XII
El pelirrojo se sorprendió bastante de encontrar a la chica justo en la parada del autobús, pues habían quedado de él recogerla en casa, igual, solo le sonrió sin preguntar a ese pequeño cambio, cruzaron la avenida para quedar del lado contrario. Él había planeado llevarla a una pista de patinaje y luego caminar por algún parque; estaba nervioso, no iba a mentir, no sabía el sí realmente le gustaría lo que había planeado.
La verdad era que él no conocía de ella realmente, poco era lo que sabía de quién en el pasado fue su novia, lo que resultaba irónico al decir continuamente que la conocía bien.
— ¿Estás bien? Te ves nervioso — comentó ella.
El chico volteó a verla sonriendo, se acomodó la camisa e intentó notarse natural, había prometido ser honesto está vez, lo cuál era irónico, pues había tenido que mentir para que saliera con él. Sintió su celular vibrar en el bolsillo, por lo que lo saco haciendo una seña a Hana de que respondería; el autobús llegaría en seis minutos.
Al ver de quién se trataba la llamada respondió casi de inmediato, hacía bastante tiempo que no recibía llamadas de ese número, al parecer él no era el único que había decidido no borrarlo, o por lo menos eso el quería creer.
— No deberías aferrarte — dijeron al otro lado de línea.
Hacía bastante tiempo que no escuchaba la voz de Yeonjun, al menos no dirigirse a él, días pasados solo lo había notado que lo seguía y sus miradas que lo regañaban por sus acciones.
— Ella misma me pidió salir — comentó.
Notó al rubio al otro lado de la avenida con el celular pegado a la oreja, con la vista fija en él, una mirada intensa, profunda, fría. Taehyun volteando hacia ambos lados, solo estaba él, ello le alegraba de cierto modo.
— No pensaba meterme, pero Taehyun, ya la destruiste una vez, ¿Enserio irás una segunda?
Él suspiró. Entendía bien el por qué aún con Soobin se seguía hablando, después de todo, él si había escogido un bando, todos lo había hecho.
— No va a suceder está vez — colgó.
Y justo a tiempo, Hana se acercó a él para avisar que el autobús ya estaba por llegar. Le sonrió, el autobús paró y ambos subieron, siendo Taehyun el que pago el pasaje de ambos, la joven terminó por sentarse en uno de los pocos lugares libres, y él permaneció de pie junto a ella observando a detalle a la joven.
Había cambiado tanto desde la última vez que puedo estar así con ella. Se estaba convirtiendo en una mujer, que desde ahora notaba que iba a brillar no solo por su belleza, entonces se preguntó si para ese futuro aún serían cercanos, no como una pareja, pero si se seguirían tratando como viejos conocidos.
— ¿Fui alguna especie de juego antes? — preguntó la joven de repente.
El autobús frenó de manera precipitada y Taehyun apretó sus manos que se aferraban al tubo de hierro, la pregunta había sido tirada de la nada, solo la soltó sin darle alguna forma de esquivarlo, lo había enfrentado.
Se miraron ambos a los ojos, era vulnerable ante ella, y la culpa volvió a ahogarlo. Sus ojos permanecían abiertos más de la cuenca. Y ella, solo estaba ahí sentada sin expresión clara, no podía leerla.
— Responderé al final de nuestra cita — dijo en cuento el autobús arrancó nuevamente.
~ Tiempo Atrás ~
Suspiró por enésima ocasión en el día, no lograba entender su tarea, por más que intentará no encontraba la solución al problema y aquello comenzaba a generarle dolor de cabeza, soltó el lápiz, dejándolo en el mostrador mientras pasaba ambas manos por su cabello con notable frustración, el lápiz rodó por el mostrador cayendo al suelo.
No se percató de ello, hasta que una persona dentro del lugar le entregó el lápiz. Lo tomó con ambas manos sonriendo amablemente, era el mismo chico castaño de la vez pasada que había pedido ayuda.
— Gracias.
El chico le devolvió la sonrisa bajando su mirada al libro delante de la joven, hizo un gesto señalando el libro y ella asintió dejando que lo tomara para leerlo.
Si no tuviera esa terrible jaqueca no le hubiera prestando su libro, de alguna forma, era testaruda para recibir ayuda, aparte de ser orgullosa como para aceptarla.
El chico volvió a tomar el lápiz comenzando a escribir en su libro, ella miró atenta cada uno de sus trazos hasta que lo vio llegar a la solución del problema, ambos alzaron la mirada mirándose a los ojos.
— Soy Taehyun — se presentó él devolviendo su libro y lápiz.
Ella los aceptó sonriente, volvió su vista al problema, no solo había anotando la solución, si no también un número telefónico que supuso que era suyo. Lo había visto días anteriores rodeando la librería, aveces solo, aveces con el otro chico de cabellera negra, pero no había vuelto a hablar hasta ahora.
— ¿Y esto? — preguntó señalando el número telefónico.
El chico le sonrió pasando su mano por su cabello. No iba a negar lo atractivo que lucía.
— Llámame y saldremos — dijo con simpleza.
Lo miró algo desconfiada, cerró el libro guardándolo tras el mostrador, apoyo sus manos sobre este mirando algo desafiante al chico. En su vida nunca nadie le había invitado a salir, no era exactamente por no ser atractiva, era bonita, sin embargo, asistía a un colegio únicamente para mujeres, y aparte del trabajo en la librería, no hacía más.
Tampoco era alguien realmente abierta para conversar con los clientes de la librería, no a menos a que ellos iniciarán la conversación, como lo había hecho el chico que por nombre traía Taehyun.
— ¿Debería de llamar? — empezó a jugar.
— ¿Quizá debí invitarte sin darte mi número? — volvió a decir él — ¿Cuál es tu nombre?
Ella soltó una corta carcajada, el lugar estaba vacío, algo común realmente.
— ¿Le diste tu número a alguien que no conoces? Eres un descuidado.
— También tú, estás sola y me has dejado agarrar tus cosas, podría asaltarte — comentó él.
Ella volvió a tomar el libro para abrirlo en la página donde había anotado su número volviendo a prestarselo junto con el lápiz, estaba por decir algo cuando sonó la campanita indicando que había un nuevo cliente, ambos dirigieron su mirada a la puerta.
— Bienvenida profesor Kim — saludó con amabilidad, salió del mostrador cuando él estaba acercándose a ellos.
— ¿Podrías ayudarme con un libro? — pidió él.
Hana asintió para irse con el profesor por uno de los pasillos de la librería dejando al castaño solo con el libro de matemáticas en mano, tomó el lápiz dejando una pequeña nota en su tarea, tomó una fotografía del libro para enviarla al chat grupal que tenía con sus amigos junto con un pequeño texto , no pasó mucho para obtener respuestas.
"¿Otra más?"
"Es la quinta en la semana!"
" Si sucede algo, no pienso cubrirte está vez"
Taehyun soltó una corta risa al recordar el incidente de hace unos quince días, el salir con una chica le terminó costando una pelea con los de otra escuela, teniendo sus amigos que ir a su rescate. Era una anécdota reciente que le parecía algo divertida. Tomó sus cosas saliendo de la librería
Ni siquiera se despidió de la joven, no tuvo intención de hacerlo, en ese momento solo era otra más en su historial de jóvenes con las que salía solo a matar tiempo, quizá si lo hubiera hecho en ese momento, muchas situaciones hubieran Sido completamente diferentes.
Hana al estar sola en aquel local con su profesor mientras buscaba del libro que le pidió, sintió de una caricia sobre su trasero, provocando que solo bajara la mirada algo avergonzada, paso saliva nervioso y continuó con la labor de buscar el libro.
Quiso convencerse que había sido un error, cuando la realidad no era así, y ella misma se negaba a esta.
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