro comenzando un pequeño camino de besos hasta su mejilla
— Los niños necesitan tener a alguien que los cuide— sonrió Talya hacia su esposo
Pietro se enderezó viendo a Talya tratando de entender. Parpadeo confundido y luego sonrió casi saltando de la cama
— ¿Eso es un si?
— Un sí con condiciones— afirmó deteniendo un poco la emoción infantil del mayor— Esta será la última vez que nos meteremos en algo relacionado con los Vengadores o salvar al mundo
— No puedo estar más de acuerdo— asintió Pietro tomando las manos de Talya— solo hay que hacer esto por nuestros hijos, y luego solo viviremos para nosotros
Talya sonrió uniendo sus labios a los del mayor
— Te amo
— Y yo también te amo
(•••)
Natasha frenó su andar en seco cuando escucho algunas risillas infantiles
— ¡Mamá Nat!— gritaron los tres niños que se abrazaron a la rojiza
— Hey— sonrió Natasha alzando la vista hacia donde Talya y Pietro venían
— Necesitamos de alguien que los cuide en lo que nos metemos en este… ¿Es un viaje en el tiempo? — preguntó Pietro
— Es un poco más complejo que eso, pero si— Natasha rió ante los niños aún aferrados a sus piernas— Creo que sé quién los puede cuidar. Gracias por venir
— La familia es por siempre— sonrió Talya mirando a su esposo— Wanda y Papá merecen conocer a Billy y a Tommy
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Los días habían pasado bastante rápidos y ocupados. Ya que la máquina del tiempo, o túnel cuántico (como Tony corregía con frecuencia) estuvo listo, cada quien ubicó las seis gemas que habían causado que la mitad de la población del universo desapareciera. Habían hecho un viaje de prueba, en el que Clint aseguró que había funcionado. Ya con todo listo y cuidadosamente planeado para cada equipo, todos partieron.
Talya y Pietro habían sido enviados a Vormir junto con Natasha y Clint.
— ¿Entonces tuvieron gemelos? — pregunto Clint
— Si, y son igual de hiperactivos que el padre
Pietro sonrió con lo que parecía orgullo ante sus pequeños
— ¿Y qué hay de Anastasia?
— Es una pequeña mandona— rió Pietro viendo hacia donde el túnel de luces que se abría paso frente a él ante la nave que se abría paso a hacia su destino
Era una de las más hermosas vistas que había tenido en toda su vida
»— Siempre está cuidando que Billy y Tommy no se metan en problemas
— Anya quiere crecer muy rápido— terció Natasha
Hubo silencio en la nave que atravesaba las estrellas. Talya trató de contener una risa, sin embargo, no pudo.
— ¿Qué pasa? — preguntó Clint
— Ay perdón, es que… no puedo evitar pensar que esto es lo más loco que he vivido en toda mi vida— se rió—: estamos en la nave de un mapache parlanchin, atravesando el espacio del 2014 ya que nosotros viajamos desde el 2023 para recuperar unas piedras brillantes raras
Natasha y Clint se vieron entre sí y rieron también. Sus vidas eran un gran circo
— Será una buena historia para nuestros nietos— dijo Pietro entrelazando su mano con la de su esposa
— Oh sí, sería una gran historia
— No si yo la cuento primero— bromeó Natasha— con la edad que tengo estoy segura de que puedo ver hasta a mis tataranietos
Talya y Natasha se rieron. Tal vez era verdad, ambas habían sido madres demasiado jóvenes.
La nave freno bastante, dejando ver algunos planetas bastante cercanos el uno del otro. Todos se pusieron de pie, admirando los planetas frente a ellas, donde Vormir era el principal protagonista
— Wow… en otras circunstancias esto sería increíble— exclamó Clint
— Ya es increíble— dijo Pietro sin sentir que podía despegar los ojos del lugar— Mi amor, ¿nos llevás?
Talya hizo una mueca
— No prometo que lleguemos enteros
— Será divertido— dijo Natasha tomando la mano de su hija
— Está jugando, ¿verdad? — preguntó Clint
— Eh…
— Si, si— afirmó Natasha por su hija
Lo siguiente que Clint sintió, fue que se le revolvieron las entrañas y que estaba por vomitar hasta por la nariz, solo atinando a sostenerse de la arena que cubría el lugar casi enterrando la cara en el suelo
— Eww.. Eso fue horrible— se quejó Clint de rodillas
— Si quieren puedo llevarlos hasta la montaña
— No, no, no, no, no… quiero caminar— dijo Clint de inmediato
Pietro se rió, sosteniendo a una Natasha que aún se sentía muy mareada
— ¿Estás bien suegrita?
— No me digas-... Quiero vomitar… — se quejó apretando los párpados sosteniéndose las rodillas— estoy bien
Ya una vez el par de espías se recuperó, comenzaron a caminar para llegar a la punta de la montaña. Al final, Pietro se desesperó y llevó a cada uno hasta la punta
— Necesito… un minuto… — pidió Clint sosteniéndose de un pilar de roca— al menos no siento que se me saldrá el cerebro por la nariz
— Seguro al mapache no le tocaron montañas— dijo Natasha viendo el paisaje y alerta a su alrededor
— Técnicamente no es un mapache, Nat
— Yo lo ví comerse la basura— dijo Talya con una mueca de asco
— Podríamos adoptarlo, así no contaminamos— propuso Pietro
— Ni se te ocurra
— Bienvenidos— habló una voz con eco de la nada
Todos se pusieron alertas: Natasha sacó su arma, Talya invocó sus poderes y Clint sacó su katana.
»— Natasha; hija de Iván, Clint; hijo de Did, Talya; hija de James, Pietro; hijo de Oleg
Era un espectro de cara Roja cubierto de una túnica negra que oscilaba con el viento. Este levitaba en las sombras, viendo a los recién llegados de forma vacía
— ¿Quién eres? — preguntó Natasha
— Considerame un guía para tí, y para todos los que buscan la gema del alma
— Ay que bien, dime donde está y ya no te molestaremos— pidió Natasha sin dejar de apuntar
— Qué pena que no sea tan sencillo
Talya tragó grueso sintiendo que su voz vacía solo era una especie de advertencia a algo que no les gustaría. El espectro se deslizó por el aire hacia el borde de un precipicio, y más allá, no había nada. Solo una caída seguramente mortal y un círculo dibujado en el suelo
Talya se asomó hacia abajo con el cabello amarrado en una trenza moviéndose ante el viento que golpeaba a todos a la orilla del precipicio.
»— Lo que buscan yace frente a ustedes, al igual que lo que temen.
Natasha se acercó a un costado de Talya viendo fijamente el fondo con una arruga muy marcada en su entre ceja
— La gema está ahí abajo
— Para uno… para los otros… — dejó al aire el espectro— Si desean tomar la gema, deben perder aquello que aman. Un intercambio eterno… un alma por un alma
Hubo un momento de silencio entre los cuatro, con la presencia del espectro permaneciendo a su costado. Talya sintió la mano de Pietro en su cintura apartándola del borde lentamente.
Natasha también se apartó sentándose sobre una roca muy taciturna. Tenía que sentarse un segundo y pensar, pensar demasiado.
Clint se rió bastante molesto caminando hacia donde Natasha. Talya miró temerosamente a Pietro, que se había mantenido demasiado callado para su gusto. Era como cuando hacía alguna travesura junto a sus hijos, no era bueno.
— No es cierto… — susurro Clint con impotencia— Tal vez está inventando eso
— No, yo creo que no— musito Natasha mirando atentamente la nada
— ¿Por qué conoce el nombre de tu papá? — pregunto Clint con algo de gracia
— Y yo no— susurro Natasha— Thanos salió con la gema de aquí, pero no con su hija. No es una coincidencia
Talya soltó un suspiro tembloroso
— Así es… — suspiró Clint
— Haremos lo que sea— susurro Natasha viendo a su hija fijamente
— Haremos lo que sea— repitió Clint viendo hacia el precipicio
Talya negó hacia Natasha con los labios fruncidos cuando se puso de pie.
— N-no.
— Si
— No, no, no— se rió Talya viendo a Natasha con temor
— Si no conseguimos la gema, van a seguir muertos todos, incluyendo a tu padre
— S-sé que sí, pero…
— Cuento con que él te cuide a ti y a mis nietos… No pensaría en una mejor persona para velar por ti, y tienes a Pietro— le sonrió Natasha al platinado que la veía fijamente
— ¡N-no! ¡No comiences a hacer planes Natasha! ¡Encontraremos una solución! ¡¿Bien?! ¡Nadie tiene que morir! — insistió Talya viendo a todos como si regañara a unos niños que planeaban hacer algo tonto
— Tu y Pietro no lo harán. Regresen a la nave— sentenció Clint
— No somos unos niños a los que deban decir que hacer— se rió Pietro poniéndose a un lado de Talya
— Ustedes son padres de tres niños, lo mejor es que… se vayan— pidió Natasha tragando en seco
— ¡Oh no! — se burló Talya— ¡Ya me trajeron hasta este loco viaje! ¡Así que ni sueñen con que me iré solo porque quieres portarte como una madre sobreprotectora!
— Esto no esta a discusión. Vuelvan ustedes dos a la nave— ordenó Natasha con severidad hacia los más jóvenes— Vuelve con mis nietos y dales un beso de mi parte, y dile a James que… que lo amo— susurro Natasha con lágrimas en los ojos
— No empieces a despedirte Natasha— se adelantó a decir Clint ganándose los ojos de todos sobre él— ambos sabemos quien debe ser
— No nos hagan del lado como si no existieramos— dijo Pietro siendo ignorado por el par de espías
— Si lo sabemos— afirmó Natasha viendo fijamente a su mejor amigo uniendo sus manos
Talya abrió la boca y la cerró sin encontrar voz en su garganta. Era inverosímil lo que estaba pasando, el giro que las cosas estaban tomando. Quería vomitar de impotencia
— Empiezo a creer que hablamos de otra persona, Natasha
— Esto no está pasando— susurro Talya respirando hondo
Ni siquiera quería pensar en el posible resultado, solo quería volver a días atrás y ver a sus niños embarrados de lodo.
Pietro la abrazo al verla tan asustada dejando un beso en su sien. Talya se aferró a él y soltó un suspiro tembloroso.
— Todo estará bien— aseguró levantando la barbilla temblorosa de su esposa para conectar sus ojos. Talya vio algo en los ojos azules de Pietro que no supo descifrar
— Estos cinco años he buscado una sola cosa, llegar justo aquí. Solo me ha importado que revivan los demás— insistió Natasha
— Nat, no vayas a sacar tu lado amable ahora— pidió Clint con una diminuta sonrisa
— ¿Qué? ¿Crees que quiero hacerlo?
— E-esto no debería estar pasando. N-no… — dijo Talya en negación
— Es mejor que se vayan
— ¿Y dejarlos aquí solos para luego saber quién de ustedes murió? — inquirió Pietro
— Saben que trató de salvarlos— insistió Natasha con tranquilidad
— Pues no queremos que lo hagas y punto. — dijo Clint— Chicos, yo hice cosas horribles y ustedes son padres
— Todos aquí somos padres— dijo Talya viendo a Natasha fijamente— Todos tenemos a personas que nos necesitan..
— Tu tienes tres preciosos niños, unos niños que dependen de ti— los ojos llenos de lágrimas de Natasha vieron esta vez a Pietro— necesitan de ambos. Y-y nada me haría más feliz que mejorar el mundo en el que crecerán, y tal vez así pueda enmendar mi error… y todo el daño que te cause
Talya se burló de nuevo con un músculo de su barbilla comenzando a temblar
— No trates de hacerte la madre abnegada ahora Natasha, n-no… ¿Qué les diré a mis hijos cuando pregunten por su abuela?, ¿Eh? — preguntó con la voz rota
— Es por eso que debo ser yo— murmuró Clint— Saben en lo que le converti
— No juzgó a una persona por sus peores errores— sonrió Natasha con tristeza
— Deberías
— Tu no lo hiciste
— Tal vez él no lo hizo pero tu siempre fuiste demasiado dura contigo, y yo también fui una horrible hija, y-y te dije mu-muchas cosas y-y… — habló Talya con la voz quebrada
— Cosas que merecía, ya que nunca te pude proteger, y no te apoyé cuando más me necesitabas— susurro Natasha con tono arrepentido
— Son de verdad insoportables. Se nota que son madre e hija— sonrió Clint con tristeza— Lo mejor es que se vayan. Talya, llévate a tu madre
— ¡No se supone que las cosas serían así!— sollozo Talya viendo a los mayores
— Y no lo serán— dijo Pietro causando que todos los ojos se posarán en él— Dile a los niños que todo fue por ellos y que los amo, y dile a Wanda que más le vale ser una buena tía
Talya sintió como su sangre se helo
— Oh no lo harás— sonrió Clint disparando con rapidez una flecha
El velocista apenas se movió, recibiendo un rozón bastante doloroso de la flecha de Clint en la pierna. Natasha quiso correr apenas vio a su mejor amigo atacar a Pietro, cuando se sintió ser tomada de una de las piernas y lanzada contra Clint cayendo estrepitosamente en la dura roca del lugar
— ¡¿Qué se supone que estás haciendo?! — gritó Talya hacia su esposo
— Mantengo a salvo mi lugar feliz— le sonrió Pietro
— ¡No puedes hacerme esto! ¡Eres mi esposo! ¡Se supone que somos un equipo en esto! — gritó Talya dolida
— Dile a mi familia que la amo— escuchó tras de sí decía Clint
— Tu se los vas a decir— contestó Natasha
Pietro no dijo nada, solo miro con una sonrisa dulce a Talya corriendo hacia la orilla siendo solo un destello azul para ojos de cualquiera, pero Talya era la única que lo podía alcanzar.
Pietro apenas saltó hacia el abismo, un relámpago dorado lo cegó, hubo una sacudida y volvió a caer dolorosamente contra el suelo. Cuando alzó la vista, notó que Clint había sido fijado al suelo con piedras hasta la cintura como si lo abrazaran luchando desesperadamente por soltarse.
— ¡NOOO! — gritó Clint cuando vio a Natasha lanzarse al vacío, con Talya yéndose tras ella.
Pietro gruñó cuando corrió ante su pierna lastimada, con su figura dejando una estela de luz azulada a su paso corriendo tras la madre de sus hijos.
— ¡No te atrevas! — gruñó Natasha colgando con Talya de un cable que las mantenía suspendidas.
Talya colgaba debajo de ella, ambas siendo unidas por un cable de la cintura. Talya había atrapado a Natasha lanzando un gancho fijandolo a la roca, pero Natasha la había fijado a ella misma para que no se cayera.
»— D-dame la mano— rogó Natasha buscando alcanzarla, pero no podía, estaba bastante más abajo de ella— ¡Se suponía que tú tendrías tú vida!
— Sé que mis hijos estarán bien— le sonrió Talya, sacó un cuchillo y cortó el cable ante los ojos llenos de temor y dolor de Natasha
— ¡NOO!
Talya sintió su cuerpo cortar el aire, esperando que todo se acabará en un segundo. Sabía que sus hijos estarían bien, tenían a Pietro.
Ese pensamiento se detuvo abruptamente cuando una figura chocó contra ella sin cuidado, y volvió a ser enganchada contra la montaña chocando dolorosamente contra la roca. Talya apenas atinó a sostener la mano de Pietro gimiendo ante el golpe que se dio y el peso de sostener a Pietro.
— ¡¿Q-que… ?! ¡No! ¡NO, NO, NO, NO! ¡Todo menos tú! — gritó aferrándose a Pietro aún cuándo apenas y podía mantener su mano en la suya
— Suéltame amor— pidió Pietro con la voz agitada
— ¡N-NO!
— Esta bien hermosa, todo estará perfectamente
— ¡No, no! ¡Deja de decir eso! — lloró con impotencia soltando un gritó frustrado
— Esto tiene que pasar y esta bien. Esto es por nuestros hijos, tendrán una vida mejor
— ¡No me puedes hacer eso! ¡No puedes! ¡Si tu mueres yo muero! ¡¿Okay?! ¡MORIRE!
— Tengo que hacerlo
— ¡ESO NO ES CIERTO! ¡NO LO ES! — protestó viendo a su esposo con profunda súplica— ¡¿QUE LE DIRÉ A NUESTROS NIÑOS?! ¡ERES EL PADRE DE MIS HIJOS! ¡NO LO HAGAS!
— Ellos estarán bien, necesitan mucho más a su madre— insistió Pietro con voz bastante cálida para estar a punto de caer
— ¡¿Y QUÉ HAY DE MI?! ¡¿QUÉ HAY DE MI, PIETRO?! ¡SOY TU ESPOSA! ¡E-ERES MI… ! — Talya soltó otro gruñido sintiendo los dedos de Pietro resbalarse poco a poco de entre sus dedos— E-eres mi lugar feliz… — sollozo viendo directo a los ojos que le dieron su primer hogar— ¡Si! ¡Nuestros hijos estarán bien ¿pero qué hay de mi?! ¡BU-BUSCAREMOS LA FORMA! ¡PODREMOS ENVEJECER JUNTOS Y LE CONTAREMOS ESTO A NUESTROS NIETOS PERO QUÉDATE! — lloró a gritos— ¡Quedate o te juro que no te perdonaré Maximoff! ¡Te daré el divorcio si te vas!
— ¿Te divorciaras si te quedas viuda? ¿En serio? — se burló Pietro con lágrimas en los ojos y una sonrisa triste
— P-por favor…
— Tu y mis hijos siempre fueron, y siempre serán, mi lugar feliz— susurró Pietro viendo con profundo amor a una Talya suplicante— Gracias por todo. Te amo
— ¡N-NOO! ¡NO PUEDES!
— Nos diremos "hola" otra vez
Talya jadeo ante la idea de perderlo, viendo desesperadamente el cable que la mantenía sujeta y luego su mano unida a la de Pietro
— Por favor no me dejes…
Pietro ya no dijo nada, solo se zafó sin mucho esfuerzo de su agarre cayendo al vacío, viendo al amor de su vida mientras caía, sonriendo ante sus recuerdos y la vida, que aunque corta, había sido maravillosa.
Pensando en su lugar feliz, en sus hijos y en su hogar dejando el silencio envolverlo.
Y Talya perdió su primer lugar feliz
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Este... ¿Ya tomaron agüita?
*huye*
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