14

Después de tomar un té, Donghyuck estaba calmado, aunque parecía un poco pensativo.

—Lo lamento, exageré demasiado.– suspiró.– voy a presentarme debidamente, mi nombre es Jung Donghyuck, suelen decirme Haechan también, soy el primo de Jaehyun.

—Oh, Haechan...– asintió.

—¿En serio estás embarazado?– volvió a preguntar, a Doyoung se le hacía un poco extraño pero asintió.– lamento haber actuado así, pero estoy un poco mal cada vez que...– suspiró y luego tomó más té.

—¿Sí?

—Me casé cuando tenía 20, estaba embarazado...perdí a mi bebé.– sus ojos estaban llorosos, Doyoung se acercó y tomó su mano, Donghyuck trató de no llorar.– Mi matrimonio es bueno, pero realmente desearía tener a mi hijo otra vez...– sus lágrimas cayeron, trató de limpiar con su mano su rostro.

Doyoung se quedó cayado, ni siquiera sabía cómo consolarlo, entendía muy bien ese dolor de perder a un hijo. De solo pensarlo, su corazón dolía. Abrazó a Donghyuck y este sollozó fuertemente, parecía que había estado guardando ese dolor por mucho tiempo.

—Está bien, está bien...– sobó la espalda del moreno que seguía llorando. Este se apartó y le tomó de sus mejillas.

—¡Debes cuidar mucho a tu bebé! No permitas que nada le pase.– Doyoung asintió y le sonrió.

—Sí, sí, así será.

—Alimentate mejor, ¿Sí? Yo tampoco sé mucho de bebés pero Jaehyun debería comprarte más comida. ¿Él siempre atiende tus antojos?

—Ah, sí, así es pero él y yo– –

—Entonces está bien, solo cuídate mucho.– Haechan lo abrazó cálidamente. Doyoung no sabía ni cómo explicarle que Jaehyun y él no estaban en una relación.

Donghyuck secó sus lagrimas.

—¿Quieres helado?

—Sí, gracias.– sonrió.

Doyoung fue a la cocina y trajo dos recipientes con helado, y le dio uno a Haechan.

—Oye...– llamó el moreno, Doyoung volteó a verlo.– Sé que piensas que odio a Jaehyun, probablemente él te lo haya dicho.

—Ah, sí, eso me dijo...– asintió.– aunque nunca antes te había visto.

—Pues...hace años me arrepentí de haberlo tratado así.– suspiró.– creí que haber perdido a mi bebé es lo que merecía por haber sido tan malo con los demás, así que me arrepentí mucho.

—Bueno, lo importante es no volverlo a hacer.

—sí, pero el otro día llegó a casa y lo traté mal nuevamente, no quería tratarlo mal pero...es como si volviera a ser un adolescente malcriado cuando lo veo.

—¿Entonces fue por eso que Jaehyun volvió un poco molesto?

—Ah, no, no. Mark, mi esposo, dijo que debería disculparme y estuve de acuerdo, así que estoy aquí, pero parece que Jaehyun no vendrá.– suspiró.– de todas formas, creo que fue lo que le dijo la abuela lo que le molestó.

—¿Qué?

—La abuela piensa obligarlo a casarse con el secretario principal de la empresa.– dijo mientras tomaba una cucharada de helado. Doyoung lo miró sorprendido, Haechan volteó a verlo un poco confundido.– ¿Acaso no te lo dijo?

—Eso...no, no me lo dijo...– dejó de comer helado, haber descubierto algo como eso le quitó el apetito.

—No te preocupes, haré lo posible para que la abuela deje de querer arruinar tu relación.– dijo felizmente mientras comía.– aunque la solución más rápida es que ustedes se casen.

—Pero es que...– suspiró, finalmente meditó si debería decirle que no estaban en una relación, probablemente solo perjudicaría más a Jaehyun o talvez era lo contrario, ya no sabía cómo reparar ese malentendido cuando Haechan no lo quiso escuchar al principio.

—¿Qué? – Haechan lo miró.

—No, no es nada. Oye, ¿Cómo es ese chico con quien pretenden casar a Jaehyun?

—Ah, es extranjero. Se llama Dong Sicheng, ha trabajado en la empresa por muchos años, lo conocemos desde que éramos adolescentes.

—¿Entonces Jaehyun lo conoce desde hace bastante?

—Sí.– frunció el ceño.– De hecho, creo que Dong Sicheng estaba enamorado de Jaehyun desde su adolescencia.

—Ah...– miró hacia el suelo, un poco desanimado. Haechan parecía comprenderlo.

—No estés triste, creo que a Jaehyun jamás le gustó Sicheng.– soltó una risita.– igual ya te dije que los ayudaré, así que no te preocupes, solo deben amarse mucho, lo suficiente para enfrentar a la abuela.

—Gracias...– dijo mientras jugaba con sus manos, y volteó a mirar a Donghyuck.– gracias por ayudar a Jaehyun.

—no, no.– negó.– esto es por el bebé y tengo mucho que recompensarle a Jaehyun. Además, tú eres agradable.– sonrió.– pero bueno, me tengo que ir.

—Oh, ¿Ya?

—Sí, es un poco tarde.– tomó su abrigo.– hoy no trabajé, me hace falta trabajar.

—¿Trabajas mucho?

—amo trabajar.– soltó una risita.– nos vemos.

Doyoung le abrió la puerta y el moreno salió, luego hizo un ademán con la manos y se subió al auto. Kim cerró la puerta y observó su hogar, esa casa donde pasó parte de su adolescencia y donde volvía a estar.

"¿Por qué no me dijo?"

Esa pregunta seguía rondando por su mente, una y otra vez. Bueno, eran amigos, pero Jaehyun estaba en su derecho de no contarle algo de tal magnitud.

—No, él no tiene porqué contarme todo.– dijo mientras limpiaba la cocina.– si tuviera la intención de decírmelo, ya me lo habría dicho.

Fue a la sala y miró la foto que tenían en una mesita, ambos en su adolescencia.

—Pero de alguna manera, quisiera ayudarle en algo...

...

—Ya vine.

Jaehyun dejó su abrigo y miró a Doyoung, el cual descansaba en el sofá.

—Hola Hyunnie...

—¿Por qué estás aquí sin luz?– se acercó al encendedor y encendió la luz. Miró hacia Doyoung que tenía su mirada perdida.– ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?

Jaehyun se acercó y tocó su frente, Doyoung se puso muy nervioso, sus mejillas ardieron y se alejó.

—No, estoy bien.

—Es un alivio...– recordó lo de la llamada.– oh, Donghyuck, ¿Acaso te dijo algo malo?

—No, no, para nada. Él fue muy amable.

—¿En serio?– estaba atónito.– no puedo creerlo, es demasiado malcriado, ¿Cómo podría ser amable?

Doyoung soltó una risita y negó.

—Aunque no lo creas, fue agradable y después se fue.

Jaehyun empezó a sobrepensar nuevamente, ¿Acaso Donghyuck venía a convencerlo de casarse y por eso había actuado así con Doyoung?

—¿Dijo...algo raro?– Doyoung negó.

—Nop, nada raro. Solamente dijo que quería disculparse contigo.

—¡¿Qué?! ¡Debe ser una broma!

—No bromeo.– soltó una carcajada al ver la reacción tan exagerada del menor.– en serio, me dijo que se había comportado grosero la última vez que se vieron.

—Eso...¿Sólo eso?

—¿Qué?

—Que si él solo dijo eso.

Doyoung no sabía si decirle, pero decidió fingir que no sabía, respetaría los deseos del menor.

—Sí, solamente eso.

—Oh, ya veo...

—¿Quieres cenar?– preguntó Doyoung.– no hice mucho, estuve trabajando en el libro que estoy traduciendo, pero espero que te guste la comida.

—Ah, sí, vamos a comer, estoy seguro de que la disfrutaré.

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