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           "the different twins       


"Narrador Omnicente"

UNA NIÑA DE FLEQUILLO TOCABA EN SU HABITACIÓN UNA  melodía, que provenía de un violín; mientras que otra de cabellera castaña la miraba embelesada tirada en la cama de la niña del violín.

—¡Me fascinó!—exclamo la de cabellera castaña sacudiendo a la de flequillo—estoy segura de que serás famosa por tocar el violín Vanya—Siete mostró una sonrisa apenada, mientras que la otra una explosiva.

—bueno....si tú lo dices—Siete se encogió de hombros—deberías de irte de aquí, jade—explico—si papá te descubre, seguro te mata—aseguro con preocupación.

—pfff, no creo que el viejo se de cuenta—dijo sin preocupación—pero....ahora que lo pienso tengo que ir a entrenar—Siete bajo la mirada.

—claro—murmuro en tono triste, ocho hizo que subiera la mirada.

—oh, Vanya querida—mostró una sonrisa reconfortante—recuerda que eres extraordinaria, y para mí.... totalmente perfecta—y entonces la envolvió entre sus brazos de una manera cariñosa, siete de igual manera correspondió.

—Gracias—murmuro Siete.

Y después de un pequeño: "Hasta luego", ocho bajo con prisa hacia el patio trasero.

Dónde ya sus demás hermanos se encontraban. Rápidamente ella se acomodo junto a seis y espero a su padre.

En cuestión de segundos, Hargreeves llegó y se posicionó frente a los niños con su típica mirada autoritaria.

—el día de hoy pelearán entre ustedes, pero, por primera vez.....usarán su poder, la única condición es que no lastimen gravemente a sus hermanos—miro a seis y ocho—bien......ahora diré las parejas—dijo—uno con dos, tres con cuatro y cinco con seis. Al final decidiré quien pelearán con número ocho—miro de reojo a la mencionada—ahora, ¡Comiencen!—de inmediato, uno y dos se posicionaron en medio del lugar.

Al final, sin mucho esfuerzo, número uno salió victorioso, dañando el frágil ego de número dos, ya que ambos siempre tuvieron una rivalidad por ser "el número uno".

—por eso eres mi número uno—felicito el hombre del monóculo—ahora, ¡número tres!, Número cuatro!—llamo la atención—en sus posiciones!—demando y los nombrados se posicionaron.

Cuatro, le lanzó un golpe a tres pero está lo detuvo con la mano y  acerco sus labios a su oído—oí el rumor, de que te rendíaslos ojos de cuatro se volvieron blancos, segundos después volvieron a la normalidad y se auto golpeo, dando por hecho, que tres ganaba.

—muy habilidosa, número tres—felicito y tres sonrió orgullosa—ahora, número Cinco y seis, es tiempo—ordeno.

Con algo de pesimismo, seis se acercó y se colocó en posición de batalla, de verdad odiaba usar sus poderes, Cinco solo dio un salto espacial y se posicionó. Al sentir la mirada pesada de Sr. Hargreeves, número Seis desabrochó su traje de batalla, dejando expuesto su abdomen.

Seis no quiso hacer mucho con su poder, talvez hacer que Cinco tropiece algunas veces para golpearlo, y nada más, al final ganó Número Cinco, pero Seis lo dejo ganar.

—eficiente, como siempre número Cinco—Cinco sonrió con arrogancia hacia sus hermanos, quienes simplemente lo ignoraron—ahora, número ocho y número uno, en posición!—ordeno, ocho camino con las manos tras su espalda hacia el frente, mientras que número uno, con una pizca de miedo, se colocó frente a la menor—ya!—y la batalla comenzó.

Los ojos de número ocho se tornaron de azul y sonrió de una manera aterradora, mientras que número uno alzó los brazos para protegerse.

Uno comenzó dando un golpe, pero ocho la detuvo con uno de sus siete espectros, y entonces, los demás comenzaron a salir y volar con rapidez hacia uno, quien ya estaba aterrado.

Cada vez que este quería dar un golpe, el espectro desaparecía y volvía a aparecer dando un golpe más fuerte.
Entonces uno aprovecho esto, y en el momento que desapareció el espectro, se abalanzo contra su hermana y soltó un golpe en dirección a su mejilla, quien ni siquiera se inmutó, pero su mejilla se puso roja, demostrando lo contrario.

—¡Spectrae!—grito y todos los espectros se abalanzaron contra uno y entraron en su mente, haciéndolo dormir, con un sueño nada lindo.

Instantáneamente, el joven callo encima de la chica, quien soltó un pequeño quejido y se lo saco de encima con algo de esfuerzo.

Se levantó y sacudió su uniforme, después miró a su padre, y posó sus manos tras su espalda.

—fue suficiente, liberarlo—mando, y poco a poco los ojos de ja joven se volvieron de su color azul normal, número uno se levantó de golpe con la mirada aterrada—el entrenamiento finalizó, disfruten de su media hora libre—mando y se retiró del lugar junto a pogo.

—para las próxima, no luches tan rudo Jade—dijo uno sobando su cabeza—la migraña es horrible—se quejo.

—jaja, si, prometo no hacerlo tan rudo—la joven rasco su nuca avergonzada.

—gracias—agito su cabeza y miro a sus hermanos—¿Alguna idea para jugar Klaus?—el nombrado lo miro con sorpresa y alegría.

—eh escuchado de un juego que se llama verdad o reto, es lo que se juega hoy en día—los hermanos lo miraron con sorpresa.

—¿Y tú cómo sabes eso?—pregunto dos incrédulo.

—los contactos de mi medicina me lo cuentan todo—ocho rodó los ojos, pues su "medicina" no era más que droga—¿Y quién juega?—cuatro miro a todos sus hermanos.

Todos asintieron en seña de que si jugarían, pero de inmediato la mirada de los infantes se poso en número Cinco, quien ni se había inmutado.

—are cosas más importantes que jugar un tonto juego—dio media vuelta y camino hacia la puerta.

—¿Entonces es un no?—pregunto cuatro con diversión.

Ni siquiera tuvo respuesta, y bueno, jamás la espero, pues conocía bastante bien a su hermano.

—que agua fiestas!—grito tres para que se hiciera escuchar, pero Cinco ya no estaba en el lugar.

—Luther—llamo la atención ocho.

—¿Si?—los hermanos miraron con atención a su hermana.

—¿Podrá ser que pueda venir Vanya?—hablo con nerviosismo ocho jugando con sus dedos.

—¡Agh!, No, si ella viene yo ya no juego—se quejo dos, ganadose una mala mirada de la empata.

—no Jade, no puede—ordeno Uno, haciendo que ocho soltará un bufido, sus ojos brillaron de un azul brillante.

—¡¿A SI?!—exclamo—¡PUES YO TAMPOCO JUEGO TONTOS!—demando y se fue sacando chispas del lugar.

Sin cuidado, ocho accidentalmente choco con Número Cinco, pero ni siquiera se inmutó.

—¡Fíjate!—regaño Cinco, y esta vez ocho paro en seco y volteo a ver a su hermano.

—perdón—los ojos de ocho volvieron a la normalidad.

—aja—Cinco rodó los ojos al mismo tiempo que ocho—¿Por qué tan enojada?—el joven se cruzó de brazos.

—porque nuestros hermanos excluyen de todo a Vanya, ¡No es justo!—gruño.

—pues, ¿Qué esperabas?, Ni siquiera es especial—dijo obvio el joven.

Ocho tomo el cuello de la camisa de Cinco y lo miro con furia—mi hermana es especial como todos, a su manera, pero lo es—Cinco se aparto de ella con brusquedad.

—lo dices porque es tu melliza, pero si no lo fuera, la verías de igual forma que nosotros—los labios del azabache se posicionaron en una línea.—no vuelvas a hacer eso—sacudió su uniforme y lo acomodo.

—¿Y cuál es tu idea para que no lo haga?—hablo con una sonrisa de burla.

—le diré a papá que vez a Vanya sin su consentimiento—sonrió con arrogancia, pues había dado con el clavo.

—idiota—se quejo y se retiró del lugar con la carcajada de Cinco de fondo.

En cuestión de segundos, ocho llegó a la habitación de Siete, quien tocaba una triste melodía en su violín.
Ocho se quedó en el marco de la puerta admirando a su hermana; pero está se detuvo al notar su presencia.

—muy lindo Vanya—dijo en un tono dulce ocho.

—gracias—mostro una sonrisa apenada—oye...—ocho le dio una seña de que prosiguiera—también quería agradecerte por defenderme de los demás—ocho asintió lentamente y se tiró a la cama de Siete, quien replicó su acción.

—¿Entonces escuchaste todo por...?—pauso.

—nuestra conexión—completo siete con un suspiro.

Y entonces un gran silencio invadió la habitación, pero nunca fue uno incómodo—denada—fue lo único que pudo salir de su boca.

—no se que hice para merecerte como melliza—siete soltó una pequeña risita.

—que tierna—ocho acaricio su cabeza—prometo que cuando seamos mayores saldremos de aquí, y jamás volverás a sentirte olvidada—ocho jugaba con uno de los mechones de cabello de su hermana.

—¿Entonces ya tienes planes de vida?—hablo siete con su típica voz suave.

—si—ambas se voltearon de manera que queden frente a frente—tu trabajarás en el teatro Icarus como violinista, yo trabajaré en una cafetería o algo así—siete frunció el ceño con una sonrisa.

—¿Una cafetería?—ambas se miraron.

—supongo, la verdad aún me falta perfeccionarlo—siete soltó una risita—¡hey!, Me haces sentir mal—poso su mano en su pecho de una manera dramática, era obvio que su tono de voz era falso. Repentinamente, Siete le lanzó una almohada, pero la chica alcanzo a tomarla—golpe sucio—se quejo y se la volvió a lanzar, chocando con la cara de Siete.

Dando por inicio, una pelea de almohadas bastante divertida entre hermanas.

Cuando ambas estaban juntas, Siete podía ser como era realmente, sin ningún regaño o insulto, Ocho era como su guardiana.

𝕿𝖞𝕭

UN RATO DESPUES AMBAS SE  SE SENTARON AL FILO DE LA CAMA, ESTABAN DECIDIDAS A JUGAR EL JUEGO DE EL QUE CUATRO les había hablado.

—bien, ¿Verdad o reto?—pregunto ocho con picardía, siete pensó su respuesta.

—verdad—afirmo la de flequillo y ocho bufo.

—bien—arrugo la nariz y miro a otro lado, después miró a su hermana con una sonrisa maliciosa—¿Es verdad que te gusta alguien de la academia?—siete abrió los ojos con sorpresa y se sonrojo tiernamente—…oh valla—ocho estaba bastante sorprendida.

—B-bueno, solo un poco—siete se encogió de hombros con una sonrisa nerviosa—ahora, ¿Verdad o reto?—Siete se relajo.

—reto— contesto ocho y se cruzó de brazos con una sonrisa orgullosa.

—te reto a que me digas algo muy vergonzoso—ocho rodó los ojos con una sonrisa, volvió a arrugar la nariz, siempre hacia eso cuando pensaba, y de la nada se sonrojo—¿Tan vergonzoso es?—Siete soltó una pequeña carcajada.

—¡si!—se cubrió la cara—una vez Allison me dijo que si me tomaba una poción mágica que ella misma fabricó, podría tener sus poderes, ella dijo que así los obtuvo—soltó una risita—lo peor es que fue hace como dos semanas—ambas rieron—termine con un terrible dolor de estómago—volvieron a reír.

—¿Verdad o reto?—ocho se seco algunas lágrimas.

—¿R-reto?—no sonó muy convencida.

—perfecto—sonrió maliciosa—te reto a que nos lleves con la persona que te gusta—ocho bajo y alzó las cejas continuamente, siete se puso muy roja y se mordió el labio inferior.

—¿Podría ser otra otra cosa?—ocho miro a su hermana con incredulidad.

—No—entre cerro los ojos—¡vamos Vanya!, Te prometo que no se dará cuenta—hablo ocho con obviedad.

—promete guardar el secreto—dijo con pena.

—por supuesto querida—dijo con una seña de que no le diera importancia—vamos—la jalo y salieron de la habitación—¿Y quién es el afortunado?—ocho alzó una ceja, siete se sonrojo mirando a otro lado.

—Número Cinco—murmuro y ocho no pudo evitar explotar.

—¡MIERDA!,¡¿TE GUSTA NÚMERO CIN...?!—ocho fue interrumpida por la mano de siete.

—no lo grites, porfavor—bajo la mirada avergonzada, su flequillo cubría sus ojos.

—ah, si, ignoscasse disculpo con pena—vamos con tu pequeño ogro—jalo a Siete y apresuraron el paso, a la habitación de Cinco, en ese momento, ocho decidió olvidarse del odio mutuo que Cinco y ella sentían. Tocó la puerta y en unos cuantos segundos apareció Cinco abriéndola.

—¿Hola?—pregunto el Azabache con los ojos entrecerrados con su típica voz fría.

—H-hola—inicio Vanya, ya que sabía de la relación de su enamorado y su hermana.

—¿Y tú qué haces aquí?—se dirigió a ocho, quien rodó los ojos.

—esto fue mala idea, me voy—soltó algo enojada.

—porfín usas tu cerebro, que alegría—dijo con falso entusiasmo. Ocho paro en seco y miro a Cinco. Siete solo se encogió.

—¿Qué intentas niño tiempo?, No peleare contigo frente a mi hermana—hablo tratando de controlarse, su mandíbula se mantuvo apretada.

—¿Niño tiempo?—bufo con incredulidad.

—así es—sonrió falsa la pecosa—ahora, no me buscare mas líos, me voy—termino y se fue del lugar.

—lo siento—se disculpo Siete cabizbaja.

—si, no te preocupes, sabes perfectamente que la odio—no le dió más importancia—ven, pasa—la invito a su habitación y Siete con una sonrisa tonta entro.

Cinco no sentía afecto alguno hacia la de flequillo, simplemente la veía como una amiga y nada más.
Tenía muy claro lo que Siete sentía por el, pero, su lado orgulloso le permitió dejar que ella pasará tiempo con el, era lo único que Número Cinco y Ocho tenían en común: una relación con Número Siete.

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COMO DE COSTUMBRE, GRACE, LA MADRE ROBOT DE LOS HERMANOS HARGREEVES, TOCO UNA CAMPANITA anunciando  que la cena estaba lista.

En cuestión de segundos, los niños comenzaron a llegar emocionados por lo que comerían, pero pronto se mostraron serios colocándose en sus asientos, aún sin sentarse.

Momentos pasaron, y un escalofrío recorrió el cuerpo de los pequeños, al ver la figura del hombre del monóculo acercase a la mesa.

Este los miro con superioridad y acomodo su monóculo—siéntense—demando y las órdenes fueron acatadas, todos se sentaron y esperaron pacientemente a que su padre comenzará a comer, para así, ellos de igual manera comenzar.

Nada interesante, lo típico de las comidas, número cuatro sigilosamente sacando "sus medicinas", número dos tallando algo nuevo en su asiento, seis leyendo algún libro, tres y uno lanzándose sonrisas y miradas chispeantes, número ocho jugando con la mano de siete por debajo de la mesa, mientras que se lanzaba algunas miradas de odio con el chico a su lado, Número Cinco.

Música de fondo, elegida específicamente por Sr Hargreeves, y jugo de arándanos acompañado de una ensalada, y un apetitoso filete de carne.

Número ocho subió a su habitación, al igual que sus hermanos después de que su padre se retirará.

Se dio una pequeña ducha y se colocó su pijama azul con rayas verdes. Cepillo su cabellera castaña y de igual forma sus dientes.

Se acomodo en su cama y soltó un bostezo, pasaron unos minutos, y cuando ya estaba apunto de dormirse, un almohadazo la levantó de un brinco.

El responsable: nada más y nada menos que número Cuatro, quien la miraba con diversión, a su lado, número Cinco, quien se mofaba de la situación.

Lo miro de mala manera y luego suavizo la mirada con cuatro—¿Qué sucede?—la chica tallo sus ojos y bostezo.

—los demás esperan a que vengas para darle las buenas noches a papá—dijo—ahora, vámonos—la jalo eh hizo que se colocará las pantuflas, la dirigió hacia sus hermanos y su madre, quienes la esperaban a unos metros de su habitación.

No pasó mucho después, pues ahora se encontraban frente al despacho de Reginald, Grace dejo ver a los sonrientes niños al abrir la puerta.

—los niños desean darle las buenas noches, señor—explico con su sonrisa robótica.

Reginald no se inmutó, simplemente los ignoro, solo siguió escribiendo en su cuaderno.

—muy bien pequeños, a la cama—ordeno Grace dulcemente, la sonrisa de los pequeños se desvaneció y se convirtió en una mirada de tristeza y decepción.

—es un idiota—murmuro cuatro, y ocho soltó una carcajada sin gracia.

Lo último que vieron los niños, fue como Número tres trataba de confrontar a su padre, pero fue callada por Grace, y de igual manera, enviada a la cama.
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AUTOR'S NOTE…!

OLALA!

Por fin publique capitulooo, espero que te agrade tanto como a mi me agrado escribirlo.

¿Que te parecen los personajes?

Anyways.

Si te gusto no te olvides de dejar tu voto, enserio me ayudaría mucho🩷

Tqm <3

━━C va la cereza con patas!

Editado: 24/06/23

2722 palabras.

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