El cenizo se abalanzó sobre Todoroki con una cólera desbordante.

Trataba de contenerse usando sin usar su quirk.

Calleron los dos al suelo, Bakugo lanzaba puñetazos por doquier. Patadas, todo con suma violencia.

Todoroki tocó un punto sensible. Aquel punto en el que, sabía que lastimaba a la persona más importante en su vida, sólo por el hecho de ser un quirkless.

El bicolor intentaba quitarse al individuo, pero no lo conseguía, el rubio era demasiado pesado. Sin embargo parecía estar luchando consigo mismo en lugar de él.

—Carajo!, No te entrometas entre el maldito nerd y yo!, Hago lo que se me da la gana con él! — un puñetazo chocó con la cara del bicolor. —lo lastimarte cuantas veces quiera!, pero él seguirá tras de mi!, y no de tu puro trasero de colores!

—, Izuku no es de tu propiedad. Mira lo que le has hecho. Y así te atreves a tocarlo! — Shōto logro tomar la camiseta de su agresor quitando lo a un lado con fuerza prominente. Quedando esta vez él encima. Congeló sus extremidad para que ya no pudiera moverse. —¿Sabes las maravillas que él habla de ti?!, Él se niega a confesar sobre tu abuso solo por qué no quiere que tú futuro como héroe de arruine!.  Me da rabia!, Rabia que te defiende hasta ese punto y tu lo único que haces es dañarlo aun más!. ¿Que no lo ves, imbecil?...

El irritante ruido de sirena de ambulancia se oía afuera.

Shōto soltó a Bakugō, conteniendo sus ganas de escupir le en la cara. Tomo a Izuku cargandolo.

Antes de salir por la puerta, Todoroki miró a Katsuki.

—Arruinaste a la persona que te dedicaba miles de sonrisas...espero que estés feliz, ya no lo veras me encargaré de eso. — finalmente salió cerrando se un portazo.

Bakugo se quedó contemplando la puerta.

Era verdad...

Las sonrisas de Deku...

—Kacchan!, eres genial!

Cada vez que lo miraba...

—¿Estas bien, Midoriya?...—preguntó una castaña, no la conocía. Pero la había visto cerca de él muchas veces.   — supe lo de tu padre...lo siento.

—estoy bien, gracias por preguntar. — le dedicó una sonrisa.

Por un momento nuestras miradas chocaron.

Él...también me regaló una. Yo sólo le dirigí una mala cara, gruñendo.

Siempre sonreía...No importaba que...

—oí, Deku. — le dije andes de empujarlo. —feliz cumpleaños. 

—l-lo recordaste, Kacchan! — su sonrisa se plasmó en aquel rostro. —muchas gracias!

Lo siento...

— Kacchan, detente. — gritó.

Yo la destruí...

— basta, Kacchan. Prometo no volver a creerme un héroe!, renunciaré a mi sueño. Pero por favor, detente. — a pesar de esas súplicas, yo continuaba golpeando lo...

¿por qué lo seguía haciendo?, ¿por qué continuaba lastimandote si me dolía hacerlo?...

—Viejo, que hiciste, Midoriya no se mueve...—

Te arruine...

—tiene razón. Soy un imbecil....

Se recostó contra la pared junto a la gran mochila amarilla del pecoso.

La curiosidad lo invadió por un momento. Abrió el broche de la misma encontrándose con una libro titulado: análisis de héroe para el futuro.

Lo reconocía a la perfección. Aquel era el libro que había arrojado al agua, ¿como podía seguir con vida?.

Lo abrió.

Y el contenido de este, hizo que quisiera golpearse a sí mismo.

Al pie de la primera hoja, se hallaba una pequeña nota:

Meta: llegar a ser tan increíble como Kacchan.

Él... Me admiraba...

Todoroki se encontraba esperando los resultados médicos de su amigo.

Uraraka había llegado corriendo hacia unos minutos.

—Todoroki, de nada sirve impacientarse. Toma asiento. — espetó la castaña al ver que su amigo iba de acá para allá en la sala.

—no puedo calmarme, dime Uraraka. ¿No te llena de impotencia saber que Izuku era maltratado de tal manera bajo tus narices?... — la ojicafe torció los labios apretando sus puños.

—Claro que si. Mucho. No sabes cuanto me resistí las ganas de ir a la casa de aquel imbécil y quebrar le la quijada. — suspiro cerrando sus ojos. —pero más caos solo arruiara las cosas.

—¿familiares del joven Midoriya?... —preguntó una enfermera.

—Así es. — dijeron al unísono los dos.

—acompañenme.

—¿e-esta diciendo, que Izuku, ha entrado en un estado de coma?... — Ochako estaba al borde las lágrimas, abrazando al bicolor.

—si, vera. El joven Midoriya ha recibido un trauma demasiado grande en esta parte del cerebro. — señaló la tomografía. —por suerte. El daño no llego a ninguna región del cerebro vital para sus recuerdos, o personalidad. — anunció.

—Debe estar equivocado. Hasta hace unas horas, él estaba perfectamente! — grito el semialbino.

— Una persona con traumatismo cerebral leve, puede permanecer conciente o puede permanecer inconciente por algunos segundos o minutos.

—pero si ha sido leve. ¿Cómo es pobiles que haya entrado en esa situación! — Ochako estaba estoica.

—es algo que aún no sabemos. Realizamos estudios de electroencefalograma y no hubo respuesta. Su cerebro está desconectado de todo su cuerpo.— el doctor coloco una mano en el hombro de la joven ojicafe.

—¿Despertara verdad?... — las lágrimas caían de sus orbes cafe. Abrazo a Todoroki hundiendo su cara en el pecho del mayor.

—eso tampoco lo sabemos. El cerebro es algo muy complicado de entender. Su amigo puede despertar mañana, en unas semanas, años. En el peor de los casos puede quedar en un estado vegetativo, o sufrir muerte cerebral. Lo lamento mucho. Los dejaré a sola con él.... — dicho eso, el mayor salió de la sala.

—debemos llamar a su madre... — la voz de Todoroki estaba quebrada, sus lágrimas a punto de caer.

—¡¿por qué?!, ¿por qué Izuku nunca nos dijo nada!?, pudimos haber evitado esta situación...—tomó la mano del pecoso. — si tan solo hubiese confiado en sus amigos... Todo hubiera sido diferente...

—le oculto la verdad a todos, solo para proteger a quien amaba, Uraraka. — rodeo la cama del chico e imito el acto de la castaña. —los humanos hacemos eso, el amor nos cega.

—¿A Izuku le gusta Bakugo?... —El bicolor asintió ante la pregunta. La chica medito un momento aquello. —Cuida de Izu. Tengo que hacer algo.... — salió de la habitación con su bolso dando un portazo. Sin dejar reaccionar al chico.