Capitulo Ⅳ
Un punto de vista peculiar.
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❝Quisiera en algún momento de mi existencia poder decirte aquello que no fui capaz de decirte hace varios años atrás.
Que fuera tan fácil decirlo del mismo modo en que te saludo, con una sonrisa dibujado en el rostro declararte aquello que creo podría darte problemas, es aquello que mas deseo.
¡Que ironia!.
Tan solo tomar tu mano para decirte que te quiero, tan solo si aquel simple gesto fuese capaz de salir de mi de forma valiente en vez de abstenerme de forma cobarde. No soy quien para ir en contra de tus decisiones, de que en un punto de nuestra historia fui yo quien, por motivos que conoces, fui incapaz de verte una vez más. Tu vida ya esta hecha más cambiarle el rumbo podría como no ser una mala o buena idea.
Que en las mañanas tu sonrisa fuese parte del resplandor del sol, que los regalos que recibas no sean por el simple sentimiento de culpa o por la obligación de hacerlo y si fuesen de corazón, que las únicas lágrimas que salieran de tu rostro fuesen de felicidad y no de tristeza, que tus ojos siempre fuesen vivaces y risueños más no melancólicos y ausentes. Pero ¿porque pienso esto cuando estas cerca mio y puedo ser capaz de decírtelo? Tengo miedo, del mismo que conoces a perfección. Que quien esta ahora a tu lado, haciéndote compañía sea capaz de hacerte feliz, sea digno de tu amor y de ti. Tengo miedo de tomar tu mano y no querer soltarte nunca, temo que si permanezco mirándote por más tiempo termine enloqueciendo y acabe haciendo algo que te perjudicaría.
Temo y temer es, de alguna manera, la dicha que yo encontré para mantenerme al margen de todo lo que pueda rodearte sentimentalmente.
Tan solo el simple hecho de quererte aun sabiendo que estas muy lejos de mi alcance, por no decir fuera, es una de las cosas que más daño me hace. Justo cuando estaba dispuesto a declararte aquello que mis labios jamás pronunciarían y que mi corazón vociferara en mi interior como si protestara contra mi cobardía. Lo hago por los dos y callar es una de las cosas en las que puedo destacarme.
Tan solo espero me prometas, aun sabiendo que jamás podrás leer esto, que buscaras la felicidad en quien esta dispuesto a amarte y protegerte mejor de lo que yo pudiese hacerlo. Espero consigas aquello que desde un pasado añoraste. El amor verdadero de en quien consideraste que existiría hacia ti.❞
Tan solo un momento en silencio, un silencio grato mientras caminan separados pero a la vez juntos en un pasaje colorido y lleno de literatura y arte. Que deslumbrante de hallaban lo vivaz de los colores, lo llamativo de ellos mismos al ser utilizados en lienzos haciéndolos una obra de arte. Por otra parte la literatura resulta fantástica como interesante.
¿Que diría?, ¿como entablaría una conversación con ella?. Han pasado tres días desde aquella última visita por parte de ella y desde aquel pequeño incidente que sufrió en plena altura. Estaba delante suyo, ella no se percataba de su presencia más solo detrás de unas tres a cuatro personas la ha seguido gran parte del día desde que la diviso.
Suspiraba en silencio calmando su acelerado y un tanto atolondrado corazón, como deseaba acercarse a su presencia y saludarla pero como si él estaba ahí, justo acompañándola. Hay temor en su corazón, el nerviosismo recorrió todo su ser hasta tal punto de dejarlo petrificado un leve instante para que ella y él se perdiesen en la esquina de la vereda.
Se quedo pensativo, si, ha tomado una decisión en su momento pero la misma aun no la asimila su terco corazón. Ha alimentado aquel sentimiento desde que logró "estabilizarse" emocionalmente y socialmente, estaba en una época tranquila sin percances que podrían perjudicar su acercamiento, al menos ya no había ese "odio" a su persona que las noticias mal infundadas difundieron a todo el mundo manchando su imagen.
Aun eran jóvenes, era lógico que aun estén desestabilizados...él era un joven enamorado de una dama, una mujer a toda cabal.
—Si tan solo hubiese llegado antes...—se miro las manos y luego su mirada se dirigió a aquella esquina por la cual ambos amantes desaparecieron.—posiblemente seria yo quien estaría sosteniendo tu mano con ternura...
Negó con su cabeza aquello que su corazón dictaminó a sus labios decir, al menos en un leve suspiro, sabia que era incorrecto entrometerse, ser aquel tercero quien destruya la vida de dos personas...que destruya e interfiera en su puro amor. Olvidar no seria fácil, no cuando aun se abstiene a marcharse para cerrar el capitulo que no tuvo ni un comienzo y por ende ni un final.
Del otro lado de la calle ella permanecía con aquel tierno agarre con su pareja, aquella mirada álgida se halla cálida cuando choca con su mirada, el brillo de aquellos ojos avellana es extasiante y saca una hermosa sonrisa en sus labios, aquel hombre pretende compensar aquellos meses que paso ausente, aquellas veces en que solía marcharse a reuniones largas y regresar con el perfume del licor y rosas envolver su ser.
Ella simplemente decide obviar aquellos escenarios de su vida amorosa, después de todo aquel hombre ha perjurado en más de mil ocasiones que su corazón le pertenece y que no se imaginaba una vida sin ella a su lado...
Que no sabría que hacer si ella no estuviese acompañándolo, ambos son una sola vida, dos argollas lo dicen, sus votos lo dijeron y su promesa sello aquella vida que viven juntos. El uno para el otro, uno complementa al otro pero...
¿Que tal si ese uno ha pensado que aquel complemento esta en otra parte?
En algún momento ella tendría una difícil decisión que tomar.
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