Skylar

Ingreso en la gran mansión que ahora es habitada por los dos Salvatore, Jeremy y ocasionalmente Elena debido a que esta incendió su casa y ahora va a la universidad y no está casi nunca en el pueblo. La sonrisa que llevaba en mi rostro se convierte en una mueca al recordar lo que debo hacer, odio esto, odio ser inútil y no poder hacer nada para ayudar a Katherine, odio que en el momento en el que for fin consigue ser libre y conoce a su hija deba pasar por todo esto sin siquiera poder tener un momento de felicidad

—Qué mentirosa eres, creí que no tenías sexo escandaloso—Me dice acusadora Caroline acercándose a mi, la observo con confusión hasta que recuerdo que todos en la casa tienen oído vampírico y que deben haber escuchado todo

—No lo tenía hasta hace un rato—Digo encogiéndome de hombros y ella me sonríe divertida

—Sky, ¿Cómo estás?—Pregunta Stefan llegando a mi lado para darme un fuerte abrazo—Te extrañé

—¿Cómo estás tú? ¿Estás mejor?—Pregunto preocupada—También te extrañé, por cierto

—Lo estoy, me ayudó mucho hablar contigo, ella está arriba en mi habitación, por si quieres pasar a verla—Asiento antes de caminar hacia la habitación en la que se encuentra la doppelganger, en el camino choco con una morena bastante parecida a Katherine y por ende muy bonita que está llorando

—Tu debes ser Nadia—Es bastante raro estar frente a la chica que prometí que ayudaría a encontrar hace 500 años, pero me alegro muchísimo de que Katherine pudiera conocer a su hija después de tantos siglos—Soy Skylar

—Se quién eres, mi madre me habló muchísimo de ti, me habló más de tí que de si misma y eso es mucho viniendo de Katherine Pierce—Dice con una sonrisa amable, no tardo en notar su marcado acento de Bulgaria y sonrío melancólica recordando cuándo su madre también lo tenía

—Cosas buenas, espero—Murmuro con diversión para aligerar el horrible ambiente

—Bueno es poco, dijo que eres la mejor persona que conoció en toda su vida, que eres su mejor amiga y que siempre ves lo bueno en todos—Explica y yo hago una mueca, voy a extrañar tanto a Katherine, sus llamadas a media noche para contarme cosas y su progreso con Stefan, todas sus locuras y planes

—¿No hay forma de salvarla?—Pregunto de repente—Este no puede ser su final

—Hay una forma, pero la rechazó—Sus ojos se llenan de lágrimas nuevamente y le doy una mirada de lástima—¿Podrías intentar convencerla de vivir un poco más? A mi no me escucha

—Haré lo que pueda—Murmuro no muy convencida de poder lograr eso

—Fué un verdadero placer conocerte, Skylar—Afirma con una leve sonrisa mientras se limpia las lágrimas

—Lo mismo digo, Nadia—Le dedico una sonrisa y la observo perderse por los pasillos de la gran casa, ingreso en la habitación y me encuentro a Damon tirado en el suelo con una mueca de fastidio en su rostro—¿A tí que te pasó?

—La hija de Katherine es una psicópata, de tal palo tal astilla—Se queja llevándose las manos al cuello con dolor—Es toda tuya, yo ya me divertí con ella toda la tarde, está sedada, así que te será mucho más facil entrar en su mente, no esperes que despierte porque no lo volverá a hacer, se irá derechito al infierno

—Qué insensible eres—Digo molesta, cruzando mis brazos sobre mi pecho—¿No puedes al menos fingir ser decente por una vez?

—No—Se limita a responder—También te extrañé, compañera de crímenes

—Nunca dije que te extrañé—Exclamo irritada

—No fué necesario, es más que obvio que lo hiciste—Ruedo los ojos y él me sonríe burlón antes de salir de la habitación, tomo una gran respiración antes de acercarme a una durmiente Katherine, la observo con una leve sonrisa, el único cambio que tiene desde la última vez que la vi es que su cabello tiene canas y puede que solo me parezca a mi, pero eso no opaca en lo absoluto su belleza, ¿Cómo es posible que alguien se vea tan bien en su lecho de muerte? No tengo idea.

Dirijo mi mano a su relajado rostro y coloco su blanquecino cabello tras de su oreja con suavidad mientras cierro mis ojos para poder entrar en su mente.

Observo a una joven Katherine, con un vestido de época parecido a uno que le vi puesto hace 500 años, llorar sobre los cuerpos de dos personas y me siento muy mal por eso, la habitación entera está cubierta de sangre y no tengo que ser muy inteligente para entender que esto es un recuerdo que pasó hace 500 años cuándo Klaus mató a su familia por haber escapado y frustrado sus planes de romper la maldición.

—¿A este recuerdo estás volviendo?—Interrogo con una mueca y ella levanta su mirada para verme bien, encuentro un profundo dolor en sus ojos y eso hace que mi corazón se rompa—Algo oscuro, ¿No crees?

—Sky... ¿Qué haces aquí?—Pregunta sorprendida

—Vine a despedirme—Murmuro triste—¿Por qué este recuerdo?

—Damon ya se divirtió con este, fué el peor día de mi vida, dijo que fué mi culpa y que me merezco todo lo malo que me ha pasado—Afirma entre sollozos—Él tiene razón, Sky... No merezco ser amada

—Claro que lo mereces, si no lo merecieras no estaría aquí—Digo tomando sus manos mientras mis ojos se llenan de lágrimas que no me permito soltar—Mira a tu padre—Pido y ella dirige su mirada hacia la pared dónde un hombre mayor estaba clavado con una espada

—Se fué, ¿Qué estás haciendo?—Me pregunta confundida al ver los cuerpos muertos de sus familiares desaparecer junto a la sangre y el dolor

—Mereces sentir paz, tenías 17 años, Katherine, nada de esto es tu culpa—Aseguro acariciando su mejilla, el llanto de un bebé resuena en el lugar y con ayuda de mi mente hago aparecer una hermosa bebé con ojos marrones en una cuna, ella me mira asombrada mientras la levanta, Katherine la trae envuelta en una sábana blanca hacia dónde estoy parada con una pequeña sonrisa—Hablé con Nadia, pude entrar en su mente unos segundos y, aunque sus recuerdos son en primera persona, puder verla crecer a lo largo del tiempo

—¿Así era ella de bebé?—Pregunta con una sonrisa mientras acaricia una de las pequeñas manitos de la bebé y yo asiento—Es perfecta

—Tiene tus ojos—Afirmo con una sonrisa acariciando la mejilla sonrojada de la pequeña Nadia—Lamento no haber podido ayudarte a encontrarla hace 500 años, espero que puedas perdonarme

—No tengo nada que perdonar—Dice segura—Gracias por todo, has estado conmigo y me has ayudado a pesar de todas las cosas terribles que he hecho

—Todas esas cosas terribles que hiciste fueron para sobrevivir, no eres una mala persona, merecías algo mucho mejor de lo que tuviste—Un sollozo se escapa de mis labios y las lágrimas se deslizan por mis mejillas al darme cuenta de que esta es posiblemente la última vez que la voy a ver—Te voy a extrañar muchísimo

—Y yo a tí—Deja a la bebe en la cuna nuevamente antes de acercarse y darme un fuerte abrazo

—Quiero que recuerdes que si mereces ser amada, que no eres una mala persona y que te mereces todo lo bueno del mundo, nada de esto fué tu culpa, estoy muy orgullosa de la persona que eres, has sobrevivido 500 años sin apagar tu humanidad a pesar de todo el dolor que has pasado, más de lo que muchos han podido y te admiro muchísimo.

—Si merezco ser amada, ¿Por qué eres la única aquí? ¿Por qué personas cómo Damon o Klaus están rodeados de gente y todos me odian? ¿Cómo hicieron para ganarse la redención?

—Soy la única aquí, pero hay muchas otras personas a las que les importas, cómo Nadia o Stefan—Explico rápidamente—¿Puedo pedirte algo?

—Lo que sea, aunque dudo poder hacer mucho en mi estado actual.

—Sé la sobreviviente que has sido todo este tiempo, acepta que Nadia te ayude, has pasado toda tu vida huyendo, lucha por sobrevivir un poco más.

—Lo voy a hacer solo porque tú me lo pides.

—¿Mami?—Pregunta una pequeña Nadia de 5 años llegando a su lado—¿Podemos ir a jugar a fuera?

—Claro que podemos—Dice acariciando su mejilla con una sonrisa antes de voltear a verme—Muchas gracias por todo... Adiós, Sky—Su voz suena en un susurro y en ese momento la luz comienza a hacerse mucho más brillante, la veo sonreírme y decirle algo a Nadia antes de salir de su mente

—Adiós, Katherine—Me despido mientras limpio las lágrimas que caen por mis mejillas para luego dejar un beso en su frente y caminar hacia la puerta, dónde veo parada a Elena observandonos atentamente

—¿Está...?—No termina la pregunta y no se si es porque se da cuenta de que no soportaría que la hiciera o por que no puede formularla

—No, pero esas drogas que le dieron son muy fuertes y no creo que vuelva a despertar—Digo suspirando, ella dirige su mirada a mi vientre y noto celos en sus ojos, ella siempre quiso ser humana y tener hijos, pero la maté y ahora no va a poder. Me aclaro la garganta y eso hace que salga de su trance y me mire a los ojos, hay lágrimas acumuladas en los suyos, no quiero seguir recordándole que no va a poder tener lo que yo tengo, por lo que salgo de la habitación, chocando con Jason en el pasillo, quien va acompañado de Tyler

—Jones—Saluda serio y no respondo, le sonrío falsa y le doy un golpe en su rostro tan fuerte que termina en el suelo

—Tranquilo, amigo, no quieres hacer eso—Dice el ojiazul al verlo levantarse del suelo y tratar de devolverme el golpe—Toma, Klaus me dijo que te la trajera—Me extiende una blusa blanca suelta con algunos detalles en el escote, aprieto mis labios en una linea y tomo la prenda de ropa antes de ir a una habitación para cambiarme, intentando recordar que debo decirle a Klaus que pudo habermela traido él mismo y no obligar al pobre Jason a hacerlo—¿Acaso no escuchaste lo que hablamos?

—Ella y Klaus me quitaron todo: A mi madre, a mi tío, a Vicki, incluso creo que Skylar hizo algo para que mi padre muriera en ese incendio, ahora Caroline me odia y mi mejor amigo es el esclavo de un psicópata—Dice molesto y yo ruedo los ojos mientras me coloco la blusa, reconozco que hice cosas malas a lo largo de mi vida cómo ayudar a Damon a matar y torturar a Mason, pero lo de Vicki y lo del alcalde no fué intencional, yo quise ayudar a su padre y lo habría hecho si hubiese tenido la oportunidad

—Caroline te odia porque intentaste matar a un bebé inocente y yo soy el esclavo de un psicópata para que tu puedas vivir, lo menos que puedes hacer por mi es comportarte y dejarla en paz por un rato, a menos que quieras que Klaus o la misma Skylar te maten—Dice serio—Tenemos solo un rato hasta que tenga que volver con ellos a New Orleans, vamos al Grill a beber y olvídate de tu venganza por un rato, ¿Quieres?

—Ella me golpeó, ¿Debo dejarla hacerlo? ¿Debo dejar que me siga dejando sin dignidad?—Pregunta indignado

—Eres mi amigo, pero tu solito de dejaste sin dignidad—No puedo evitar soltar una carcajada ante las palabras del castaño y escucho un gruñido de molestia—No me mires así, Tyler, sabes que tengo razón

—Vámonos antes de que tengas que volver con los padres del año—Salgo de la habitación y una brisa me azota, por lo que supongo que utilizaron su velocidad vampírica para irse, bajo por la escalera con una sonrisa nostálgica y en cuanto llego a la sala veo a Liz con un paquete en sus manos, por lo que corro a abrazarla

—Te extrañé mucho—Digo aferrándome fuertemente a ella

—Yo más—Me dedica una genuina sonrisa para luego darme el paquete, el cuál parece tener algo suave dentro—Ábrelo, creo que te gustará—Quito el papel de regalo y me quedo estática en mi lugar cuándo descubro lo que hay dentro: Un pequeño conjunto blanco con detalles en plateado y rosa, zapatitos, guantes y un gorrito del mismo color con una corona y un moño para un bebé

—Liz, esto...—No puedo encontrar una palabra que explique todas las emociones que estoy sintiendo en este momento por su regalo, así que me quedo callada y sonrío

—Supuse que aún no le habías comprado nada y quería ser la primera persona en comprarle algo a mi nieta, espero que no te moleste.

—No me molesta, me encanta, es perfecto—La abrazo nuevamente y cuándo nos separamos Klaus se acerca a ver la ropita con curiosidad, una sonrisa aparece en sus labios que me hace desear cada vez más que la bebé nazca para que podamos ser felices los tres juntos—Muchas gracias

—Aún no he terminado con los regalos—Afirma mientras saca dos más de una bolsa, uno me lo dá a mi, el cuál es un vestido negro con manchitas blancas unas tallas más que la mía que estoy segura que me va a servir muchísimo en algunos meses, el segundo se lo da a Klaus y es una bala de madera—Esa es la que va a terminar en tu corazón si alguna vez lastimas a Skylar o a mi nieta

—¿Gracias?—Pregunta confundido y yo río por la amenaza de la rubia

—Ahora, cuéntame cómo te ha ido en New Orleans, ¿Nadie te ha lastimado? Tienes que tener mucho cuidado—Le dedico una mirada nerviosa y el hibrido me sonríe divertido antes de ir a molestar a Damon por su ruptura con Elena

—Es una ciudad... interesante—Afirmo sin saber que decir realmente—Los Mikaelson me han cuidado bien, me encanta New Orleans, allí está mi hermana, un buen amigo, hay muchas personas agradables y descubrí que tengo más familiares, lo único malo es que están en su forma de lobo y solo pueden convertirse en humanos en la luna llena

—¿Y eso por qué?—Pregunta confundida Care mientras llega junto a Bonnie

—El antiguo rey de la ciudad gobernaba solo para vampiros, él hizo que una bruja los maldijera—Explico con simpleza—Lo bueno es que Klaus ahora es el rey y tiene un poco más de consideración con los licántropos

—Si él es el rey supongo que tú eres la reina, ¿Debo hacer una reverencia o algo?—Pregunta divertido Damon—Oh mi reina, sepa disculparme por haberla ofendido, no me convierta en sapo, por favor

—De hecho es mi reina—Interrumpe el hibrido recalcando el "Mi"

—Que posesivo—Lo molesta y él lo mira mal—No temas, puedo robartela ahora que soy soltero, pero no lo haré

—Ya quisieras tener alguna oportunidad conmigo—Digo rodando los ojos con diversión

—Nik, Elijah pregunta si vamos a llegar para la cena porque él llevará a Hayley a comer y no va a haber nada en casa para Sky, ¿Qué le digo?—Pregunta Rebekah apareciendo con un teléfono en la mano y a su lado Matt

—¿Elijah y Hayley? Eso si que no lo vi venir—Murmura incrédula la vampira

—Podrían quedarse, todos son vampiros, pero tú y yo podríamos ir a comer comoda real—Sugiere Liz—No sabemos cuándo vamos a volver a vernos y me gustaría aprovechar todo el tiempo posible

—Por favor, tengo muchas cosas que decirte—Dice suplicante Stefan

—Y yo—Afirma Care

—Dile a Elijah que no se preocupe porque llegaremos mañana en la mañana, comeré aquí y luego nos iremos—Le digo a la Original y ella asiente antes de hacer lo que le dije

[...]

Luego de cenar y ducharme, los Mikaelson, Jason y yo volvimos a casa, llegamos hace aproximadamente 30 minutos y ahora me encuentro caminando por el complejo en busca de Marcel para poder ver cómo está después de haber perdido a la niña a la que consideraba su hija, lo veo sentado en una mesa a lo lejos con la mirada perdida y acelero mi paso

—Hola—Saludo con una leve sonrisa mientras me siento a su lado

—Hola—Saluda con una sonrisa que luce más como una mueca, mi corazón se encoge al notar que sus ojos están rojos e hinchados, como si hubiera llorado por horas, tiene una botella de bourbon en la mano y no tengo que mirarlo mucho tiempo cómo para darme cuenta de que está ebrio

—¿Cómo estás?—Interrogo e inmediatamente me arrepiento—Pregunta estúpida, lo siento

—Estoy ebrio—Responde con diversión—Cada vez que cierro los ojos veo a Sophie cortandole el cuello y el alcohol no parece funcionar, solo me hace enojar más por haber dejado que ese estúpido ritual pasara

—Ella me dijo que las brujas dirían lo que sea para conseguir lo que quieren, que no volvería a la vida y le creí, pero cuándo la vi morir recé e intenté pensar con toda mi alma que si funcionaría—Digo suspirando—Lo siento mucho

—No es tu culpa—Asegura mientras se sirve otro vaso de bourbon

—Leo mentes, sé que tambien te culpas, pero tampoco es tu culpa—Digo firme—Es culpa de esas estúpidas brujas

—Tu pareces ser la única que entiende mi sufrimiento además de Josh, se llevaban bastante bien por lo que sé, ¿No es así?

—Me recordaba a mi misma: Su madre era un perra que la obligó a postularse para estar en un ritual, las brujas querían matarla porque no hizo lo que ellas querían, todos en la ciudad quisieron alguna vez sacrificarla para obtener algo a cambio, era rebelde, desconfiada y leal a los suyos—Digo con una sonrisa melancólica—Era una gran chica, no se merecía eso

—No se lo merecía—Murmura triste—Al contrario de ti, yo no soy psíquico, pero te ves triste y culpable, fuiste muy buena con Davina, la cuidaste y te dejó entrar en su pequeño círculo de confianza, ella no hubiese querido que te sientas así

—No es solo Davina, han sido demasiadas muertes en muy poco tiempo, ayer perdí a mi mejor amiga que conocí hace 500 años, no pude salvarla y estoy cansada de que todas las personas se mueran: Primero mi papa y la mujer a la que consideraba mi madre, después accidentalmente maté a la hermana de un antiguo amigo, Klaus murió por un día debido a que mi madre me odia y quería que sufriera, mi profesor de historia favorito murió por mi culpa, luego Kol porque no fuí lo suficiente fuerte para salvarlo, luego Davina y ahora Katherine, estoy cansada de que las personas a mi alrededor se mueran

—Yo sigo aquí—Afirma tomando mi mano en señal de apoyo—No tengo planeado morir

—Más te vale, no sé que haría si también murieras—Digo señalándolo con acusación—Yo sigo aquí también y tampoco tengo planeado morir, puedes contar conmigo para lo que sea y si necesitas hablar o gritarle a alguien para desahogarte, puedes hacerlo

—Queridos hermanos, su atención, por favor—Solicita Klaus mientras ingresa en la habitación con el antiguo amigo de Marcel que hasta dónde sé estaba enterrado en concreto—Sin duda, todos estamos sorprendidos de ver a Thierry Vanchurre, quién debería estar pudriéndose en el jardín por el delito de haber matado a uno de nosotros, pero personalmente decidí darle mi perdón, espero que todos le den la bienvenida—Diego corre feliz a abrazar a su amigo y todos aplauden con felicidad

—Estás de buen humor—Dice asombrado el moreno cuándo Klaus se acerca—Deberían visitar Mystic Falls más seguido

—Deberíamos, ¿No lo crees, amor?—Me dedica una sonrisa pícara y yo no puedo evitar sonrojarme al recordar lo que pasó en el bosque—Pero por más que queramos hacerlo, aún tenemos responsabilidades aquí—Nos recuerda antes de acercarse a los vampiros nuevamente—Ahora, cómo todos saben, la bruja Davina no está más con nosotros—Comienza a decir y tomo la mano de Marcel en señal de apoyo—Sin Davina, no podemos monitorear la actividad de las brujas vecinas, sin embargo, cómo la Cosecha falló, su magia pronto desaparecerá para siempre, hasta entonces, sugiero que las mantengamos alerta, Diego, me pregunto si podrás llevar un pollo a la caldera—El chico asiente repetidas veces con una sonrisa mientras que Marcel se levanta de la mesa de golpe con la botella de bourbon en la mano, debo sujetarlo para que no caiga al suelo debido a lo ebrio que está, cosa que parece llamar la atención de Klaus, porque se acerca rápida a nosotros—Marcel, quisiera que fueras con Diego

—No puede, va a tomarse un día para si mismo—Me apresuro a decir y ambos me miran sorprendidos

—¿Y quién lo autorizó para eso?—Pregunta cruzándose de brazos

—Yo—Digo obvia—Vé, mereces un poco de paz

—Gracias, Sky—Murmura el moreno antes de caminar tambaleándose hacia la salida

—Creí que si dejaba libre a Thierry estaría feliz, pero no funcionó—Se queja—Va con esa botella de un lado a otro y no parece querer hacer nada más que ahogarse en alcohol, ni siquiera parecía entuciasmado por fastidiar a las brujas

—Dale tiempo, perdió a la niña a la que consideraba su hija en un ritual estúpido que no sirvió de nada—Digo suspirando—Sabes que no hay una cura mágica para eso, tú mismo lo pasaste cuándo lo creiste muerto en el incendio

—Lo sé.