CAPÍTULO 4: YOU TOO?

—— YOU TOO? ——

Aunque era cierto que Serena siempre apoyaba a su hermano en, prácticamente, todas las cosas que hacía. En aquellos momentos sabía que tanto él como Stiles estaban apunto de incriminar a alguien inocente de asesinato. Por supuesto, todavía permanecía la duda de que Derek fuera el Alfa, pero como antes le había explicado a su hermano, ella era distinta y, por lo tanto, percibía cosas distintas.

Claro era, que percibía los mismos olores que Scott y los mismos ruidos, pero a diferencia de su hermano, la menor percibía cosas distintas originadas en torno a la sangre. Aunque era cierto que sonaba siniestro, para Serena empezaba a ser normal, lo complicado era controlar su hambre, pero en los últimos días lo estaba haciendo con bastante facilidad, así que para ella no era del todo un problema. Solamente lo era cuando percibía sangre de alguna herida, ahí era más complicado.

—¿Scott ha llegado?— Serena miró confundida a Stiles ante su pregunta. —Se descontroló en mi coche después de que detuvieran a Derek.— Explicó, haciendo que Serena pudiera los ojos en blanco.

—Esta mal lo que habéis hecho, sobretodo porque Scott quiere jugar e impresionar a Allison. Es algo que no entiendo, Stiles. Si Allison realmente está interesada en mi hermano, no dejará de estarlo por no jugar un partido. Y más ahora que puede exponernos.— Admitió con resignación, ya que cada vez que hablaban del tema ambos terminaban discutiendo.

—¿Exponernos? ¿A los dos?— Preguntó Stiles confundido haciendo que Serena desviará su mirada de su amigo y mirase a la nada.

—También soy un sobrenatural, pero no soy como Scott, no soy un hombre lobo.— Explicó mientras caminaba hacia su amigo para después salir de su habitación.

—¿Sabes lo que eres?— Preguntó el pecoso haciendo que Serena negara ante su pregunta.

—No, pero tampoco quiero que nadie vea mi transformación. La transformación de Scott podría decirse que es adorable, la mía da verdadero miedo. Mis dientes se alargan, mis ojos se inyectan en sangre al mismo tiempo que bajo ellos se marcan varias venas y mis uñas se alargan hasta volverse garras, al mismo tiempo que una especie de capa escamosa aparece por mi cuello.— Describió Serena mientras bajaba las escaleras.

—¿Tipo lagarto?— Preguntó Stiles confundido.

—No lo se. Solo se que percibo en intensidad la sangre de todos, cada uno tenéis un olor, pero también la sangre es única. Y mi cerebro es lo único en lo que piensa, sangre y carne, da igual si es humana o animal, es lo que quiere y lo que continuamente mi estómago reclama. Pero lo se controlar, más o menos. Además, desde que perdí el collar, el cual ocultaba todos esto, siento mucho frío. Y sólo consigo entrar en calor gracias a quien me rodea. Como las serpientes que buscan un calor externo.— Explicó haciendo que Stiles se quedará pensando en lo que su amiga había dicho.

—Aunque suena aterrador, también suena alucinante.— Admitió mientras Serena se dirigía a la cocina, haciendo que ella sonriera.

—No pensarás lo mismo si lo vieras, Stiles.— Murmuró Serena haciendo que el pecoso comprendiera el miedo que se tenía a sí misma.

—No eres un monstruo, Serena. Aunque seas como un vampiro, así que no pienses que es o será así. Solamente tienes que aprender a controlarlo, como Scott. Además, tu jamás nos harías daño.— Serena se apoyó en la encimera de la cocina mientras miraba a su amigo.

—Lo único que quiero saber es, ¿por qué soy esto de nacimiento? Siempre he llevado este collar, por lo tanto mis padres deberían de saber de este mundo. Pero tú conoces a ambos, jamás se creerían que esto existiera ni aun viéndolo con sus propios ojos.— Afirmó Serena haciendo que Stiles asintiera dándola la razón. Pero ella tenía razón, ¿quién la dió en realidad el collar? ¿Por qué ella era una criatura sobrenatural de nacimiento y Scott no, siendo, los dos, mellizos?

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Serena suspiró con resignación mientras caminaba hacia los jugadores, haciendo que Scott sonriera hacia su hermana.

—¿Vienes a dar apoyo moral?— Preguntó Scott abrazando a su hermana.

—Y a vigilarte. Pero sobretodo a apoyarte y a ver cómo les das una paliza.— Sonrió mientras Edward hablaba con su padre y ambos miraban hacia Scott y Serena, haciendo que la morena se removiera incómoda.

—Y no has sido la única en venir.— Murmuró Scott viendo llegar a Willa.

—Yo no me quejo de que salgas con la hija de un cazador, así que deja de quejarte por ella.— Advirtió Serena mientras se acercaba a Willa y ambas se subían en las gradas, las cuales ya estaban llenas de gente.

—Hola.— Sonrió Melissa a las dos adolescentes que hablaban.

—Hola, mamá. Ella es Willa.— Dijo rápidamente su hija sonriendo.

—Encantada.— Sonrió Melissa mientras sonreía a la menor de los Hale al mismo tiempo que se ponía al lado de su hija. —Me alegro de que vuelvas a hacer amigas, sobretodo después de lo que ocurrió.— Al escucharla Serena se removió incómoda, ya que sabia perfectamente que Willa la había escuchado. Aunque era cierto, que todo el instituto sabía que ella y Edward habían dejado de ser pareja, y que ella y Lydia ya no eran amigas, lo que muy pocos sabían, solamente su madre y su hermano, eran los verdaderos motivos por lo que todo terminó.

Por supuesto, a Serena la seguía doliendo, no hacia ni seis meses que había ocurrido todo aquello, pero también sabía que mantenerse en el dolor, no solo la haría más daño, sino que ahora podía traerla graves problemas.

El partido comenzó y, aunque Serena intentaba prestar únicamente atención en el juego, sabía que aquello era imposible. Sobretodo porque en el campo había una bomba que podía explotar en cualquier momento. Al ver como Scott se descontrolaba, Serena se bajó de las gradas, con la excusa de tener que ir al baño, pero en realidad se escondió.

—Scott, se que puedes escucharme. Así que hazme caso. Concéntrate en mi voz, no te dejes guiar por tu lado asesino. Respira con profundidad y relájate, tu eres quien tiene el control. Puedes sobre ello, porque eres más fuerte.— Ante las palabras de Serena, Scott comenzó a calmarse, haciendo que Willa frunciera el ceño, pero no porque fuera su ancla, sino por qué, incluso ella misma se había calmado al escuchar sus indicaciones.

La morena regresó a las gradas, justamente cuando el partido finalizaba, observando como todos bajaban para celebrar la victoria, mientras que Scott salía corriendo. Serena bajo corriendo las gradas, pero rápidamente alguien la agarró del brazo. Viendo que quien lo hacía era Edward.

—¿Que haces con Willa Hale?— Preguntó haciendo más fuerte su agarre.

—Nada que te importe. Ella es mi amiga, una de verdad.— Respondió la morena mientras sentía como la rabia comenzaba a recorrer por completo todo su cuerpo.

—Su familia no es de confianza.— La intentó advertí, haciendo que Serena comprendiera que él sí sabía de lo sobrenatural, mientras que su hermana no.

—De momento no me ha apuñalado por la espalda como tú has hecho.— Respondió haciendo que Edward tensara con fuerza su mandíbula.

—Ellos no son de confianza, solo quiero evitar que te hagan daño, Serena.— Afirmó Edward sonriendo, haciendo que Serena encarnará una ceja.

—¿Hacerme daño? ¿Sabes tú acaso el daño que me hiciste?— Serena se soltó de su agarré mientras tensaba con fuerza su mandíbula. —No tienes ni idea de lo que me hiciste, de lo que es sentir una traición así. Ver cómo te engañan, como se ríen de ti, como esa confianza que tenía por ti y todo lo que te quería se iba transformando, lentamente en odio. Por que eso es lo que siento por ti, Edward, odio. ¿Pero sabes? Haberte superado me hace saber una cosa, solo me espera alguien mucho mejor que tú. Y cualquiera lo es, ya que nadie me va a hacer el mismo daño que tú.— Dijo la morena marchándose de allí.

—¿Quién era?— Preguntó Chris a su hijo observando como Serena se marchaba furiosa de allí.

—Alguien a quien no debía de haber hecho daño, papá. Porque ahora se que la he perdido para siempre.— Admitió abatido, porque aunque era cierto que él la había hecho daño, Edward seguía enamorado de Serena, pero aquella oportunidad la había perdido.

—Nunca está nada perdido.— Afirmó Chris a su hijo.

—Esta vez sí, papá. Conozco a Serena, y ella ha tomado una decisión. Y es alejarse de mi. Y no la culpó, la hice mucho daño solo por ser un idiota.— Admitió cabizbajo y abatido, haciendo que Chris sintiera algo de lástima por lo que le había ocurrido a su hijo.

—¿Has probado pidiéndola disculpas?— Edward se quedó en silencio ante aquella pregunta por parte de su padre, ya que lo más obvio era lo que no había hecho.

—No.— Susurró con frustración.

—Prueba empezando por ahí, tal vez no todo vuelva a ser como antes, pero sería un comienzo.— Aconsejó Chris a su hijo haciendo que Edward pusiera una mueca de duda, aunque en verdad podía ser un comienzo para que todo pudiera volver a ser como antes o parecido.

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Serena frotó con fuerza sus manos, buscando la forma de que la sangre desapareciera de ellas, al mismo que el agua de la ducha caía sobre ella, llevándose los resto de la sangre. En su mente todavía quedaba la imagen de aquél hombre, aquel inocente hombre que había estado en el momento equivocado en el momento equivocado, y que había muerto por culpa de ella, por culpa de no haber sido capaz de controlarse.

Al observar que la sangre no se marchaba, la respiración de la morena se aceleró, sintiendo como una parte de ella se ahogaba. Por lo que se vio obligada a sentarse en el suelo, mientras abrazaba sus rodillas, comenzando a llorar.

Tras salir finalmente de la ducha, siendo consciente de lo peligrosa que era, Serena percibió lo feliz que su hermano era, y se alegraba de ello, a él le había venido bien la mordida y entrar en el mundo sobrenatural, pero a ella... A ella, entrar en el mundo sobrenatural la había condenado a una vida en la que sí era una asesina, en la que sí era la responsable de muertes.

En el exterior, Willa detuvo a su hermano, el cual iba directamente a encarar a Scott, el cual, le había incriminado de asesinato, pero no de cualquier asesinato, sino el de su propia hermana. Pero, aunque aquello era el principal pretexto para entrar en la casa, el pelinegro, posiblemente, lo hacía con otras intenciones.

—Esta su madre.— Le recordó haciendo que Derek la mirase con indiferencia. —No merecen tener más problemas, Derek. Y por cierto, si vas a querer enseñar a Scott, vas a tener que usar a Serena. No se como, pero cuando Scott ha perdido el control, ella ha conseguido que volviera a tenerlo. Incluso yo he estado calmada, puede que no sea su ancla, pero sea lo que sea Serena, le consigue calmar.— Explicó haciendo que su hermano mantuviera la misma expresión, aunque por dentro le molestaba. Si de verdad aquella chica era su mate, prefería mantenerse alejado de ella, no por él, sino por ella. Por qué si se acercaban, acabarían desarrollando el vínculo y, aunque a él no le importaba, sabía lo costoso que podría ser para ella asimilar algo así o incluso vivirlo.

—Ambos son dos problemas.— Respondió haciendo sonreír a su hermana.

—Scott no tanto. Serena... Es más compleja. Está llena de muchos sentimientos y cada vez, tiene más miedo. Y no es a lo externo, sino porque se tiene miedo. Estoy segura de que ha estado aprendiendo lo que es, incluso podría decirte que el miedo viene infundido por lo que ya ha hecho.— Explicó haciendo que Derek la mirase confundido mientras se concentraba en el intenso olor a miedo que emanaba de la propia casa.

—Entonces hay que empezar con Serena ya. Queda tiempo hasta la próxima luna llena, ella no cae bajo su influjo, por lo tanto es peligrosa todos los días.— Sentenció haciendo sonreír a Willa, ya que su plan estaba marchando tal y como quería.

Por supuesto, Willa sabía que su hermano jamás daría aquel paso, no por que no quería, sino por miedo de que Serena terminará como su familia o como Paige, por eso Derek apenas se acercaba a la gente, inclusive sus hermanas, por eso la mujer lobo se había propuesto a ser ella quién les diera el empujón a ambos para que ocurriera lo que realmente debía de ocurrir. Tal vez era una especie de celestina, pero no la importaba, lo único que quería era encontrar la felicidad de su hermano y, de momento, esa felicidad tenía un nombre y una apellido, y era el de Serena McCall.

★★★

No se como lo he hecho, pero puedo afirmar que he terminado de escribir la primera temporada de Teen Wolf y WOW.

Bueno, retomando el tema, que es el capítulo. Creo que amo a Stiles y a Serena juntos, aunque no se si amo más a ella con Willa, con Scott o con Derek, en definitiva he llegado a shipearla con todo el mundo.

Y hablando de ships, tengo dos opciones importante.

Derena

Serek

Volviendo a lo ocurrido en el capítulo, creo que la relación de Edward y Chris va a ser de mis favoritas, todavía no se si haré que Gerard también le lave el cerebro o no, todo depende de lo que queréis que ocurra, ya que, aunque no tengo pensado hacer un triángulo amoroso, adelanto que odiara a Derek por el hecho de que esté con Serena.

Confirmo desde ya que amo a Willa, en todos los aspectos. Su personalidad... Es rara, hasta ahí puedo decir.

En el capítulo anterior pedí que me dijerais como os imagináis la relación de Derek y Serena (necesito el ship ya) pero la pregunta que hoy toca es. ¿Queréis que lo lleven en secreto?

Es decir, tipo Scott y Allison en la temporada 2, o más que se sepa.

También quiero agradecer el apoyo recibido en la historia, me gustaría que más gente votará y comentará, pero para no ser la cuenta oficial no está nada mal. Gracias, y espero que os guste todo lo que hay preparado.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️

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