19 |Planes del pasado|
Skylar
—Dudo que nos hayas invitado aquí para servirnos—Escucho que el chico murmura a mis espaldas al verme juntar los vasos de plástico tirados y comenzar a ordenar todo el desastre que la fiesta provocó en el lugar, volteo a verlo con desconfianza porque no me agradó mucho la forma en que nos miraba a mi y a Hayley—Tú eres Skylar, yo soy Jackson, es un placer volver a verte
—¿Eres el lobo que nos ha estado cuidando a mi y a Hayley?—Pregunto con interés y él asiente
—Si, tengo que cuidarlas con la preciosa carga y todo—Señala mi vientre con diversión y por inercia me llevo la mano ahí
—Cierto, tienes que proteger al bebé milagroso—Murmuro suspirando
—No, no me refería a eso, no me importa el bebé—Lo miro con una ceja alzada y él suelta una risita nerviosa—Lo siento, no sonó bien, claro que me importa el bebé, eres una Labonair, un bebé es algo importante, pero personalmente estoy interesado en tí y tu hermana
—Ni siquiera me conoces.
—Eso no es cierto, han pasado varios años desde la última vez que te vi, así que si no me recuerdas no me ofenderé, supongo que no fuí muy importante en tu vida.
—¿De qué hablas?—Pregunto confundida
—Hace 12 años mi abuela llegó a casa con una niña de 7 años cubierta de sangre y con una mirada que parecía haber visto la peor atrocidad del mundo, ella la lavó, alimentó y cuidó durante toda una semana hasta que la Sheriff de un pequeño pueblo en Virginia se la llevó—Comienza a explicar con melancolía
—¿Eres ese Jackson? ¿El nieto de Mary?—Pregunto asombrada y él asiente—Con razón me resultabas tan familiar, ¿Cómo es posible que no haya reconocido al niño molesto que me traía galletas para que hablara?
—Así que sí me recuerdas, veo que mis galletas funcionaron, ahora hablas.
—Tus galletas eran asquerosas, eras un terrible cocinero—Digo entre risas—Pero si funcionaron
—Esperé por cinco días que dijeras alguna frase, al menos que demostraras que no habías perdido la lengua y no sabía cómo hacer, así que hice unas galletas con ayuda de mi abuela, pero cuándo se volteó le puse sal para que al menos dijeras que estaban horribles y funcionó, las primeras palabras que te escuché decir después de lo de tus padres fué que mis galletas estaban asquerosas.
—Lo estaban, eras algo molesto, pero me alegro de que tu abuela me rescatara y me llevara con ustedes, fueron las personas más agradables que conocí en New Orleans en ese tiempo—Digo sincera—¿Cómo está Mary?
—Bien, está en el pantano, dijo que sus días de diversión acabaron cuándo envejeció, deberías ir a verla la próxima luna llena, va a estar muy feliz de volver a verte—Afirma ayudándome a recoger las cosas
—¿Puedo preguntarte algo?—Interrogo y el asiente—Papá nos trajo a New Orleans porque tenía que resolver algunos asuntos importantes, la primera vez que te vi no fué cuándo tu abuela me llevó a su casa, fué a través de la ventana del auto cuándo un hombre peleaba con papá por algo, tú estabas con ellos, ¿Sabes por qué peleaban?
—Por ti y por mi—Suelta con simpleza y lo miro confundida—Nuestros padres se conocían, eran de la misma clase pero de diferentes lineas de sangre, sabes cómo funcionan las jerarquías, ¿Verdad?—Asiento y el toma una gran respiración, está nervioso, lo sé por lo mucho que juguetea con sus manos y por lo acelerado que está su corazón—Todos tenían un papel que cumplir y tú hermana y yo teníamos el nuestro, pero cómo tu abuelo la desapareció el día que nació y no estábamos completamente seguros de que ella estuviera viva, no sabíamos si íbamos a poder cumplir eso, la manada estaba preocupada, así que mis abuelos hablaron con tus padres para decidir si tú podrías tomar el lugar de Andrea y cumplir su rol tal y cómo tu abuelo determinó años atrás
—¿Qué rol era ese?—Pregunto preocupada
—Una de ustedes debía ser mi esposa—Suelta con simpleza, haciendo que lo mire totalmente incrédula—En un principio se determinó que la primogénita de Alexander Jones debía casarse conmigo para unir manadas, así cómo tú padre y tú madre Melissa, según las leyes, los primogénitos de las dos manadas deben casarse y si algo pasa con ellos o si no acceden, sus hermanos menores lo deberían hacer con el fin de que manadas se unan y hayan dos alfas, pero cómo la primogénita estaba desaparecida y soy hijo único se creyó que podías ocupar su lugar
—Eso es...—Intento formular una palabra que no lo ofenda, pero no estaría encontrando nada que lo describa—¿Mi papá sabía eso?
—El hombre que viste discutiendo con tu padre lo obligó a venir a New Orleans y traerte con la excusa de que quería conocerte, pero era para evaluar si serías una buena esposa y por lo tanto una buena alfa—Lo miro con molestia a pesar de que no es su culpa, me da asco que hayan pensado en obligarme a casarme con otra persona y aún más el hecho de que quisieran comprobar si sería una buena esposa teniendo solo 7 años—Lo sé, suena terrible y tú padre pensaba lo mismo, ese día en el bosque peleaban porque Alexander le dijo que su hija no se casaría con nadie y que ni siquiera deberían haber pensado en eso cuándo eras tan joven, dijo que él jamás autorizó a que su primogénita se casara conmigo y mucho menos que tú lo hicieras, qué eso fué todo obra de tu abuelo a sus espaldas sin su permiso
—¿Ese hombre ayudó a matar a mi padre solo porque él se negó a que su hija de 7 años sea analizada para casarse en un futuro con un hombre y reemplazar a su hermana?—Pregunto indignada y él baja la mirada, todo lo que siento ahora es ira y dolor porque cada vez que sé más sobre mi pasado descubro que la muerte de mi padre fué mi culpa, Elise lo mató por mi y ese hombre la ayudó por eso—¿Hay algo más que deba saber? ¿Ya ordenaron mi vestido de bodas o el de Hayley, acaso?
—Sé que es demasiada información, pero no te enojes conmigo, yo solo te digo lo que se se supone que debería pasar.
—¿Té parece qué es demasiada información?—Suelto con clara ironía
—Supongo que no sabías nada de esto porque nunca hubo nadie cerca para enseñartelo—Dice con una leve sonrisa, ¿Cómo puede estar tan sonriente después de todo lo que acaba de decirme?—Los crecientes no son una simple manada de lobos, el linaje se remonta al principio: Dos familias, la tuya y la mía, supongo que esto nos hace una especie de realeza
—Si eres de la realeza, ¿Dónde está el trono?—Pregunto seria, lo que lo hace dejar de sonreír también
—New Orleans solía ser nuestra ciudad, la perdimos por una lucha interna, los vampiros vinieron por nosotros y si las familias hubiesen estado unidas los hubieramos vencido, así que tu abuelo, quién sea lo que sea se preocupaba por la manada, arregló con mis padres que me comprometería con la primogénita para que los dos linajes se unieran y estuvieramos protegidos e unidos.
—Lo siento, esto es ridículo—Digo irritada, la forma en que cuenta todo con esa sonrisa me hace desear golpearlo
—Bueno, obviamente las cosas no salieron cómo se esperaba, nuestra manada cometió un gran error con los vampiros cuándo nos negamos a irnos y Marcel obligó a una bruja a maldecirnos, tú y Andrea son las últimas de su linaje, esta gente las seguirá, podrían ayudarlos, ustedes y lo que representan.
—¿Y qué es eso, exactamente?—Pregunto confundida
—Una época dónde todo era diferente, dónde nuestra gente se defendía, no eres la primogénita de tú familia y ahora que Andrea está aquí sería incómodo e incorrecto que te casaras conmigo a pesar de que tú madre y abuelo estuvieron de acuerdo con eso...
—¿Cómo qué mi madre?—Lo interrumpo con confusión—¿Elise?
—¿Qué? No, Melissa, ¿Quién es Elise?
—Mi madre biológica, Melissa era solo la esposa de mi papá.
—Supongo que su opinión no cuenta entonces, escucha, él que no mi esposa eso no significa que no tengas un lugar en la manada, eres la Trihibrida y una parte de ti sabe que fuiste creada para gobernarnos, te prometo que tu voz y la de Andrea van a ser siempre escuchadas por mi y por todos porque después de todo lo que pasaron para encontrarnos, ustedes serán quienes rompan el hechizo.
—¿De qué hablas?—Pregunto confundida—Yo no puedo utilizar mi magia porque se entremezcla con la de la bebé y se descontrola
—Hablo de tu amiga bruja, le dijo a Eve que vendría aquí esta noche para liberarnos.
—Espera, ¿Qué amiga bruja?—El parece tan desconcertado cómo yo, por lo que comprendo rapidamente que esto se trata de una trampa—Ven conmigo y no te separes de mi—Lo tomo del brazo a la fuerza para arrastrarlo a la salida mientras marco él número de Klaus, lo llamo reiteradas veces, pero nadie responde, así que decido optar por llamar a Elijah, quién si contesta
—Skylar...—Susurra débil al otro lado de la línea
—Elijah, algo sucede con las brujas—Digo preocupada
—Escucha, Hayley tenía razón, Celeste regresó, Niklaus, Rebekah, todos están en peligro—Dice preocupado
—¿Sky? Algo pasa, todos se fueron de un momento a otro—Informa Hayley ingresando en la habitación, la puerta se cierra de repente cuándo lo hace
—¿Qué sucede?—Pregunta realmente confundido el moreno
—Es una trampa, no hice un trato con ninguna bruja.
—¿Qué?—Pregunta incrédulo el licántropo
—Skylar, tienes que encontrar a Rebekah, quédense las tres juntas hasta que llegue—Suplica el Original al otro lado de la línea, por lo que me acerco a la puerta e intento abrirla, siento un inmenso calor y debo apartar la mano de la perilla porque fuego empieza a aparecer por todas partes
—Elijah, es un hechizo, nos están atrapando dentro de la casa—Explico antes de colgar, tomo a Hayley del brazo y los arrastro a ambos a la otra salida, el fuego emana de esta también, por lo que corremos hacia la sala nuevamente, dónde todas las puertas se cierran de golpe, dejándonos atrapados
—Tenemos que salir de aquí—Exclama desesperada Hayley, por lo que Jackson toma el banco del piano y lo lanza contra la ventana, sin lograr nada a parte de que este se rompa, de un momento a otro el fuego se esparce por absolutamente cada rincón de la casa al igual que él humo, el cuál es tan agobiante que hace casi imposible respirar
—Tomen, respiren con esto—Ordena el licántropo dándonos un mantel que estaba sobre la mesa para cubrir nuestra boca, el fuego se expande rápidamente hasta llegar casi a nuestro lado, desesperándonos. Lo último que observo es el preocupado rostro de Jackson, quién parecía realmente afectado por el humo, antes de ser sacada de la casa a velocidad vampírica
—¿Dónde está Rebekah?—Interroga con confusión Elijah mientras que nosotras tocemos sin parar
—No lo sé—Murmura la ojiverde con dificultad—Se fué con uno de ellos
—Elijah mi amigo está ahí, tienes que sacarlo, por favor—El me mira indeciso, pero al ver la desesperación en mi rostro utiliza su velocidad vampírica para ingresar nuevamente en la casa y traer a Jackson consigo, cuándo el licántropo se encuentra a salvo los cuatro observamos la casa incendiarse en completo silencio
—Jackson, quiero agradecerte por protegerme no solo esta noche, sinó por las veces anteriores que las brujas intentaron matarme y por tus asquerosas galletas—Digo sincera y el suelta una risa ante el recuerdo—Lamento lo que pasó esta noche, te prometo que no pararé hasta romper esa estúpida maldición
—No fué tu culpa, es culpa de las brujas y de nosotros por confiar tan rápido en una desconocida—Dice suspirando—Te veo en un més niñita sin cuerdas vocales
—Te veo en un mes, niñito molesto y mal cocinero—Me despido dándole un corto abrazo
—Gracias por salvarme—Le dice Jackson a Elijah con sinceridad y él simplemente asiente—Andrea... Es decir, Hayley, ¿Podemos hablar un momento a solas?—Pregunta con algo de nerviosismo y ella asiente, por lo que los dos comienzan a alejarse para tener la charla sobre los horribles planes del pasado, él Original intenta seguirlos o impedir que estén solos, pero lo tomo del brazo y no lo dejo
—Déjala ir, va a estar bién con él—Digo segura—No falta mucho para que la luna se lleve consigo su forma humana y tienen mucho de que hablar
—¿Y si la lastima?—Pregunta preocupado
—Él jamás la lastimaría, créeme, la ha esperado toda su vida—Aseguro en un suspiro—Debemos encontrar a Rebekah
—Quédate junto a mi—Ordena y yo asiento, él comienza a caminar hacia el bosque, pero al notar que voy más lento, retrocede y posa su mano en mi espalda para que caminemos uno al lado del otro y no corra peligro mientras que comienza a contarme acerca de su reencuentro con Celeste esta tarde, quién aparentemente es Sabine
—¿Qué demonios pasó aquí?—Pregunto preocupada cuándo llegamos a una parte del bosque dónde hay varios cuerpos muertos de lobos y en el medio la chaqueta de Rebekah, escucho murmuros y pasos acercarse a nosotros rápidamente y al voltear veo a Sabine, Bastiana y Genevieve, ella y yo nos conocimos hace un siglo y la verdad es que no me agrada en lo absoluto, principalmente porque intentó besar a Klaus sabiendo que él estaba conmigo
—¿Perdieron algo?—Interroga con falsa confusión Sabine o Celeste, intento atacarla, pero el Original me detiene y me coloca tras él—Déjala, no me lastimará, soy la única viva que puede romper el hechizo de su familia, Genevieve sabe dónde está Rebekah y Bastiana tiene a Klaus atrapado en un lugar seguro, está sufriendo horrores, cabe agregar, y solo porque elegiste salvar a la Trihibrida y a la lobita antes que a tu propia sangre—Miro incrédula a Elijah y él evita mi mirada, solo se dedica a fulminar a su antiguo amor con la mirada, la morena le sonríe de una forma atemorizante y extiende su mano, haciendo que él Original caiga al suelo gimiendo de dolor—Qué horrible final para tu patética y enferma familia, supongo que "Siempre" no es "Para siempre" después de todo
—Tú final y él de tus amigas será aún más horrible—Extiendo mis manos y las tres salen volando, una choca contra un arbol y las otras dos caen al suelo, mis ojos se tornan de color azul eléctrico ante el recuerdo de sus palabras que alardeaban que Klaus estaba sufriendo horrores, obligo a Sabine a arrodillarse en el suelo y hago que el aire abandone sus pulmones, ella jadea una y otra vez por aire al mismo tiempo que una gran tormenta nos rodea cómo cada vez que pierdo el control: Primero la tierra comienza a sacudirse a lo que le sigue un viento excesivamente fuerte y una gran llovizna
—Skylar...—Susurra Elijah acercándose a mi lentamente, cómo si tuviera miedo de que lo atacara—Ellas son las únicas que pueden salvar a tu familia y saben dónde encontrar a Klaus y Rebekah, déjalas ir, controlate
—Aúnque quisiera hacerlo no podría y créeme que no quiero—Muevo mi mano y le rompo el hueso de la pierna a la morena, el grito de dolor que suelta es música para mis oídos—Nos vemos luego, creo que una siesta te vendría bien—Ella intenta hablar, pero no la dejo hacerlo, ya que le rompo el cuello de un movimiento antes de acercarme a Bastiana—Debieron quedarse muertas—Un rayo cae a unos metros de nosotros y guío el fuego hacia ellas, ambas gritan por auxilio intentando escapar, pero las obligo a quedarse estáticas en el suelo
—Skylar, es suficiente—Intento quejarme, pero Elijah utiliza su velocidad vampírica para llevarme hacia la incinerada mansión, dejando viva, pero muy mal herida a Genevieve en medio del bosque junto a los cadáveres de sus dos secuaces
—¿Qué rayos pasa contigo? ¡Esas tres perras nos han hecho la vida imposible desde que llegamos a esta ciudad!—Exclamo furiosa, logrando que el fuego que se apagó por la lluvia provocada por mis poderes se avibe nuevamente en lo que queda de la casa
—¿Preferías qué te dejara completar tu venganza aunque eso costara que jamás encontremos a mis hermanos? Mataste a Celeste y a Bastiana y con ellas la posibilidad de salvar a los lobos del pantano y a Niklaus—Exclama molesto
—¡Ellas tenían un hechizo de protección, van a estar bien! Mientras caminabamos y me explicabas lo de tú ex novia loca las escuché murmurarlo, nos vieron llegar, sabían que era la única forma de salvarse—Exclamo frustrada y él me mira asombrado—No haría una cosa así sabiendo que eso podría costar que salvemos la vida de Klaus, Rebekah y los demás, no soy tan estúpida, solo quería demostrarles de lo que soy capaz para que se asustaran y terminaran confesando al volver a la vida
—Lo lamento, yo...—Observa la casa y un fuerte trueno resuena por todo el lugar—Vamos a arreglar esto, los vamos a encontrar, pero antes necesito que te calmes
—Cómo si fuera tan fácil—Recrimino con ironía—Klaus es lo único que me calma y él que esté sufriendo horrores no es muy reconfortante
—Necesitas hacerlo, cierra tus ojos—Pide tomándome levemente de los hombros y yo obedezco—Respira lentamente, visualiza en tu mente un recuerdo que te de paz y que te gustaría que pasara ahora mismo, hazlo tan vívido cómo puedas en tu mente hasta que sientas que estás relajada—Tomo una respiración prolongada antes de hacer exactamente lo que dijo: Recuerdo la primera vez que hablé con Klaus, veo a ese niño rubio de profundos ojos azules y sonrisa tierna que marcaba sus hoyuelos, sus mejillas sonrosadas cuándo me acercaba mucho o se ponía nervioso y nuestras charlas a media noche a la luz de la luna en el bosque cuándo todos dormían—¿Estás mejor?
—Mucho—Abro los ojos con una leve sonrisa por el recuerdo y veo que todo lo mágico a mi alrededor se ha detenido —Salvemos a tus hermanos, ¿Si?—Los dos comenzamos a caminar en silencio y una parte de mi se siente culpable por todo esto, me desquité con esas brujas por ese sentimiento horrible en mi pecho—¿Por qué nos salvaste? ¿Por qué no los elegiste a ellos?
—Porque creí que mis hermanos podrían salvarse y tú eres la persona más importante para nosotros en este momento.
—¿Me salvaste por que voy a tener un bebe milagroso?—Pregunto suspirando
—Te salvé porque eres mi amiga, mi única amiga, porque eres la única que ha estado para mí y para mis hermanos, y porque eres la salvación de Niklaus, si algo te pasara a tí o a ese bebé, sin importar que tanto lo intentara él jamás me perdonaría por no salvarte o a si mismo y ese dolor lo destrozaría por dentro.
—En serio estoy agradecida de que me salvaras, pero te digo lo que le dije a tu hermano una vez: Si tienes que elegir entre mi y tus hermanos, debes elegirlos a ellos porque son tu familia, yo no quiero ser quién los separe.
—Tú no nos separas, nos unes—Asegura—Si te preguntas si me arrepiento de la decisión que tomé esta noche la respuesta es no, te prometí que siempre te protegería y eso planeo hacer, nadie va a lastimarte, a mi sobrina o a Hayley mientras yo viva
—Gracias—Murmuro con una sonrisa, la cual me devuelve antes de que ambos corramos a velocidad vampírica hacia la actual mansión Mikaelson
—¡Marcel!—Grita el moreno apenas llegamos a la puerta—¿Dónde está mi hermano?
—Tengo a algunos de mis muchachos buscándolo ahora mismo—Esa respuesta no parece satisfacerlo, ya que lanza a algunos de los vampiros contra la pared
—¡Elijah!—Exclamo cruzándome de brazos—Me das todo el discurso del control y de no desquitarme con las personas para luego hacer esto, ¿Es en serio?
—A Klaus le dió uno de sus típicos berrinches, me rompió el cuello e intentó vencer un aquelarre de brujas el solo, se dejó atrapar, no se dónde está o cómo encontrarlo—Afirma Marcel
—También tienen a Rebekah—Informa preocupado
—Klaus está desaparecido, él es el rey de New Orleans, pero cómo no está yo voy a tomar su lugar y cómo su reina les ordeno que lo busquen y a Rebekah en cada centímetro de la ciudad, ahora responden ante mi y van a encontrarlos—Exclamo seria—Les propongo algo, para asegurarme de que van a poner toda su voluntad en cumplir esta tarea: El primero que encuentre a uno de los dos va a tener un anillo solar, si los encuentran a ambos van a tener premio doble y el segundo les va a gustar mucho más porque tiene que ver con sangre, ahora váyanse y espero que los encuentren, Elijah está de mal humor y si sigo sin encontrar a mi novio o a mi mejor amiga voy a estar igual o peor, y créanme que ninguno quiere verme enojada
—Ya escucharon a la reina, obedézcanla—Ordena Marcel y todos asienten antes de salir de la casa—Eres una líder nata, ¿Sabías? Les diste una orden, les recordaste tu posición y que eres más fuerte que ellos, les diste algo por lo que luchar, ganas de obedecerte y los amenazaste todo en su justa medida
—¿Puedo preguntar quién hará los anillos solares y cuál es el segundo premio?—Interroga Elijah con una sonrisa de orgullo, la misma que también adorna el rostro de Marcel
—Las tres brujas líderes se dieron cuenta hoy de lo poderosa que soy y que no voy a dudar en matarlas a todas si me desafian, así que harán lo que yo les pida, y el segundo premio no lo decidí, pero tiene que ser algo grande.
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