Eres Tú
Pasado un año, veía el cielo mientras caminaba rumbo a una ciudad desconocida; nadie me acompañaba en este viaje, parecía estar sola, a excepción de mis pokémon, quienes fielmente me acompañaban
Había participado en un festival nadamas, pero perdí inútilmente por no saber pelear... Prácticamente soy una inútil...
-¿Pero qué pienso?, él me hubiese regañado si le hubiese comentado eso-
Caminé un par de metros más, pero me detuve a sentarme en una roca. Aun no lo olvidaba en lo absoluto.
Durante mi estadía, varios chicos ya me habían propuesto desde citas hasta un noviazgo, pero mi corazón ya era de alguien, y el nombre suyo es Ash.
Suspiré viendo el cielo nocturno, Hoenn tiene uno de los mejores. Pero sólo lo recuerdo a él y nada más, sólo el se ha quedado grabado a fuego lento en mi mente, como si nadie más existiera
Saqué mi teléfono y accedí a la galería; vi una foto suya en la que estaba sonriendo con el dedo alzado.
Sonreí, y me alegré por recordar mi más grande logro antes que ganar un listón...
Flashback...
Lo había visto millones de veces, pero no pensé que este momento llegaría así de la nada; Palermo me había propuesto visitar Hoenn, y yo accedí.
Pasaban muchas cosas por mi mente, principalmente que dejaría de ver a Ash por un buen tiempo; lo más seguro es que me volvería a olvidar. Debía dejar algo de mí en el, algo que pudiera recordar con suma facilidad
"Cada vez que veas a alguien besarse..."
Di la media vuelta sonriendo, sinceramente olvidé incluso que dije para llegar ahí
"Recuerdame"
Me ruboricé y sentí sus labios en mis labios, cerré los ojos con alegría por hacerlo... Al final, no duró demasiado por las escaleras que me volvieron a bajar mientras le daba las gracias por todo su afecto indirecto hacia mí
Fin del Flashback...
No era nada seguro, pero vi un ligero movimiento en sus labios, titubeó decirme algo, pero como que se lo guardo.
Debía ser fuerte por eso, sin duda algún día me lo iba a topar de nuevo, pero en ese momento debía ser alguien mejor, como se lo había prometido,
Me llevé las manos a la boca mientras sonreía, siempre me animaba tener que recordar ese hermoso momento, que fue el inicio y final de nuestra aventura juntos...
Me decían elogios, pero ninguno me reconfortaba tanto como los comentarios de Ash; me daban regalos, pero ninguno con el valor del listón suyo. Todo me parecía simple
Sin embargo, últimamente algo me hacía falta, lo que antes disfrutaba ya no me causaba la misma alegría; era que no tenía un sentido lógico hacerlo si ya nadie lo veía donde estaba
Por eso me termino preguntando, ¿Dónde estás Ash?, ¿por qué aún no me llamas?
Es complicado y tonto pensar así, sólo él sabe de donde saca todo lo que tiene... Incluso Pikachu...
Sentí un viento revolotearme el cabello, vi el cielo y me di cuenta de que ya era de noche, y que unas nubes surcaban con rapidez el cielo.
Suspiré y vi hacia mis lados buscando alguna sombra. Mas lo único que vi fue una cueva a quizá unos doscientos metros. Me puse de pie y caminé nuevamente, estaba un poco oscuro el camino, pero me animé a seguir aun así.
Flashback...
Tuve mucho que pensar del beso que le había dado a Ash, me dirigiría a Hoenn y esperaba que no me volviera a olvidar.
Acomodé mi frente en el vidrio del avión y puse mi mano al lado de mi cara; el sol todavía tenía unos minutos para ocultarse por el mar; yo me dediqué a ver su hermoso brillo parpadeando lentamente.
Te recordé y me hice la promesa de que no te olvidaría Ash, por que eres sumamente especial y siempre te pertenecería mi corazón... Siempre...
Fin del Flashback...
Caminé lento, pero la lluvia cayó sin aviso y me empapó en cuestión de segundos, me puse debajo de un árbol grueso, aunque aun así traspasaban las gotas sin pena ni intenciones de parar.
Momentos después paró el evento y así corrí sin parar rumbo a aquella cueva que había visto....
¡Sops!
Pero me resbalé con el césped húmedo y caí de rodillas en el suelo; solté un quejido que nadie oyó, vi mi rodilla y estaba lastimada ligeramente... Como aquella vez...
Me levanté, era seguro que nadie vendría como antes, pero esta vez el dolor me hizo volver a caer; mi falda se manchó con el lodo, pero seguí; lentamente me aferré al tronco de un árbol y me logré sostener con una mano. ¿Qué había hecho para recibir este trato?
Calculo que tardé cerca de quince minutos en llegar a la entrada, pero la lluvia volvió a caer mas fuerte y con viento a los tres...
Sentí cómo las gotas gruesas chocaban con mi espalda con mucha fuerza, pero sabía que no tenía caso parar y sentir aun más
Llegué empapada, lastimada y somnolienta a mi destino, era sorprendente que me hubiese pasado prácticamente de todo en menos de media hora...
Pero cuando me doy cuenta, observo una fogata y una tienda de dormir abierta, de la que sale una cabeza a asomarse por el sonido de mis pasos y el eco...
No lo puedo creer...
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