xiii. what is love?


13. ¿qué es el amor? 


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La madriguera se encontraba en un ambiente cálido y muy familiar. Los gemelos Gideon y Fabian se encontraban agitando su varita de un lado a otro, haciendo que un Santa Claus en escoba volará por toda la casa, mientras que Charlie daba brincos tratando de alcanzarlo.

—Mamá y papá mandan saludos —dijo Arthur llegando a la sala y ondeando una carta en sus manos.

Charlie dejó de perseguir a Santa para abalanzarse sobre su papá, quien lo cargo en el aire haciéndolo reír, acto seguido comenzó a correr por toda la sala con Charlie en sus hombros. 

Winifred, carga a Bill en sus piernas, mientras acariciaba el largo y pelirrojo cabello de su sobrino y le cuenta historias de aventura, acción y amor.

—Ya quiero entrar a Hogwarts —confesó el primogénito Weasley soltando un suspiro.

—Ya casi mi amor, solo cinco años más —Bill abrió sus ojos.

—¿Cinco años? Uff... ¡es mucho tiempo! —dijo negando rápidamente.

—Se pasarán volando, te lo aseguro —aseguró sonriendo.

—¿Me enseñarás de tu magia? —preguntó emocionado.

—Por supuesto que sí —dijo Winifred completamente emocionada.

—Me parece muy lindo —aseguró el pequeño jugando con uno de los rulos despeinados de su tía—. Yo creo que tu magia es tan única como tú, es increíble tía Winnie —dijo Bill con emoción—. ¿A que sí es hermoso? 

—El amor es lo más hermoso que existe —dijo soltando un suspiro.

Charlie brinco de los brazos de su padre para salir detrás de sus tíos, Arthur aprovecho eso para tomar asiento frente a su cuñada, miró con una sonrisa tierna a Winifred y a Bill.

—Papi, ¿sabías eso? —preguntó fascinado Bill.

—¿Qué hijo?

—Que el amor es lo más hermoso que existe —imito a su tía, salvo que el abrió sus ojos azules, dándole un toque de emoción.

—Lo es, sin duda alguna —aseguró Arthur.

—Woo... —susurró—. Pero, no entiendo —murmuró Bill frunciendo el ceño.

—¿Qué, cariño? —inquirió Winifred.

—Digo, el amor... ¿qué es el amor? —preguntó ladeando la cabeza.

Arthur miró a Winifred, le hizo un ademan de manos al verla tan ansiosa por responder.

—Ay —Winifred suspiró, Charlie llegó justo a tiempo, sentándose en el piso y los gemelos se acomodaron en los brazos del sillón, dispuestos a escuchar a su hermana.

—El amor es uno de los poderes más grandes y misteriosos que existen en el mundo —los ojos de Bill y Charlie se abrieron ante aquellas palabras—. Aunque es algo de lo que todo el mundo habla, lamentablemente no muchos saben darlo —comentó con una mueca y acariciando el cabello de Bill—. Hay otros que confunden su amor por obsesión o por un simple interés...

»En el amor no hay odio, no hay maldad, ni rencores, o dolores... el amor, es todo lo bueno que le deseas a otra persona, aun cuando a veces, las cosas entre ambos no están tan bien. En el amor se espera encontrar todo tipo de retos y estar dispuestos a enfrentarlos. El amor es dar todo, sin esperar nada a cambio...

—¿Cómo que dar todo? —interrumpió Charlie confundido.

Winifred miró con ternura a sus sobrinos, ellos son solo unos niños, tenía que encontrar la forma de explicárselo, pero antes de que pudiese hablar, Bill le ganó la palabra. 

—¿Es como cuando le doy a Charlie de mis dulces aun cuando me quedan pocos? —preguntó Bill.

Winifred chasqueo sus dedos emocionada—. Exactamente, eso es el amor —dijo con una sonrisa—. El amor es cuando le das de tus dulces a Charlie, aun cuando puede que termines sin dulces, pero lo has compartido por que es tu hermanito...

—Y porque es latoso —murmuró haciendo que sus tíos rieran.

Molly llegó tomando asiento al lado de Arthur, quien tomó a su pequeño Percy en brazos y Winifred sonrió al mirar a su hermana con su esposo.

—El amor, es cuando su mami Molly se queda despierta en la noche cuando ustedes están enfermos —explicó, Bill asintió, entendido a lo que se refería, pero Charlie miró a su mamá con los ojos bien abiertos, un tanto sorprendido—. Eso lo hace, porque se preocupa por ustedes, porque los ama y quiere verlos bien —Charlie soltó un «oh» apenas audible—. Amor es cuando su papi va todos los días al trabajo para que así puedan tener comida en la mesa, la cual se prepara con mucho amor y eso porque siempre queda tan deliciosa.

Molly sonrió mirando a su hermanita con ternura, para Molly, no había mayor ángel que su adorable Winifred.

—Amor es cuando... das tu suéter a quien tiene frío, para que no vaya a tomar un resfriado —prosiguió la chica con ejemplos que sus sobrinos pudieran entender—. Amor es cuando escuchas a esa persona que incluso se pone a divagar... cuando recuerdas esos pequeñas detalles y momentos...

—Como cuando te caíste de la escoba —dijo Bill señalando a Charlie, quien asintió emocionada.

—¡Sí! Papi me dio un beso en la rodilla —dijo señalando el lugar donde su padre le había dado un beso—. ¿Eso es amor?

—Eso es amor —Charlie pegó su cabeza en el pecho de su papá con una sonrisa.

—¿Y cómo viene el amor? —curioseo Bill.

—No tiene forma —explicó.

—¿Corazón? —preguntó Charlie.

—Solo es una imagen que representa el amor —aclaro con tranquilidad—. Pero el amor no tiene forma, tamaño, edad, color, raza, género, idioma... va más allá de la sangre, del dinero, de la especie... es algo tan poderoso que cuando sucede, simplemente tienes que aceptarlo, tal y como es —aseguró con una sonrisa.

—Yo te amo, Charlie —dijo Bill a su hermanito.

Molly miró con amor a sus hijos, sus ojos se cristalizaron y Charlie aplaudió emocionado.

—Yo también te amo, Willy —dijo con una sonrisa Charlie.

—Basta, me harán llorar y Gideon no llora —dijo el chico con una mano en su pecho, causando risas en los adultos, los más pequeños comenzaron a reír sin entender el motivo del por qué lo hacían.

—¿Están listos para una cena después de esta plática?

—¡SÍ! —gritaron los más pequeños.

—¡A lavar sus manos y a la mesa!


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La hora de abrir los regalos había llegado, todos estaban sentados en la sala, viendo a los más pequeños. Fabian tiene una cámara y se encuentra tomando fotos de la reacción de sus sobrinos al ver los regalos que les han dado.

—Y esto es para Billy —dijo Gideon entregándole una caja.

El chico destrozo lo envoltura y soltó un «woo» para sacar unas pequeñas botas de color café.

—¡Son asombras! —el niño sacó su lengua mientras intentaba ponérselas, se paró de un brinco y colocó sus manos en su cadera para comenzar a caminar dando grandes zancadas, haciendo que su hermanito riera.

—Pequeño Charlie —Winifred agito una bolsa de regalo y él tomó emocionado la bolsa.

El niño con emoción, abrió la bolsa y metió sus manos para sacar el regalo.

Solo un grito emocionado al ver el peluche en forma de dragón, se abrazó con fuerza y dio brincos emocionado.

—¿Sabes cuál es? —preguntó Winifred con ternura.

—¡Un galés verde común! —dijo dando brincos Charlie—. ¡Me encanta tía Winnie! —se abrazó de Winifred y un tanto agotado se dejó caer en el piso, abrazado del dragón, mientras que Honey brincaba a su alrededor—. ¿Puedo tener un dragón de verdad? —preguntó emocionado.

—¡No! —respondieron Molly y Arthur rápidamente, antes de que Winifred o los gemelos le dijeran que sí.

Ellos con tal de ver a sus sobrinos felices les podían conseguir hasta un palacio.

—Oh, qué triste —susurró haciendo un puchero.

—Cuando crezcas, podrás ser dragonologista —le aseguro Gideon con una sonrisa.

—¿Podré? ¿Podré? —preguntó emocionado.

—Cuando seas muy grande —aclaró Arthur sonriendo.

—¿Cómo la tía Win? ¿O como los tíos gemelos? —curioseo Charlie.

—Un poquito más grande que los gemelos —dijo Arthur.

—Oh... y, ¿cuánto tiempo falta? —preguntó un tanto desesperado.

—Unos... catorce años —Charlie ahogó un grito.

—Bill, Bill —su hermano dejó de apilar las cartas de Snap Explosivos que le acababan de regala para ver a su hermanito.

—¿Si Charls?

—¿Cuánto es catorce años? —preguntó jugando con sus manos y haciendo que Winifred comenzara a reír con ternura.

—Apuesto a que es más que cinco años —Charlie cubrió las manos con su rostro—. Tranquilo, se pasarán rápido —aseguró con una sonrisa.

—Eso espero —murmuró—. Tía Winn, cuando trabaje con dragones, ¿estarás conmigo? —curioseo ladeando su cabeza.

—Claro que sí, mi amor —dijo sonriendo.

—¡Genial!

—Yo seré un aventurero, ¡el Gryffindor más valiente! —aseguró Bill, fingiendo tener una espada en sus manos.

—Así será, pero ahora, ambos tienen que ir a dormir —los pequeños se quejaron, pero Arthur cargo a Bill y luego a Charlie—. Besos a sus tíos y tía, agradézcanle por los regalos —pidió con una sonrisa.

—¡Gracias tía Win y tíos gemelos! —dijeron al unisón, para besar las mejillas de sus tíos y su tía antes de irse a dormir.

—Descansen, pequeños —dijo con amor Winifred.

—Sueñen con los dragones —canturreo Gideon.

—Sueñen con quidditch —concluyó Fabian, mientras los pequeños subían siendo cargados por su padre.

—Van a malcriar a mis hijos —dijo Molly cruzándose de brazos, mirando a sus hermanos.

—Nos gusta malcriarlos —confesaron los gemelos, haciendo que Winifred comenzara a reír.

—Oh, Molly no te preocupes —aseguró Winifred—. Son unos niños adorables, será imposible malcriarlos, tienen un gran corazón —aseguró con ternura.

—Sí, aparte, esas sonrisas valen la pena —continuó Fabian.

—Y como ni Fabian ni yo pensamos en tener hijos, prepárate por que malcriaremos a todos los que deseen tener tú y Arthur —aseguró Gideon un tanto emocionado.

—Oh vamos, no digan eso, creo que serían increíbles padres —comentó Winifred.

—No —negaron asustados.

—Aparte, con los tiempos oscuros no dan muchas ganas de tener hijos —dijo con una mueca Gideon.

—Yo creo que son una muestra de amor muy pura —confesó Winifred—. Cuando se desean, eso es... el amor —susurró.

—¿Ya tiene novio? La veo más enamorada que... lo normal —murmuró Molly un tanto confundida.

—Después te explicamos —dijo Fabian rodando los ojos, a lo que Molly asintió.

Los tres hermanos vieron como Winifred admiraba el árbol de navidad, canturreando y dando vueltas, mientras sus brazos se movían delicadamente y cerraba sus ojos, como si su cuerpo estuviese sintiendo una canción. Molly miró con una pequeña sonrisa a su hermana, los gemelos se miraron un tanto divertidos, pero ambos con ternura ante su pequeña hermana.

Ella era el ángel de la familia, quien tomó por sorpresa a todos, pero alegró la vida de los Prewett, al ser tan amorosa, comprensiva y leal.

Y sus hermanos no podían estar más agradecidos con la vida por tenerla como hermana.


💘


Winifred estaba bailando en el jardín de la madriguera, Charlie era su pareja de baile mientras daban vueltas y se movían al ritmo de Celestina Werbeck, pero ninguno estaba hablando de la canción, sino que hablaban de los dragones.

—Ahora del galés verde común —pidió una vez que su tía le había hablado del Bola de fuego chino.

—¡Ese es mi favorito! —le dijo cargándolo en el aire, haciendo que Charlie soltará risitas.

Tres pilotos en escoba salieron volando de la madriguera, Charlie estiró sus brazos en dirección de sus tíos y su hermano mayor, quienes volaban con una quaffle en mano, la cual Bill logró atrapar.

—¡Bien hecho Billy! —le animó Fabian.

—El galés verde común tiene un rugido majestuoso —dijo Winifred abriendo sus ojos y con toque místico, haciendo que Charlie soltará un «woo» emocionado y sus ojos se abrieran—. Aunque es de las razas menos peligrosas, tienes que tener cuidado, porque si lo provocas... ¡te podría comer! —puso una de sus manos en las mejillas de Charlie para darle montones de besos, haciendo que el soltará gritos divertidos.

—¡Quiero uno! ¡Quiero uno! —suplico haciendo ojitos.

—Pronto lo tendrás mi amor —aseguró sonriendo—. Pero, ¿qué te parece si en vez de tener uno te encargas de proteger muchísimos dragones? —Charlie asintió dando brincos.

—¡Sí! ¡Quiero eso! —comentó emocionado.

—Charlie, tú vas a lograr todo lo que quieras —los ojos de Charlie brillaron.

—¿Todo? —preguntó emocionado.

—Todo —asintió Winifred—. Pero para eso, todas las noches tienes que repetir las siguientes palabras —Charlie parpadeo dos veces y se acomodó en los brazos de su tía para prestarle atención—. Yo, Charlie Weasley voy a ser el mejor dragonologista del mundo mágico y lograré todos mis sueños.

—Yo, Charlie Weasley voy a ser el mejor dragonolista del mundo mágico y lograré todos mis sueños —repitió el niño.

Winifred lo miró con ternura, Charlie tiene el ceño fruncido y está diciendo la frase una y otra vez en voz baja, repitiéndola cuando se equivoca o pronuncia mal una palabra.

—Lo seré tía —dijo tomando la mano de Winifred—. ¡Te lo prometo! ¡Estarás muy orgulloso de mi!

—Ya estoy orgullosa de ti porque eres un bebé muy inteligente...

—¡No soy un bebé! —dijo rápidamente, haciendo que Winifred comenzara a reír—. ¡Soy un niño grande! Bueno, no tan grande —murmuró haciendo una mueca.

—¡Charlie! ¡Únete a los niños grandes! —le animó Gideon.

Charlie bajó de un brinco y corrió hacia la casa para salir con su nueva escoba que le habían regalado sus tíos, Winifred miro con una sonrisa a sus hermanos y sobrinos. La puerta de la madriguera se volvió abrir, para ver a Arthur y Molly salir, con su pequeño bebé en brazos.

—¡Charlie no tan alto! —le dijo Molly un tanto preocupada.

—Tranquila mamá oso —dijo burlona Winifred, ganándose una mala mirada por parte de su hermana mayor.

—Están volando con tus hermanos, no le pasará nada —aseguró Arthur con una sonrisa.

—Eso es lo que más me preocupa —murmuró Molly haciendo que ambos rieran.

—Uy un bebé se despertó —noto Winifred, ella extendió sus brazos y Arthur depositó a Percy en los brazos de Winifred—. Hola mi amor —dijo con ternura al pequeño bebé—. Oh... Arthur, Molly son tan afortunados —aseguró mirando a su hermana y a su cuñado con emoción.

—Lo somos —asintió Arthur mirando con una sonrisa ladeada a Molly a quien le dio un corto beso en los labios.

Winifred suspiró con aire romántico, deseando en el fondo de su corazón, poder encontrar algo tan hermoso y puro como el amor que se tienen la pareja frente ella, tanto amor que son capaces de repartirlo entre sus tres hijos y aun así tener más amor para darse.


💘


La casa de la familia Prewett pegada al lado se encontraba bastante tranquila, en realidad, el matrimonio disfrutaba mucho de la tranquilidad que había en el hogar, pero tenían que admitir que extrañaban mucho todo el caos que sus hijos menores aún causaban.

Cuando el señor Prewett soltaba un suspiro pensando en sus hijos  e hijas, la puerta de la casa se abrió de golpe haciéndolo brincar y pararse con su varita en mano.

—¡HOLA PAPÁ! —gritaron los gemelos al mismo tiempo, dejando caer sus baúles.

—¡Niños! ¡No pueden simplemente abrir la puerta de esa manera! —les reprimió, pero ninguno pareció escucharle por que le dieron un fuerte abrazo.

—¡Hola papi! —Winifred quitó a sus hermanos para abrazar a su papá con emoción—. ¿Cómo pasaron la navidad? ¿Qué tal está Billius? —preguntó caminando a tomar asiento en el sillón con su padre.

—Muy bien mi niña, tu hermano es un alma libre, ya sabes cómo es —dijo acariciando el enmarañado cabello de su hija.

Winifred soltó una risita—. Ay Billius, nunca cambiará —dijo negando lentamente.

—Deberíamos hacer una fiesta para verlo sacar los ramos de rosas de su...

—¡Silencio Gideon! —le ordeno su padre, haciendo que Winifred y Fabian se carcajearan.

—¿Qué? ¡Si es muy divertido! —dijo Fabian soltando carcajadas.

—¿Cómo está su hermana? —preguntó cambiando de tema.

—Excelente —contestaron los tres al mismo tiempo.

—Ay papá, Percy es el bebito más lindo que han visto mis ojos —dijo con amor Winifred.

—Eso dijiste de Charlie y de Bill —recordó Fabian.

—¡Bien sí! ¡Lo son! Son mis sobrinos, para mi todos son hermosos —comentó con orgullo.

—Sí, sí, Arthur y Molly tienen ese don de traer hijos muy hermosos al mundo —dijo soltando un suspiro el señor—. Pero creo que están siendo imprudentes...

—¿Por qué lo dices? —soltó de golpe Winifred, cruzándose de brazos.

—Amor, hay un mago tenebroso allá afuera, queriendo que la supremacía de sangre domine y ellos... —su padre, negó, pero Winifred lo miró con el ceño fruncido.

—Pues a mí me parece que si quieren tener hijos deberían tenerlo y eso no le debe importar a nadie —aclaró cruzándose de brazos—. Aparte, hay grupos de personas que están peleando en contra quien-tú-sabes —reconoció—. Y Albus Dumbledore es el líder, dicen por ahí, que quien-tú-sabes le tiene miedo —comentó con una sonrisilla.

—Hasta yo le tendría miedo a Dumbledore —corroboro Fabian—. Fue quien venció a Grindelwald.

—Y es un gran mago —apoyo Gideon—. Aparte, no es como si los magos y brujas no pensamos pelear contra las ideas del loco este —dijo haciendo un ademan de manos.

—Así es, Gideon y yo pensamos volvernos aurores —comentó con orgullo Fabian.

La señora Prewett soltó un grito al escuchar aquello, haciendo que los gemelos y Winifred dieran un brinco por el estruendo que causaron los platos al romperse.

—¡MIS NIÑOS AURORES! ¡AURORES! ¿ESCUCHASTE ESO, AMORCITO? ¡AURORES! —Winifred tuvo que cubrir sus oídos viendo como su madre gritaba dando brincos y besaba las mejillas de sus hijos—. ¡Y yo pensando que solo vivirían de causar dolores de cabezas!

—Los causaremos —aseguró Gideon separándose de su madre, quien le jaloneaba las mejillas. 

—A los mortífagos —dijeron ambos con una sonrisa.

—¡Que alegría! ¡Que orgullo! —lloriqueo su madre y Winifred comenzó a reír—. Ow muchachita, deberías estar orgullosa de tus hermanos, tendrán un trabajo digno —Winifred borró su sonrisa y frunció el ceño.

—¿Qué estás tratando de decirme, mamá? —preguntó cruzándose de brazos.

—¡Que se enfocan en su futuro! Deberías ya dejar esas boberías del amor y...

—¡El amor no es ninguna bobería! —dijo parándose de un brinco, completamente furiosa—. ¡Lo sabes! ¡Nací con un don!

—¿Don? ¿Don de qué? ¿De juntar parejas? —preguntó soltando una risa amarga.

La sangre de Winifred ardió—. El don de entender la complejidad del amor, lo cual nadie parece hacer —dijo apretando su puño y sintiendo sus ojos arder.

Los gemelos se vieron preocupados, si bien disfrutaban de molestar a su hermanita, no disfrutaban de que juzgaran su pasión y su trabajo por asegurarse de que el amor sea estudiado en su máxima expresión. La chica subió furiosa las escaleras ignorando las palabras tan hirientes que su madre le decía y se dejó caer en la cama.

Su baúl se abrió para dejar ver a Honey, quien dando brincos llegó hasta Winifred para colocarse en su hombro. Su pequeño puffskein tenía un extraño olor a chocolate y de los dulces especiales que prepara Molly para hacerla sentir mejor.

A veces, solo deseaba que su madre pudiese comprenderla tanto como lo hacían sus hermanos y dejará de burlarse de ella por querer que el amor fuese comprendido.

Y cuando Winifred lo veía todo tan gris y triste, una lechuza parda entró por su ventana. Limpio sus lágrimas y lentamente quitó el sobre que tenía la lechuza. La reconoció como Kai, la lechuza de la familia Lupin. Antes de abrir el sobre, acaricio un poco a Kai quien gustosa recibió los mimos de la pelirroja.

Tomo aire y abrió la carta admirando la fina y curvada letra de Remus.


Querida Winnie.

Hola Win, espero estés teniendo unas lindas vacaciones; sé que ya te di tu regalo de navidad, pero como es costumbre tenía que escribirte para desearte una feliz navidad, espero que la lechuza llegue a tiempo y no se pierda (sabes cómo es Kai de desorientada), pero por si llego tarde entonces... ¿feliz año?


Winifred soltó una risita y miró a Kai, la lechuza estaba dando pequeños picotazos a Honey, quien brincaba lejos de Kai, un tanto asustado.


Como sea, espero de todo corazón que estés disfrutando estas vacaciones, a veces es tan extraño no estar en Hogwarts que estoy seguro que no me voy a poder acostumbrar a cuando nos graduemos, mejor no pienso en eso, suena terrorífico.

Seré sincero... te extraño Winifred, a ti y tus datos sobre el amor.

Al menos espero que tus hermanos y tu familia disfruten de todo lo que dices, que afortunados son.

Te quiere, Remus.


Winifred miro la carta y la leyó una y otra vez.



«Seré sincero... te extraño Winifred, a ti y tus datos sobre el amor.»


Remus la extraña.

Oh... no puede ser.

La extraña en serio.

Winifred tuvo que ahogar un grito y se dejó caer en la cama abrazándose de la carta. Honey brinco hacia el estómago de la chica y Winifred sostuvo la bola de pelos.

—¡Honey, Remus me extraña! —se abrazó de su pequeña mascota y soltó un grito emocionado—. Me extraña... 







No era la idea original de este capítulo pero, esto salió y no se jajsja salu2?

Igual Remus es un bebito lindo, lo amo, CHAU

Lots of love, Cici x 

pd: cuando puse especie en la parte que Winnie hablaba del amor me refería hablando del mundo mágico (cuando humanos se relacionan con veelas que son de otra especie, o con duendes o gigantes y así). 

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