Capitulo I
[I]
──※ ·❆· ※───
—Y bien, estoy esperando una respuesta Bolivia.—reprochó con cierto enfado en su voz mientras de manera intimidante parecía pretender confrontar al temeroso israelí.
Bolivia estaba nerviosa, se aferraba más a los brazos de Israel que aquella acción de pavor solo hacían enfadar más y más al ruso, aquel hombre de gran estatura, rasgos faciales envidiables de un hombre joven pero maduro lo hacían ver atractivo ante la mirada ajena. No es estúpido ni mucho menos bobo, dio una honda respiración para posteriormente intentar calmar sus impulsos de arremeter contra aquel hombre que bien conoce.
—Calmate por favor.—habló por lo bajo mientras se separaba de Israel.
Él hebreo se le quedo observando en silencio, se sentía extrañamente vacío cuando ella se aparto de él, quería seguir teniéndola entre sus brazos recordando viejos tiempos, su florecilla tricolor se iba de sus brazos temerosa acercándose a una intimidante montaña que lo miraba fulminante con sus pupilas contraídas sumergidas en un inmenso océano claro casi del color del cielo en plena mañana de un día primaveral.
—Tranquilo amigo. Solo nos dimos un abrazo eso es to...—mencionaba con simpleza y nerviosismo antes de ser interrumpido por el contrario que sostenía de la mano a la boliviana.
—No te preocupes, fue un exabrupto de mi parte, es bueno verte darte un respiro de tus deberes Israel.—extendió amablemente su mano libre mientras que con la otra recluía a su amada esposa.
Bolivia estaba un tanto extrañada ante su actuar, había temido por la salud integral de su buen amigo, pensó que con su tono de molestia iba a perder el control y posiblemente comportarse como un energúmeno. Aquella calma solía intimidarle e incomodarle de sobremanera, lleva ya un buen tiempo de haberlo conocido un siquiera un año tal vez de haberse comprometido de por vida con él, en aquellos años ha descubierto facetas que le inquietan y la confunden, apenas ha memorizado los gestos de su rostro que expresan sentimientos en concreto mientras que otros dicen una cosa y expresan otra.
Ella sonrió nerviosa y algo avergonzada por el pequeño incidente que llamo la atención de los transeúntes. Observo como ambas personas especiales de su vida se daban un cordial apretón de manos, si tan solo conociera aun más al israelí vería que se siente incomodo debido a la presión que ejercía el contrario sobre su mano.
Israel sonrió nervioso ante la acción que ejercía el contrario.
—Le diste la maravillosa noticia Bolivia?.—tenia su voz un tono meloso y persuasivo, de una manera tan sutil como simplemente educada haria que la propia fémina sea quien acabe con las posibles ilusiones del extranjero.
—Aun no lo hice, esperaba un buen momento para contarle. —apenada bajo su mirada y un tanto temerosa su voz se oía.
Pudo haber sido el miedo que le causo la primera impresión de ambos, pudo haber sido la brisa del gélido viento que le provocó cierto espasmo como también podría ser el hecho de que no quería contar nada en absoluto, tan solo quería de algún modo sentirse "libre".
—Buen amigo Israel, Bolivia y yo nos casamos hace ya un buen tiempo.—dio la noticia con toda la alegría del mundo, recordar su más grande logro personal era algo aplastante para el contrario.
Si, ella bien puede ser humilde, no ser rica ni mucho menos del primer o inclusive segundo mundo pero era ella, aquella carisma que solo los latinos poseían se veía reflejada en aquella timidez que lo cautivo la primera vez que la conoció, no importaba cuan años ella tuviese...seguía siendo la misma, una hermosa mujer que muchas de aquel sobrio mundo lleno de apariencias y engaños envidiarian.
—Felicidades! Me alegro mucho por ustedes.—habia cierto nudo en su garganta, no hay resignación que pueda contra aquella voluntad que lo impulso a salir de su país en busca de una oportunidad.
Fue forzada su sonrisa franca, aquellos labios por lo mucho quisieron quebrarse en una mueca de sorpresa y despecho, tal vez una posible linea recta que reflejase el hecho de haberse tardado casi 8 o 10 años en decidirse darse una oportunidad de amar a quien siempre estimo en secreto. No quería que su amistad se viera emancillada por su puro sentir, más ahora que dentro de si pregona la inquietud y la sagacidad de no darse por vencido y luchar por aquello que se ve tan lejos de su alcance.
¿Acaso caería tan bajo o estaba dispuesto a hacerlo?, ¿Acaso seria el obstáculo más grande que aquella relación pudiese tener y del cual ambos no saldrían en una sola pieza?
Tantas malas ideas circulan por su cabeza que hasta su buen juicio se ve afligido tras verlas rondar esperando el momento inoportuno para mostrarse y así someter a un juicio a los involucrados.
Se acerco y les dio un abrazo cálido, por más que sus brazos se resistían a abrazar a la feliz pareja casada se dio el valor de hacerlo para guardar las apariencias. Tal vez ya era momento de borrar aquellas ideas de su cabeza y empezar a asimilar la cruda realidad que se manifiesta frente a sus ojos.
—Lamento no haber traído regalo alguno, es que no sabia nada al respecto y bueno...—se disculpaba mientras el nerviosismo habla mediante el tono de su voz y se expresa en su distante mirada.
—No, no, descuida Israel, no es necesario un regalo con tu presencia basta y sobra.—interrumpio y respondió al mismo tiempo la boliviana manifestándose una hermosa sonrisa tímida en sus labios.
—Bueno, creo que debo regresar a mi embajada...ya de ahí veré donde hospedarme. Un gusto haberlo encontrado nuevamente después de un largo tiempo. —procedio a despedirse, su mano se extendió para estrechar la ajena desviando su mirada de la femina tricolor que tiene en frente.—Felicidades Bolivia!.—un fuerte abrazo efímero le dio, aun cuando sus brazos parecían soldarse sobre el cuerpo de la mujer halló la manera de que aquello no sucediera.
La observo marcharse en compañía del ruso entre tanta gente, vio su radiante sonrisa en su rostro mientras hacia un ademán de despedida a lo lejos. La gente pasa empujando mientras el queda petrificado pensando en sus ideas y las consecuencias de las mismas. Dio una honda respiración antes de proceder a seguir su camino maravillándose con lo cambiada que estaba aquella ciudad que no borro de su mente.
Comparando con las postales todo es bastante nuevo, escasamente recuerda aquellos lugares que se hallaban en donde ahora hay grandes residenciales y arquitecturas modernas por doquier, lo magnífico es que aun se siente aquellos aires de antaño que le recuerdan vagamente el preciso instante en que arribo a tierras extrañas y en las cuales se sintió tan bien recibido que envidiaba aquella tranquilidad que desde que lleva existiendo siendo libre es incapaz de gozar al 100%.
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Hola y muy buenas a todos ustedes!!.
Espero les haya gustado este capítulo.
Se vendrán muchas sorpresas de aquí en adelante además de un Preguntas y Respuestas que ¡ojo! Estará vigente desde el capítulo 40 y cuya vigencia terminara después del capítulo 50.
Sin más que informar, avisar o plantear me despido.
Bye.
Atte: Shiniking123.
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