Kim Hosuk seguía a los tres omegas cuidando de no ser visto por ellos, pero alguien más lo vio y su actitud sigilosa llamo su atención, y de inmediato se dió cuenta de que seguía a Jimin y sus amigos

—Pero que tenemos aquí, quien pensaría que nuestro serio y siempre estricto profesor de gimnasia, es un pervertido que sigue y espía a tres omegas indefensos.

La voz a su espalda lo puso nervioso y se giró con cautela, mientras pensaba en la forma de cambiar esa impresión. La figura alta y atlética de su alumno más destacado después de Jeon Jungkook apareció frente a él.

—Esta muy equivocado, joven Eun Woo, yo no estoy espiando a esos omegas, estoy vigilandolos que es otra cosa, hace un par de cuadras atrás ví que eran seguidos por un hombre y los seguí para cuidarlos, después de todo son mis alumnos.

—¡Ja! no me haga reír, ¿de cuando acá usted es tan considerado con los omegas eh?, además de que esté pueblo es bastante seguro, y todos aquí nos conocemos a la perfección.

Mientras Eun Woo, seguía increpando al profesor, los omegas se habían perdido de su vista, así que no le quedó más remedio que dejar sus planes para después.

—Pero no se preocupe profesor, lo que usted haga o deje de hacer no me importa, pero andese con cuidado, mire que uno de esos omegas que seguía es el omega del hijo del líder de la manada y no querrá meterse en problemas con ellos, ¿o si?

—No se por quién me tomas jovencito, pero puedo asegurarte que estás muy equivocado, ahora sí me permites será mejor que me vaya.

Eun Woo vió marchar al alfa, mientras pensaba que su actitud era demasiado sospechosa.

Jimin, Jin y Taehyung entraron en una cafetería, después de pedir lo que tomarían se sentaron en una mesa.

—Tae creo que exageraste con tus compras, dudo que te vayas a poner toda esa ropa para tu cita con Hobi —dijo Jin, mientras se dejaba caer sobre la silla y ponían las bolsas que llevaba aun lado.

—Claro que no exageré, tengo que escoger el conjunto perfecto, este fin de semana llega mi celo y durante los próximos tres días estaré con Hobi, así que me tengo que ver perfecto para cuando por fin tenga mi marca.

—Tae, ¿no te da miedo? — preguntó Jimin —. Después de todo será tu primera vez, ¿estás seguro de querer que Hobi te marque tan pronto?

— Él es mi destinado, para que esperar, después de todo es algo que va a pasar, da lo mismo ahora o después. Dime, ¿a poco tú no has pensado en ese momento con Jeon?

—Claro que lo he hecho, pero mi situación es diferente, recuerda lo que te conté, que él me marque es peligroso. Mi lobo confía en él y en qué no me hará daño, y yo quiero pensar lo mismo, pero me da miedo; después de todo no tengo ninguna referencia de que alguien en mi situación haya salido bien librado de eso, hasta donde se los omegas como yo han muerto cuando fueron mordidos.

—Asi es Tae, Minie debe de tener mucha precaución y Jungkook todavía más, tiene que lograr controlar a su lobo y sus impulsos si realmente quiere marcarlo y dejarlo con vida.

—Tienen razón, no se que haría yo en tu situación, tal vez saldría corriendo con sólo tener a un alfa cerca de mi.

—Eso es lo que siempre he hecho, pero con Jungkook fue diferente, desde el momento que lo ví, mi lobo quería estar cerca de él y aunque en un principio me aterraba la idea, ahora me siento feliz de tenerlo a mi lado.

—La diosa Luna no sé equivoca y yo confío en que cuando llegue tu celo todo saldra bien entre ustedes.

Volvió a hablar Jin mientras lo tomaba de la mano. Cambiaron nuevamente de tema y continuaron charlando tranquilamente, cuando vieron entrar a Yoongi junto a Hari.

Cuando la pareja los vió, se acercó a saludarlos y después se sentaron a una mesa. Jimin se les quedó mirando un rato más y llamó la atención de sus amigos.

—¿Que pasa Jimin? ¿Por qué miras con tanta insistencia a Hari y Yoongi?

—Por que apenas ayer lo ví con Jackson y se veían muy felices juntos, iban tomados de la mano y pensé que eran algo.

—Ya veo, pues que no te sorprenda, Yoongi y Jungkook siempre han sido así, recuerda lo que te dije cuando nos conocimos, en aquella ocasión sólo hablé de Jungkook, pero Yoongi es igual, nunca tiene nada serio con nadie, así que no te sorprenda si mañana lo vez nuevamente con Jackson o con alguien más.

—No entiendo como esos cuatro pueden ser amigos, cada uno es muy distinto — dijo Jin, mientras le daba un trago a su bebida — mi primo es un torbellino, se la pasa jugando y gastando bromas a todo mundo, Jungkook con ese aire de poder y superioridad que emana hace temblar a cualquiera, Namjoon es tan tranquilo, tan serio, siempre tan centrado en las cosas y Yoongi todo el tiempo parece que está aburrido, serio como Nam, pero a un nivel extremo.

—Es por qué se han criado juntos desde cachorros, aunque Hobi y Nam son más grandes que Yoongi y Jeon.

—Pues me alegra que Namjoon no sea igual que ellos dos.

—¡Hey! Kook, ya no es así.

—Por suerte, por qué sino me seguiría cayendo mal.

La noche estaba cayendo, en el cielo se empezaban a ver las estrellas, Jungkook estaba estacionando su moto en la entrada de la casa de su novio, ya se había hecho una costumbre para él pasar todos los días en la noche a ver a Jimin, platicaba un rato y cuando el sueño comenzaba a vencer al omega, él volvía a casa.

Tocó a la puerta y el señor Park le abrió.

—Hola Jungkook, buenas noches. Pasa, Jimin está en su habitación, debe de estar pintando por qué no ha salido, desde que llegó, tuve que cenar solo.

—Mmm... Ya veo entonces déjeme prepararle un sándwich, no me gustaría que se durmiera sin comer algo.

—Muy bien, la cocina es tuya.

Cuando Jungkook paso a su lado, el señor Park gruño por lo bajo y lo detuvo bruscamente del hombro.

—Jungkook ¿estás en celo?

—No, aún no, mi celo llega hasta mañana.

—Tu aroma es demasiado fuerte, no creo que sea bueno que veas a Jimin hasta que tu celo pase.

—No se preocupe, traigo supresores por cualquier cosa, no me arriesgaría a venir si no estuviera seguro de mi mismo.

El alfa mayor lo pensó un momento y después aflojó el agarre de su mano.

—Esta bien, pero igual estaré al pendiente.

—Claro, señor.

Jungkook entro a la cocina y de inmediato comenzó a preparar algo para que su omega comiera y aprovecho para tomar un supresor, no quería que Jimin pensará que él lo estaba haciendo adrede.

Jimin estaba absorto en la pintura, ya el sol se había ocultado, pero él no quería parar aún, levantó el pincel pero cuando iba a dar el siguiente brochazo el aroma de Jungkook llegó a su nariz, lo sentía demasiado fuerte y su lobo se removió inquieto al instante.

La puerta se abrió y su alfa apareció con una charola en las manos, Jimin se puso de pie y se acercó a él con paso lento.

—Hola Minie, tu padre me dijo que no has comido y te prepare un sándwich y fruta para que cenes —dijo mientras ponía la charola en el escritorio.

Jungkook soltó un suspiro de sorpresa cuando sintió las manos de Jimin rodear su cintura por atrás.

—Tu aroma es demasiado fuerte Kookie, pero es delicioso, me encanta.

Dijo mientras acariciaba suavemente su abdomen. El lobo de Jungkook aulló extasiado, el toque de Jimin sobre su cuerpo lo estaba alterando, juntando toda su fuerza de voluntad separó las pequeñas manos del omega.

—Jimin, creo que será mejor que me vaya, mi celo está por llegar y aunque tome un supresor creo que aún no ha hecho efecto.

—No quiero que te vayas alfa.

Ese fue el lobo de Jimin hablando, estaba tomando el control, Jungkook tenía que salir de ahí, su lobo estaba peleando por salir, Jimin comenzaba a liberar su aroma y lo estaba volviendo loco.

—¡Maldita sea Jimin! No me hagas esto por favor, no soy tan fuerte. ¿Por qué carajos no funcionaron los supresores? Mi celo aún no debía de llegar, vamos Minie, déjame ir te puedo hacer daño y no quiero.

—No me harás daño alfa, quiero ayudarte.

Volvió a hablar el lobo de Jimin, mientras comenzaba frotar su cuerpo contra el de él. Sus manos se posaron en la delicada cintura del omega, y lo pego a él, cerró los ojos cuando Jimin se puso en puntillas y acercó su boca a su cuello y depositó un beso.

Jungkook gruño bajo, agradecía que su celo no llegara aún, por qué de ser así ya hubiera perdido la batalla contra su lobo. Tomó aire y soltó a Jimin, con algo de brusquedad lo empujó sobre la cama, pero en lugar de quejarse Jimin sonrió y se acomodo más sobre el colchón.

El alfa, exhaló el aire que estaba reteniendo, el aroma del omega estaba inundando la habitación, mareandolo de éxtasis, se acercó a Jimin con intensión de besarlo.

—Lo siento bebé, aún no puedo hacerlo.

Y dicho eso se paró rápidamente y salió del cuarto cerrando la puerta, alcanzo a escuchar a Jimin sollozar al instante, él soltó un suspiro cansino y se dejó caer al piso, el esfuerzo que había hecho por no perder el control lo había dejado agotado.

El señor Park se acercó a las escaleras al sentir el aroma de su hijo y vió a Jungkook sentado en el suelo, con la cabeza apoyada en la puerta.

—¿Que paso?

—No lo sé, usted vió cuando me tomé el supresor, debía de haber hecho efecto de inmediato, pero en cuanto entre a la habitación el lobo de Jimin comenzó a tomar el control, y el mío quería salir.

—No le hiciste nada, ¿verdad?

—No, luche cuánto pude, creo que me ayudó que aún no estoy en celo completamente, sino otra cosa hubiera sido.

El llanto de Jimin se escuchó nuevamente y el señor Park se acercó a la puerta angustiado.

— Será mejor que te vayas, tu aroma aún está presente y eso no permite que su lobo se calme, y si tú sigues escuchando su llamado terminarás por ceder.

Jungkook se puso rápidamente de pie y se alejo de la puerta, bajo las escaleras hasta que estuvo en la puerta, se giró para hablarle al padre del omega.

— Cuídelo por favor, en cuanto mi celo pase vendré a verlo, dígaselo.

—Yo se lo diré, y tú cuídate, trata de mantener la calma, nunca has pasado un celo sin tener un omega para ayudarte y para hacerlo peor tienes a tu destinado ahora y tú lobo querrá estar con él, así que te va a doler y mucho.

Con las palabras de su futuro suegro, Jungkook salió de la casa y subió a su moto, ahora que estaba fuera su lobo comenzaba a calmarse y volver a la normalidad, podía pensar con mayor claridad, y las miles de preguntas que lo atormentaban comenzaron a formarse en su cabeza.

Condujo hasta el único lugar donde podía encontrar a alguien que talvez pudiera ayudarlo.

La casa de la familia Min, estaba casi a la salida del pueblo, recordaba cuando eran unos cachorros las veces que jugaron ahí, ya de adulto su amigo había decido mudarse a vivir sólo, después de que su padre un alfa bastante autoritario y él se pelearán, ahora muy pocas veces venía, pero ahora necesitaba hablar con la abuela de su amigo, ella era bastante sabía, y era la más indicada para tratar de aclarar sus dudas.

Bajo de la moto y tocó a la puerta, a los pocos segundos está fue abierta por la mamá de su amigo.

—Jungkook, ¿Que haces aqui? ¿Mi hijo está bien?

—Si, señora no se preocupe Yoongi está bien, es sólo que quiero ver a la abuela, me gustaría preguntarle algo, si no le molesta.

—Para nada, pasa, ella está en la biblioteca.

—Gracias.

Caminó directo a dónde le indico la mamá de su amigo, tocó la puerta y después de escuchar un débil pase entró.

—Abuela soy Jungkook, ¿cómo estás?

—Cada día más vieja hijo, pero te puedo asegurar que no viniste hasta acá para ver si sigo viva, haber dime ¿que pasa?

—Abuela, ¿no se si Yoongi le dijo que ya tengo omega?

—El ingrato de mi nieto me lo comentó cuando vino a preguntarme la tontería de que si podía tener dos omegas destinados.

—El caso es que mi omega es un hijo de la luna.

—Ya veo, y quieres saber sobre la marca, ¿verdad?

—Sí, pero también sobre otra cosa. Verás mi celo está por llegar y yo sé que aún no puedo estar con él por el peligro que corre si yo pierdo el control, el asunto es que hoy fui a verlo, pero como mi aroma es demasiado fuerte, tomé un supresor para no alterarlo, pero parece que no funcionó, cuando estuve cerca de él, su lobo tomó el control y yo apenas y logré hacerlo, mi lobo estaba demasiado alterado, pero apenas salí de su casa todo volvió a la normalidad, ¿tu sabrás por qué sucedió eso?

—Muchacho, esos omegas son especiales como tú ya lo sabes, cuando yo era joven conocí a uno cuando mi padre me mandó lejos para alejarme de mi alfa, él paso por lo mismo que tú y tu omega. Apenas y logro sobrevivir, su alfa lo tomó y logro contenerse a no marcarlo, tiempo después la hija de la luna me dijo que a pesar de que el alfa había tomado supresores estos parecían no tener efecto en ella.

—¿Entonces ella sobrevivió?

—Lamentablemente no, de haberlo hecho tu omega sería normal pues la maldición se habría roto, tiempo después un alfa errante la secuestro atraído por si aroma y la mato. Pero el punto aquí es que la misión de esos omegas es la de complacer al alfa que tengan cerca cuando esté lo necesita y por eso es que ningún supresor hace efecto, por eso es que su lobo tomó el control y el por qué tú lobo se alteró.

—Entonces, ¿Cuando él tenga su celo, pasará lo mismo? ¿Los supresores no harán efecto en él?

—Eso no lo sé hijo, pero quiero pensar que al igual que con un omega normal, cuando llegue su celo, querrá unirse a su alfa, cerrar el lazo y tú cómo cualquier otro alfa querrás complacerlo, si quieres marcarlo ese será el mejor momento, pues tu misión será complacer no ser complacido, pero igual debes tener cuidado.

—Ya veo, gracias abuela. Ahora por lo menos tengo la certeza de que puedo controlarme y cuando llegue el momento tendré más confianza de que no lo dañaré.

—Esperemos que así sea. Recuerda que el amor debe siempre de ser más fuerte que el deseo y la necesidad de poseer, no dejes que tu mente se nuble y podrás hacer las cosas bien, tú eres un muchacho fuerte y tú lobo lo es aún más, no temas hacerle daño, cuando llegue el momento, solo enfoca tu energía y la de tu lobo en el amor que ambos sienten por el omega y saldrás victorioso.

—Gracias abuela.

Después de despedirse de la anciana salió de la biblioteca, se despidió de la mamá de su amigo y salió nuevamente a la calle, se sentía más tranquilo con respecto a sus dudas, ahora si tenía la confianza de saber que podía cerrar el lazo con Jimin y lograría controlarse, podría hacerlo.