𝒮 | 𝗧𝗛𝗥𝗘𝗘
Adeline se encontraba en la casa de los Wheeler, está vez sólo cuidaba de Holly y Mike, ya que la señora Wheeler le había prohibido salir.
— ¡Addie! — gritó el pelinegro desde el sótano a lo que la nombrada corrió rápidamente.
— ¿Te pasa algo? — preguntó mientras bajaba las escaleras. Mike negó con el ceño fruncido — ¿Puedo salir? — cuestionó mientras hacía señas de por favor.
— Tienes prohibido salir, Mike — recordó a lo que esté rodó los ojos — Oye, yo no tengo la culpa de que hayas hecho llorar a Holly.
— Fué una broma — dijo con un tono cansado.
Addie soltó un suspiro — No Mike, me va a ir peor a mí si tu mamá se entera que te deje salir — indicó a lo que Wheeler asintió.
— Puedes ver la televisión — le dió permiso, ya que Karen igual se lo había prohibido — Pero — mencionó antes de que la prendiera — La vas a dejar de usar antes de las ocho — esté asintió con una sonrisa.
La chica al dejar al pelinegro viendo la televisión juntó a su pequeña hermana, se dirigió a la habitación de Holly para recoger sus cosas, ya que su trabajo había terminado.
Al recoger sus cosas salió de la habitación, al caminar pasó por la habitación de Nancy, la hermana mayor de la familia Wheeler.
Al escuchar unos pequeños sollozos tocó la puerta varias veces, Nancy no respondía, sin embargo sus sollozos seguían.
Addie consideraba una amiga a aquella chica, y realmente estaba preocupada, al no abrirle nadie, abrió la puerta. Visualizo a Nancy sentada en su tocador, rápidamente se paró viendo a Adeline.
— Nancy ¿Estás bien? — preguntó mientras intentaba acercarse.
La castaña se hizo hacía atrás — Vete ¿No te enseñaron a respetar la privacidad?.
— Estaba preocupada, y no contestabas, perdón — se disculpó — ¿Te encuentras bien? — preguntó una vez más.
— ¡Estoy bien! — alzó la voz, lo que confundió a la ojiverde — No eres mi niñera ¿Entiendes? — cuestionó a lo que Addie retrocedió.
— Perdóname — finalizó para después sólo salir de la habitación.
Adeline salió de la casa de la familia Wheeler confundida, Nancy jamás la había tratado de esa forma.
Steve se encontraba trabajando junto a Robin, la mencionada escuchaba todo lo que Harrington decía.
— Enserio ¿No crees que a muchas personas les gusta Addie? — preguntó el castaño mientras atendía un cliente.
Robin lo volteó a ver — La verdadera pregunta es ¿A quién no le gusta tu novia? — corrigió a lo que el chico suspiró.
— hablando de la reina de Roma — mencionó la chica con una sonrisa al ver a Cobs llegar.
Adeline llegó sin alguna expresión en su rostro, algo raro en ella, ya que siempre tenía una sonrisa, más cuando se trataba de ver a su novio.
Steve tomó de la mano a la chica, la guío hasta una mesa sentándola mientras que el tomaba asiento enfrente de ella.
— ¿Qué pasa? — preguntó mientras tomaba las manos de Cobs — Llegaste muy seria.
— Nancy — el chico no entendió — Me habló de una forma muy rara — ahora entendió.
— Tal vez, peleó con Jonathan y no está de humor — Addie encogío sus hombros.
— Bueno ¿Y que hiciste en la mañana? — preguntó para dejar atrás tal tema.
— Cuide un rato a Lucas y a Erica, después a Jane y finalmente a Mike y a Holly — explicó con una sonrisa en su rostro.
El castaño sonrió levemente — Sabes, serías una gran madre de seis hijos — mencionó a lo que ella abrió de más los ojos.
— ¿Por qué exactamente seis hijos? — soltó una risa nerviosa.
— Sería como una tropa Harrington — contó emocionado — tres niñas y tres muchachos.
— Son muchos ¿Tú los vas a tener? — cuestionó entre risas, pues había escuchado que el dolor era insoportable, claro, cuando era parto natural.
— Te cuidaría todos los días — intentó mejorar la situación.
Addie negó evitando la risa, Harrington sólo río al ver el color carmesí en las mejillas de su novia.
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