Chapter 2:-

-Dime Jungkook, ¿y los chicos? .-preguntó Lisa a su lado.

-Nos están esperando en casa de Wang.-decía mientras conducía sin despegar la mirada de la carretera.

-Ya quiero llegar.-dijo Jisoo sonriente.

-¿Para estar con tu príncipe? .-molestó Jennie.

-En parte sí, pero también quiero divertirme.

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-Al fin llegan, creí que no vendrían.-dijo él dueño de casa al abrir la puerta y recibirlos.-bienvenidos a la mejor fiesta del año.

Los recién llegados ingresaron al hogar, encontrándose con una estampida de estudiantes ebrios. Otros bailaban, algunos ya estaban adueñándose del sofá, como también no faltaba la pareja que subía a hacer de las suyas.

Jungkook mantenía rodeada la cintura de Manoban, indicando que era su chica y que ya tenía dueño. Ante esto, los hombres se alejaban o sonreían con otras intenciones.

A lo lejos, divisaron a un grupo en especial. Eran cinco chicos, todos tenían un vaso en mano y uno de ellos un cigarrillo entre sus blanquecinos y huesudos dedos.

-¡Hey, al fin llegas Jeon! .-le reclamó él de piel pálida.

-Yah, tuve que ir por estas hermosas damas.-señaló al cuarteto femenino.

-¡Mi amor! .-saludó Jin tomando entre sus brazos a su novia.-creí que no podrías venir.

-Le dije a mi padre que tenía un proyecto que hacer.

-Mi chica traviesa.

-Después seguís con eso, Seokjin.

-Se las presento. Bueno, ella es Lisa obviamente saben que es mi chica, como también Jisoo que es la novia de nuestro hyung.

-No seáis tan posesivo, Jungkook. Las mujeres se aburren de eso.-comento Jin burlón.

-Oppa, eso es lo que más me gusta de él.-beso al pelinegro haciéndolo sonreír.

-Después seguimos, pequeña.-le susurró al oído.-sigo, ella es Jennie Kim, y Park Chaeyoung, más conocida como Rosé.-finalizóseñalando a cada una.

-Un gusto conocerlos.-pronunciaron al unísono.

-Aunque a Taehyung y Seokjin ya los reconocía.-dijo Rosé sonriente.

-Nos conocimos esta mañana. Fuimos a dejarlas al instituto.

-Oigan, falta alguien. ¿adónde se metió Jimin?

-Quizás ya debe estar jugueteando con alguna chica, ése nunca cambiará.

-Después le conocemos, ahora vamos a divertirnos.-habló Lisa guiándolos hasta las bebidas y bocadillos de la noche.

Al cabo de una hora, estaban descansando en uno de los tantos sofás desocupados. Algunos ya sentían como el alcohol les hacia efecto, Jungkook y Lisa ya se habían escabullido dejándolas con algunos de los anteriores chicos.

La pareja Kim fueron los primeros en irse a la pista de baile. Jennie los grababa entre risas y Rosé cubría su rostro ante la vergüenza ajena, iba a decir algo cuando una voz masculina llegó a sus oídos.

-Llegué, ¿me perdí de algo? .-comentó aquella misteriosa voz.

-Tú como siempre llegando tarde, Jimin-ssi.-él más bajo se rasco la nuca e hizo un gesto molesto.-en fin, te queremos presentar a las amigas de Jungkook.

-Hola, soy Jennie.-se presentó la castaña primero.-La muchacha por ahí es Jisoo, creo que por vuestro hyung ya debéis de conocerla.

-Claro, la presume a cada oportunidad que tiene.-carcajeó mientras negaba.

-Y ella, es Rosé.-señaló a la rubia sentada a su costado. La menor se incorporó quedando de frente al castaño casi tambaleándose en él acto.

-Hey, ¿estás bien? .-preguntó ante él leve tropezón.

-Estoy bien, solo un poco mareada. Oh, lo siento. Roseanne Park, mucho gusto.-sonrió tomándole fuertemente la mano.

-Creo que tu amiga esta algo pasada de copas.-murmuró al ver su aspecto.

-Sí algo, lo que sucede es que no se puede controlar cuando bebe licor.-zamarreó un poco a la rubia pidiéndole que pusiera los pies en la tierra.

-¡Estoy bien! .-se quejó yendo hacia la pista de baile. Donde comenzó a bailar con él primero que se le cruzara o le diera otro vaso de cerveza.

-Tu amiga es algo extraña.-dijo al momento de tomar él vaso que descansaba sobre la mesa de cristal.

-Que vergüenza, por Dios.

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Eran cerca de las dos de la madrugada.
Rosé seguía bailando y gozando de la música, para ese entonces su vista era nubosa y le costaba mantenerse en pie.

Unas manos se posaron en su cintura, a pegándola al cuerpo contrario de una manera especial. Ella fue volviéndose hasta quedar de frente y rodeó el cuello del muchacho para así afirmarse.

-E-eres fuerte.-soltó con voz infantil.-¿a caso eres un dios griego? .-se burló acariciándole los brazos masculinos.

-Si quieres puedo hacerte una demostración.

Rosé cambio su expresión a una sería, y ante los ojos de todos, besó a su desconocido.
Él joven fue bajando sus manos hasta llegar al trasero femenino, donde se dedico a acariciarlo y apretarlo con fuerza obligándola a soltar uno que otro gemido.

La rubia le dio la espalda rozando su cuerpo con la masculinidad del chico. Éste simuló una embestida mientras besaba y lamía el cuello de la menor.

-Si sigues así, no podre controlarme.-le susurró al oído de forma seductora.

-Pues, olvídate del control.-declaró sonriente.

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No supieron como llegaron ahí, pero lo único que sí sabían era que seria una noche de ensueño.

Para Rosé había sido su primera vez, Lisa le había comentado que dolía al principio, pero que después ese dolor se iría al cabo de un rato. Y lo pudo comprobar en cuanto ése hombre se llevo su pureza y reemplazo sus leves lloriqueros a gemidos de gozó.

La noche paso a ser de mañana, donde el canto de las aves le aturdía y taladraba el cerebro. Finalmente abrió sus marrones ojos, encontrándose sola, completamente desnuda y con marcas que tardarían en desaparecer.

Observó detenidamente sus muslos, cadera y muñecas, las cuales tenían notorias marcas rojizas de presión.

-Pero qué demonios... .-murmuró para después peinar su cabello hacia atrás.-Roseanne Park, hace memoria aunque duela, con qué animal salvaje te revolcaste.

-Buenos días, ¿pudiste dormir?

Rosé levantó su mirar guiándola hasta donde se había escuchado la anterior voz.

-Bueno, si es que pudiste hacerlo. En lo personal, no.-sonrió acariciándose la zona del cuello.

-Dime que esto es un sueño y  que no sucedió.-suplicó afligida.

-Me gustaría decirlo, pero estaría mintiendo.-le decía a medida que se acercaba a la cama.-Hicimos él amor toda la noche, hasta puedo decirte que se me acabaron los preservativos. Acabamos hace una hora atrás.

-¡Por Dios! .-chilló ocultando su rostro entre sus manos.-y-yo, yo ya debo irme.

-Para ser sincero, traté se ser un caballero, pero no pude controlarme ante ti.

-¡Basta, deja de hablar de ese modo! No somos nada, simplemente fue sexo sin compromiso.-decía abanicándo sus manos.-necesitó vestirme, podrías dejarme sola.-indicó sin mirarla.

-¿Para qué? .-río dándole la espalda.-si ya te conozco por completo.

-Si no te irás tú, me iré yo.-cubrió su delgado cuerpo con la sábana color blanco donde pudo ver una mancha color rojo vivo. Por instinto cerro sus ojos e ingreso al cuarto de baño no sin antes tomar sus ropas.

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-¿Qué hora es? .-preguntó mientras le hacia una coleta alta a su cabello.

-Nueve y media.-murmuró al ver la pantalla del móvil celular.-eres estudiante, ¿no es así?

-Sí.

-Supongo que me vas a denunciar por violación. No te preocupes, yo mismo me entregaré.

-No es necesario que lo hagas, no colocaré ninguna denuncia. Esto quedara entre nosotros, lo prometo.

-Bien.-asintió para después quedar frente a ella.-este es nuestro adiós.

-Aún no.

Seguidamente lo tomó por la nuca y junto sus bocas en un beso lento, dulce y romántico. Fue así hasta que él castaño introdujo su caliente lengua y jugueteó con la contraria sacándole sutiles gemidos, profundizándolo y convertirlo en un beso necesitado y apasionado.

Se separaron jadeantes y con una sonrisa tonta en sus rostros.
Jimin trató de decir algo, pero ella negó colocándole él dedo índice en los labios recién degustados.

-Ninguna palabra a nadie, esto debe ser un secreto.

-Dudo mucho que pases desapercibida, tus gritos se podían escuchar hasta China.-murmuró burlón.

-Cierra la boca, maldito pervertido.-se quejó molesta.

-¿Siquiera recuerdas mi nombre? .-preguntó en cuanto ella intentó salir de la habitación compartida.

-No necesito saberlo, tampoco me interesa.-dicho esto abandonó el cuarto dejando algo más que su brasear, él recuerdo de una apasionada noche.

-Soy Jimin. Park Jimin.-dijo para sí mismo.

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Momo