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- Síguelo -ordeno, haciendo que el zorro frente a ella diera un asentimiento para continuar su camino.

Taehyung estaba totalmente molesto, no lo podía ni siquiera creer, definitivamente hoy no parecía ser uno de esos días en los que podía tener su tranquilidad de siempre, después de los eventos en vivo, siempre era lo mismo, despedirse amablemente de los fanáticos e irse a casa, con esos dos fastidios que tiene como compañeros de grupo. Taehyung siempre había tenido el plan de ser un ídolo solista, pero lamentablemente no era hijo ni siquiera del productor para que pudieran darle la oportunidad de debutar como solista en lugar de un grupo.

Tal vez la suerte nunca había estado de su lado, o no lo sabe, de todas formas es una tontería, hoy era uno de esos días, que después de una larga noche durmiendo, olvidaría por completo, mañana todo estaría más que normal, volvería a ver a sus compañeros, los cuales seguramente le reprenderían sus acciones como siempre hacían, y regresaría a tener que ir al estudio para grabar y escribir más canciones, al menos los tediosos conciertos ya habían terminado, era hora de sacar nuevas producciones, y terminar con un par de entrevistas más.

El ruido en las calles ya no estaba presente, es tarde, Taehyung lo sabe, pero no es como si el país fuese tan peligroso, sus manos seguían dentro de sus bolsillos, mientras que seguía su camino, estaba a poco de llegar a la agencia, se quedaría a dormir allí, no necesitaba estar cerca de sus demás compañeros, no ahora que no se siente tan bien como para obtener más de sus regaños.

Se detuvo al escuchar el crujir de una rama rota, miro por detrás, pero allí no había más que el resto de la calle que había dejado atrás, no pudo haber sido él, no sintió que haya pisado nada, y de todas formas miro hacía abajo para saber si acaso veía algo, pero no había absolutamente nada, restandole importancia, volvió a caminar, pero se detuvo de nuevo al escuchar claramente unos pasos detrás.

Imposible, él había visto claramente todo, la calle iluminada por las luminarias en postes, además de los pocos locales abiertos que había dejado atrás, eso era todo, los pocos arboles estaban inclusive a casi tres o cuatro metros de distancia uno del otro, y él ya estaba un poco apartado, volvió a mirar detrás de él, nada.

¿Acaso se estaba volviendo loco? Sonrió ladino al pensar en eso, debía dejar de pensar en tonterías, quizás se trataba del sueño que estaba logrando invadir en su ser, dejando de lado esos ruidos que seguramente eran creados por su imaginación tan activa, siguió su camino, cerro los ojos por unos momentos, sintiendo la suave brisa golpear con su rostro, y entonces abrió de nuevo sus ojos, frunció el ceño al ver una figura frente a él, parada, igual que él.

Llevaba puesto un hanbok de tela de seda, todo completamente negro, con detalles en dorado, además de algunas prendas en rojo, en su mano derecha portaba un abanico dorado, mientras que en la otra no llevaba absolutamente nada, se percato de que su piel era tan blanca como la nieve misma, y que sus rasgos eran demasiado finos, como si se tratase de una princesa.

- ¿Quién es usted? -pregunto Taehyung, no quería ningún problema, no ahora, si acaso esa mujer pensaba que le daría dinero o algo por el estilo, estaba muy equivocada.

- Irrespetuoso, algo vanidoso, y por supuesto un agresivo sin sentido de serlo -una risa fue lo que hizo a Taehyung fruncir el ceño-, eso es lo que eres ¿o me equivoco, Kim Taehyung?

El mencionado rodó los ojos, ¿era en serio? No tenía tiempo para esto.

- ¿Y? -la mujer comenzó a mover el abanico hacía su rostro, dejando que los cabellos se movieran un poco con el viento que ella misma creaba-. Eso no debe de interesarle, señora.

- ¿No? ¿En verdad eso piensas? Ooohh -de nuevo una risa, era alegre, como si estuviese jugando-, pero tal vez a Yoongi le interese, le interesa mucho más ahora que te ha conocido, tu verdadero yo salio cuando no debió hacerlo -y de nuevo esa risa.

- Con que así se llama ese chico -rodó los ojos-, patético, no debería interesarle, no soy solamente yo quien se comporta de este modo, ahora si me disculpa, tengo cosas más importantes que estar hablando con una loca como usted.

Nadie, absolutamente nadie, debería de enfrentar y ofender de esa manera a una deidad, ella sonrió al escucharlo, lo esperaba, después de todo ese chico parecía no cambiar de actitud en ningún momento, y ella no dejaría que esto siguiera de este modo.

- Pobre, pobre chico -Taehyung apretó sus manos formando puños, ya estaba harto de seguir escuchando esas tonterías-, hubiese visto su rostro, lleno de lagrimas, haz roto sus sentimientos, eran unos tan puros... -fue interrumpida por Taehyung.

- ¿Puros, dices? No hay nada de puro, esos sentimientos son tan falsos como los ídolos, es una tontería, si acaso todos supiesen como soy nadie me amaría, ni siquiera a mis compañeros, todos los ídolos se comportan como si fueran las personas más buenas en esté mundo tan podrido cuando ni siquiera lo son.

- Estás tan equivocado, Taehyung -bajo el abanico, para después señalarlo con el objeto, Taehyung no comprendía lo que eso significaba-, vayan vayan estrellas brillantes y seres del destino -comenzó a recitar aquella mujer, para después comenzar a hacer viento con aquel abanico, Taehyung sintió como aquel aire golpeaba en su cuerpo, demonios, ¿qué era eso? La ventisca era fuerte, coloco sus brazos hacía el frente, doblando sus codos para poder proteger su rostro con sus antebrazos-, transformen a esté ser que ha perdido el camino correcto -siguió ella mientras no dejaba de abanicar, enviando aquel viento que pronto tenía hojas alrededor de Taehyung-, y hagan de él una persona mejor.

Entonces fue cuando dejo de abanicar, el viento seguía, mientras que alrededor de Taehyung venían hojas de los arboles para casi cubrirlo, de su cabeza en un inesperado momento, aparecieron dos orejas puntiagudas del color de su cabello, y después una cola que al igual que las orejas, tenían el mismo color, cuando el viento dejo de soplar hacía él, Taehyung dejo de cubrir su rostro.

Las risas de la mujer, las cuales eran leves, hicieron que Taehyung frunciera el ceño, no le veía nada de divertido, ¿qué clase de truco barato de magia había sido ese? Iba a gritarle, decirle que ese truco suyo de la ventisca no le había impresionado para nada, pero, algo rozando su pierna llamo su atención, miro hacía abajo, y allí fue cuando se quedo con la boca abierta.

- ¡¿Q-qué mierda es esto?! -tomo la punta de aquella cola esponjosa, claramente era de un zorro.

- Hace una buena combinación con tus orejas -comento aquella mujer, y entonces Taehyung con algo de miedo, llevo sus manos hacía su cabeza, tocando unos cabellos y después aquellas orejas, demonios.

- ¡¿Qué fue lo que me hiciste, bruja?!

- Shhh -silencio ella-, no soy una bruja, me presento -hizo una leve reverencia-, soy Gameunjang-aegi, diosa de la suerte y el destino.

Imposible, Taehyung no podía creer en eso, pero ¿cómo no hacerlo si ahora estaba con una cola y orejas de zorro? 

- E-estás loca, ¡quiero que me devuelvas a como era antes! -ella sonrió dulcemente.

- Lo siento, pero de eso tendrás que encargarte tú -lo señalo-, Kumiho, explícale.

- Sí, mi señora -Taehyung se sorprendió al ver allí a un animal, era un zorro, pero esté a diferencia se trataba de uno que tenía exactamente nueve colas, mientras que caminaba hacía él para después tomar asiento en la acera y mirarlo a los ojos-, para que puedas volver a ser un humano común y corriente, debes de recuperar a tu destino.

- ¿Mi destino? -miro hacía aquella mujer que decía ser una deidad, no entendía nada-. ¿Qué es lo que quieren decir con eso?

Ella soltó una risa amigable, como si de un juego de niños se tratase.

- Yoongi y tú, están atados a estar juntos, lamentablemente, el destino enredo los hilos y no se conocieron como debía de ser, y lo peor fue que ahora tú haz sido el causante de que sus destinos se terminasen por destruir, nadie te amará tanto como él lo hacía.

- Eso no puede ser -menciono Taehyung mientras daba gestos de negación.

- Lo siento, pero es así como son las cosas, Yoongi y tú ya no están atados, haz roto sus sentimientos por completo con esas palabras tuyas, te estoy dando una oportunidad para que puedas recuperarlo.

- ¿Yo, recuperar a ese tonto? Preferiría quedarme así por siempre.

- Eso es lo que pasará -comento el zorro mientras se dedicaba a lamer una de sus patas delanteras-, te quedarás así de por vida, andarás por el mundo vagando con esas orejas y cola, nadie querrá a alguien tan extraño como tú -soltó una risa, burlándose.

- Escucha bien, Kim Taehyung -el mencionado miro hacía aquella mujer-, con un sólo beso, podrás hacer que esas orejas y esa cola, desaparezcan, pero debe de ser de un amor sincero y puro, el cual solamente podrás obtener con ayuda de aquel chico al que le haz roto el corazón.

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