𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄
Al llegar a casa, Jaeyoon dejó su mochila en uno de los sillones de la sala y se direccionó hacia la cocina dónde su padre se encontraba cocinando.
—Papá, he llegado a casa — anunció el chico asomándose por el marco de la puerta.
Yongbok se sobresaltó al escuchar una voz de repente, tranquilizándose al instante al identificar que la voz era de su hijo.
— Hola bebé, ¿Cómo te fué en la escuela? — preguntó cariñosamente para luego girarse y abrazar a su cachorro.
— Me fué bastante bien — comenzó a relatar el chico acerca de su día, mencionando lo aburridas que eran sus clases, el momento en el que fué la sorpresa para Sunoo, claro, evitando mencionar el molesto momento con Sunghoon.
El omega mayor se sintió enternecido por los gestos que su hijo hacia al contar sus experiencias en la escuela, había salido igual de platicador y expresivo que su padre, ese recuerdo abrumó levemente a Lee, más no le iba a dar importancia. Ese alfa ya no era relevante en su vida, lo único que importaba ahora era su hijo.
— Me alegra que te haya ido bien en la escuela — dijo Yongbok tomando asiento en la mesita de la cocina — Y dime... ¿Qué tal vas con tu destinado? — preguntó algo curioso, siempre esperaba algún tipo de comentario donde Jaeyoon hablara de ese tal Sunghoon, pero nunca salía nada.
Le interesaba en demasía la relación que su hijo tenía con su destinado y a la vez le preocupaba que desde que Jaeyoon encontró a su alfa, nunca hablara de ese chico.
— Estamos bien — respondió intentando no sonar molesto.
"No lo estamos, nunca lo hemos estado...".
Felix ya estaba acostumbrado a escuchar esa respuesta siempre, su sexto sentido siempre le decía que Jake no estaba siendo del todo sincero con él pero siempre terminaba por confiar en la palabra de su hijo y creerle.
Por otro lado, Sunghoon le contaba una nueva decepción amorosa a su madre, misma que comenzaba a cansarse de presenciar tan triste semblante de su hijo.
— A veces no comprendo porqué me trata así, nunca le hecho nada malo... — dijo Sunghoon.
"Por cómo nos trata... Puede que le caigamos mal a Jake..."
— ¿Y si le caigo mal? — preguntó de repente Sunghoon gracias al pensamiento de su lobo.
— No digas esas cosas Hoonie, ¿Quien podría odiar a tremenda ternurita? — habló su primo Yeonjun para luego pellizcar la mejilla de Park.
— No soy una ternurita — protestó Park.
— Yeonjun tiene razón, Sunghoon — habló Jihyo, recibiendo una mirada de reproche por parte de su hijo — Me refiero a lo otro, ¿Quién podría odiarte si eres un gran chico? — se cuestionó más para sí misma.
— Por lo que me cuentas, no le veo razón para alejarse así de ti — habló de nuevo Yeonjun, a sus 15 años el chico reflejaba una madurez adecuada — Tal vez está asustado o siente miedo, no lo sabemos... — respondió algo dudoso.
— Puede ser una teoría — contestó Jihyo a las palabras de su sobrino.
— Podrías acercarte dándole un pequeño detalle, ¿Unas flores? —.
— Ya lo intenté, hace mucho... Las tiró al suelo — respondió Sunghoon, sintiendo ese pequeño pinchazo en su corazón.
— ¿Chocolates? —.
— Se los dió a sus amigos —.
— ¿Tarjeta? —.
— En la basura —.
— Dios santo, este chico es un anti-romántico — expresó Yeonjun totalmente sorprendido por lo cruel que era el destinado de su primo — ¿En verdad te rechaza siempre? ¿Te ha aceptado algo por lo menos una vez en la vida? —.
— No, jamás me ha dicho un "Oh Sunghoonie, muchas gracias por tu regalo, lo aprecio mucho, te quiero" — respondió haciendo una imitación de la voz del omega — Más bien sólo lo toma y agradece, nuestro lazo me dice que sus agradecimientos son vacíos y de alguna manera me siento herido... No, mas bien, rechazado, tal vez no soy lo que él esperaba de su futura pareja — dijo el alfa, permitiéndose soltar todo lo que se estaba guardando.
"No importa, de todos modos ya nos hemos acostumbrado al dolor" completó el lobo de Sunghoon aunque nadie le escuchara.
El auto se quedó en silencio un largo rato, Yeonjun y Jihyo no sabían qué decirle a Sunghoon para consolarlo, jamás habían vivido algo cómo eso y no tenían ni la más mínima idea de cómo ayudar al alfa que sufría el rechazo de su omega. Yeonjun había leído muchísimas historias sobre los rechazos de destinados, pero los alfas eran quienes herían y los omegas los lastimados, todo el mundo sabía que ambas especies eran completamente diferentes y le preocupaba las posibles consecuencias que la vida podría darle a Sunghoon si seguía siendo rechazado.
Había escuchado en algún lado que tanto alfas como omegas podrían llegar al suicidio si ya no podían aguantar esa clase de dolor, Yeonjun temía de que a Sunghoon se le cruzara esa idea por la cabeza.
Jihyo pensaba casi igual que Yeonjun, sólo con la diferencia de que ella había presenciado lo mismo que le estaba pasando a su hijo y podía asegurar que la historia se estaba repitiendo nuevamente, le frustraba mucho darse cuenta de que a pesar de la experiencia vivida, ella seguía sin saber qué hacer.
No podría hacerlo sola, su esposo Jimin también está enterado del asunto y dió la opción de que Sunghoon se inscribiera a algún taller o practicara algún deporte para que por lo menos se despejara, el patinaje sobre hielo era una buena opción pues había notado de que a Sunghoon le gustaba mucho mirar a la patinadora Kim Yuna.
Estaba decidido.
No obstante, no solucionaría el problema principal. Tal vez si Jihyo pudiera hablar con los padres de Jake ellos le ayudarían, porque no sólo Sunghoon terminaría afectado, Jake también lo estaría.
Definitivamente mañana dará una visita a la escuela de Sunghoon.
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