"cuídame, curame" » izuku midoriya.
≥ pedido por: anime1420.
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El sol, ya alzado en un ángulo que daba a entender el mediodía, eliminaba mediante una astuta y meticulosa evaporación —con el sosegado empleo de sus lúcidos
rayos— los pequeños charcos de agua que habían sido dejados como rastros de una súbita tormenta desatada en la oscuridad, mientras esta estaba reverberando en el evidente silencio de una medianoche manchada con las pinceladas de un azul profundo.
Ya con una atareada jornada, la mayor parte del alumnado perteneciente a U.A se encontraba en medio de la una realización relativa en dirección a sus actividades regulares—las cuales poseían una gran cantidad de influencia en la futura carrera de los aspirantes a héroes.
Mas, por más que estas tareas físicas desbordasen de suma sencillez para el promedio del aspirante a héroe; tener un considerable montón de adversidades a cada paso de un extenso y vasto camino—sumándole el ser un imán para la adquisición de todo tipo de heridas con demasiada frecuencia, dificultaba notoriamente los horarios escolares que debían seguirse al pie de la letra.
Ese era el particular caso de Izuku Midoriya, quien estaba vestido con su característico traje verdoso de héroe, y caminando por los blanquecinos pasillos que conformaban una gran porción de todo el espacio dentro de las instalaciones del instituto.
Mientras sus muchos compañeros trabajaban arduamente dentro de los campos de entrenamiento, él sólo se limitaba a tambalear entre cada breve paso que sus cansadas piernas le dejaban avanzar. El peli-verde parecía estar frente a las puertas respecto a la cúspide de su resistencia, y el pronto colapso le esperaba detrás de esa entrada.
Ese hecho era bastante irónico, considerando que la puerta del cuarto de la enfermería estaba frente suyo
—y cabía resaltar que, entre todas las veces que se le fue ordenado que descansase sobre las camillas de dicho cuarto, —obviamente, siendo estas sentencias dictadas tras el predecible suceso de que el pecoso terminase herido de una manera u otra durante el entrenamiento—era como si su mente le pudiese guiar directo al cuarto aún si Midoriya no tuviese idea de a dónde estuviera caminando.
Elevó su mano izquierda —ahora envuelta en un puño— y golpeó con sus nudillos, moderadamente, la parte superior de la puerta, provocando que ese típico sonido de madera
—contra otro objeto u cuerpo— rebotara dentro de sus tímpanos. Al no recibir respuesta alguna, dudó entre si debía entrar o no a la habitación, y como un mal hábito suyo, comenzó a murmurar sus pensamientos en voz alta—pese a su notable negativo estado.
Finalmente, entre toda la argumentación de sus debates mentales, optó por la opción entrar al cuarto y reposar sobre una camilla. Después de todo, él no podía ir paseándose entre puerta y puerta en busca de una alternativa que estuviese a su reducido alcance—y mucho menos, si él estaba a punto de rendirse ante la debilitación de sus piernas, o cuerpo en general.
Rodeó con sus dedos la perilla circular que brindaba el acceso al cuarto, para luego girar esta sobre su propio eje, y empujar ésta hacía dentro como última acción consecuente. Ya con la puerta abierta dejando algo de espacio libre, —lo suficiente como para que el pecoso pudiese entrar sin problemas de por medio— estaba de más decir que el joven aspirante a héroe dió menos de diez pasos para adentrarse al cuarto de enfermería, o que él había cerrado la puerta después de haber accedido.
En cierto modo, no le sorprendió ver las blanquecinas camillas tan características de toda enfermería, —o al menos, eso creía el joven— vacías. Con su mirada enfocándose en un punto fijo, obstruyó su visibilidad cerrando sus ojos a conciencia propia, y dejando que una breve risa incómoda brotará desde su garganta, en medio de la incomodidad trazada en el ambiente tan tenso que él mismo había formado.
Fue cuestión de tiempo para que el de cabellos verdosos decidiera dejar su momento ameno consigo mismo de lado, para buscar a sus cercanías a Recovery Girl—ya que, sin intenciones groseras, curar sus tan constantes heridas era probablemente la única razón por la que él visitaba herido la enfermería.
Con sus ojos ya abiertos, dejó que vista rondara expectante por la habitación, en una busca obvia por la Pro Héroe. Sin obtener los resultados que deseaba lograr, caminó pasando las camillas—desde ese punto, trato de encontrar a la mayor por medio de su vista. Esa fue una búsqueda que, desafortunadamente, no acarreaba la presencia de ese alguien a quien buscar—Recovery Girl no estaba en ningún lado de la enfermería.
Izuku, sintiéndose un poco decepcionado, —sin llegar a extremos demasiado agresivos en la ruta de su sentir— dejó que un suspiro impregnado de su cansancio brotará fuera de sus cuerdas vocales, a la vez que esa sonrisa que su rostro había anteriormente adoptado era removida de éste en medio de su descubrimiento.
Como el joven había pensado mientras se encaminaba en dirección a la enfermería, él no podía pasearse por ahí con heridas frescas y su traje de héroe—atraería problemas que él, sinceramente, no quería fomentarles una extensión o comienzo indebido. Así que, sin ninguna otra opción que le dejasen las posibilidades, optó por reposar sobre una camilla hasta que la respectiva Pro Héroe volviese.
'Qué remedio, tendré que esperar...' pensaba el joven pecoso, mientras caminaba a una camilla que estuviese libre respecto a espacio. Al llegar a ésta, él deslizó una fina cortina —que ocultaba la visibilidad de la cama portátil— mediante el respectivo tubo del cual ésta colgaba.
Justo como el suponía —y para su fortuna— la camilla se encontraba libre. Como toda persona normal haría, el apartó las suaves sábanas de lado, para luego reposar su cuerpo sobre la cama y taparse con las finas telas ya mencionadas.
El aleteo de sus parpadeos estaba punto de cesar, y finalmente, podría al menos darse el gusto de descansar sus agotados músculos.
Sin embargo, ese momento en que todo parecía seguir el rumbo que el mismo Midoriya había trazado en su mente, se quebró al escuchar como subitamente la puerta era abierta, crujido que a su vez fue acompañado de pasos carecientes de sincronización y rebosantes de torpeza. Cosa que, al peli-verde, le resultó extrañamente familiar.
Él creía que tal vez esa supuesta persona era una secretaria novata, encargada de dejar papeles en la enfermería para luego irse —o algo similar— y que por ende no debía preocuparse en levantarse de la camilla, pero una vez más, ese pensamiento fue declinado cuando su mirada encontró a una desconocida.
Con los ojos forzados a mantenerse cerrados, vistiendo una larga bata blanca, y con su cabellera ligeramente despeinada, una chica de —probablemente— la misma edad que él, deslizó la cortina que ocultaba la camilla en la Izuku estaba, dejándolo así frente a ella.
Presionando un pequeño portapapeles contra su pecho, ella exclamó unas palabras que en lugar de dar respuestas a Midoriya, generó aun más dudas.—¡P-Perdona, Recovery Girl! T-tuve algunos problemas para salir de clase y–
En medio de una aparente aclaración de hechos pronunciada por la contraria, ella abrió los ojos, sin esperarse que cierto peli-verde ahora portador de una mirada nerviosa tirando a confusa la estaría viendo, en lugar de la persona a la que ella de verdad creia que él era.
La ausencia de sonido reinó entre esos dos adolescentes, sin intenciones de abandonar su lugar, causando que el opuesto llegara a la conclusión de que sería mejor si el intentara dejar su falta de experiencia con trato a mujeres de lado, para poder mantener una conversación tranquila.
—¿E-estabas esperando a alguien?
Pero para su sorpresa, la dulce voz de la contraria le sacó de sus pensamientos. Acto seguido, él posó su mirada y completa atención en la chica, acción a la cual ella retrocedió unos pasos.
Al verla de cerca, Midoriya llegó a la conclusión de que tal vez ella era muy, y sumamente, tímida. Eso explicaría el porque de su comportamiento tan nervioso y movimientos indirectamente enfocados en la defensa.
Irónicamente, le recordaba a como era él en un principio—obviamente Izuku aún era algo nervioso, pero no tanto como antes. Le daba un aire de nostalgia recordar esas épocas, que no fueron las mejores, pero incluso así, él pudo aprender cosas de estas que nunca olvidaría.
Con una pequeña sonrisa formándose en sus labios, por los anteriores recuerdos evocados en su mente, él procedió a responder a la chica de bata blanca.—Espero a Recovery Girl, pero...—llevó un dedo a su mejilla, y comenzó a rascar la superficie de esta, signo de que se encontraba un poco avergonzado.— dudo de si ella haya venido...o no.
Acercándose unos pocos pasos en dirección a Midoriya, ella dejó su timidez de lado para poder tratar de responder a la incertidumbre del aludido.—C-creo que ella está en una reunión de maestros. Posiblemente s-se tardará...
La expresión ligeramente alegre de Deku cayó al escuchar esas palabras. Obviamente debía ser comprensivo, pero era innegable el hecho de que él no podía evitar sentirse un tanto desilusionado.—Ah, ya veo...—suspiró, expulsando los pesares que por poco casi le consumen.—Tendré que esperar entonces-
—¡P-pero!—sin previo aviso, la chica levantó la voz, provocando que Midoriya enfocara una vez más su completa atención en ella, quien se limitó a alzar el portapapeles y ocultarse tras el mientras sus mejillas comenzaban a ser apresadas por el calor.— s-si estás de acuerdo, p-podría intentar curarte u ayudarte a d-disminuir e-el dolor, ¿p-puedo...?
Por fin, Izuku ya se podía dar una idea del porque la chica vestía una bata blanca como acostumbraban a hacer los doctores. Asumir que ella era una pupila —o algo relativo a ello— de Recovery Girl, como él de All Might, no parecía tan mala asunción.
Con esa suposición en su mente, él no tenía razón para negarse, después de todo, atender un par de moretones no sería, ni tendría que ser, tan difícil para una aparente novata.
—Pues no veo problema alguno...—respondió, inconscientemente fomentando a que una pequeña chispa de confianza alumbrara con su fulgor la desesperante oscuridad que devoraba a la chica, provocando que el nerviosismo desapareciera momentáneamente a la vez que era reemplazado con confidencia.
Curvando sus labios en una pequeña sonrisa, ella retiró el portapapeles de su rostro y lo posicionó de manera que ella pudiera anotar todos los malestares que él contrario supuestamente estaba sintiendo.—Bien, ¿y cuáles son las extremidades en las que sientes dolor?
Izuku tardó unos pocos segundos en responder.
Simplemente porque el ver como la desconocida que ahora era la persona que le iba a tratar, sonreía, era casi hipnotizante para él.
Eventualmente, Midoriya logró reaccionar y volver a adquirir la capacidad suficiente como para poder replicar a la pregunta de la contraria, sólo que aún sin apartar los ojos de ella—cosa que la chica no notaba, no le importaba o trataba de ignorar.
—En la zona del abdomen...
Y en ese efímero momento, toda la confianza de la chica, (T/N), se quebró en un millón de los más pequeños cristales remanentes del espejo que solía representar su casi nula confidencia.
Ella no esperaba eso, pues no tenía la más mínima idea de que tendría que hacer eso en esas condiciones.
—¿E-el abdomen?—repitió, tratando de fingir incredulidad. Aunque su tartamudeo, ahora de vuelta en su lugar, era totalmente natural.
—Sí,—rió, inconsciente de como del rostro entero de la chica comenzaba a sobresalir un rojo intenso.— aunque creo que también tengo las piernas un poco adoloridas...
De ser posible, el rostro de la opuesta fue siendo consumido cada vez más y más por el calor que le otorgaba el pensar en como tendría que tratar al joven. Sí, quizás ella debió de haberle advertido a Deku ese pequeño pero relevante detalle.
Al no recibir respuesta, el aspirante a verle asumió que una palabra pronunciada previamente por él logró ofender a la opuesta.—E-Eh, ¿Acaso dije algo malo? Lo siento.
Sacudiendo las palmas de sus manos frente a ella, (T/N) decidió que tal vez debía decirle la verdad a Midoriya.—¡No, n-no es así! n-no te disculpes...
Arqueando una ceja, él no sabía si había hecho algo mal o no. Pero podía deducir que ella estaba ocultando un dato que no se le fue comunicado.—¿Entonces...?
Reuniendo todo el valor posible, y temiendo las peores reacciones que él le podría propinar, ella presionó el portapapeles contra su pecho, y dejó que las palabras —por más de que ella tartamudeara más de una vez en el proceso— brotaran de su garganta.
—Pa-para que mi kosei pueda funcionar es n-necesario que vea la parte afectada...—la confusión de Izuku no desapareció en lo más mínimo, era más, incluso llegó a dar la situación como resuelta.
Sin embargo, las últimas palabras que la chica pronunció lograron hacer que él comprendiera todo respecto al caso.
—Q-Quiero decir, e-es necesario que v-vea la parte herida s-sin prendas d-de por m-medio...
Izuku pasó saliva, si el kosei de la contraria —que muy probablemente era más eficiente que un tratamiento normal— requería tales condiciones, eso significaba que él debía quitarse todo el traje de héroe. Si bien era un hecho que él no quedaría desnudo —eso sería exagerado— sino, no podía evitar sentirse avergonzado.
Y mucho.
—Y-Ya veo...entonces, ¿debería...?—él guió sus ojos a su vestimenta, y luego a la chica frente a él, quien ya le había dado la espalda para evitar mantener contacto visual mientras Midoriya se desvestía.
Ella asintió, probablemente con el rostro en llamas.
—N-No tengo problema con ello...—admitió el de cabellos verdosos, a la vez que, aparentemente, comenzaba a deshacerse de su calzado.—¿pero al menos p-podrías decirme tu nombre?
Ella, quien no se dignaba a mirarle a los ojos o siquiera de frente, terminó por reunir el valor que le faltaba al escuchar el pedido del contrario, al cual ella no podía negar una respuesta.
—(T-T/N),—logró pronunciar, pero luego, inconscientemente, se dió la vuelta para así mirar a Midoriya, y repitir sus anteriores palabras.—Me llamo (T/N)-
No obstante, ella no pudo terminar su presentación, pues la vista de Izuku en medio del proceso para retirar la parte superior de su traje le interrumpió.
—¡P-Perdón!—de inmediato, ella cubrió sus ojos con ambas manos, y volvió a voltearse. A duras penas lograría volver a reunir el valor para poder ver al opuesto de nuevo.
El rojo apresando el rostro de Izuku era de un tono un poco más ligero que el de (T/N), pero eso no quería decir que él no estaría destinado a estar tan sonrojado como lo estaba ella ni bien empezara el tratamiento.—N-No hay problema...
Lo que esos dos jóvenes no sabían, era que todo el tiempo ambos fueron vigilados por sus tutores. Sí, Recovery Girl y All Might estuvieron viendo entretenidos —desde un salón alejado y mediante un par de cámaras instaladas en la enfermería— la reunión de sus pupilos desde el comienzo.
Y no se arrepentían de nada, ni de sus acciones, ni del deseo que ellos decidieron lograr.
Una nueva misión se aproximaba, y esa era juntar a la joven (T/N) y el jóven Midoriya más seguido—ya que era obvio, esos pupilos si que tenían un buen potencial de pareja.
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lmao, no estoy segura de si este quedó bien o no, but well well.
tengan linda tarde.
—shyniasenpai (pao).
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