🌜VEINTE🌛
El aullido de un lobo puso en alerta a Kim Hosuk, debían de estar buscándolo pensó, contaba los minutos para que el celo del hijo de la luna comenzará, eran las 11:55 pm su celo comenzaría a las doce, y sólo tendrá que esperar hasta que la luna se tiñera de rojo para obtener lo que tanto había buscado.
En la habitación Jimin cada vez comienza a sentir más dolor, estaba recostado en la cama, su lobo gruñía y lloriqueaba, el calor de su cuerpo cada vez se hacía más fuerte, su aroma impregnaba toda la habitación, era tan fuerte que podía jurar que se sentía a kilómetros.
—¿Kilómetros? eso es.
Reuniendo todas sus fuerzas se levantó y llegó hasta las ventana, está tenía rejas así que no podía escapar, eso ya lo sabía, pero sí podía abrirla y rogar por que su aroma si llegara a kilómetros y Jungkook lo sintiera.
Miró hacía la luna y rogó.
—Madre te lo ruego, ayúdame, tú mandaste a Jungkook, tú cruzaste nuestros caminos y no creo que haya sido sólo para que él me vea morir, por favor ayúdame para que me encuentre.
Una lágrima salió de sus ojos que ya se teñian de un azul intenso, mientras liberaba su aroma rogando para que llegara a su alfa. Y como si su madre lo hubiera escuchado y buscará ayudarlo, un suave viento comenzó a soplar, arrastrando con él su aroma.
En el bosque un grupo de lobos peinaban la zona, en búsqueda de Kim Hosuk y los omegas, eran miembros de la guardia, cuando uno de ellos sintió un aroma peculiar, algo tan sutil pero embriagante, era un aroma delicioso y la necesidad de ver de dónde venía se apoderó de él.
Olvidando su búsqueda, corrió hacia la fuente del aroma, sus compañeros lo vieron y pensando que había encontrado algo lo siguieron, sus pisadas se detuvieron ante una casa de madera en medio del bosque, ellos también sintieron el aroma que ahora era más potente, y también vieron de quien venía. Dieron media vuelta y corrieron de vuelta hasta donde estaba el líder de la manada.
—Ya no soporto más esto, papá el celo de Jimin ya comenzó y ve la luna, pronto será completamente roja y lo perderé si no llego a tiempo.
—Jungkook hijo, entiendo tu desesperación, pero lo vamos a encontrar, todos están buscando.
Al no haber encontrado a Hosuk en su casa, habían comenzado la búsqueda en el bosque, se habían dividido en grupos, Jungkook y el señor Park les habían hablado del aroma de Jimin por si lo sentían.
—No es un aroma común, si lo perciben será como si todos los aromas del mundo se hubieran mezclado creando algo único y maravilloso —había dicho el señor Park.
—Sentirán la necesidad de tener ese aroma para siempre cerca, es tan delicado, pero tan fuerte al mismo tiempo. No piensen en él como el aroma de un hijo de la luna o de un Omega en celo, véanlo como el aroma de la misma diosa Luna que es la que nos guía.
Todos los alfas, asintieron conscientes de que si llegasen a sentir un aroma así debía de avisar de inmediato, pero no aullando pues se delatarían.
La búsqueda seguía, Jungkook cada vez estaba más ansioso, y su lobo demasiado inquieto, cuando vió llegar a tres lobos de la guardia, sus esperanzas de buenas noticias, lo embargaron.
Los lobos trasmutarón, y de inmediato dieron la noticia.
—Señor, lo encontramos, está en una cabaña en medio del bosque, BangChan se ha quedado vigilando, el Omega está liberando su aroma.
Esas palabras bastaron para que Jungkook corriera desesperado sin esperan a nadie más...
Las fuerzas de Jimin se fueron y cayó al piso, el dolor en su vientre era cada vez más fuerte necesitaba liberarse, su lobo gemía y pedía a su alfa, mientras que la luna, cada vez era más roja y un alfa con sed de sangre paseaba en la sala de aquella casa.
Jackson después de mucho intentarlo, había conseguido liberarse de las ataduras en sus manos que sangraban por el esfuerzo, se quitó los amarres de los pies, se levantó y corrió a la ventana, sabía que la puerta estaba cerrada, pero esperaba que la ventana no.
La casa era vieja y la ventana estaba atorada, luchó por abrirla, pero se concentró tanto en su tarea que olvidó que no estaba solo y el ruido que hacía atrajo al alfa.
La puerta de abrió de golpe.
—¡¿Qué crees que haces?! — gritó el alfa y se apresuró hasta él, lanzandólo al suelo.
—Dejame ir, por favor.
—¡No!
Jackson se puso en pie como pudo pues el golpe de su cuerpo al chocar contra el piso lo había dejado adolorido.
—¡Un monstruo eso es lo que eres! Te justificas diciendo que quieres vengarte por amor, pero es mentira, el amor no busca dañar ni poseer algo que no es tuyo, si realmente supieras lo que es el amor, no tratarías de causarle a otro alfa el mismo dolor que te causaron a tí, quieres matar a Jimin cuando él es una persona inocente, tu omega debe de sentirse tan decepcionada de ti.
El alfa escuchó cada palabra que salió de la boca del omega, y su fuerza fue aumentando cada vez más, ese chiquillo que podía entender de amor, y de lo que se está dispuesto a hacer por el.
Cegado por la furia tomo al chico por el cuello. Las manos de Jackson luchaban por liberarse y con un gruñido lo lanzó hacia la ventana, misma que atravesó y cayó fuera de la casa con miles de cristales incrustados en su cuerpo.
—¡Te querías largar, pues vete si es que puedes!
Dijo el alfa mientras veía el cuerpo inherte del omega desde el interior de la casa. Jimin que había escuchado los gritos del alfa y el ruido de vidrios al romperse, lloraba desconsolado.
Jungkook llegó hasta donde el lobo de la guardia estaba, detrás de él llegaron sus amigos y Yoongi al ver el cuerpo de Jackson corrió hacia él.
El omega estaba muy lastimado, vidrios estaban encajados en su cuerpo y sangraba. Tomó el cuerpo y corrió hacia él hospital, mientras los demás rodeaban la casa para enfrentar al alfa.
—¡Hosuk! ¡Hosuk! ¡Sal maldito desgraciado, sabemos que estás ahí, entrégame a Jimin!
Jungkook gritaba frente a la puerta de la casa, Hosuk lo escuchaba mientras pensaba qué hacer, si se enfrentaba a los alfa que estaban afuera con seguridad moriría, necesitaba ganar tiempo para poder tomar la sangre que le daría el poder que necesitaba.
Sin esperar respuesta Jungkook trepó a la ventana por dónde Jackson había sido arrojado y entró en la casa, sus ojos rojos inyectados de furia sólo enfocaban al alfa que lo miraba aterrado, no lo pensó más y se lanzó contra él.
Los golpes que le propinaba Jungkook en todo el cuerpo no le permitían defenderse, y en un intento desesperado por ganar, se transformó en lobo, pensando que así tendría más fuerza, trato de morder a Jungkook, pero este era más rápido.
De pronto un imponente lobo negro arrastró al lobo de Hosuk fuera de la casa. Gruñidos, mordidas y aullidos lastimeros era lo único que se escuchaba, Hosuk tenía las de perder y lo sabía, pero no sé rendiría tan fácil, sus garras rozaban la piel de Jungkook, pero su furia era mayor que el dolor y mientras los dos estaban entrelazados en el suelo, sus filosos colmillos se enterraron en el cuello del lobo marrón.
Sus mandíbulas se cerraron y con un poderoso gruñido desgarro la carne del contrario, quien cayó abatido al suelo, su cuerpo volvió a ser el de un humano, mientras su último aliento salía de su boca. Jungkook volvió a su estado normal, Namjoon se acercó a darle algo con que tapar su desnudez, para después volver hacia el interior de la casa, por Jimin…
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