﹒ " ✶ ˖ capítulo once ۫

Soobin abrió los ojos lentamente, sintiéndose sofocado. Miro a su alrededor y no reconocía la habitación en donde estaba. Su cabeza dolía, dolía demasiado. Llevo la mano hasta su frente, masajeando dicha área con sus dedos.

"¿Dónde carajos estaba?.

En la casa de nuestro Omega".

Al principio se asustó, es decir, que una voz bastante gruesa responda a sus preguntas mentales era... Extraño.

Así que ese era su lobo, aquel que nunca iba a despertar. Esperen... ¿En la casa de su Omega?, apenas si descubre que es Alfa, y ahora... ¿Tiene un Omega?.

Frunció el ceño y decidió, que lo mejor era levantarse y ver que estaba pasando. El dolor de cabeza parecía desaparecer poco a poco, de igual forma se levantó con cuidado, lo menos que le gustaba eran mareos.

Con cuidado se dirigió hacia la puerta, y cuando estiro el brazo para poder tomar la perilla la puerta se abrió de repente. Un chico un poco alto de estatura, cabello pelinegro, y mejillas sonrojadas apareció frente a su campo de visión. El chico quedó congelado en su lugar, sus ojitos estaban abiertos cual dos platos, y sus pequeños labios entreabiertos.

―T-Tu... A-Ah... Soobin hy-hyung ― Kai estaba que moría de vergüenza, el Alfa recién presentado estaba en frente a él y lo miraba de una manera... En realidad su mirada no era fácil de leer.

―Oye, ¿Estás bien? ― Pregunto Soobin, ahora frunciendo el ceño. Es que ese chico estaba igual de rojo que una manzana ―¿Quién eres?.

"Es nuestro omega".

¿Omega?, pero si ese chico no tenía aroma alguno.

Y era verdad. Antes que el pelinegro despertara, su madre le había dado para tomar un supresor, solo por las dudas.

"No me reconoce" Pensó Kai, triste. Su expresión de sorpresa cambio a una decaída repente. Tan de repente que asusto a Soobin.

―¿Chico, de verdad estás bien? ― Cuestiono, dudando si tocar el hombro del chico o no.

Kai quería llorar, pero no podía sacudió su cabeza a ambos lados, queriendo borrar cualquier rastro de tristeza, y sonrió hacia el mayor dando un vaivén.

―Yo, lo siento. Me presento como debía, soy Kai Kamal Huening pero dime Kai...

Huening Kai... Huening Kai...

¿Ese Huening Kai?.

―Uno, dos, tles... ¡Diez!, voy atlapalte Shoonbi Hyung.

―¡Hey, eso es trampa, Hueningie! ― Exclamo el pálido saliendo debajo de la cama con el ceño fruncido.

―¡Te encontle, Hyung!, ¡Gane!! ― El pequeño Kai de tres años aplaudió con emoción. Pues como no emocionarse, había ganado.

Soobin quedo recostado en el suelo, con sus flacos bracitos estirados de par en par, mirando el techo como si estuviera en un trance. Kai carcajeo y se tiro arriba de su Hyung. Con sus manos regordetas tomo las mejillas del pálido y comenzó a apretarlas a su antojo.

―Hyung es bonito ― Canturreaba el niño sin dejar de sonreír. Soobin sonrió

―Hueningie también lo es ― Exclamo, adorando ver como el menor se sonrojaba y sonría de una forma en la que sus ojitos parecían dos arquitos.

― ¿Hyung? ― Susurro Kai al ver como había quedado tildado, pensando en quien sabe cosas.

―Creciste demasiado, Huening Kai ― Susurro el mayor sonriendo.

―¿Pu-Puede recordarme?, ¡¿De verdad?!, creí que...

―No mucho en realidad, son pequeños recuerdos... Además que mis amigos hablaban de ti casi todo el tiempo...

Kai, a pesar de ello, se puso feliz. Su Hyung comenzaba a recordarlo.

―Usted también creció... ― Susurro comenzando a jugar con sus manos, totalmente nervioso ―Es más alto y...

Soobin sonrió, le era realmente tierno ver al menor de esa forma, nervioso, sonrojado y muy tímido.

―Bueno, ¿Es parte de la vida? ― Respondió no muy seguro, pero al escuchar la risa del menor todo se sintió mejor ― Huening Kai, sé que es algo descortés preguntar pero... ¿Qué eres?, no tienes aroma y soy nuevo en esto... Ah... Mi lobo está volviéndome loco en estos momentos, me dice que eres Omega y, no soy estúpido, sé que los Omegas tienen un aroma especifico y...

―Oh... ― Kai mordió su labio, algo indeciso ―Es-Es que so-soy Beta.

"Miente, no le creas."

―Mi lobo dice que mientes... ― Admitió, cruzando sus brazos enarcando una ceja.

―A-Ah, pues... E-Es verdad, soy Beta...

"¡Mentiroso!, jugaste conmigo en el jardín" Soobin jadeo levemente por el dolor que le provoco la repentina furia de su lobo.

Volvió a mirar al chico con el ceño fruncido.

―No te escuchas muy seguro de eso...

―Es que y-yo...

―¡Hijo!.

Ambos chicos miraron hacia la señora Choi, quien prácticamente corrió hacia su hijo para llenarle la cara de besos.

―Mamá, esto es vergonzoso ― Susurro el Alfa con las mejillas levemente sonrojadas.

Hyorin carcajeo levemente y abrazo a su hijo con fuerzas.

―¡Estoy tan contenta!, ¡Te presentaste como Alfa!, mi lindo bebé...

―Mamá... Mamá, ¿Estas llorando?.

―Cla-Claro que no... Solo estoy muy feliz.

Soobin soltó un suspiro y abrazo a su madre, dándole palmaditas en su espalda.

―Ya, mamá... No llores...

Kai sonrió ante esa imagen y decidió que lo mejor era dejarlo solos. A pasos sigilosos, abandono la habitación, y una vez seguro, corrió hacia la cocina donde su madre cocinaba y su padre leía el periódico.

―Soobin Hyung despertó, mamá ― Informo ―Esta con su mamá.

―¡Eso es genial, cielo!, de seguro el señor Choi no tarda en llegar.

―Mamá el no sabe que soy Omega...

―Bueno, eso es por l supresor, sabes qu-

―Si, lo sé. Lo que quiero decir es que, piensa que soy Beta. Y lo mejor por el momento es que piense así... ― Su madre dejo de cocinar y su padre elevo la mirada del periódico ―¡Solo por el momento!, hasta que su cuerpo se acostumbre a los cambios...

―No hagas eso, NingNing. Si Soobin es tu pareja predestinada, es un gran error. Solo debes dejar que las cosas fluyan...

Dejar que las cosas fluyan...

Sonrió y asintió... ¿Pero cómo hacer aquello?, si, tanto el cómo su lobo sienten algo por Soobin. Y es muy obvio que el lobo de su Hyung también pero... Su parte humana no siente lo mismo, es más, casi no lo recuerda. ¿Qué puede fluir de ello?, ¿Amor?, aquella palabra comenzaba parecer imposible para el menor. 

Beomgyu estaba preocupado, un tierno puchero adornaba sus labios mientras intentaba, por quinta vez en el día, que Taehyun abra la puerta.

Al no lograrlo, entristeció, su lobo estaba ahogándolo en sentimientos de preocupación. A pesar de no tener un lazo, podía sentir la tristeza de su compañero.

Yeonjun acaricio la espalda de su hermano, tratando de darle consuelo.

―Lo mejor es dejarlo solo ― Le susurro, recibiendo rápidamente la negativa del menor.

―A Taehyun no le gusta estar solo ― Exclamo, a punto de llorar. 

Beomgyu era muy sensible a las emociones de los demás. Era como una esponjita que absorbía todo, y le afectaba. Volvió a tocar la puerta.

A Yeonjun se le partía el corazón al ver a su pequeño hermanito así. Pero, al parecer, el lobo de Taehyun estaba herido. Y eso mantenía decaído a Taehyun. Se sentía amenazado por el de Soobin.

―Es que ya no me quieres... ¿Es eso? ― Yeonjun abrió sus ojos con sorpresa al escuchar eso de Beomgyu.

El Omega comenzó a llorar en silencio y emitió un chillido lastimero.

"oh, oh" pensó Yeonjun con pánico. Reconocía ese chillido en especial, era el llamado que hacia un Omega a su Alfa cuando está en peligro.

Debía alejarse si quería sobrevivir del lobo de Taehyun, quien estaría bajo sus instintos para proteger a su Omega.

Se alejó unos pasos, justo en el momento en que la puerta se abrió con violencia y Taehyun apareció con sus ojos rojos. Rápidamente, Yeonjun inclino su cabeza hacia el suelo, demostrando que no era enemigo y contuvo la respiración hasta que Taehyun volvió a la normalidad.

No era nada personas, era solo el instinto del animal, quien solo buscaba proteger a su pareja. Cegándolo y haciendo ver a todos como potencial peligro.

―Beomgyu... ― Susurro Taehyun al verlo asustado, sentado en el suelo con lágrimas silenciosas bajando por sus mejillas

Beomgyu rápidamente y algo débil, se levantó del suelo y le dedico una mirada furiosa al Alfa antes de irse corriendo por los pasillos.

Taehyun sintió algo quebrarse en su pecho al ver como el menor se alejaba más y más de él.

―Son unos tontos ― Susurro Yeonjun mientras negaba dos veces con su cabeza.

Y agradecía a la Diosa Luna no tener que pasar por esos problemas. Pues Yeonjun no era alguien que buscaba a su Alfa... O su media luna. El prefería estudiar, trabajar y ser independiente.

¡Ja!, lástima que la luna tenía otros planes preparados para nuestro lindo Omega Choi Yeonjun. 


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