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La llegada del verano lograba cautivar con el tiempo cálido y los grados subiendo. Las olas estaban rodeadas de multitudes, las hojas casi esmeralda. El verano lograba cambiar totalmente Brístol con su llegar. Incluso las emociones se volvían descontroladas a la par de los termómetros y eso había causado un efecto en mi grupo de amigos, pero sobre todo en el corazón de mi pareja.

Los días habían pasado relativamente rápidos pero habían sido extraordinarios. Cook y yo habíamos tenido mucha pasión, habíamos salido de fiesta a todas horas y nos la pasábamos juntos. Aunque Effy se hubiese ido a Venecia y la extrañase, estaba amando estos días gracias al ojiazul.

Ahora estábamos llegando a un lugar sorpresa que había descubierto el ojiazul. Él tiraba de mi mano emocionado como un perro lleno de energía, desde que descubrí que me amaba había abierto ese lado de él.

- Princesa, ya hemos llegado. - Dijo con una gran sonrisa.

Analice el lugar dándome cuenta de que me había traído a una piscina que estaba cerrada por la hora.

- ¿Vamos a entrar ahí? - Sonreí un poco acercándome a la verja metálica que impedía la entrada.

- Te echare una mano. - Éste continuó con una sonrisa divertida para colocarse y ayudarme a trepar el metal.

Una vez dentro analice lo que haría el ojiazul a continuación, viendo como se quitaba cualquier rastro de ropa así que lo imite entre risas.

- Estas loco. - Me acerque a este riendo cuando ambos ya no teníamos ninguna prenda de vestir.

- Loco por ti, princesa. - Este me guiño un ojo juguetonamente antes de tomarme en brazos y correr a la piscina, lanzándose junto a mí.

Una vez que el agua nos cubrió y nos estabilizamos, rodee mis brazos alrededor de su cuello besándole en los labios, notando sus labios entrelazar los míos.

- Creo que también estoy loca por ti... - Sonreí apoyando mi frente contra la suya. Éste me sonrió hasta que juguetonamente lamio mi mejilla haciéndome reír.

- Eso es por mis encantos. - Él dijo sin dejar de sonreír en ningún momento, como si fuese el momento más feliz de su vida.

- Y puede que sea porque te ame. - Volví a besarle pero está vez en la mejilla.

- Eres muy cursi, princesa. - El ojiazul río salpicándome con el agua.

Poco después nos hundimos juntos bajo el agua, sintiendo nuestras respiraciones llenar todo de burbujas y el agua fría erizando nuestra piel. Aguante la risa al ver el pelo del ojiazul despeinado por la gravedad del agua. Cook se acerco para tomar mi cintura y besarme perdiendo algo de aire y subiendo a la superficie segundos después.

- Podría besarte por horas...- El ojiazul dijo con su pelo por la cara, escondiendo su rostro en mi cuello abrazándome a él.

- Si...- Sonreí notando como se relajaba al estar a mí lado.

La tarde nos paso rápido por pasarlo bien juntos pero cuando anocheció, ambos salimos del agua sentandonos en el borde de la piscina, mi cabeza sobre el hombro desnudo de Cook.

- Ojalá todas las noches se sintiesen como está. - Confesó el ojiazul.

- Si... - Dije en silencio tomando un cigarrillo.

Ambos nos quedamos fumando en silencio, Cook apoyando su cabeza sobre la mia que yacia en su hombro.

- Joder. - Rompió el silencio el ojiazul al oír que lo llamaban por teléfono.

Mi teléfono también sonó casi al unísono, levante mi vista mirando el objeto a lo lejos. Encogi mis ojos logrando ver quién era el contacto, era Naomi.

- Voy a responder. - Besé la mejilla de Cook algo molesta por la interrupción.

Cuándo me acerqué a responder, la llamada había sido colgada pero tenía un mensaje de antes, había una fiesta.

- Hay una fiesta. - Dicho esto, Cook se acercó hacía mi.

- Vayamos. - Éste sonrió entusiasmado apagando el cigarrillo.

Ambos nos secamos como pudimos y arreglamos nuestra ropa, una vez que terminamos salimos de la misma manera en la que entramos a aquel lugar. En medio del camino le hice una señal a Cook para que tomase mi mano.

- Mano. - Dije con una pequeña sonrisa haciéndo a éste reir y tomar mi mano.

- Mandona. - Continuó entre sonrisas el ojiazul mientras ambos caminabamos en la fría noche.

El silencio de la noche nos hizo oir las luciernagas y cada pequeño sonido hermoso. Hasta que una vez estando cerca el ojiazul tiro de mi mano corriendo, ambos riendo por su Impulsividad repentina.

Una vez paro de correr me acerque a él riendo, tomando su rostro y besandole. Nos quedamos un rato así para entrar al club en busca de los demás.

- ¿Ves algo? - Pregunte mientras Cook tomaba mi mano para no perderme mientras pasábamos entre las demás personas.

- Creo que he visto a la rubia con la pelirroja. - Cook dijo viendo a ambas besándose en una especie de alto.

- ¿Bailamos, príncipe? - Pregunte al analizar la situación y ver que nuestros amigos iban a lo suyo.

- Siempre. - Cook sonrió rodeando sus brazos alrededor de mi cintura por detrás, ambos moviendonos al ritmo de la música.

Pasado los minutos riendo y divirtiendonos, oímos como mucha gente gritaba. Al darnos la vuelta logramos ver a una gran multitud alrededor de algo.

- ¿Que está pasando? - Comente muy confusa intentando ver algo, pero la distancia me lo impedía.

- Quédate aquí, princesa. - Cook estába igual de confuso que yo pero terminó caminando hacia la multitud.

Al ver que esté tardaba bastante camine hacia dónde supuse que estaría él, viendo una tragedia y a mí novio en estado de shock. Una chica se había suicidado, no pude evitar no sentir la conmoción en mis sentimientos aunque no conociese a la víctima.

Cook se dió cuenta de mi presencia, poniéndose delante de mí para que no lo viese y atrayendome hacía sus brazos, intentando protegerme de la escena.

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Los días pasaron terminando el verano. Desde aquel accidente todo había sido extraño. Cook había tenido algún problema más con Thomas por algo que pasó en el club aunque supuse que no había sido por lo de la chica.

El tema de lo que mis ojos presenciaron me había debilitado enormemente sobre todo el pensar porque la desconocida había decidido tomar esa decisión.

Por lo menos el ojiazul intentaba distraerme de ese día, aunque sabía que él había sentido algo también al ver esa escena.

Los brazos de Cook me rodeaban como una manta en ese momento, él se había quedado a dormir en mi casa. Mis padres ni se enteraban de las noches en las que él dormía conmigo y Cassie me ayudaba cuándo estaba en casa.

- ¿En que piensas tanto? - Él ojiazul pregunto acariciando mi cabello y jugando con mis mechones.

- En esa chica del otro dia... - Confese suspirando, abrazandome a sus costillas.

- Lo sé. - Cook asintió en un tono algo extraño.

- Hoy empiezan las clases... - Suspire sin tener ninguna emoción para ir.

- ¿Quieres que nos las saltemos? - El ojiazul acarició mi mechón.

- No, está bien. - Le sonreí un poco.

Al final terminamos yendo a clase pero nos encontramos todo lleno de policías en la entrada, hasta que sentí la mano de Cook apretar la mía.
Entramos en una zona dónde estaban nuestros amigos pero al parecer estaban interrogando a los alumnos.

- ¿Qué pasa? - Pregunté mientras Cook tenía la misma cara de confusión que yo.

- Es por esa chica, Sophia. - Freddie Respondió.

- Ni siquiera la conocemos. - Emily cortó.

Pude notar el nerviosismo en los ojos del ojiazul mientras se sentaba, sentandome en su regazo. La siguiente en ser llamada para declarar fue Katie.

- ¿Por que nos tratan como criminales? - Emily continuó viendo como su hermana iba hacia los oficiales.

- Porqué esta muerta y nosotros estabamos allí. - JJ soltó.

- ¿Y? No nos hace responsables que alguna desconocida decida drogarse. - Emily continuó molesta mirando a Naomi por aprobación.

- Si, está jodido. - Naomi continuó acariciando el hombro de Emily.

Todos nos quedamos callados hasta que note como Cook me movía para poder levantarse, yéndose en silencio.

- ¿Donde vas? Debemos esperar aquí. - Dije confusa sin entender su reacción a irse derrepente.

- Voy al baño. - Pude notar unos ojos de preocupación, como si tuviese algo que resolver.

Al verlo desaparecer por la puerta, suspire sabiendo que me ocultaba algo. Emily me miro intentando cambiar el tema de lo que acababa de pasar.

- ¿Sabes algo de Cleopatra? - Emily preguntó de forma divertida, refiriéndose a Effy.

- Ella está en Italia. - Dije distraída con el tema de Cook.

Emily notó que estába distraída y me dio un apretón cariñoso en el brazo en forma de apoyo por si me ocurría algo.

Mientras me quedaba atrapada en mi mente unos gritos fueron escuchados provenientes del baño.
Me levante al reconocer la voz de mi novio, encontrándome a Thomas muy agresivo contra Cook. Freddie había logrado parar la pelea y el ojiazul al verme me abrazo por la cintura llevándome con él.

- ¿Me vas a decir lo que está pasando? - Le susurre al oído preocupada para que nadie nos oyese.

- Te lo diré después, princesa. - Éste me miro con aquellos ojos azules que podían derretir mi corazón. Asenti besando su mejilla.

Ambos volvimos junto a los demás, pero me llamaron para declarar así que con un suspiro camine hacia el interrogatorio. Nada más sentarme me preguntaron algo de información personal sobre mí.

- ¿Dónde estabas en el momento de lo ocurrido? - Las preguntas serias empezaron.

- Estaba bailando con mi novio.

- ¿Notaste algo extraño o conocías a la víctima? -

- No, note que algo iba mal cuándo vi una gran multitud junta.

Las preguntas continuaron hasta que se dieron cuenta de que yo no tenía nada que ver, pero al parecer a la chica le habían vendido esas sustancias antes del accidente. Pude volver con los demás pero el siguiente era Cook.

Cuándo terminaron de interrogarnos nos dejaron ir a la sala de descanso. Me senté en el sofa junto a JJ, Panda, Emily, Freddie y mi novio. El ojiazul paso su brazo abrazando mis hombros a la vez que sacaba un cigarrillo.

- Todo está jodido, ¿No? - Emily soltó por el tema de antes otra vez.

- Si. - Respondí mientras todos se quedaban callados.

- Todo ira bien. - Freddie soltó.

Mientras mi novio peleaba por encender su cigarrillo.

- ¡Tu! - Grito una voz masculina de forma muy fuerte hacia Cook, haciéndo que este dejase el encendedor y lo mirase. Todos miramos fijamente al hombre que había entrado. - ¿Te importaría no fumar? -

El ojiazul se había quedado perplejo y se quitó el cigarrillo de entre los labios. Mire curiosa al hombre, ya que siempre nos habían dejado ciertas libertades que ignoraban.

- Hola, soy David Blood, vuestro nuevo director. - Con eso todos nos quedamos aún más confusos.

- ¿Que pasó con Harriet? - Freddie preguntó.

- Harriet se ha mudado. -

- ¿Por qué? - Emily preguntó.

- Porque, porque, porque... - Repitió el señor. - Como puedo decirlo... Éste sitio es una basura. Lo mismo que vosotros. - El hombre paso su mirada a Cook.

Mire a mi novio que seguía confuso por todo con su cigarrillo en una mano.

- Ahora todo va a cambiar... Y si a alguno de ustedes le cuesta entender eso, voy a encontrarlo y voy a eliminarlo... -

Los demás miramos al ojiazul ya que el hombre todo el rato parecía dirigirse a él.

- Genial. - Este aplaudió y se fue como si nada, dejando el ambiente muy extraño.

Poco después fuimos a las pocas clases que teníamos hoy. Al salir de clase fui con Cook de la mano, a aquel parque al que solía ir para estar sola. Me senté en un banco abrazandole.

- ¿Me vas a decir que pasa? - Pregunte sin rodeos.

- No quiero meterte en esto, princesa... - Confesó.

- Eres mi novio y no quiero que te pase nada. - Le mire con preocupación en mis ojos.

- Está bien, Naomi fue la que le dio las drogas a la chica que se suicidó...Pero yo le vendí la mierda a Naomi. - Cook soltó por cachos con nerviosismo en su voz, entre susurros.

- Mierda. - Suspire sin saber que hacer, me quedé en silencio pensando en eso sin dejar de abrazarle.

- No pensé que todo se pondría así, yo no la mate... - Cook me miro sintiéndose culpable.

Termine callandolo con un beso sintiéndome triste por las consecuencias que tendría para mi novio y Naomi.

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Me dolía demasiado la cabeza por llorar tanto, mis lágrimas caían fácilmente con un parpadeo. Todo se complicaba cada vez más después de haber tanta relajación. Lo que más temía era lo que vendría después de la tormenta.

Estaba tirada en mi habitación totalmente sola, me sentía entumecida sin ganas de ver a nadie. Incluso Cook me suplico que fuese con él y Naomi al bar de su tío. Pude notar la depresión subir por mis huesos como aquel año.

Un zumbido me distrajo de ir más allá a la oscuridad de mis pensamientos. Tome el teléfono viendo que Effy me había escrito, había vuelto. El último mensaje me hizo salir de mi cama, Thomas había engañado a Panda.

Me puse lo primero que encontré y arrastre mis pies para intentar consolar a mi amiga. Al salir a la calle termine colapsando por la luz solar, mis pies fallaron y caí al suelo... Desmayandome.

Lo único que oía era una voz familiar, era Cook con Naomi. No se habían rendido con lo de llevarme con ellos.

- ¡Annie, joder! - El ojiazul grito tomandome en sus brazos, antes de que perdiese totalmente los sentidos.

Minutos después abri los ojos con mis oídos pitando mientras me estabilizaba.

- Ya se está despertando. - Naomi dijo acariciando mi rostro.

- Mierda. - Cook se acercó rápidamente.

- Annie, ¿Has comido algo hoy? - La rubia me pregunto acariciando mi rostro, a lo que negué.

- No. - Me di cuenta de que ellos me habían vuelto a meter en casa, estaba en el sofá.

- Cook, quédate con ella. - Naomi fue a buscar algo en la cocina.

- Llamare a tú hermana.- Él me acarició el cabello con delicadeza, con miedo como si no supiese que hacer.

- No... - Negué.

El bajo su mano a mi estómago dónde tenía cicatrices, éste acarició mi estómago.

- ¿Has vuelto a... - El no terminó la pregunta por la aparición repentina de Naomi.

- Toma, come esto. - Naomi se sentó a mi lado dándome algo delicado. - Despacio o lo vomitaras. -

Comencé a comer lentamente sintiéndome un poco mejor mientras notaba la mirada de ambos encima de mí. La puerta sonó y Naomi se levantó a abrir. Eran Effy y Panda.

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