⵰ 🩸▦⃟ (5) ༽ 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐊𝐚𝐞𝐝𝐞.

Tsubasa y Kisugi llegan al patio, donde ven a la rubia, dándoles la espalda, frente a un arbusto, mirando un par de mariposas.

Por supuesto que ellos no pueden ver el rostro de la rubia, pero no se imaginan el alivio, la felicidad, la esperanza que está emanando. Tiene una sonrisa leve, los ojos brillosos y el viento sopla un poco su cabellera dorada.

─Esto parece la escena de una película─ le susurra Kisugi a su amigo.

Tsubasa se acerca a Kaede, y logra ver su rostro; en este tiempo que ha estado con ella, nunca la había visto así.

─Es la primera vez que la veo sonreír...

Y ella, por supuesto, no le presta atención, está muy concentrada viendo las mariposas; otra vez está ignorando a Tsubasa, como la primera vez que se conocieron.

─Ka-kaede...

─Esto es una señal.

─¿U-una señal? ¿Señal de qué...?

Pero esa escena cinematográfica es interrumpida por una pelota de voleibol bastante maltratada que rebota hacia el arbusto, espantando a las mariposas.

─¡Jajajaja! ¡Eres malísimo!

─¡Pásala, Shinji!

─¡Rápido, que se está por acabar el recreo!

Son solo unos niños de primero de secundaria, pero la expresión en el rostro de Kaede cambió drásticamente: se puede notar un poco de decepción, sin embargo, enseguida vuelve a la misma seriedad que siempre porta.

─Qué lástima, se fueron─ dice Tsubasa.

Kaede sigue sin decirle nada, y se aleja de ahí.

─O-oye, espera...─ ella ya no está en el patio─Rayos, qué chica tan complicada.

─Sí, ¿viste? Pero realmente es bonita─ comenta Kisugi─, chicas con ese color de cabello no son nada comunes en Japón, ¿te dijo si era natural o no?

─Sí, Kisugi, es natural, dice que su abuela es alemana pero nacionalizada japonesa, sacó el cabello rubio de ella.

─Aaah, claro, eso lo explica todo...

Y finalmente suena el timbre de entrada a la siguiente clase.

─Este ha sido el recreo más largo, ¿no lo crees?

─¿Ah, sí? Yo no pude comerme todas las galletitas, jaja... Me río para no llorar.

─Ay, Kisugi, jaja, y eso que tú comes hasta que tu estómago ya no dé abasto.

─Lo que pasa es que se quedó jugando con Izawa y Taki al UNO y no podía comer al mismo tiempo.

─¡No me podía distraer, Ishizaki! ¡Un segundo que me olvidaba del juego y Taki que me encajaba un más cuatro! No, no, ese juego es horrible.

Tsubasa se ríe ante las palabras de Kisugi, pero enseguida vuelve a recordar a Kaede.

─Me pregunto por qué se quedó tan inmóvil mirando las mariposas...

"Es una señal".

─¿Una señal? ¿Las mariposas significan algo? Ni idea... Ah, ya sé, le preguntaré a Sanae cuando entre.


Mientras tanto, en un colegio de Tokio, unos amigos de Tsubasa se encuentran en las prácticas del equipo de fútbol. El colegio Toho tiene a uno de los mejores equipos juveniles del país.

─¡¿Qué están haciendo?! ¡Tienen que respetar su posición! ¡Si siguen como hasta ahora no podremos ganarle al Nankatsu este año!─ les ordena su capitán, Kojiro Hyuga.

─¡Sí!

─Vaya, este año están mucho más motivados que el anterior─ comenta Rika, la mánager del equipo, y excelente en distintas disciplinas deportivas.

─Así es, Rika, eso se debe a que el año pasado volvieron a perder la final del torneo de secundarias, es por eso que su ambición por superar al Nankatsu es mucho más grande, ya que no se pueden permitir tres veces seguidas una final con el mismo oponente.

─Bueno, en mi caso no me puedo permitir perder cuatro veces seguidas, recuerda que yo perdí una final en primaria contra ellos, aunque en ese momento estaba en el equipo Meiwa─ le dice Hyuga a Yukine, quien es la delegada de la clase de Hyuga.

─Buen punto, entonces tu ambición por ganar es mucho más grande que la del resto del equipo, para alguien tan orgulloso como tú no te puedes dar el lujo de perder de nuevo.

─Si lo hago, me despediré del fútbol para siempre...

─¡Noooo, Hyuga-kun! ¡No hay necesidad de hacerlo! ¿Qué haría Japón sin el mejor delantero que existe?─ Rika toma su mano en manera de imploro─Tsubasa es mediocampista; tú no. Tsubasa se irá a Brasil cuando termine la secundaria; tú te vas a quedar aquí, ¿no?

─Así es.

─¿Viste? Japón te necesita, Hyuga-kun.

─Supongo que tienes razón, de alguna forma u otra tengo que mantener a mi familia, aunque el colegio me ayuda bastante cubriendo los gastos de comida y vivienda, pero yo también debo dar de mi parte.

─La gente con esa mentalidad me encanta, Hyuga─ le dice Yukine─. Desde niños hemos sido bastante independientes y maduros.

─Independiente sí, maduro te lo discuto, jeje. Este tema de vencer a Tsubasa me ha hecho sobrepensar demasiado, estuve mucho tiempo bastante deprimido por no poder ser más fuerte que él.

─Bueno, pero eso te ha ayudado a querer seguir mejorando cada día.

─Supongo.

─¡Chicos, hay nuggets de pollo en la cafetería!─ su compañero Sorimachi llega con ellos con una gran bolsa de nuggets de pollo.

─¡Wiiiii amo los nuggets de pollo!─ Rika y él se sientan en una banca y empiezan a comer.

─Sorimachi, el entrenamiento empezó hace veinte minutos, ¿y tú comprando nuggets?─ le habla Wakashimazu, guardameta del equipo.

─¿Si le doy al entrenador, me perdonará por la demora?

─¿Al entrenador Kitazume? Ja, sueña.

─Bueno, era eso o que todos se las llevaran, ya sabes cómo se llena la cafetería en el receso.

─No hay remedio contigo, te importa más los nuggets de pollo de la cafetería que el hecho de que el entrenador podría echarte del equipo por conductas como esta.

─Pssh, si hace eso le digo a mi papá, él es policía─ se come una nugget.

─¿Ah, sí? ¿Y dónde está ese policía?

Sorimachi casi se atraganta al escuchar la voz del entrenador detrás de él. El hombre está de brazos cruzados, mirándolo con desaprobación.

─Oh, hola, entrenador, qué gusto verlo, jeje─ ríe nervioso.

─Te lo dije, tonto.

─Ay, Sorimachi, siempre tan infantil, esa actitud no es propia de un chico de quince años.

─Por favor, Yukine, justamente tengo la edad perfecta para ser un inmaduro, ni que tuviera cuarenta, y si tuviera cuarenta sería exactamente la misma persona.

─¿Y eso qué?

─Estoy en la mejor edad de mi vida, déjame ser como quiera. Lo importante es ser feliz, tú también debes tener un lado infantil para disfrutar la vida, como cuando eras niña.

─El cerebro está diseñado para sobrevivir, no para hacernos felices.

─Pero qué amargada.

─Yuki-chan eligió el camino de la madurez temprana, déjala ser, Kazuki-kun─ le dice Rika.

─Hagan lo que quieran, yo voy a comportarme un niño hasta el día en que me muera, que espero que sea dentro de quinientos años, yo no quiero morir.

─Nadie quiere morir, Sorimachi, pero lastimosamente es una posibilidad enorme cuando salimos a la calle─ dice Wakashimazu─. Es impresionante todos los robos, secuestros y asesinatos que ha habido en estas últimas semanas.

─Es verdad, ayer intentaron llevarse a una chica de diecinueve años, una camioneta la arrastró pero zafó porque se le había roto la camisa─ les cuenta Hyuga─. Es terrible, me da miedo que algo así le pase a alguno de mis hermanos.

─Yo también estoy muy asustada, mis padres no me pueden llevar, por eso voy con Yuki-chan, que sabe artes marciales como Wakashimazu-kun.

─Escuchen, vayamos juntos a partir de ahora, si hay un hombre con ustedes va a ser más seguro, si llega a haber problemas, Tsuru y yo podemos pelear juntos y tendremos mayor ventaja, ¿les parece?

─Y así nos vamos riendo de distintos chismes, jiji.

─Amo que nuestra mánager sea divertida y no una amargada como Yukine.

Yukine lo ignora.

─¡Te estoy hablando, asquerosa!

─Sí, sí, soy una amargada, no pienso bajar la guardia bajo ninguna circunstancia.

─Pero amigos, no tienen que ir caminando, mamá nos puede llevar a todos en el auto, entramos todos, créanme.

─Es verdad que Yui-san es una mujer adinerada, y todo por tener una empresa propia de automóviles.

─¿En serio nos puede llevar a todos, Sorimachi?

─Claro, pero es una pena que Hyuga venga de Saitama, aunque no creo que mamá tenga problemas para ir hasta allá.

─Déjalo, Sorimachi. Muchas gracias, pero yo voy en el metro y llego bien. Tú y tu madre son muy generosos.

─¿Entonces nos vamos todos en auto de último modelo?─ pregunta Rika, con mucha emoción.

─¡Síiii, querida amiga!─ se agarran de las manos y dan pequeños saltitos.

─Al menos Rika sí soporta a Sorimachi.

─¡Te escuché, Yukine Tsuru!


De vuelta en el colegio Nankatsu, Tsubasa nota que Kaede continúa su dibujo en la clase de Arte. Como tiene tanta curiosidad por ver qué es, se levanta de su lugar, camina hacia el fondo y hace de cuenta que va a agarrar uno de los materiales de arte que están en la pequeña bodega detrás de los últimos pupitres, y disimuladamente le echa un vistazo al dibujo.

Una chica de cabello largo y castaño, con los ojos cerrados, usando un vestido blanco por los tobillos. Está dibujada al estilo egipcio: de costado, y en una de sus manos se posa una mariposa monarca.

─Wow...

Kaede lo está mirando.

─Uy, lo siento, no te quise incomodar, solo quería ver qué estabas dibujando.

─Solo es una chica con una mariposa. No tiene mucha ciencia.

─Perdóname, no quise...

─Me gusta dibujar chicas, es lo que mejor me sale, y la mariposa representa algo muy importante para mí. Verlas en verdad, cerca de mí, es un sinónimo de que todo va a estar bien. Mientras las mariposas vuelen cerca de mí, estoy en paz.

─Claro...─ se acaba de dar cuenta de otro detalle: un poco más arriba de la muñeca, en el brazo izquierdo, tiene un pequeño tatuaje, la palabra (o nombre) Sora, y el ala de un angelito, del lado derecho de la palabra-nombre─Oye, ¿y ese tatuaje?

─Si te lo digo, ¿me vas a dejar en paz?

─S-sí, cla-claro.

─Sora significa "cielo" en japonés, es una palabra muy bonita, ¿no lo crees?

─Lo creo─ sonríe con algo más de confianza─. El mío, Tsubasa, quiere decir "alas", como el ala que tienes en el tatuaje.

─Ya veo. El cielo y las alas de los ángeles son cosas muy bonitas, además de las mariposas.

─Realmente eres una chica muy interesante.

Milagrosamente, la rubia le dedica una sonrisa, muy leve, pero es una sonrisa. Luego vuelve a fijar su mirada en su dibujo, al cual le faltan algunos detalles.

─Bien, Tsubasa, estás progresando─ piensa, con orgullo, y vuelve a su lugar─. A mí no me engañas, Kaede, esa chica no la dibujaste al azar, es alguien real, ya sea viva o fallecida. Carajo, el misterio de Kaede no deja de crecer, ¿qué diablos está pasando aquí?


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