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/𝟎𝟎𝟓/
𝐉 𝐔 𝐈 𝐂 𝐄

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ﾟ。05 ｡ﾟ Desde aquel día, cada ves que
　ﾟ･｡･ﾟ la veía intentaba tirarle piropos, siempre tratando de llamar su atención.

Aunque... casi nunca podía

Baji se desplomó en su silla, exhausto, mientras Kazutora se sentaba en el asiento vacío frente a él.

─Has estado trabajando demasiado duro para conquistarla Baji─

─No creo que sea suficiente─ Refunfuñó Baji mientras escondía la cara entre sus brazos entrecruzados sobre la mesa.

El pelinegro había hecho todo lo posible para pasar más tiempo con la chica, intentando no parecer demasiado repunante o insistente. Por mucho que disfrutara de su compañía, no quería agobiarla e incomodarla.

─Pero, no te preocupes tanto, aún hay tiempo tie-─

─¡No, no lo hay! Ella está en último año, ¿recuerdas? Tengo que conquistarla antes de sus exámenes finales─ Dijo Baji, cortando a Kazutora.

Kazutora solo pudo palmear la espalda de su amigo mientras él seguía refunfuñando por su falta de progreso en su escritorio.

─Pero no puedes apresurar las cosas así o la vas a sofocar─ Dijo Kazutora.

─Lo sé, lo sé; no quiero presionarla, supongo que... no se... me siento estancado─ Contestó Baji mientras miraba a su amigo.

El silencio en su habitación, debido a la falta de estudiantes dentro, se vio interrumpido de repente por una molesta voz familiar.

─¡BAJI MIRA LO QUE TENGO PARA TI!─ Un pequeño rubio entró corriendo al salón, Draken le seguía.

Mikey se detuvo frente a su escritorio y colocó sobre este una caja fría de jugo de tamarindo.

─¿Tamarindo? ¿gracias?─ Baji dijo mientras miraba la bebida extrañado.

─No es para ti estúpido. Es la bebida favorita de rin-senpai─

Baji miró a su amigo estupefacto, preguntándose cómo el chico más bajito tenía esa información.

─¿Cómo lo sabes?─ Cuestionó para salir de dudas.

─¡Eso no es lo que importa! ¡Ve a buscarla ahora mismo y dásela!─

─Mikey la ha estado espiando─

Mikey y Draken respondieron la pregunta casi al mismo tiempo. El rubio más bajo fulminó con la vista al más alto con los ojos muy abiertos.

─¡¿La has estado acosando?!─ Preguntaron Baji y Kazutora, mirando a su amigo con una expresión desconcertada en el rostro.

─¡No! ¡Claro que no! Simplemente... la observaba desde la distancia─ Replicó Mikey, defendiéndose de sus "falsas" acusaciones. ─Además, no te preocupes por los detalles, Baji. Lo importante es que esta es una oportunidad para acercarte a ella─ Dijo Mikey, cambiando completamente de tema. Agarró la bebida y la colocó en la mano del chico de cabellos negros antes de tirar de él para levantarlo. Luego comenzó a arrastrarlo hacia la salida del salón; Kazutora y Draken solo los seguían por detrás.

Segundos después de salir de dicha habitación se toparon con dos chicos. El más alto estaba bloqueando su camino a propósito mientras los miraba dominante. Los cuatro dejaron de caminar y Mikey, sin temor alguno; como el macho alfa, machote, varón, masculino, valiente, vigoroso y viril que es, lo miró de manera aún más amenazante y lo enfrentó. ─Apártate, Annabelle─

Los otros tres contenieron la risa por el apodo que le lanzó y el compañero del chico empezó a reírse. ─Cerrá el hocico y relájate Rindou─

─Pero si yo no he dicho nada Ran─

Cuando oyeron su nombre, se dieron cuenta al instante de quienes se trataba. ¿Qué chispas hacen aquí los amigos de Izana? Pensó Baji.

─¿Izana te envió?─ Mikey le preguntó a Ran.

─¿Por qué nos enviaría? ¿Le habéis molestado?─ Respondió Ran, mirándolos con confusión. Esto hizo que el grupo de cuatro amigos se mirara entre sí antes de volver a mirar al chico mayor con una expresión igualmente confusa.