Jimin despertó con un fuerte dolor de cabeza, apenas y logro levantarse levemente sobre la cama, cuando la charola de comida en el escritorio de su cuarto le trajo de golpe los recuerdos de lo que sucedió con Jungkook.

Recordó como sintió su aroma inundando sus fosas nasales, y su lobo se volvió loco, no dejaba de saltar y aullar hacia el lobo de su novio. Recuerda que vió a Jungkook dejar la charola sobre la mesa y que le decía algo, pero eso no lo entendió, no pudo luchar contra la excitación de su lobo y éste tomó el control.

—¿Qué pasó? ¿Por qué te comportaste así? —le preguntó a su lobo, que estaba recostado con las orejas bajas.

“Nuestro alfa se fue, no quiso que lo ayudara”

—¿Ayudar a qué? ¿Estás loco? ¿A caso te quieres morir? Jungkook hizo bien en resistir tus provocaciones, no puedes dejarte llevar eso nos puede costar la vida.

“Es nuestro alfa, no nos hará daño, él romperá la maldición y seremos felices juntos. Ve con él, nos necesita”

—No lo haré, llamaré a los chicos para que me digan cómo está.

Su lobo gruño molesto, pero ya no dijo nada, Jimin también deseaba poder ayudar a su alfa, pero sabía lo peligroso que era, aunque su lobo dijera lo contrario.

Después de ducharse y arreglarse salió de su cuarto con la charola en manos, era una lastima que no haya podido comer lo que le había preparado Jungkook. Cuando entró en la cocina, le sorprendió ver a su padre ahí, ya que él siempre se iba antes de que Jimin despertara.

—Papa, buenos días.

—Buenos días hijo. ¿Cómo te sientes?

—Bien, pero me duele la cabeza un poco, papá tú... ¿Tu sabes lo que pasó anoche?

—Si, Jungkook entro a tu cuarto a dejarte algo de cenar, pero tú lobo sintió que su celo estaba por llegar y tomó el control, por suerte Jungkook tuvo mucha fuerza de voluntad y logró salir sin tocarte, y después tu lobo lloró toda la noche por que su alfa se había ido.

—Papá lo siento... Yo...

—No tienes nada de qué disculparte, sabía que al encontrar un alfa, eso podría pasar y aunque no lo creas me alegra que haya pasado, por qué ahora le tengo más confianza a Jungkook, ya me demostró que puede resistir y que tal vez haya una esperanza de que se pueda romper la maldición sin arriesgar tu vida.

—Lo mismo pienso yo, pero aun me da miedo.

—Todo saldrá bien. Ahora me voy a trabajar, sólo te esperaba para darte un recado de Jungkook. Dijo que en cuanto su celo termine vendrá a buscarte, que estés tranquilo.

Jimin sé alegró al escucharlo, sería difícil estar un par de días sin Jungkook, lo extrañaría muchísimo, pero sabía que no estaba molesto con él por cómo se portó su lobo. Después de que su padre se fuera, llamó a sus amigos, para platicarles lo que había pasado.

Tanto Tae como Jin corrieron a su casa en cuanto les dijo que había perdido el control frente a Jungkook, ya en su casa les contó todo lo que recordaba y lo que le había dicho su papá, Jin se preocupo un momento, pero después se tranquilizó, mientras que Tae estaba que brincaba de la felicidad, pues él al igual que su lobo pensaba que Jungkook no le haría daño.

Los tres decidieron pasar el día juntos en casa de Jimin, Tae y Jin adoraban a Jimin y amaban pasar tiempo con él, pero en esta ocasión también lo hacían como petición de Hobi quien les había dicho que Jungkook no podría ver a Jimin por su celo, pero que quería que estuvieran cuidando de él y con ellos a su lado era más fácil saber que todo estaba en orden.

Jungkook estaba acostado en su cama, el calor que sentía en todo su cuerpo lo estaba volviendo loco, los supresores no estaban haciendo efecto y su lobo estaba luchando por salir quería correr con su omega, desde la noche anterior se había encerrado en su cuarto y no pensaba salir hasta que su celo terminará.

Sabía que lo peor estaba por llegar, al caer la noche y cuando la luna estuviera en todo su esplendor, la necesidad de su lobo se haría más fuerte, y el dolor se haría presente.

Sus padres estaban en la sala sintiendo el aroma de su hijo aumentar con cada segundo, sentían la necesidad de su lobo por salir. Sabían que su hijo sufriría y no podían evitarlo.

—Cariño, se que su omega es Jimin y que ahora no puede tocarlo, y creeme que me duele esto pero... ¿Podrías convencerlo de que le traigas un Omega dispuesto a ayudarlo? No quiero oírlo sufrir.

—Aunque lo convenciera no serviría de nada mujer, su lobo quiere a su omega no a otro, a mi también me duele saber por lo que está pasando, pero todo esto también le servirá para madurar, nuestro hijo es muy inteligente, pero hasta ahora se comportaba como un niño mimado y caprichoso, un alfa arrogante que tomaba lo que quería sin importarle lo demás.

—Pero él no está acostumbrado a pasar su celo solo.

—Pues ahora lo hará, y no por que yo lo diga, sino porque él así lo quiso y se lo aplaudo, eso me demuestra que ya es todo un hombre y ahora sí lo concidero un alfa capaz de liderar la manada.

—Eres cruel, no te importa su sufrimiento.

—Claro que me importa, es mi hijo. Pero eso no me ciega a la realidad y todo esto lo hará un mejor hombre, un alfa digno de cuidar y proteger a su omega y a la manada.

Mientras sus padres continuaban hablando, Jungkook cada vez se sentía más mal, la necesidad de su omega crecía cada vez más, su lobo no paraba de aullar y de querer salir por él.

—Tranquilo amigo, yo también lo deseo pero podemos lastimarlo si vamos por él.

“Nuestro omega nos ayudará, no le haremos daño”

—Aun no es tiempo, si resistimos esto, cuando llegue el momento podremos estar con él y cerrar el lazo.

Su lobo inclino la cabeza, y se calmo. Él también entendía lo que era mejor que ayudarlo a pasar el celo.

“Esperaremos por nuestro omega”

Fue lo último que dijo, calmandose un poco. La cooperación de su lobo solo era temporal lo sabía, pero por lo pronto se sentía tranquilo al estar resistiendo.

La noche estaba cayendo y con ella el dolor iba en aumento, su lobo gruñía y aullaba pidiendo liberación, el calor se expandía por todo su cuerpo, necesitaba liberarse, pero tocarse de nada serviría, sabía que lo que necesitaba era el cuerpo de Jimin entre sus brazos; sentir su piel, probar el sabor de sus labios mientras se hundía en su interior.

Tan perdido estaba en sus pensamientos que bajó la guardia por un segundo y su lobo tomó el control, corrió hacia la puerta tratando de abrirla pero la perilla no giró, golpeó fuerte mientras gruñía, tenía que salir de ahí tenía que ir con su omega. Cuando la puerta por fin cedió, salió corriendo hacia la salida, pero fue detenido por dos alfas. Sus amigos.

—¡Tranquilo Jk! No vayas a cometer una locura —le dijo Namjoon que lo sostenía con fuerza.

—¡Déjenme! Necesito ir con mi omega.

La fuerza que tenía Jungkook era sorprendente, apenas y podían mantenerlo tranquilo Namjoon y Yoongi. J-Hope se acercó a él y le hizo tragar un supresor, tratando de calmar a su lobo y que su amigo pudiera volver a recuperar el control, después de un par de minutos funciono.

Poco a poco los ojos rojos de Jungkook volvieron a su color original, la fuerza en su agarre disminuyó y dejó de luchar.

—Gracias —dijo a penas volvió a tomar el control de su cuerpo.

—Para eso estamos amigo, sabíamos que nos necesitarías y no nos equivocamos, si no hubiéramos estado aquí habrías corrido hacia Jimin.

—¿Saben como está él?

—Él está bien, está en su casa con Jin y Taehyung, les pedí que se quedarán con el todo el día y ellos decidieron pasar la noche juntos también.

—¿Y BangChan y sus hombres están vigilando la casa?

—Quedate tranquilo, tu omega está bien cuidado, ahora vamos a tu cuarto y reparemos la puerta que rompiste.

Los cuatro subieron las escaleras, Jungkook seguía sintiendo dolor, pero lo estaba tolerado, y la presencia de sus amigos lo mantenía tranquilo.

Después de dejar a Jungkook en su habitación y haber reparado la puerta  y asegurarse de que no pudiera salir por la ventana, los tres alfas salieron del cuarto pero decidieron permanecer alertas en el pasillo, Hobi sacó su teléfono para llamar a Tae y saber cómo estaban. Mientras que Yoongi y Namjoon se dejaron caer sobre el primer escalón, Yoongi se veía intranquilo como si algo le molestará y Namjoon quiso saber que molestaba a su amigo.

—¿Qué pasa Yoon? Desde hace un par de días que te notó extraño, ¿Tienes problemas?

—Nam si te cuento ¿Prometes no burlarte?

El tono serio de su amigo lo desconcertó.

—Claro, jamás me burlaría de algo que te cause conflicto, anda, habla y dime qué pasa.

—Estoy muy confundido Nam, desde que conocí a Jackson Wang mi lobo se pone como loco cada que lo veo, su aroma me fascina y me siento tan en paz cuando estoy con él, podemos hablar de cualquier cosa sin que llegue a ser aburrido o tedioso, me hace reír de cualquier tontería y verlo sonreír hace a mi lobo feliz.

—¿Y cuál es el problema? Es más que obvio que es tu destinado.

Yoongi suspiro antes de volver a hablar.

—El problema es que me siento de la misma manera por Hari, cuando estoy a su lado me siento igual que con Jackson, no se que hacer Nam, ambos me gustan, con los dos me siento a gusto, hasta llegué a pensar que podía tener dos destinados.

—Eso es imposible.

—Lo sé, mi abuela me lo confirmo después de golpearme la cabeza y decirme que dejara de decir tonterías, me dijo que muchas veces los lobos se confunden cuando conocen a dos omegas o alfas con aromas similares, pero que llegado el momento de elegir siempre van a terminar por encontrar el camino correcto y más si se trata de tu destinado, me dijo que mi lobo sabrá guiar mis pasos hacia mi destino.

—Entonces deja de pensar las cosas y escucha a tú lobo como dijo la abuela.

—Pero no quiero lastimar ni a Hari ni a Jackson, ellos no tienen la culpa de mi confusión. Se que hago mal, pero he estado saliendo con los dos, y ayer nos encontramos con Jimin, tu hermano y Jin en una cafetería y escuché como decían que yo siempre jugaba con los omegas, y es la verdad, aunque ahora este tratando de averiguar qué es lo que realmente quiero, siempre he jugado y lastimado  a las personas, y te juro que no quiero lastimar ni a Jackson, ni a Hari.

—Amigo, me encantaría poder  ayudarte y darte las respuestas que necesitas, pero esto es algo que sólo tú puedes solucionar, lo que si es cierto es que aunque no lo quieras, es inevitable que alguno de los dos sufra, pero el destino es algo que no se puede cambiar, la diosa Luna te mando a tu otra mitad y es una lazo que nunca se va a romper.

Namjoon le dió una palmada en el hombro como muestra de apoyo, hasta que el grito de Hobi al otro lado del pasillo, los alertó. Se pusieron rápidamente de pie y se acercaron a su amigó.

—¡¿Tae?! ¡Tae, carajo contestame! ¡¿Qué está pasando?!

—¿Hobi, que está pasando?

Preguntó Namjoon, poniéndose nervioso, algo pasaba con su hermano. Hoseok colgó el teléfono con verdadera preocupación, y comenzó a caminar hacia la planta baja.

—Algo paso Nam, estaba hablando con Tae cuando de repente se escuchó un ruido como de algo romperse y Jin le gritó a Tae, después de eso se escucharon otros ruidos, pero ya Taehyung no me contestó, tengo que ir a ver que sucede, mi omega y mi primo me necesitan.

—Yo voy contigo, tengo que saber que mi hermano está bien y también Jin.

—No podemos dejar a Jungkook, sólo por si nos necesita.

—Vayan ustedes, yo me quedo con él, si necesito ayuda se la pido al señor Jeon.

—Muy bien, cualquier cosa nos avisas — dijeron los dos alfas antes de salir por la puerta y correr hacía la casa de Jimin. Era una suerte de que estuvieran tan cerca.