─ Inferno.
- Jay mordió su labio pensativo, estaba siguiendo a SungHoon - claramente dando aviso a su superior de que lo haría, para evitarse problemas - quien en ese momento se encontraba aparcando el auto en el estacionamiento de la empresa de Choi BeomGyu, para posteriormente salir del coche y encaminarse a la entrada.
Park pensaba que SungHoon sólo estaba concentrado en su show erótico, así que confundido decidió bajar del auto y preguntar en recepción sobre algún trainee llamado Park SungHoon.
Sabía que podrían haber muchas razones por las que SungHoon estuviera ahí, pero realmente era menos sospechoso preguntar directamente por él en recepción después de mostrar su placa. La respuesta del encargado fue un rotundo < Hay tres Park SungHoon's, pero ninguno pasa de los veinte > lo cual hizo a Jay pensarselo bien.
Estaba bastante seguro de que SungHoon tenía uno o dos años más que Jake, así que era obvio que pasaba de los veinte debido a su profesión. Agradeció y salió del lugar cerciorandose de que nadie conocido le viera salir y caminó a la salida, topandose con la persona que menos quería ver en ese momento... o tal vez sí, pero su orgullo le impedía aceptarlo.
Yang JungWon se encontraba caminando hacia él con unos audífonos mientras miraba al suelo, totalmente absorto de su alrededor por lo que el mayor aprovechó que estaba con la guardia baja y lo tomó de la cintura para subirlo en sus hombros y correr al auto mientras JungWon gritaba como loco. Más gente les miró extrañados, pero siguieron con lo suyo.
Ya estando dentro, el coreano mayor le esposó las manos y le colocó el cinturón de seguridad ajustado, pero sin lastimarle ante la mirada burlesca del de hoyuelos.
—Vaya, vaya, Jay Park ejerciendo su profesión como todo un héroe, ¿no es así? nunca cambias — le reprochó muy en el fondo, el mayor entendiendo a qué se refería con ser el héroe.
Y es que se arrepentía siempre por no haberle puesto la atención que JungWon siempre necesitó debido a su temperamento problemático y su grave problema con las drogas - a las que había renunciado unos meses después de su "fallecimiento" debido al trauma de ser prácticamente obligado a morir - por dedicarse a otras personas que la mayoría de veces no merecían la pena ni la atención que podría haberle dado a Yang, quien poco a poco decaía más sin nadie que le ayudara en esas cuatro paredes donde su novio le había jurado tantas veces ayudarle, cosa que realmente no sucedió, sin realmente querer que las cosas terminaran de esa forma.
—Basta, JungWon, sabes que nunca fue mi intención que todo eso pasara — dijo, suspirando — Pero ahora estamos hablando seriamente, deja lo nuestro en el pasado y enfócate en ahora, porque no estás precisamente limpio de culpas después de haber hecho cenizas la casa de Shim Jake. — Jay se cruzó de brazos, viendo a JungWon mirar hacia el frente — Te estoy dando la oportunidad de decirme qué está pasando y quién está detrás de todo, antes de que te lleve a la comisaría y te juzguen... Y creeme, que la gente de ahí ni tendrá compasión sobre ti como yo lo estoy haciendo contigo, lo sabes bien.
JungWon asintió y le miró, con una mirada brillosa que hizo el estómago de Park dar un vuelco terrible, casi haciéndole soltar un jadeo.
—Te lo diré, porque estoy cansado de ver a la gente que quiero sufrir mientras no puedo hacer nada más que ayudar a hacer peor su condena — dijo, bajando la mirada — graba esto si quieres, te daré todo lo que necesites para que Choi BeomGyu y Park SungHoon se refundan en el mismo infierno en el que nos han tenido por años.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top